Lo que más me ha sorprendido de esta película es su sencillez, una historia de amor pura, en la que no cuentan las clases sociales, ni los problemas que rodean a los protagonistas por esa diferencia.
Los dos personajes tienen un increíble feeling desde el comienzo de la película, lo que me ha hecho pensar como espectador, que esta historia de amor es tan creíble como la vida misma.
Mencionar la bonita BSO de esta película es casi obligado, pues es bien conocida por todos incluso, como en mi caso, los que no hemos visto la película.
También quiero mencionar esa frase tan conocida: "el amor significa no tener que decir nunca lo siento"

14 sillas, una mesa grande, una mesa pequeña, un baño, un dispensador de agua, un ventilador, un perchero, 3 ventanas, dos navajas, unas interpretaciones magníficas, un grandioso guión y las ganas de meterle el dedo en el ojo a la justicia de EEUU.
¿Hace falta algo más para rodar una impecable película?

Sidney Lumet nos deja para la posteridad esta maravillosa película rodada en apenas unos metros cuadrados y que nos cuenta la historia de un jurado popular formado por doce hombres que tienen que deliverar a favor o en contra de un chico de 18 años que está acusado de matar a su padre, ¿la condena? la silla eléctrica.

En muy pocas películas se puede decir que todo y repito, todo el reparto ha estado brillante, pues esta es una de ellas, desde el primero hasta el último, el guión es extraordinario, esas conversaciones en la que está inmiscuido el señor McMurphy son verdaderamente impresionantes, por eso opino que junto al Resplandor son las dos mejores interpretaciones que he visto de Jack Nicholson, sobre la película decir que es brillante, esa critica a la moralidad de muchos que se creen con el poder de decidir lo que está bien o está mal.

Otra comedia de Wilder para destacar pero en este caso por debajo de sus obras maestras, aunque la verdad es que los últimos 30 minutos de esta no les tiene nada que envidiar nada a las otras, es el conjunto de la película lo que le hace estar unos escalones por debajo.
Lo mejor sin duda alguna en esta película es el grandioso James Cagney interpretando a McNamara, valla facilidad de palabra la de este señor, que manera de darle a la lengua, ha estado fantástico.

Un gran clásico del género, donde quiero destacar lo bien que están los secundarios en esta película (sobre todo el viejo cojo, icómo me he reído con él!), la trama, aunque está rodada solo en unas cuantas habitaciones (salvo el tiroteo final y unas cuantas escenas más), no se hace para nada pesada, es más, la película tiene un buen ritmo. Algo para destacar, es lo bien que cuentan la historia de cada uno de los personajes para unirlos a la trama.
Si hubiera que ponerle un pero, el mío sería algún tiroteo más, pero es solo mi opinión ya que la película está muy bien así como está.