Hay dos partes demasiado diferenciadas en la película. Una primera parte genial que narra el adiestramiento de una forma espectacular y brutal. Y una segunda parte muy normalita y demasiado desvinculada de la anterior, se la podría haber ahorrado.
De todas todas la película merece mucho la pena, porque no sé si se podrá conseguir crear de nuevo un sargento tan durísimo con esos pedazo de discursos...

Tiene muchos puntos fuertes: buena fotografía, atrezzo, pocas escenas de acción pero bastante reales, la historia en sí es bastante buena... Pero después tiene cosas que no acabo de comprender. ¿Qué pinta el actor Jamel Debbouze interpretando a un soldado de primera línea???? No entiendo el casting, si no puede utilizar un brazo ¿Qué pinta toda la película con el brazo malo metido en un bolso y con un fusil al hombro???? Es totalmente ridículo y tira por la borda todo el buen trabajo de dar realismo a la película.
Por otra parte hay algunos elementos del guión poco trabajados y también un poco absurdos, como las historias de amor. Son demasiado repentinas, sin elaborar.

Si hubiese visto esta película antes que "El silencio de los corderos", diría probablemente: "Buenísima, vaya papelón Anthony Hopkins, un 9". Así, me quedo con "Una película interesante, te mantiene en tensión, más o menos bien hecha y resuelta, mejor Ryan Gosling que Anthony Hopkins, un 6.5"

Para lo poco que me gustan este tipo de películas, tengo que reconocer que ésta por lo menos te tiene más o menos interesado hasta el final. No da mucho miedo, pero es desagradable y te amarga lo suficiente como para que los amantes del género se queden contentos.
De todas formas... ¿¿para cuando una peli de este tipo en el que los protagonistas sean medianamente coherentes en la toma de decisiones?????

La película como tal es muy buena, con Burt Lancaster y Telly Savalas geniales. Es un drama carcelario de los buenos.
Pero hay una cosa que me falla y por eso no le pongo más nota: a una película que pretende ser contada como "una historia real", incluso en ciertos momento como si fuese un documental, yo le pido precisamente eso: que sea real. En una película así, empatizas con los personajes, y si no es medianamente riguroso lo que ves, te queda una sensación de engaño.
Todo parece indicar Robert Stroud no era ni mucho menos como lo pintan, sino que era bastante canalla... Me queda la duda de si fue así y de si se merece este "homenaje".