-Primeramente, búscate un equipo de marines "grillaos". Cuanto más "grillaos" estén los pavos, más éxito tendrá en taquilla tu versión de Depreda-tó. Imprescindible que haya un par de negros, un artillero con sombrero y mostacho, un tonto con cara de cumpleaños, a ser posible con gafas, que tiene que palmar el primero, y uno que se llame Billy y que lleve una bandana en la frente. Este último debe llevar un cuchillaco, pero no debe darle uso útil alguno y ha de morir de forma estúpida al final.

-Segundo: Necesitarás armamento pesado y munición en cantidades industriales. Mucha munición. No querrás que tus valientes soldados maten a escupitajos a tu espléndido Depreda-tó, ¿no? Ya me imaginaba... La munición varía en función de lo locos que estén en tu peña de soldados. A más "zumbaos", más balas desperdiciarán. Por ejemplo, podrían acribillar un bosque entero sin venir a cuento para preguntar seguidamente alguna incoherencia tal que... "¿Qué ha pasado?" ¡¡Meeeeeeeeeeee!! Leche, ¿A qué le disparabas entonces, "iyo"?

Munición. Recuerda esa palabra.

Tercero: Necesitarás un pretexto, vamos, un argumentillo para meter a tus máquinas de matar en una selva amazónica en helicóptero (Basta con escribir lo primero que se te ocurra en una servilleta). Ojo a este dato. No en barco. Tampoco en avión. Y nada de motillos, eh, que nos conocemos. Helicópteros. Y que tengan muchos misiles. Por si hay que cargarse a algunos guerrilleros o sucedáneos, que ya se sabe, las selvas chungas las carga el diablo.

Si necesitas presupuesto para la munición o el helicóptero sacrifica el argumentillo, que es prescindible. Lo importante es que lluevan balas y que tus marines se descuelguen desde un helicóptero. ¡Queremos taquilla, no un Oscar!

Cuarto: No necesitas guión. Repito. NO NECESITAS GUIÓN. Basta con que le asignes a cada uno de tus soldados un taco o improperio por defecto para que lo suelten aleatoriamente trascurrido un cierto tiempo. Eso sí, vigila que lo suelten en secuencias diferentes, para no rayar al personal.

A tu derivado de Chuarche (lo siento, pero no puedes volver a elegir a Chuarche. Él ya mató a su Depreda-tó correspondiente) puedes incluso asignarle alguna frase más compleja, tal que "MUERE MALDITO HIJO DE PERRA" (este añejo insulto sólo está presente en las viejas películas de acción. Ésas que hacían historia... sniff, sniff ya se ha perdido).

ANEXO: NUNCA, repito, NUNCA debe protagonizar vuestra versión Chuck Norris. La razón es evidente: ¡Mataría al Depreda-tó de una patada giratoria!

Con todos estos elementos, el espectáculo ¡GARANTIZADO!

A pesar de todo, la película tiene un acierto: explica el por qué de esa forma de caminar tan absolutamente rígida del calvo (permítanme el colegueo). Todo me cuadró cuando Hitman, rodeado por otros tres alopécicos asesinos trajeados que le apuntan con armas de fuego varias, pregunta: "¿Queréis una muerte honorable?". A esto, los simpáticos calvetes le asienten. Entonces, con una complicidad digna de los mejores westerns, los cuatro calvos dejan caer sus armas y desenvainan, cada uno, dos PEDAZO DE KATANAS QUE LLEVABAN ESCONDIDAS EN EL TRASERO.

Sinceramente, la escena de acción que acaece después no me importó. No dejé de asombrarme por el hecho que tuvo lugar. Entonces supe por qué Hitman andaba tan erguido...