Como los catalanes son unos agarraos, saben bien lo que jode que te quiten dinero por hacer una transferencia o sacar pasta de un cajero. Así empezó La Caixa.
Muchos años después, tienen que venir los americanos a contarnos la realidad sobre este banco: una caja de sorpresas, malas todas ellas, por culpa del cual se me acaban los días de bienestar. Adiós al 5 jotas, a los burdeles de jóvencitas blancas, a las blancas aureolas de mi nariz y a los Ferrero Rocher. Sí señores, todo esa felicidad la ha pillao el pez gordo para sí, abriendo la cajita.
Esta entidad sin ánimo de lucro (que debe significar otra cosa) comenzó como banco para tacaños y ahora es la picha en vinagreta de Europa. Que sí, que Cameron Díaz y lo que quieras, pero la metáfora es tan evidente y clara, que resulta hasta grosera.
Abre la cajita, que viene otro, y la pela es la pela; bien lo sabe Ricardo Casa (Richard Kelly)

Trepidante telefilm de desgracias complaciente y recargado que no te dejará indiferente.
Salí del cine con un nudo en la corbata (para no olvidar que tengo que decirle a mi abuela que la vea, que le va a encantar)

Santo es Charlton Heston, porque que se sepa, cuando este gordo de unas 400 libras de peso, sucio, de andares torcidos, con una extraña cara entre yonkie y vegetariano, cuya ropa consiste en sábanas recosidas + una gorra seguramente hurtada, entró repartiendo impertinencias y acusaciones morales en casa de Heston, ¿acaso le esperaba con un rifle? ¿Le apuntó a la cabeza con una escopeta de cartuchos argumentado que pensaba que era un jabalí, cosa que hubiera pensado cualquiera de nosotros al olerle de lejos u observar las huellas?
NO

Peor que cualquier capítulo de la serie, que por otro lado, era espantosa. El profesor Bacterio monta un lío descomunal usando una aldea fascista como congelador. Pero ahí están Mulder y Scally para desentrañarnos el porqué de todo esto poniendo gestos faciales de sorpresa y tratando de crear tensión sexual e intriga sobrenatural. Es decir: una puta mierda.
Ni que decir tiene que la película es una cutre mezcla de azules y sonidos de sintetizador barato, como todos sabíamos ya de antemano que iba a ser.

Lo primero: no recuerdo qué moneda se usa en China y no me sale de los huevos buscarlo en google, así que la llamaré "eritrodolar".
Lo segundo que la peli es un coñazo a parte de un cuento chino.
Sí, es muy sensual, muy minimalista, muy sutilista, muy profunda... y reivindicante, reivindicadora, edificante, edulcorante... y pedante y aburrida y además falla en el argumento base.
Vamos a ver,