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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
Friends (Serie de TV)
Serie
Estados Unidos1994
8,2
144.015
David Crane (Creador), Marta Kauffman (Creadora) ...
9
10 de septiembre de 2012 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de confesar que Friends, vista por capítulos sueltos o removido en su momento por el fragor comercial que arrastró al colectivo, no me atrajo nunca lo suficiente. Siempre he buscado la calidad y un guión bueno sin estridencias para seguir una serie. Como gran afición que le tengo al diseño, para mí es importante que la ambientación también me atraiga mucho a los ojos y eso combinado con un humor fácil e inteligente pero perfectamente gesticulado en muchos de los episodios por sus personajes, hacen de Friends un mundo muy particular y familiar que me hizo cambiar radicalmente de opinión cuando me enganché de verdad a ver la serie. Los caracteres de los personajes parecen perfectamente hechos a la medida de cada actriz/actor.

Actualmente, aunque haya más de un lector que no se lo crea, estoy poniéndole nota a cada uno de los capítulos en versión dvd de la serie. De momento gana la 3ª pero tengo que aclarar que 'frikadas' aparte, me parece la mejor serie de humor de tv quizá de todos los tiempos cuyo ingenio y guiones no pierden la compostura lineal pese a estar diez temporadas en antena. ¿Quién no se ha reído con las cabezas flotantes del día de Acción de Gracias en una de las últimas temporadas? ¿O el 'Bye, bye, my babies' de una resfriada Phoebe intentando reactivarse en el mundo del espectáculo con su voz más grave...? Al menos a mi me han hecho muy feliz, la verdad...

Si tuviera que elegir a un personaje por su humor y personalidad, a Ross lo han clavado sus creadores así como Joey y Rachel. El carisma de Phoebe, Mónica y Chandler traspasan igualmente la pantalla con comentarios muy ingeniosos y eso es muy difícil de mantener
durante tanto tiempo. Los directores que han filmado Friends, entre los que David Schwimmer
estaba tras la cámara, no han tenido entre ellos estridencias ni excesivos protagonismos para dejar una huella que les diferenciara del resto de los guiones pero sí tengo mi predilección por algunos directores donde, en mi opinión, se pueden observar los mejores capítulos de la saga bajo la dirección de Kevin S. Bright, Gail Mancuso o James Burrows, por ejemplo.

En cuanto a los premios o nominaciones recibidas, hemos de tener en cuenta que el factor
comedia no catapulta a un actor a la versatilidad de su carrera. De hecho, Kudrow que es la
más natural del grupo de amigos en la serie, se nota que no es una actriz curtida en diferentes géneros. Sin embargo, la que mejor ha sabido transmitir tanto en comedia como en alguna aparición esporádica de suspense o drama fuera de la saga Friends, es J. Aniston (ver Sin Control, está increible...) Por otro lado, como opinión también muy personal, me extraña que por físico y posibilidades,a Matt LeBlanc no le hayan llamado para dar un salto serio a Hollywood y que a Courtney Cox no le hayan encajado en perfiles más polifacéticos como tuvo en su día Carrie-Ann Moss, con cierto parecido físico entre ambas.

En cuanto a los capítulos inolvidables de factura escrita, los guionistas estuvieron muy acertados en los días de acción de gracias de prácticamente todas las temporadas pero si he de resaltar un sobresaliente en la serie en cuanto a los personajes es el punto atractivo de realismo y desenfado entre Ross y Rachel. En la segunda y tercera temporada, sus uniones y desencuentros son sencillamente categóricos. Tienen química entre ellos y lo más importante,
éste fue uno de los motivos más importantes por los que personalmente me mantuve viendo
Friends tantas temporadas, para ver el resultado final de su historia. Muy original el final pero al mismo tiempo muy triste por el hecho de dejar de emitirse una serie que me ha ayudado a desenfadar mi vida y sentir que tenía unos amigos a miles kilómetros de mi casa pero sin necesidad alguna de salir de ella. Warner, Crane & Kauffman. Un 10.
21 de octubre de 2012 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El perfil de un Ciudadano ejemplar consigue un rol de cine forum ineludible. Eso no quiere decir que pese al interés que tiene la trama durante el desarrollo del film aunque algo irregular, acabemos con un peliculón como bandera. Tiene ingredientes de todo tipo, acción, drama y suspense, todo ello convertido en una sensación de materia inacabada que uno a veces no sabe como explicar. Primero los personajes. Jamie Foxx, nada que ver con Ray, decepciona por guión y por incapacidad teatral jugada con una cierta impavidez ante situaciones tan desconcertantes y duras que se van sucediendo inexplicablemente por una cadena desfavorable de hechos que perjudican a un antiguo cliente suyo (Butler). Sin embargo, ese halo de fiscal funcionario (Foxx) comportándose como un policía o detective mirando a la cara fijamente de sus contrincantes de normal no encuentra acomodo alguno en los chantajes y en los asesinatos que se van sucediendo por parte de un padre (su cliente) que pierde a su mujer e hija pequeña presenciando directamente su crimen al inicio de la película por dos vengadores.

La película, cargada de venganza, va mostrando de forma gradualmente sorprendente la actitud de Shelton (Gerard Butler) frente a su abogado inicial, un fiscal público de Philadelphia de renombre (Jamie Foxx se cree sobradamente preparado para cualquier tarea encomendada). Tras llegar su abogado a un acuerdo con la otra parte imputada por el asesinato de su esposa e
hija en el que sin pruebas constatables no puede su cliente aspirar a mucho más de lo que él deseara, se crea un desconcierto y asesinatos sin piedad alguna hacia los que integran la justicia del país rodeado de psicopatía queriendo Shelton vengar a los suyos. Un rollo, el de la venganza, muy de thriller hollywoodiense, que si bien no aporta clichés novedosos, hace de la película una criba muy desigual entre la interpretación de Butler y Foxx en favor del primero.

Por otra parte, es inútil escapar en este film de la doble moralidad del hiper realismo en los asesinatos cometidos y como los muestra el director negro neoyorquino F. Fary Gray, cuya carrera hasta ahora no se ha destacado por su regularidad en cine y si por dirigir bastantes vídeos musicales y conocido, sobre todo, por el remake fundamentalmente de The Italian Job o trabajar con el omnipresente Samuel L. Jackson en El negociador (1998). ¿Son vanales o necesarias algunas imágenes que se aprecian en pantalla? Para los amantes del 'gore', la crudeza de escenas en algunos asesinatos en directo son pura estética pero para los menos amantes del género más bien son un bandazo cuando el todo de la película no acaba de resultar altamente satisfactorio. Y en ese terreno participa en la inundación totalmente Foxx con sus pies de barro absolutamente fuera de su papel en muchos momentos. Su situación familiar, además, es otra copia hacia obras de thriller policial donde el trabajo del detective o el abogado se superpone a los eventos familiares y éste descuida cotidianamente a la mujer y sus hijos. Esto lo que logra es hacer torcer el morro perpetuamente a la santa esposa por la clase de vida de su marido que lleva a sacrificar tiempo y espacio muy por encima de su familia en pro de las barras y las estrellas. Muy trillado ¿no...?

Law Abiding Citizen (tírulo original, 'Ciudadano cumplidor de la ley') recuerda muchas veces a películas de serie B como el inicio sin medias tintas ni explicación alguna, guiones elaborados y expectantes hasta que el desarrollo de los acontecimientos te sitúan en el fin de la película como hacen los Hnos. Scott y un oscuro entorno de thriller que ya han machacado los Travolta, Cage y Willis en anteriores versiones. Entretiene, te hace pensar, pero el casting y el director podrían haber mejorado sensiblemente aunque no mucho más la oferta si el chico de la película hubiese sido de otro perfil más convincente y menos convencional.
28 de septiembre de 2012 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El talento de Mr. Ripley es una obra que pude juzgar por primera vez por tv. No quiero pensar en las sensaciones mentales que me hubiera producido delante de la gran pantalla. Sin embargo, me parece una obra suprema dentro del género de la criminología, psicopatía y complejismo personal. Increible Damon que se sale del papel de lo calculado que llega a tenerlo todo y de como domina todas las situaciones abrazadas por cualquier traspiés inconcebible del propio Ripley o por su discreción traducida en un silencio introvertido y pocas veces sospechoso. También borda el espionaje haciéndose pasar por amigo ficticio y de sentimientos ambiguos cuya vida inconexa parece atraer a la gente de alrededor por su falso positivismo. La fotografía y la recreación de ciertos ambientes culturales y urbanos son magníficos en la Italia de los 50.

El padre de Chris (J. Law), un joven millonario estadounidense, conoce fortuitamente a Tom Riddle, joven con promesas musicales y de altas expectativas sociales. El padre quiere hacer todo lo posible en la película a través de la persona de Tom, para que le ayude a hacer regresar de Italia como sea a su hijo descarriado y lujurioso para que retome el negocio familiar en USA. Una vez ya en Italia, cuando se conocen Chris y Tom manteniendo una buena amistad a través del jazz como afición común, la vida liberada e infiel de Chris hacia March (G. Paltrow), su novia, sin que ella lo sepa presencialmente, le ofende a Tom (el nuevo amigo de la pareja) por lo que quiere conseguir todo aquello que se propone acercándose a Chris, a sus amistades y a su fortuna.

La trama es convincente en líneas generales aunque tanta coincidencia fortuita y laberíntica en algunos momentos del film originada por personajes secundarios de renombre estelar como Cate Blanchett y su nuevo amigo compositor (Jack Davenport) que le ayuda a Tom a esquivar el dificultoso italiano en el interrogatorio policial en Venecia, son recursos algo forzados para entender la estructura líquida en el argumento final que nos quiere transmitir el director sobre el personaje principal. Sin embargo, Ripley, siempre casi pescado por los pelos en sus intenciones, posee el talento de la imitación y de pasarse por diferentes personalidades con tal de llevar adelante una vida de nuevo rico y aprovechar las oportunidades hasta donde su personalidad está dispuesta a embarcarse. Un final inesperado de una película inesperada dentro de lo esperado.
29 de septiembre de 2012 2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pérez Reverte es uno de los críticos literarios más exigentes y maleducados del panorama nacional pero que contiene una sabiduría general muy demostrable en su currículum. Cuando leí en una ocasión que viendo esta película, disfrutó después de muchos años, dos horas de buen cine, pues… yo ya la había visto. Y no carece de razón. Para mí, es la segunda o tercera película de aventuras más convincente desde la saga del Señor de los Anillos, es decir, de lo que llevamos de siglo. La primera vez que la vi en versión original subtitulada, todo un acierto, ignoraba que su dirección era la del inconfundible australiano Peter Weir.

Hacía años que no se dedicaba Weir a esto de hacer oro de lo que tocaba en el cine. Aquí, empezando por el personaje de Jack el afortunado (Russel Crowe que lo borda) y su fiel y rebelde amigo médico (Paul Bettany), es un excelente trabajo tanto en guión como la aventura que transcurre a lo largo del film. El trabajo en equipo que se va descubriendo en el mundo de la marina guerrera y comercial de la armada británica del siglo XIX desde el exterior, es una buena muestra de la aparente realidad naval en tiempos napoleónicos.

En sí mismo, el film te presenta desde el principio cuales son las claves del mismo habiendo una terrible pugna por el Atlántico y en otros mares de las armadas marítimas entre la Francia napoleónica (que se representa con el temible Anchor) y Gran Bretaña, escenificado realmente (no hay dobles informáticos, por el Surprise). Aunque no es exclusivamente un film de batallas navales, la búsqueda algo irracional y orgullosa del capitán del Surprise por enfrentarse de nuevo al Anchor galo, es el quid de una serie de acontecimientos que pasan y sufren sus tripulantes y su amigo el médico. El capitán encarna sus actos con una seguridad y lealtad a la corona por encima de ella misma incluso, aspecto que contrasta con el sentimiento por la ciencia y la ética humana de su amigo el doctor en un navío dirigido hacia la mala suerte por la obstinación de algunas decisiones de su capitán.

La superstición, al parecer muy arraigada en muchos de los marineros de los siglos de la edad moderna e inicio de la contemporánea, se contagia entre ellos hasta llegar al mayor momento dramático del film involucrándose uno de sus guardias oficiales con parte de la tripulación. Pese al magnífico contexto dramático que se centra en dicho oficial en el ecuador del film, no sobra esta historia para nada con respecto al resto de la composición. Todo se halla en su línea, ni demasiada aventura convertida en acción ni demasiada cotidianeidad convertida en sopor.

Las músicas en cuarteto de Bach o Corelli entre otros, son un gran acompañamiento en la ruta hacia el otro mundo para un Surprise que consigue enseñar al espectador detalles mobiliarios y tomas visuales de una dificultad incomparables en el mundo del decorado interior en el cine naval de época.
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