Claro ejemplo de la simplicidad (de fondo y forma) bien trabajada: aunque el argumento, los personajes, y hasta el reparto, distan mucho de conformar una "obra maestra", Noonan produjo una belleza liviana, accesible a todo público. El protagonista inspira ternura y (paradojas de la vida) encarna toda la nobleza y decencia de la que estamos tan carentes los seres humanos del siglo XXI, pese a ser ¡un simple cerdo! Una película bonita, muy apta para ver en familia.

Mandoki nos regala una buena pieza, y nos tortura con un realismo escalofriante. En mi humilde opinión, es lo mejor que se ha hecho a propósito de la carnicería ocurrida en El Salvador durante esa horrorosa década del ochenta, llena de sangre y terror. La intensidad de la trama, la dinámica narración y el brillante manejo del primer plano reclaman el aplauso para el buen Mandoki.

De entramado complejo al principio, poco a poco se va haciendo más y más predecible, hasta terminar en algo bastante inferior a lo que pudiera esperarse. Por eso, creo que la comparación con Hitchcock es exagerada: ¡ése sí era un maestro! Richard Gere hace una actuación notable (aunque no he conocido el primer psiquiatra tan falto de ética como el que interpreta), igual que la arrolladora Basinger. Creo que ha sido subvalorada. Es cierto que es rara, que no se mantiene, pero tampoco se puede despreciar el trabajo de Joanou.

Una agradable serie, a medio camino entre la comedia y el drama familiar. Tony Danza en su papel más enternecedor, encarnando a un hombre lleno de dificultades que quiere darle algo de "sueño americano" a su hijita (la bella y carismática Alyssa Milano). El humor y la ironía de la Helmond eran de aplaudir. No es mucho más que una producción pasable, que en ocasiones tendía a los chistes flojos y a la mediocridad, pero que recuerdo con inmenso cariño. Así, más por nostalgia que por placer estético, me divierto viéndola cuando de vez en cuando la rescatan del baúl de los recuerdos.

Coincido en que es una peliculilla sin mayores pretensiones, incoherente y ramplona. Pero no por ello deja de tener un especial sentido del humor (adolescencial, rockero, y sí, francamente estadounidense) y una banda sonora genuinamente buena. Efectivamente, es una parodia de esos jóvenes de los 90 que oían música de los 80 y no destacaban precisamente por su lucidez mental, bien interpretados por Myers y Carvey (cada uno compitiendo por ser el más tonto).