Soy un gran fan de la película original, que me aportó momentos memorables de diversión en mi infancia, y visionar esta película, además de recordármelos de nuevo, se ha convertido para mí y para muchos y muchas en un verdadero acto político contra los misóginos que han clamado al cielo estúpidamente por el protagonismo exclusivamente femenino. Personalmente aplaudo y alabo una decisión tan valiente y también me apena que en pleno siglo XXI esto continúe considerándose transgresor o motivo de enfado.

¿Qué clase de trauma, represión o complejo habéis vivido, machistas del mundo, para afirmar que un remake protagonizado por cuatro divertidas y profesionales actrices os ha arruinado la infancia? ¿Cómo es posible que algo así os indigne tanto hasta el punto de rebuznar barbaridades contra el género femenino?

Enteráos: protagonismo masculino exclusivo y nula representación femenina es lo que ellas, las mujeres que son nuestras novias, esposas, amigas, amantes, compañeras, hijas, hermanas, sobrinas, primas, tías o madres, se han visto obligadas siempre a tragarse sin una queja y sin lloriquear por muy poco (o nada) representadas que se vieran, así que dejad de hacer el ridículo y disfrutad de una película fresca, digna y divertida, que explota una estupenda química entre las cuatro nuevas cazafantasmas y con grandes momentos de humor.

No se acaba el mundo por esto. Es más, no ha hecho más que empezar.