En "Oldboy" se demuestra que la violencia y la acción no tienen, ni mucho menos, porqué estar reñidas con una gran historia. Impresionante y sorpredente película procedente del pujante cine surcoreano. Chan-wook Park sabe transmitir el dolor y la crudeza como nadie en todo el mundo occidental.

Trumbo crea una atmósfera agobiante en una película con un planteamiento tan duro. Logra transmitir la soledad y el patetismo del personaje incapaz de comunicarse por culpa de una guerra. Una guerra a la que va por los valores de la "democracia" que, a través de la cinta, resultan tan absurdos. Tiene algunos errores lógicos (un director de una sóla película) de base y con alguna simpleza, más propias de películas de argumento fácil, quizá el director pretendia que hubiera una cierta ironía que es difícil de entrever.

Bajo una aureola "snob" de la que, inconfundiblemente, Sofia Coppola dota a sus películas y que no puede gustar a todo el mundo, la directora nos presenta una cinta del todo prescindible sobre la vida de Maria Antonieta donde sólo se hace eco de su vida cortesana y donde el rechazo que produce esta austriaca a los príncipes franceses apenas se ve reflejado y, mucho menos, el modo en que la Revolución Francesa marcó su caída. Prescindiendo de un capítulo final tan interesante como importante como hubiese sido el juicio sumarísimo al que fue sometida la monarquía o también sobre las conspiraciones y juegos de poder que se producen en el seno de la nobleza. Se centra en las intimidades más "rosas". La elección musical puede considerarse inapropiada para una película de este género.

Los que se enamoraron de la Tierra Media como yo "deberíamos" tener ciertas reticencias por las licencias tomadas. Sin embargo, el enorme espectáculo cinematográfico y puesta en escena que desarrolla Peter Jackson junto con un tratamiento de lo más intimista y lleno de sensibilidad, hacen que la cinta sea tan grande como intimista. Tanto puede conmoverte la carga de los rohirrin trayéndote la luz a la creciente oscuridad como puede hacerlo la desesperación de Sam en el antro de Ella-Laraña.

Poco menos que imprescindible.

Me ha sorprendido gratamente a pesar de resultar un tanto pastelosa; sobre todo porque no esperaba algo así siendo de Harold Ramis, cuyas películas suelen ser de humor ramplón y planas. Aunque a mí Bill Murray siempre me parece que se da un aire en todas sus películas muy chulesco y por encima de todo pero que, en esta película funciona estupendamente... además que está Andie McDowell.