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Críticas ordenadas por utilidad
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3
9 de junio de 2018
9 de junio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿"La isla del tesoro" versión spaghetti western? Hombre, la idea resulta atractiva y curiosa... pero la curiosidad se evapora a los veinte minutos, el tiempo que necesitan para tener unos fallos de guión garrafales, reunir un puñado de actores menos que mediocres, unos paisajes que no cuadran con lo que se está contando y una banda sonora de Carlo Savina totalmente olvidable y aburrida.
Todo lo demás es tan trillado, aburrido y, en algunos momentos, absurdo, que ni merece la pena hablar de ello.
No pierdan el tiempo, no es cine, es plomiza.
Todo lo demás es tan trillado, aburrido y, en algunos momentos, absurdo, que ni merece la pena hablar de ello.
No pierdan el tiempo, no es cine, es plomiza.
6
3 de junio de 2018
3 de junio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película georgiana en coproducción con Qatar (que pone el dinero y nada más) puede entenderse como un melodrama desaforado, de los que todas las filmografías han explicado mil veces (su parte más floja), y también puede entenderse como un estudio antropológico de una zona concreta del país, prácticamente aislada de éste.
Como historia, su argumento importa más bien poco: Un hombre vuelve a su poblado después de la guerra de independencia con Rusia, acompañado de su mejor amigo, para casarse. Pero la novia, obligada por la familia y por las tradiciones a contraer matrimonio, se rebela contra su situación y se niega a la boda.
Con una preciosa fotografía de las zonas más montañosas y aisladas de Georgia, que son un personaje más de la historia, y un desarrollo premioso y previsible, la cinta nos introduce en las tradiciones más ancestrales de una comunidad que vive prácticamente aislada del mundo. En ese sentido, si se tratase de un documental, sería bastante novedoso e interesante. Sin embargo, como filme resulta algo pesado. El recorrido existencial de la protagonista acaba siendo previsible y maníqueo, con unas actuaciones bastante limitadas.
Para mí, no pasa de un aprobado justito.
Como curiosidad, el filme está hablado en georgiano, pero gran parte de su metraje utiliza una especie de dialecto propio de aquella comarca, que al parecer es incomprensible para los georgianos que no viven allí.
Como historia, su argumento importa más bien poco: Un hombre vuelve a su poblado después de la guerra de independencia con Rusia, acompañado de su mejor amigo, para casarse. Pero la novia, obligada por la familia y por las tradiciones a contraer matrimonio, se rebela contra su situación y se niega a la boda.
Con una preciosa fotografía de las zonas más montañosas y aisladas de Georgia, que son un personaje más de la historia, y un desarrollo premioso y previsible, la cinta nos introduce en las tradiciones más ancestrales de una comunidad que vive prácticamente aislada del mundo. En ese sentido, si se tratase de un documental, sería bastante novedoso e interesante. Sin embargo, como filme resulta algo pesado. El recorrido existencial de la protagonista acaba siendo previsible y maníqueo, con unas actuaciones bastante limitadas.
Para mí, no pasa de un aprobado justito.
Como curiosidad, el filme está hablado en georgiano, pero gran parte de su metraje utiliza una especie de dialecto propio de aquella comarca, que al parecer es incomprensible para los georgianos que no viven allí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las costumbres de los lugareños son terribles, sobre todo en lo referente a las condiciones de vida de las mujeres; no tienen ningún tipo de derecho, supeditadas a los deseos del hombre, con un más que rígido sentido del honor, y a las tradiciones familiares, de las que nadie puede desprenderse.
Si un hombre desea casarse con una mujer, soltera, por supuesto, no tiene más que secuestrarla y llevársela a la fuerza a la casa familiar. Si se quiere evitar el derramamiento de sangre, la familia de la mujer tiene que dar su consentimiento. Lo que ella opine nada importa.
Una noche al año se deja entrar a los espíritus de los familiares ya fallecidos dentro de las casas, mediante un ritual, para que acompañen a los vivos y les ayuden en su vida cotidiana, como si jamás hubieran marchado de allí.
Se realizan rituales mágicos... para curar un sarampión.
Y lo peor es que todo ello sucede... a las puertas del año 2000.
Si un hombre desea casarse con una mujer, soltera, por supuesto, no tiene más que secuestrarla y llevársela a la fuerza a la casa familiar. Si se quiere evitar el derramamiento de sangre, la familia de la mujer tiene que dar su consentimiento. Lo que ella opine nada importa.
Una noche al año se deja entrar a los espíritus de los familiares ya fallecidos dentro de las casas, mediante un ritual, para que acompañen a los vivos y les ayuden en su vida cotidiana, como si jamás hubieran marchado de allí.
Se realizan rituales mágicos... para curar un sarampión.
Y lo peor es que todo ello sucede... a las puertas del año 2000.
8
31 de marzo de 2024
31 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí, Robin Williams, jamás me había gustado excesivamente... ni disgustado tampoco. Solía hacer lo que se llama cine familiar, de palomitas, infantil, películas sencillas, comedias amables, un tipo de papel siempre parecido aunque hiciera de Peter Pan, de doctor Adams o de señora Doubtfire. Películas de gran éxito comercial pero que le encasillaron en un tipo de papeles muy determinados, tan encasillado que no parecía que fuera capaz de hacer otra cosa.
Pero sí, hizo "La memoria de los muertos", "Retratos de una obsesión", "Insomnio"... quizás no fueran grandes filmes, que no le aportaron el favor del gran público, pero que intentaban revelar a un actor inconforme con el rumbo de su trayectoria. "El peor padre del mundo", teniendo tono de comedia (negra, ácida y dolorosa) pertenece a este segundo bloque. Problemas de un padre y profesor fracasado, con un hijo al que no puede guiar por donde él quisiera y que además es irritante hasta la médula, amante de una profesora pero con la situación sentimental en la cuerda floja... y que encuentra el reconocimiento de toda su comunidad a través de una enorme mentira sobre un tema terrible que, además, le avergüenza profundamente. No quiero explicar más para no entrar en spoiler.
Esta cinta tiene un guión muy inteligente, en el que podemos detectar problemas del mundo de hoy, la incomunicación parental, la necesidad imperiosa de ser reconocidos, los mitos de barro... todo a través de una historia realmente dura pero con toques ácidos y simpáticos que ayudan a transcurrir hasta un buen final. Es muy fácil identificarse con ese hombre descorazonado.
Todos los actores hacen un gran papel, pero Williams lo bordó. Aquí estuvo inmenso... y muy creíble.
Para mí esta cinta fue una gran sorpresa.
En su momento lamenté la muerte de este actor. Hoy, viendo el film, he vuelto a lamentarlo.
Pero sí, hizo "La memoria de los muertos", "Retratos de una obsesión", "Insomnio"... quizás no fueran grandes filmes, que no le aportaron el favor del gran público, pero que intentaban revelar a un actor inconforme con el rumbo de su trayectoria. "El peor padre del mundo", teniendo tono de comedia (negra, ácida y dolorosa) pertenece a este segundo bloque. Problemas de un padre y profesor fracasado, con un hijo al que no puede guiar por donde él quisiera y que además es irritante hasta la médula, amante de una profesora pero con la situación sentimental en la cuerda floja... y que encuentra el reconocimiento de toda su comunidad a través de una enorme mentira sobre un tema terrible que, además, le avergüenza profundamente. No quiero explicar más para no entrar en spoiler.
Esta cinta tiene un guión muy inteligente, en el que podemos detectar problemas del mundo de hoy, la incomunicación parental, la necesidad imperiosa de ser reconocidos, los mitos de barro... todo a través de una historia realmente dura pero con toques ácidos y simpáticos que ayudan a transcurrir hasta un buen final. Es muy fácil identificarse con ese hombre descorazonado.
Todos los actores hacen un gran papel, pero Williams lo bordó. Aquí estuvo inmenso... y muy creíble.
Para mí esta cinta fue una gran sorpresa.
En su momento lamenté la muerte de este actor. Hoy, viendo el film, he vuelto a lamentarlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El dolor de ese padre ante lo que el hijo ha consumado es realmente desgarrador. Un gran Robin Williams.
5
31 de octubre de 2023
31 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia dramática con toques de erotismo, que gira alrededor de la malograda Laura Antonelli, aquí en el cénit de su belleza. A pesar de tener algunos simpáticos toques de comedia a la italiana, se ha quedado muy anticuada en sus planteamientos. Lo que antes escandalizaba, ahora ni te hace levantar la ceja.
El despertar a la sexualidad de un adolescente, la insinuación del incesto... está bastante superada.
Eso sí, si hay que buscar una razón para ver esta cinta, ésta reside sin duda en Laura Antonelli. ¡qué ojos, qué sonrisa, qué labios! Con franqueza, a mí también me gustaría, fuera mi cuñada, mi hermana, mi suegra o la portera del edificio del Sunsun Korda. Y es ella la única razón del filme.
El despertar a la sexualidad de un adolescente, la insinuación del incesto... está bastante superada.
Eso sí, si hay que buscar una razón para ver esta cinta, ésta reside sin duda en Laura Antonelli. ¡qué ojos, qué sonrisa, qué labios! Con franqueza, a mí también me gustaría, fuera mi cuñada, mi hermana, mi suegra o la portera del edificio del Sunsun Korda. Y es ella la única razón del filme.
29 de octubre de 2023
29 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los otros magníficos colaboradores de esta página ya han explicado por activa y por pasiva el argumento de esta película, por lo que no me voy a extender. Sólo voy a hablar de sensaciones.
A mí me ha gustado la primera mitad, justo hasta que el personaje del señor Harrigan es enterrado. Esa primera parte la he encontrado preciosa, de una gran intensidad emocional; la relación que se establece entre el niño, entrovertido y dolido, hasta con sentimiento de culpabilidad por la muerte de su madre, y el viejo multimillonario, que marcará su vida con sus puntos de vista y su elegancia y saber estar, cómo esa relación va aumentando hasta convertirse en algo paternofilial, en una muestra de sumo respeto por ambas partes, el uno hacia el otro, un respeto que va transformándose en una gran amistad, casi hasta una necesidad de encontrarse y reemprender la relación justo donde se había quedado dos días antes, y todo ello a lo largo de los años. De acuerdo, esa parte se desarrolla con lentitud, pero es que no hay otra manera de dejar patente la relación que existe entre personas de tan distintos ámbitos. Y gran parte de esa carga emocional se debe a la estupenda actuación por parte de los chavales protagonistas, sus miradas, sus gestos (entiéndase: el mismo personaje crece a lo largo de los años, por lo que son dos actores los que lo interpretan, el niño y el joven), pero, sobre todo, a la contenida pero enorme actuación que realiza el gran Donald Sutherland. Es que se come la pantalla, vamos.
Luego, la segunda parte, a partir del fallecimiento, la he encontrado artificiosa; toda esa emotividad anterior desaparece, dando paso a una intriga fantasmagórica que tiene poco de intriga, pues se la ve venir por todas partes, y lo justo justito de fantasmagórica. En esta parte todo el peso de la película lo lleva el joven, y aquí encuentro que su personaje está muy forzado. Todos los personajes de alrededor, a excepción de la profesora, son meros comparsas, incluido el padre del muchacho. Esa parte la encontré tan predecible que se me hizo algo larga, con personajes y situaciones de relleno puro y que no aportan nada a la historia. Yo no he leído la historia de Stephen King, así que no puedo comparar, pero sí aportar mi grano de arena en forma de crítica.
Una crítica al mundo que creamos con los móviles, un vaticinio del que vendrá a no mucho tardar, y un canto a la amistad intergeneracional. Eso me ha quedado claro.
Una música agradable, una puesta en escena muy elegante y pausada, unas preciosas localizaciones, un interior de la casa del millonario con muchísima clase, y sobre todo, la presencia inmensa de Sutherland en un papel que, creo, tuvo que ser duro para él, pues a su edad poca cosa más se puede esperar que una muerte parecida. Hacía años que no le veía, y para mí ha sido un choque constatar lo mayor que está. Todos envejecemos, por supuesto, pero verlo ante tus ojos no resulta agradable. Quién nos ha visto y quién nos ve.
A mí me ha gustado la primera mitad, justo hasta que el personaje del señor Harrigan es enterrado. Esa primera parte la he encontrado preciosa, de una gran intensidad emocional; la relación que se establece entre el niño, entrovertido y dolido, hasta con sentimiento de culpabilidad por la muerte de su madre, y el viejo multimillonario, que marcará su vida con sus puntos de vista y su elegancia y saber estar, cómo esa relación va aumentando hasta convertirse en algo paternofilial, en una muestra de sumo respeto por ambas partes, el uno hacia el otro, un respeto que va transformándose en una gran amistad, casi hasta una necesidad de encontrarse y reemprender la relación justo donde se había quedado dos días antes, y todo ello a lo largo de los años. De acuerdo, esa parte se desarrolla con lentitud, pero es que no hay otra manera de dejar patente la relación que existe entre personas de tan distintos ámbitos. Y gran parte de esa carga emocional se debe a la estupenda actuación por parte de los chavales protagonistas, sus miradas, sus gestos (entiéndase: el mismo personaje crece a lo largo de los años, por lo que son dos actores los que lo interpretan, el niño y el joven), pero, sobre todo, a la contenida pero enorme actuación que realiza el gran Donald Sutherland. Es que se come la pantalla, vamos.
Luego, la segunda parte, a partir del fallecimiento, la he encontrado artificiosa; toda esa emotividad anterior desaparece, dando paso a una intriga fantasmagórica que tiene poco de intriga, pues se la ve venir por todas partes, y lo justo justito de fantasmagórica. En esta parte todo el peso de la película lo lleva el joven, y aquí encuentro que su personaje está muy forzado. Todos los personajes de alrededor, a excepción de la profesora, son meros comparsas, incluido el padre del muchacho. Esa parte la encontré tan predecible que se me hizo algo larga, con personajes y situaciones de relleno puro y que no aportan nada a la historia. Yo no he leído la historia de Stephen King, así que no puedo comparar, pero sí aportar mi grano de arena en forma de crítica.
Una crítica al mundo que creamos con los móviles, un vaticinio del que vendrá a no mucho tardar, y un canto a la amistad intergeneracional. Eso me ha quedado claro.
Una música agradable, una puesta en escena muy elegante y pausada, unas preciosas localizaciones, un interior de la casa del millonario con muchísima clase, y sobre todo, la presencia inmensa de Sutherland en un papel que, creo, tuvo que ser duro para él, pues a su edad poca cosa más se puede esperar que una muerte parecida. Hacía años que no le veía, y para mí ha sido un choque constatar lo mayor que está. Todos envejecemos, por supuesto, pero verlo ante tus ojos no resulta agradable. Quién nos ha visto y quién nos ve.
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