El señor Nolan ha dado una cátedra la cual terminó con el mas estruendoso aplauso. Logró darle carácter a una historia manoseada.
Sacó a Batman de las dinámicas impuestas, eso señores, a todas luces es cuando menos valiente, será difícil (al menos para mi) olvidar lo que este señor ha hecho con esta historia, simplemente inteligente. Trajo a Batman de un inminente aburrimiento, fue la ventana de un salón viciado.

En mis clases de Historia de América Latina, siempre nos decían que las fronteras eran algo especial. En cierta medida eran tierra de nadie.
No funcionan con las reglas de ningún país sino que el sincretismo cultural, social, étnico e ideológico pone sobre la mesa muy peculiares relaciones sociales. Por ello, estas comunidades fronterizas crean sus propias reglas de convivencia, dando como resultado un modo de vida "sui generis."
Theo Angelopoulos nos pone en una difícil situación, en cierto modo nos deja pelear en esta tierra de nadie, donde va la gente a esperar (ir a un lugar donde ya no se trate de malvivir) o a perderse en el anonimato irremediable que ofrece aquella tierra de paso (así, a lo Mastroianni).
La película alcanza varios niveles, creo que el espectador puede verla como una anécdota que Angelopoulos le cuenta o como un lugar donde el espectador va tejiendo partes de la historia dándole diferentes sentidos a las actitudes de los actores.
Una película con una fotografía muy bien hecha, imperdible para los que gustan de las películas reflexivas.

Ver Chungking Express, es una excelente manera de ver madurar a Tony Leung, y sonreír con la encantadora Faye Wong.
Los noventas ya están tras de nosotros y cada vez se alejan mas, esta película es un excelente mapa de lo que representó aquella década.
Desde mi punto de vista es una cinta muy occidental para ser oriental, pero creo que logró re-conectar ciertas cosas que ya no había rememorado, un excelente ejercicio, que me encantaría tener en mi videoteca como una de esas piezas conmemorativas que cada vez es mas difícil encontrar pero que siempre salen al tema con los camaradas contemporáneos.
Lo hecho por Wong Kar-Wai, es de aplaudirse, un cine hecho para el disfrute absoluto.