No hay un sólo actor que pudiera hacer este papel como lo hace Bruce Willis en la película. El tipo duro gracioso, típico antihéroe está hecho a su medida. Se le puede criticar que solo puede hacer películas de acción, pero si las hace como estas...es por que es el mejor. Al margen de su actuación la película es entretenida, tiene acción risas y los típicos comentarios americanos que se repiten al final de la película.

Es probablemente la mejor película de superheroes. Sin embargo, sigue estando lejos de ser una auténtica obra maestra que merezca un 10, algo por otra parte muy dificil de lograr con este tipo de cine.

La película no para en ningún momento, no aburre.

Por otro lado la interpetación de Heath Ledger es simplemente épica. No solamente no creo que nadie pueda interpretar al Joker igual, es que es una actuación para la historia. Y además, rodeado de otros actores que hacen también un papel fantástico.

A pesar de todo (LITTLE SPOILER), estoy de acuerdo con lo leído en otras críticas: el final del Joker se queda corto, quizás un poco precipitado. Gran película, la mejor de superheroes, no obra maestra.

Decepcionado. Esa sería en una palabra la sensación que me deja esta película. Viendo las críticas, los actores y la idea es fácil sentarse a verla, con un comienzo interesante y curioso. Pero desgraciadamente eso se va perdiendo hasta convertirse en una colección de escenas con chistes fáciles que parece no acabar nunca.

Larga hasta decir basta, parece que todo se justifica por el mensaje de crítica a la sociedad en la que vivimos hoy en día. Pero eso no vale para hacer una comedia sin gracia la mayor parte de la película y que, además, se hace tremendamente larga y aburrida.

Una oportunidad perdida y, en para mi, una pérdida de tiempo.

No, no lloré cuando iniesta marcó el gol en aquel maravilloso instante, y tampoco solté lágrimas cuando reviví los momentos en los telediarios, pero hubo alguien que lo consiguió: Michael Robinson. Simplemente gracias por hacernos rememorar esos instantes de esa manera. La combinación de las imágenes y de las declaraciones de un auténtico crack como Pepe Reina no tiene precio. En una palabra: mágico.