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7
21 de julio de 2020
21 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace escasas semanas repasábamos en un artículo algunas de las mejores películas españolas que tenemos disponibles en las distintas plataformas de streaming. Entre ellas hablé de una en particular, ‘La trinchera infinita’, protagonizada por Antonio de la Torre y dirigida por tres cineastas sobresalientes y que ya han colaborado en otras ocasiones juntos; Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga.
‘La trinchera infinita’ es probablemente la última gran producción española destacable que nos ha podido dejar el cine español (con permiso de ‘El hoyo’), y si estas buscando conocer más sobre la cinta, sigue leyendo para conocer su magnificencia.
- La Guerra Civil
‘La trinchera infinita’ nos traslada a los inicios de la Guerra Civil española y desde el primer minuto no da ni suspiro al espectador; la película empieza agitada y la tensión es inminente, con una presentación rápida de nuestros dos protagonistas, Higinio y Rosa, un joven matrimonio recién unido, y poniendo sobre la mesa la situación actual y lo que trascenderá durante el resto de la cinta. Condenado a vivir escondido, Higinio deberá asegurar su supervivencia con todo el apoyo y la ayuda de su mujer, mientras la situación no para de ser asfixiante, tanto para ellos como para nosotros.
Con esto tenemos por delante dos extensas horas y media en la que acompañaremos al joven matrimonio en una travesía de lo que se dice vivir con miedo, en una condena que se prolongará en mi más ni menos que 30 años.
Y precisamente la larga duración de la película acompaña a la duración de esa condena, porque logra transmitir esa sensación de paciencia, desesperación y angustia. El único hándicap en este punto es que a lo largo de todo el filme solo tenemos tres o cuatro referencias directas sobre cuanto tiempo ha pasado, y muchas indirectas que, sin un conocimiento histórico de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, es fácil acabar desubicado en la cronología.
En su lugar la película se divide en palabras. Sí, como lo lees. A lo largo de la cinta se nos va presentando cual diccionario una serie de vocablos acompañados de una breve descripción que viene a explicarnos, o mejor dicho, transmitirnos, lo que sucederá a continuación. Es en cierta manera una forma elegante de sustituir a una cortinilla que diga «10 años después». Y les ha quedado bastante bien.
Uno de los puntos más fuertes de la película es el hecho de estar grabada, casi en su totalidad, en escenarios cerrados y apagados, casi lúgubres. Esto es no es baladí y es completamente intencionado, porque logra que nos atrincheremos con Higinio en su reclusión permanente para que sintamos el desazón de estar medio muerto mientras fuera la vida sigue. Aunque hay que resaltar que si piensas ver la película en Netflix más te vale tener una buena conexión a Internet y el plan HD o 4k, con tantos oscuros el bitrate puede llegar a ser tan pobre que nos dará más angustia ver pixeles como puños que estar 30 años encerrados sin salir.
‘La trinchera infinita’ pone en relieve una verdad histórica y dolorosa que nos pincha fuerte cuando llegan esos textos que preceden a los créditos finales, explicando la desgracia que vivieron nuestros antepasados y el horror que tuvieron que sufrir muchos. No hay amnistía que pueda borrar el recuerdo, del mismo modo no hay perdón que pueda arreglar el pasado.
Lejos de entrar a debatir sobre un posible mensaje politizado tras las líneas (o entre líneas) del guión, lo cierto es que ‘La trinchera infinita’ cumple con creces como filme dramático, emotivo y con un mensaje potente. Un mensaje que nos enseña a valorar lo bueno de nuestra vida. Como diría Antonio de la Torre en el papel de Higinio, lo que debería hacer un padre es tener chiquillos, escucharlos reír y jugar con ellos en la calle.
- Lo mejor de Antonio de la Torre
No son muchas las actuaciones de Antonio de la Torre que he visto, pero sí las suficientes como para saber que es probablemente uno de los mejores actores del cine español. Si en ‘Tarde para la ira’ lograba engañarnos con esa actuación pasmosa, luego lograría encarnar a un político de pies a cabeza en ‘El Reino’, en ‘Trinchera infinita’ se pasea por una transformación realmente asombrosa.
Aunque el actor ya se marcaría un «Christian Bale» cuando protagonizó allá por 2009 la película ‘Gordos’ ganando 33 kilos en apenas cuatro meses, en esta ocasión su transformación va más allá de un mero cambio físico y ponerse cada vez más fondón.
Como es evidente en una película que abarca tres décadas, el peso de los años se nota. Vemos como los años pasan factura a Higinio con un aspecto que llega un punto que es dificil discernir qué es natural del actor y qué no. Le vemos delgado, joven y lleno de energía, así como viejo, fondón y sin apenas fuerzas para levantarse. Y todo acompañado de una interpretación andaluz completamente natural y sin distinción alguna; es literalmente ver a envejecer al personaje de verdad.
Belén Cuesta (Rosa en la película) también nos deja una actuación tan magistral como natural y con una evolución bien marcada, siendo los hombros que aguantan todo el peso, vemos como aguanta la penuria de una vida vacía y aún así no se quiebra ni lo permite; se mantiene en pie y soporta todos los golpes lo mejor que puede. Ningún matrimonio es perfecto e incluso un matrimonio atrincherado tiene sus desavenencias como el resto. Solo el ímpetu, el coraje y el trabajo en equipo pueden mantener viva la llama, y aquí entra Belén Cuesta para mostrarnos amor verdadero, sin florituras y con dosis de realidad.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/la-trinchera-infinita/
‘La trinchera infinita’ es probablemente la última gran producción española destacable que nos ha podido dejar el cine español (con permiso de ‘El hoyo’), y si estas buscando conocer más sobre la cinta, sigue leyendo para conocer su magnificencia.
- La Guerra Civil
‘La trinchera infinita’ nos traslada a los inicios de la Guerra Civil española y desde el primer minuto no da ni suspiro al espectador; la película empieza agitada y la tensión es inminente, con una presentación rápida de nuestros dos protagonistas, Higinio y Rosa, un joven matrimonio recién unido, y poniendo sobre la mesa la situación actual y lo que trascenderá durante el resto de la cinta. Condenado a vivir escondido, Higinio deberá asegurar su supervivencia con todo el apoyo y la ayuda de su mujer, mientras la situación no para de ser asfixiante, tanto para ellos como para nosotros.
Con esto tenemos por delante dos extensas horas y media en la que acompañaremos al joven matrimonio en una travesía de lo que se dice vivir con miedo, en una condena que se prolongará en mi más ni menos que 30 años.
Y precisamente la larga duración de la película acompaña a la duración de esa condena, porque logra transmitir esa sensación de paciencia, desesperación y angustia. El único hándicap en este punto es que a lo largo de todo el filme solo tenemos tres o cuatro referencias directas sobre cuanto tiempo ha pasado, y muchas indirectas que, sin un conocimiento histórico de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, es fácil acabar desubicado en la cronología.
En su lugar la película se divide en palabras. Sí, como lo lees. A lo largo de la cinta se nos va presentando cual diccionario una serie de vocablos acompañados de una breve descripción que viene a explicarnos, o mejor dicho, transmitirnos, lo que sucederá a continuación. Es en cierta manera una forma elegante de sustituir a una cortinilla que diga «10 años después». Y les ha quedado bastante bien.
Uno de los puntos más fuertes de la película es el hecho de estar grabada, casi en su totalidad, en escenarios cerrados y apagados, casi lúgubres. Esto es no es baladí y es completamente intencionado, porque logra que nos atrincheremos con Higinio en su reclusión permanente para que sintamos el desazón de estar medio muerto mientras fuera la vida sigue. Aunque hay que resaltar que si piensas ver la película en Netflix más te vale tener una buena conexión a Internet y el plan HD o 4k, con tantos oscuros el bitrate puede llegar a ser tan pobre que nos dará más angustia ver pixeles como puños que estar 30 años encerrados sin salir.
‘La trinchera infinita’ pone en relieve una verdad histórica y dolorosa que nos pincha fuerte cuando llegan esos textos que preceden a los créditos finales, explicando la desgracia que vivieron nuestros antepasados y el horror que tuvieron que sufrir muchos. No hay amnistía que pueda borrar el recuerdo, del mismo modo no hay perdón que pueda arreglar el pasado.
Lejos de entrar a debatir sobre un posible mensaje politizado tras las líneas (o entre líneas) del guión, lo cierto es que ‘La trinchera infinita’ cumple con creces como filme dramático, emotivo y con un mensaje potente. Un mensaje que nos enseña a valorar lo bueno de nuestra vida. Como diría Antonio de la Torre en el papel de Higinio, lo que debería hacer un padre es tener chiquillos, escucharlos reír y jugar con ellos en la calle.
- Lo mejor de Antonio de la Torre
No son muchas las actuaciones de Antonio de la Torre que he visto, pero sí las suficientes como para saber que es probablemente uno de los mejores actores del cine español. Si en ‘Tarde para la ira’ lograba engañarnos con esa actuación pasmosa, luego lograría encarnar a un político de pies a cabeza en ‘El Reino’, en ‘Trinchera infinita’ se pasea por una transformación realmente asombrosa.
Aunque el actor ya se marcaría un «Christian Bale» cuando protagonizó allá por 2009 la película ‘Gordos’ ganando 33 kilos en apenas cuatro meses, en esta ocasión su transformación va más allá de un mero cambio físico y ponerse cada vez más fondón.
Como es evidente en una película que abarca tres décadas, el peso de los años se nota. Vemos como los años pasan factura a Higinio con un aspecto que llega un punto que es dificil discernir qué es natural del actor y qué no. Le vemos delgado, joven y lleno de energía, así como viejo, fondón y sin apenas fuerzas para levantarse. Y todo acompañado de una interpretación andaluz completamente natural y sin distinción alguna; es literalmente ver a envejecer al personaje de verdad.
Belén Cuesta (Rosa en la película) también nos deja una actuación tan magistral como natural y con una evolución bien marcada, siendo los hombros que aguantan todo el peso, vemos como aguanta la penuria de una vida vacía y aún así no se quiebra ni lo permite; se mantiene en pie y soporta todos los golpes lo mejor que puede. Ningún matrimonio es perfecto e incluso un matrimonio atrincherado tiene sus desavenencias como el resto. Solo el ímpetu, el coraje y el trabajo en equipo pueden mantener viva la llama, y aquí entra Belén Cuesta para mostrarnos amor verdadero, sin florituras y con dosis de realidad.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/la-trinchera-infinita/

6,7
11.921
6
11 de junio de 2020
11 de junio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente estoy aprovechando bastante el confinamiento para consumir mucho cine de ciencia ficción que llevaba meses en mi lista de pendientes. Mientras que algunos clásicos como ‘Alphaville’ o ‘Sneakers’ siguen esperando para ser las siguientes, ya he tenido la ocasión de disfrutar por primera vez de ‘La amenaza de Andrómeda’, un clásico scifi catastrofista de 1971, con pandemia incluida.
‘La amenaza de Andrómeda’ viene de la mano de un talentoso director como es Robert Wise, que en su larga trayectoria llena de trabajos podemos encontrar ‘Sonrisas y lagrimas’, ‘West Side Story’ y ‘Star Trek’. Razón de más para darle una oportunidad a este filme.
Por otro la película está basada en la novela de Michael Crichton, autor de Jurassic Park. Por entonces Crichton no era si quiera un escritor destacado, nadie lo conocía aún. Pero la novela de Andrómeda lo catapultó a la fama, fue best seller, y amasó una fortuna realizando acuerdos con Hollywood.
Cabe destacar que Crichton, entre otras cosas, más tarde dirigió ‘Coma‘ y ‘Almas de metal‘, la película original en la que se basa la serie de HBO, ‘Westworld’.
- Una epidemia que viene del espacio
Sobra decir que estamos hablando de un clásico de ciencia ficción de los años 70, así que es lógico pensar que en su argumento se tomaron muchas libertades dignas de tópico. Aún así llama la atención que pese a lo desactualizada que puede ser, es una película que respeta mucho los estándares científicos, tecnológicos e incluso biológicos.
‘La amenaza de Andrómeda’ empieza en una pequeña aldea ubicada en Nuevo México donde al parecer todos sus habitantes han sido víctimas de una exposición virulenta. Un equipo de urgencia formado por profesionales en distintas áreas tendrá que investigar la zona, para luego trasladar su investigación a un laboratorio secreto con tecnología muy avanzada, donde investigarán la naturaleza del virus y como combatirlo.
Pese a ser una película sobre epidemias y el fin del mundo no hay héroes en ella, no hay secuencias de acción, ni gritos de auxilio, ni movimientos agitados de cámara. Pero si hay crudeza y tensión constante en forma de intriga y determinación. En lugar de héroes tenemos un grupo de profesionales que, desempeñando lo mejor de su función, con objetividad y sin emoción, harán lo posible para salvar el mundo o al menos evitar un desastre mayor.
- Un proceso de investigación
A diferencia de otras películas donde se nos muestra una epidemia como algo apocalíptico, emocional y terrorífico, en esta observamos el peligro inminente desde un prisma científico y político. Y es que afrontar una crisis no es algo sencillo cuando sabes que la vida de miles de personas dependen no solo de ti, si no del trabajo en equipo y de las personas que hay por encima de ti. Es todo tan frágil que no podemos permitirnos el caos.
Aún así es inevitable sentir cierto escepticismo con esta película especialmente a lo que tecnología se refiere. Pero se trata de una época en la que ‘La amenaza de Andrómeda’ era una de las películas más innovadoras que se habían visto. Es más, tuvieron el atrevimiento de convertir a uno de los científicos de la obra original en una mujer. Y estamos hablamos de una película de 1971.
También es lógico esperar la reacción que causó. No es que la tecnología estuviera tan presente en la vida de las personas como lo está hoy en día, por eso ver lápices ópticos o simulaciones virtuales en aquella época podía parecer algo mágico y espectacular.
Y aún así destaca que pese a la invención de tecnologías inexistentes supieron darle una lógica usual. Y es que nada en ‘La amenaza Andrómeda’ son licencias propias a baladí; toda la tecnología que se muestra, por inverosímil que parezca, tenía un propósito y una funcionalidad bastante lógica. Y eso es lo que más me ha gustado de la película.
- Conclusión
Tenemos pocas películas sobre epidemias y ‘La amenaza de Andrómeda’ podría ser con diferencia la que más se acerca a una batalla real contra un virus desconocido. Vemos el proceso químico y humano que hay tras la lucha contrareloj a la que se enfrentan un grupo de científicos, en todo momento bajo las presiones de élites políticas y la extrema obligación de guardar silencio, lo cual hace que su trama sea tan interesante.
Los años 70 fue sin duda la década de la ciencia ficción y venían marcados por la grandilocuencia de Kubrick con ‘2001: Odisea en el espacio’ que se estrenó en 1968 y marcó una etapa.
Entre películas como ‘Solaris’, ‘El planeta de los simios’ o la ya mencionada ‘Almas de metal’, Andrómeda se corona como una de las mejores películas scifi de la época.
Así que si eres un amante de los clásicos y la ciencia ficción, aquí encontrarás una buena recomendación para el próximo fin de semana.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/la-amenaza-de-andromeda/
‘La amenaza de Andrómeda’ viene de la mano de un talentoso director como es Robert Wise, que en su larga trayectoria llena de trabajos podemos encontrar ‘Sonrisas y lagrimas’, ‘West Side Story’ y ‘Star Trek’. Razón de más para darle una oportunidad a este filme.
Por otro la película está basada en la novela de Michael Crichton, autor de Jurassic Park. Por entonces Crichton no era si quiera un escritor destacado, nadie lo conocía aún. Pero la novela de Andrómeda lo catapultó a la fama, fue best seller, y amasó una fortuna realizando acuerdos con Hollywood.
Cabe destacar que Crichton, entre otras cosas, más tarde dirigió ‘Coma‘ y ‘Almas de metal‘, la película original en la que se basa la serie de HBO, ‘Westworld’.
- Una epidemia que viene del espacio
Sobra decir que estamos hablando de un clásico de ciencia ficción de los años 70, así que es lógico pensar que en su argumento se tomaron muchas libertades dignas de tópico. Aún así llama la atención que pese a lo desactualizada que puede ser, es una película que respeta mucho los estándares científicos, tecnológicos e incluso biológicos.
‘La amenaza de Andrómeda’ empieza en una pequeña aldea ubicada en Nuevo México donde al parecer todos sus habitantes han sido víctimas de una exposición virulenta. Un equipo de urgencia formado por profesionales en distintas áreas tendrá que investigar la zona, para luego trasladar su investigación a un laboratorio secreto con tecnología muy avanzada, donde investigarán la naturaleza del virus y como combatirlo.
Pese a ser una película sobre epidemias y el fin del mundo no hay héroes en ella, no hay secuencias de acción, ni gritos de auxilio, ni movimientos agitados de cámara. Pero si hay crudeza y tensión constante en forma de intriga y determinación. En lugar de héroes tenemos un grupo de profesionales que, desempeñando lo mejor de su función, con objetividad y sin emoción, harán lo posible para salvar el mundo o al menos evitar un desastre mayor.
- Un proceso de investigación
A diferencia de otras películas donde se nos muestra una epidemia como algo apocalíptico, emocional y terrorífico, en esta observamos el peligro inminente desde un prisma científico y político. Y es que afrontar una crisis no es algo sencillo cuando sabes que la vida de miles de personas dependen no solo de ti, si no del trabajo en equipo y de las personas que hay por encima de ti. Es todo tan frágil que no podemos permitirnos el caos.
Aún así es inevitable sentir cierto escepticismo con esta película especialmente a lo que tecnología se refiere. Pero se trata de una época en la que ‘La amenaza de Andrómeda’ era una de las películas más innovadoras que se habían visto. Es más, tuvieron el atrevimiento de convertir a uno de los científicos de la obra original en una mujer. Y estamos hablamos de una película de 1971.
También es lógico esperar la reacción que causó. No es que la tecnología estuviera tan presente en la vida de las personas como lo está hoy en día, por eso ver lápices ópticos o simulaciones virtuales en aquella época podía parecer algo mágico y espectacular.
Y aún así destaca que pese a la invención de tecnologías inexistentes supieron darle una lógica usual. Y es que nada en ‘La amenaza Andrómeda’ son licencias propias a baladí; toda la tecnología que se muestra, por inverosímil que parezca, tenía un propósito y una funcionalidad bastante lógica. Y eso es lo que más me ha gustado de la película.
- Conclusión
Tenemos pocas películas sobre epidemias y ‘La amenaza de Andrómeda’ podría ser con diferencia la que más se acerca a una batalla real contra un virus desconocido. Vemos el proceso químico y humano que hay tras la lucha contrareloj a la que se enfrentan un grupo de científicos, en todo momento bajo las presiones de élites políticas y la extrema obligación de guardar silencio, lo cual hace que su trama sea tan interesante.
Los años 70 fue sin duda la década de la ciencia ficción y venían marcados por la grandilocuencia de Kubrick con ‘2001: Odisea en el espacio’ que se estrenó en 1968 y marcó una etapa.
Entre películas como ‘Solaris’, ‘El planeta de los simios’ o la ya mencionada ‘Almas de metal’, Andrómeda se corona como una de las mejores películas scifi de la época.
Así que si eres un amante de los clásicos y la ciencia ficción, aquí encontrarás una buena recomendación para el próximo fin de semana.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/la-amenaza-de-andromeda/
8
31 de agosto de 2020
31 de agosto de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algo nos descubrió a todos ‘Homeland’, la serie de espionaje internacional protagonizada por Claire Danes, fue uno de sus actores más importantes y que definieron un papel muy importante de su trama; Damien Lewis, interpretando al sargento Nicholas Brody.
Por supuesto Lewis es un actor de gran talento y al que ya se le ha visto en anteriores ocasiones, especialmente en ‘Hermanos de sangre’, serie que le otorgó la gloria.
Su trayectoria después fue tímida, protagonizando alguna que otra producción interesante hasta que llegó el turno de la serie de espionaje para volver a poner su nombre sobre el papel. Pero ‘Homeland’ no sería su serie estelar, de arrebatarle ese título ya se encargaría Claire Danes. Aún así Lewis ha sabido encontrar al fin lo que probablemente sea el papel para el que nació, el de Bobby Axelrod en ‘Billions’.
- Una guerra silenciosa
‘Billions’ cuenta las pesquisas entre dos eternos rivales enfrentados entre sí; el multimillonario empresario Bobby Axelrod al quien da vida Damien Lewis, y un ambicioso fiscal de Nueva York, Chuck Rhoades, encarnado por el mítico Paul Giamatti.
La historia principalmente gira entorno a esta enemistad pero sobretodo en la vida de ambos personajes. Por un lado Axelrod, más conocido como Axe, dirige Axe Capital, su propia compañía de fondos privados de inversión, y una de las más grandes que existen. Rhoades por su parte es un férreo fiscal que cree en la justicia, pero también ambicioso de poder. Hará cuanto esté en su mano para atrapar a Axe convencido de que algo turbio hay tras su negocio, lo que podría suponer el mayor logro de toda su carrera.
Con esta premisa estamos ante una serie llena de conspiraciones, cadenas de favores e ingeniosas estrategias para derrumbar o manipular al enemigo, mientras que nuestros dos protagonistas no conocen los límites de la moral. Se podría decir, en cierta manera, que estamos ante una auténtica juego de tronos, donde cada capítulo es perfectamente un movimiento de ajedrez hacía un resultado final.
En los últimos años cada vez son más habituales las series con cierto rigor científico. Por ejemplo en ‘Mr. Robot’ asombra la enorme fidelidad que ofrece la serie sobre las distintas tecnologías, métodos de hackeo e incluso la propia representación de la programación y líneas de comando. ‘Billions’ es otra serie que va en esa línea, mostrando una fidelidad asombrosa sobre el mundo de las finanzas, los fondos de inversión, la política fiscal, la vida moderna de los multimillonarios, y Wall Street. Aunque, por supuesto, seguimos estando ante una serie de ficción y hay cierta invención en favor del espectáculo.
Ese rigor lo vemos especialmente en el argot que hay detrás, que a veces puede volverse incluso denso para un simple mortal. ‘Billions’ tiene cantidades de referencias y términos financieros que muchos no entenderemos, aunque es algo que han sabido encajar con el paso de las temporadas. De hecho en la cuarta temporada gran parte de esas palabrejas financieras parecen haber sido sustituidas por referencias cinéfilas y culturales para hacer símiles que ayudan a entender mejor muchos conceptos, una decisión inteligente.
- Una de las mejores series actuales
‘Billions’ es mucho como ‘Homeland’, una serie que brilla por su calidad y que nunca se sale de su identidad propia. No busca satisfacer una demanda general ni ser la serie viral del momento para ser la más comentada en redes sociales. Más bien se centra en seguir su propio camino y dar lo mejor de lo que mejor sabe hacer. Destaca por la calidad de su reparto y el enorme compromiso de cada uno por su papel en esta serie.
Es una serie, como yo diría, muy de nicho. No gustará a muchos pero a los que gustará, gustará mucho sin lugar a dudas. Esto lo convierte en una de las mejores series actuales, especialmente al ser una serie que apuesta más por sí misma que por el público y las tendencias.
Con cinco temporadas a sus espaldas, y más que vendrán en camino, si lo que buscas es una apuesta seria que logre engancharte pero que no sea una serie de consumo rápido, merece mucho la pena darle una oportunidad a ‘Billions’.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/billions/
Por supuesto Lewis es un actor de gran talento y al que ya se le ha visto en anteriores ocasiones, especialmente en ‘Hermanos de sangre’, serie que le otorgó la gloria.
Su trayectoria después fue tímida, protagonizando alguna que otra producción interesante hasta que llegó el turno de la serie de espionaje para volver a poner su nombre sobre el papel. Pero ‘Homeland’ no sería su serie estelar, de arrebatarle ese título ya se encargaría Claire Danes. Aún así Lewis ha sabido encontrar al fin lo que probablemente sea el papel para el que nació, el de Bobby Axelrod en ‘Billions’.
- Una guerra silenciosa
‘Billions’ cuenta las pesquisas entre dos eternos rivales enfrentados entre sí; el multimillonario empresario Bobby Axelrod al quien da vida Damien Lewis, y un ambicioso fiscal de Nueva York, Chuck Rhoades, encarnado por el mítico Paul Giamatti.
La historia principalmente gira entorno a esta enemistad pero sobretodo en la vida de ambos personajes. Por un lado Axelrod, más conocido como Axe, dirige Axe Capital, su propia compañía de fondos privados de inversión, y una de las más grandes que existen. Rhoades por su parte es un férreo fiscal que cree en la justicia, pero también ambicioso de poder. Hará cuanto esté en su mano para atrapar a Axe convencido de que algo turbio hay tras su negocio, lo que podría suponer el mayor logro de toda su carrera.
Con esta premisa estamos ante una serie llena de conspiraciones, cadenas de favores e ingeniosas estrategias para derrumbar o manipular al enemigo, mientras que nuestros dos protagonistas no conocen los límites de la moral. Se podría decir, en cierta manera, que estamos ante una auténtica juego de tronos, donde cada capítulo es perfectamente un movimiento de ajedrez hacía un resultado final.
En los últimos años cada vez son más habituales las series con cierto rigor científico. Por ejemplo en ‘Mr. Robot’ asombra la enorme fidelidad que ofrece la serie sobre las distintas tecnologías, métodos de hackeo e incluso la propia representación de la programación y líneas de comando. ‘Billions’ es otra serie que va en esa línea, mostrando una fidelidad asombrosa sobre el mundo de las finanzas, los fondos de inversión, la política fiscal, la vida moderna de los multimillonarios, y Wall Street. Aunque, por supuesto, seguimos estando ante una serie de ficción y hay cierta invención en favor del espectáculo.
Ese rigor lo vemos especialmente en el argot que hay detrás, que a veces puede volverse incluso denso para un simple mortal. ‘Billions’ tiene cantidades de referencias y términos financieros que muchos no entenderemos, aunque es algo que han sabido encajar con el paso de las temporadas. De hecho en la cuarta temporada gran parte de esas palabrejas financieras parecen haber sido sustituidas por referencias cinéfilas y culturales para hacer símiles que ayudan a entender mejor muchos conceptos, una decisión inteligente.
- Una de las mejores series actuales
‘Billions’ es mucho como ‘Homeland’, una serie que brilla por su calidad y que nunca se sale de su identidad propia. No busca satisfacer una demanda general ni ser la serie viral del momento para ser la más comentada en redes sociales. Más bien se centra en seguir su propio camino y dar lo mejor de lo que mejor sabe hacer. Destaca por la calidad de su reparto y el enorme compromiso de cada uno por su papel en esta serie.
Es una serie, como yo diría, muy de nicho. No gustará a muchos pero a los que gustará, gustará mucho sin lugar a dudas. Esto lo convierte en una de las mejores series actuales, especialmente al ser una serie que apuesta más por sí misma que por el público y las tendencias.
Con cinco temporadas a sus espaldas, y más que vendrán en camino, si lo que buscas es una apuesta seria que logre engancharte pero que no sea una serie de consumo rápido, merece mucho la pena darle una oportunidad a ‘Billions’.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/billions/

6,3
4.645
6
21 de julio de 2020
21 de julio de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adam Driver, un marine retirado, parece que ha sabido encontrar su lugar en el mundo de la actuación, y lo cierto es que está en su mejor época posible. Muchos lo conocerán por su papel de Kylo Ren en ‘Star Wars‘, pero lo cierto es que ya se dejó ver por primera vez en ‘J. Edgar’, película de Clint Eastwood protagonizada por DiCaprio. Desde entonces, encadenó una buena serie de papeles en películas independientes, hasta que JJ Abrams decidió que él encarnara su particular villano de la saga de las galaxias.
Tras ‘Star Wars’ su fama no hizo más que crecer, hasta el punto de compartir protagonismo con Starlett Johansson en ‘Historias de un matrimonio’, película que nos ha dejado la que probablemente sean las mejores actuaciones de ambos actores. ‘Historias de un matrimonio’ es una huella profunda y perspicaz en la trayectoria del actor, pero antes de su película estelar ya nos ha dejado otras cintas interesantes, como ‘Paterson’ y ‘Logan Lucky’.
Entre ellas tenemos ‘The Report’, una magnífica película basada en hechos reales, cargada de política y escándalo, donde Driver vuelve a mostrarnos su mejor faceta como actor. Y es que salvando las distancias, la actuación de Driver logra salvar la densidad narrativa que posee la cinta.
- Investigando a los investigadores
‘The Report’ destapa y desvela todo acerca de las prácticas abusivas que ejerció la CIA para interrogar a sospechosos en sus investigaciones para encontrar a los culpables del 11-S. Tales prácticas hoy en día son muy conocidas por todo el mundo; torturas, estrés psicológico, manipulación sistemática, y el famoso «ahogamiento simulado».
Pero ‘The Report’ no va exactamente de cómo la CIA ejerció esa libertad de poder, si no de cómo Daniel Jones (Adam Driver) dirigió la investigación del Senado de los Estados Unidos sobre los hechos ocurridos, los frentes políticos que tuvieron que soportar, y los problemas a los que tuvieron que enfrentarse, con una CIA indispuesta a permitir que toda aquella información fuera revelada, y muchos menos juzgada.
La película pone en relieve la falta de moral ejercida por la agencia, su brutalidad indescriptible, y la corrupción que le rodeaba. Pero a medida que la cinta nos va revelando hechos demoledores para la conciencia humana, Daniel Jones debe persistir y no cesar en su empeño por revelar la verdad, aún con los riesgos que conlleva.
Por esta razón ‘The Report’ no es una película sobre la desgracia del ser humano y lo horrible que puede llegar a ser, ni sobre el poder y la corrupción. ‘The Report’ es una película que nos habla de justicia, deber social, y democracia, nos habla de hacer el bien frente al mal, y sobretodo de condenar ese mal.
Como es de esperar, es una película carga de política y burocracia, y eso pueden ser aspectos que echen atrás a algunos espectadores. En este punto entra Adam Driver para salvar el interés narrativo desempeñando un papel que le viene al dedo; sencillo, directo y metódico. También, como es evidente, las desvelaciones continuadas y el horror en pantalla dan unas pequeñas dosis de emoción que salvaguardan otras carencias de la cinta.
‘The Report’ se postula como un filme interesante que nos cuenta una historia, a estas alturas tal vez demasiado repetida, pero al fin y al cabo una historia basada en hechos reales, dispuesta a horrorizarnos con lo que todos ya sabemos.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/the-report/
Tras ‘Star Wars’ su fama no hizo más que crecer, hasta el punto de compartir protagonismo con Starlett Johansson en ‘Historias de un matrimonio’, película que nos ha dejado la que probablemente sean las mejores actuaciones de ambos actores. ‘Historias de un matrimonio’ es una huella profunda y perspicaz en la trayectoria del actor, pero antes de su película estelar ya nos ha dejado otras cintas interesantes, como ‘Paterson’ y ‘Logan Lucky’.
Entre ellas tenemos ‘The Report’, una magnífica película basada en hechos reales, cargada de política y escándalo, donde Driver vuelve a mostrarnos su mejor faceta como actor. Y es que salvando las distancias, la actuación de Driver logra salvar la densidad narrativa que posee la cinta.
- Investigando a los investigadores
‘The Report’ destapa y desvela todo acerca de las prácticas abusivas que ejerció la CIA para interrogar a sospechosos en sus investigaciones para encontrar a los culpables del 11-S. Tales prácticas hoy en día son muy conocidas por todo el mundo; torturas, estrés psicológico, manipulación sistemática, y el famoso «ahogamiento simulado».
Pero ‘The Report’ no va exactamente de cómo la CIA ejerció esa libertad de poder, si no de cómo Daniel Jones (Adam Driver) dirigió la investigación del Senado de los Estados Unidos sobre los hechos ocurridos, los frentes políticos que tuvieron que soportar, y los problemas a los que tuvieron que enfrentarse, con una CIA indispuesta a permitir que toda aquella información fuera revelada, y muchos menos juzgada.
La película pone en relieve la falta de moral ejercida por la agencia, su brutalidad indescriptible, y la corrupción que le rodeaba. Pero a medida que la cinta nos va revelando hechos demoledores para la conciencia humana, Daniel Jones debe persistir y no cesar en su empeño por revelar la verdad, aún con los riesgos que conlleva.
Por esta razón ‘The Report’ no es una película sobre la desgracia del ser humano y lo horrible que puede llegar a ser, ni sobre el poder y la corrupción. ‘The Report’ es una película que nos habla de justicia, deber social, y democracia, nos habla de hacer el bien frente al mal, y sobretodo de condenar ese mal.
Como es de esperar, es una película carga de política y burocracia, y eso pueden ser aspectos que echen atrás a algunos espectadores. En este punto entra Adam Driver para salvar el interés narrativo desempeñando un papel que le viene al dedo; sencillo, directo y metódico. También, como es evidente, las desvelaciones continuadas y el horror en pantalla dan unas pequeñas dosis de emoción que salvaguardan otras carencias de la cinta.
‘The Report’ se postula como un filme interesante que nos cuenta una historia, a estas alturas tal vez demasiado repetida, pero al fin y al cabo una historia basada en hechos reales, dispuesta a horrorizarnos con lo que todos ya sabemos.
Reseña original:
https://desophict.com/cine-y-tv/the-report/

6,6
39.146
8
11 de junio de 2020
11 de junio de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
«¿Cree usted en Dios?». ‘Contact’ no solo era una película con una singularidad científica que la diferenciaba enormemente de otros grandes clásicos de la ciencia ficción. Era mucho más que eso, nos hablaba sobre la propia existencia, la filosofía, la ciencia y la religión, siendo la devota creencia un pilar importante en su narrativa. Y con bastante razón.
La ‘Contact’ con Jodie Foster que todos conocemos en realidad se basa en un libro publicado en 1985 por el homónimo astrofísico Carl Sagan, divulgador de la ciencia que muchos conocemos por la serie documental ‘Cosmos‘, la cual hoy en día Neil deGrasse Tyson lleva sus riendas.
Robert Zemeckis quiso rendir tributo a aquella novela llevando a la gran pantalla una de las mejores adaptaciones que se pudieron ver a finales de los 90. Una película que guarda muchas similitudes con ‘Interestelar’, y de la que hoy me gustaría hablaros.
- ¿Hay vida más allá de nosotros?
La película arranca con un lienzo que se expande mostrándonos lo vasto y enorme que llega a ser el universo. Y lo diminutos que somos nosotros. Hablamos de un 1997 donde los efectos a ordenador comenzaban a florecer, y, para la época que era, la escena de apertura de ‘Contact’ es a lo que hoy en día sería la maravillosa escenografía digital que tiene ‘Interestelar’. Cualquier niño que soñase con las estrellas se le iluminarían los ojos con aquella introducción.
Y precisamente con eso comienza ‘Contact’, con una pequeña Eleanor llena de curiosidad y sed de exploración. Ansiosa por alcanzar con su voz lo más lejano que su pequeña radio le permita, ya sea un pueblo vecino o una playa en Pensacola.
Pero una serie de desvaneciencias le harán perder su fe. Y será esa etapa de su niñez la que marque el resto de su vida. De hecho en este primer acto se esconde todo el pilar de la película, con una importante correlación con todo lo que acontecerá en adelante.
Y pese a las dos horas y media que dura la cinta no tardaremos en llegar a la etapa adulta de Eleanor, cediendo así el testigo a la implacable Jodie Foster. Nuestra protagonista ha encontrado su nueva fe; ya ha establecido contacto con demasiadas Pensacola y es hora establecer contacto ahí fuera.
- La ciencia que hay detrás
No hay acción, no hay explosiones, ni científicos irresponsables que provocarán un desastre natural sin precedentes. ‘Contact’ viene a contarnos, a través de las vivencias de una astrofísica dedicada, todo el proceso de investigación que hay detrás de la búsqueda de señales procedentes del espacio.
Pero tampoco es un mero ensayo científico. Como en la vida real, siempre hay intereses detrás que interfieren con el trabajo. Dada su naturaleza científica y sobretodo existencial, ‘Contact’ plantea un potente dilema filosófico sobre la condición humana, y especialmente de su religión. Un debate que no se antoja de relleno, si no con una necesaria razón de ser. Seas ateo agnóstico o creyente, cualquiera puede contemplar la belleza en su tesis.
También está, por supuesto, el factor político y mediático, que jugarán un importante papel en los acontecimientos de una manera tan poco ficticia que incluso podrían darse en la vida real. Y precisamente eso hace aún más atractivo el filme.
Destaca especialmente por como se aferra la película al rigor científico. Por supuesto hay elementos a baladí y tecnologías inexistentes con un importante valor narrativo. Aún así podríamos decir que ‘Contact’ es una película 90% ciencia 10% ciencia ficción.
De hecho el propio SETI califica a ‘Contact’ como la película más precisa de toda Hollywood a la hora de representarlos.
- El apartado técnico
‘Contact’ es soberbia sin parangón. Cuenta con localizaciones reales en el propio SETI, como el Very Large Array, también el enorme observatorio Arecibo de Puerto Rico que llama toda la atención de un simple vistazo.
Para los efectos especiales contaron con la colaboración de hasta ocho compañías distintas, entre las que se incluían Sony Pictures Imageworks, e Industrial Light & Magic, pioneros en efectos a ordenador.
La escena de introducción de la que os hablaba líneas atrás no solo fue una de las más destacadas de la época, si no también fue la escena más larga hasta el momento que se hubiera realizado a ordenador. 3 minutos de duración.
Otro de los datos más curiosos de la película es que en ella aparece Bill Clinton… gracias a un meteorito encontrado 12 años atrás. El 6 de agosto de 1996 el astrobiólogo de la NASA David S. McKay publicó un artículo en la revista Science donde se aventuraba en la posibilidad de que aquel meteorito incluyera bacterias microscópicas fosilizas de Marte. El artículo generó polémica y al día siguiente Bill Clinton dio una rueda de prensa al respecto con una charla bastante genérica.
Por el contenido de sus palabras, ciertas partes del diálogo podían interpretarse fácilmente como si el presidente hablase sobre el contacto extraterrestre, y aquella idea le fascinó a Zemeckis.
Pero ni las localizaciones, ni la presencia de Bill Clinton, ni si quiera esos innovadores efectos especiales (para la época) eran con diferencia lo mejor del apartado técnico. Lo mejor se encuentra en el comienzo de la película, en un plano secuencia que da lugar a uno de los efectos ópticos más innovadores que se ha podido ver en el cine.La escena del espejo.
Y realmente la explicación era tan sencilla como el uso de tres plano secuencias, azul croma y la intercalación de las tres secuencias.
Más en la reseña original:
- La obra de Carl Sagan
- Similitudes con Interestelar
https://desophict.com/cine-y-tv/contact-la-interestelar-antes-de-nolan/
La ‘Contact’ con Jodie Foster que todos conocemos en realidad se basa en un libro publicado en 1985 por el homónimo astrofísico Carl Sagan, divulgador de la ciencia que muchos conocemos por la serie documental ‘Cosmos‘, la cual hoy en día Neil deGrasse Tyson lleva sus riendas.
Robert Zemeckis quiso rendir tributo a aquella novela llevando a la gran pantalla una de las mejores adaptaciones que se pudieron ver a finales de los 90. Una película que guarda muchas similitudes con ‘Interestelar’, y de la que hoy me gustaría hablaros.
- ¿Hay vida más allá de nosotros?
La película arranca con un lienzo que se expande mostrándonos lo vasto y enorme que llega a ser el universo. Y lo diminutos que somos nosotros. Hablamos de un 1997 donde los efectos a ordenador comenzaban a florecer, y, para la época que era, la escena de apertura de ‘Contact’ es a lo que hoy en día sería la maravillosa escenografía digital que tiene ‘Interestelar’. Cualquier niño que soñase con las estrellas se le iluminarían los ojos con aquella introducción.
Y precisamente con eso comienza ‘Contact’, con una pequeña Eleanor llena de curiosidad y sed de exploración. Ansiosa por alcanzar con su voz lo más lejano que su pequeña radio le permita, ya sea un pueblo vecino o una playa en Pensacola.
Pero una serie de desvaneciencias le harán perder su fe. Y será esa etapa de su niñez la que marque el resto de su vida. De hecho en este primer acto se esconde todo el pilar de la película, con una importante correlación con todo lo que acontecerá en adelante.
Y pese a las dos horas y media que dura la cinta no tardaremos en llegar a la etapa adulta de Eleanor, cediendo así el testigo a la implacable Jodie Foster. Nuestra protagonista ha encontrado su nueva fe; ya ha establecido contacto con demasiadas Pensacola y es hora establecer contacto ahí fuera.
- La ciencia que hay detrás
No hay acción, no hay explosiones, ni científicos irresponsables que provocarán un desastre natural sin precedentes. ‘Contact’ viene a contarnos, a través de las vivencias de una astrofísica dedicada, todo el proceso de investigación que hay detrás de la búsqueda de señales procedentes del espacio.
Pero tampoco es un mero ensayo científico. Como en la vida real, siempre hay intereses detrás que interfieren con el trabajo. Dada su naturaleza científica y sobretodo existencial, ‘Contact’ plantea un potente dilema filosófico sobre la condición humana, y especialmente de su religión. Un debate que no se antoja de relleno, si no con una necesaria razón de ser. Seas ateo agnóstico o creyente, cualquiera puede contemplar la belleza en su tesis.
También está, por supuesto, el factor político y mediático, que jugarán un importante papel en los acontecimientos de una manera tan poco ficticia que incluso podrían darse en la vida real. Y precisamente eso hace aún más atractivo el filme.
Destaca especialmente por como se aferra la película al rigor científico. Por supuesto hay elementos a baladí y tecnologías inexistentes con un importante valor narrativo. Aún así podríamos decir que ‘Contact’ es una película 90% ciencia 10% ciencia ficción.
De hecho el propio SETI califica a ‘Contact’ como la película más precisa de toda Hollywood a la hora de representarlos.
- El apartado técnico
‘Contact’ es soberbia sin parangón. Cuenta con localizaciones reales en el propio SETI, como el Very Large Array, también el enorme observatorio Arecibo de Puerto Rico que llama toda la atención de un simple vistazo.
Para los efectos especiales contaron con la colaboración de hasta ocho compañías distintas, entre las que se incluían Sony Pictures Imageworks, e Industrial Light & Magic, pioneros en efectos a ordenador.
La escena de introducción de la que os hablaba líneas atrás no solo fue una de las más destacadas de la época, si no también fue la escena más larga hasta el momento que se hubiera realizado a ordenador. 3 minutos de duración.
Otro de los datos más curiosos de la película es que en ella aparece Bill Clinton… gracias a un meteorito encontrado 12 años atrás. El 6 de agosto de 1996 el astrobiólogo de la NASA David S. McKay publicó un artículo en la revista Science donde se aventuraba en la posibilidad de que aquel meteorito incluyera bacterias microscópicas fosilizas de Marte. El artículo generó polémica y al día siguiente Bill Clinton dio una rueda de prensa al respecto con una charla bastante genérica.
Por el contenido de sus palabras, ciertas partes del diálogo podían interpretarse fácilmente como si el presidente hablase sobre el contacto extraterrestre, y aquella idea le fascinó a Zemeckis.
Pero ni las localizaciones, ni la presencia de Bill Clinton, ni si quiera esos innovadores efectos especiales (para la época) eran con diferencia lo mejor del apartado técnico. Lo mejor se encuentra en el comienzo de la película, en un plano secuencia que da lugar a uno de los efectos ópticos más innovadores que se ha podido ver en el cine.La escena del espejo.
Y realmente la explicación era tan sencilla como el uso de tres plano secuencias, azul croma y la intercalación de las tres secuencias.
Más en la reseña original:
- La obra de Carl Sagan
- Similitudes con Interestelar
https://desophict.com/cine-y-tv/contact-la-interestelar-antes-de-nolan/
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