Juraría que nunca había visto a Jerry Lewis tan joven. Dean Martin le veo igual en el 49 que el 89. Mi amiga Irma venia en un DVD doble con Jerry Calamidad pero no tenía libreto y eso se nota en mi poca inventiva. Lo que tengo claro que Jerry Lewis y Dean Martin están en segundo plano ya que Irma y su amiga están en primer plano. Bueno, tampoco están en segundo plano ya que a veces están en primer plano. Decir que Dean Martin se va a llevar a la rubia es jugar a caballo ganador. Para ser justos las función la gana por mayoría Irma que está colosal con sus dialogos y sus chascarrillos que dan el toque alegre y distendido a la función que acaba siendo una locura disparatada que no te deja respirar.

Bala sin nombre AKA Asesino a sueldo no sería gran cosa si no fuera por ¿quién será? y poco más. Prefiero más el Justiciero de Curtiz en donde un sheriff busca a un asesino sin más ayuda que una mujer. Balas sin nombre es una historia sugerente poniendo a todo el pueblo con un pasado negro en un pueblo que parecía de angelitos. La película dura 77 minutos y se me hace larga y eso que la historia es sugerente. Los actores no son de buen calado y el fondo de armario menos. Película que no la salva ni su afamado director en la Ciencia-Ficción.

Películas con personajes que se creen tener una enfermedad terminal y luego nada de nada hay algunas. La Reina de Nueva York y su remake Viviendo su vida de Jerry Lewis, No me mandes flores es la mejor y Pescador pescado pasaría por la peor. El pescador pescado no es que sea mala, ya que para que una película de Jerry Lewis sea mala yo debería estar muerto, pero no es de las mejores. Tiene suficiente atractivo ya que los personajes y algunas situaciones están logrados pero en conjunto falla algo. Y lo que falla es que los mejores momentos del mejor cómico de cine sonoro pasaron a mayor gloria. Pescador pescado junto con Sube y baja de Cantinflas son películas que recuerdo haberlas visto de cani cuando iba acompañado por mi Madre. Mis recuerdos van de Cantinflas hasta pelis de Elvis Presley y un pescador que tenía un pez entre pecho y espalda.

Empieza El botones con un personaje que habla mucho para decirnos muchas cosas y una cosa que dice es que El botones no tiene guión. No tiene guión y no tiene guión y hasta aquí todos contentos. El guión de El botones es hágalo usted mismo si puede y Jerry Lewis lo hace de maravilla. El botones te pone un millar de sillas en un par de minutos, contesta al teléfono igual que una secretaria sorda, te cambia las llaves de sitio, plancha que no es una maravilla, toca los instrumentos de oído, quita el motor con una destreza inusual y todo sin decir una palabra. Mis palabras son pocas: Obra maestra que junto con Lío en los grandes almacenes son las dos mejores del mejor cómico del cine sonoro.

Los esenciales del cine negro presentan Terror en el tren. Interesante muestra de suspense pero no es cine negro. Tampoco era La trampa pero se lo pasamos ya que son pelis que nunca veremos editada por estos lares. El argumento trata de de un saboteador que ha debido poner unos explosivos en un tren. Tan simple y tan efectivo. Para que no exploten dichos explosivos han llamado a Glenn Ford que es un experto en la materia. Glenn Ford además de ser un experto en explosivos tiene una mujer atacada de los nervios y así es imposible tener la cabeza en su trabajo. Se podrían haber ahorrado la paga de la mujer ya que estorba y ralentiza la historia para hacerla por momentos monótona.