Si no sabías quién era Trump hasta que revolucionó la escena política y mediática, has de verla. Un empresario que no surgió de la nada. Un personaje altamente mediático, que tuvo su propio programa de televisión. Y sin pasar por alto que Los Clinton fueron a su boda. Una trayectoria inusual para alguien que llegaría a ser Presidente de USA.

Una historia sobre el abuso de poder. También sobre la complicidad. Cuando uno es tan sumamente rico, es mucho más fácil salirse con la suya. Después uno piensa cuánta gente más habrá como él.

Es buena. Los fuertes vínculos pasionales e intelectuales que conforman las relaciones entre los personajes, así como el trasfondo filosófico sobre la lógica matemática y la ambigüedad, crean un ambiente en el que el espectador adopta una actitud conspirativa. Sin embargo, el final no resulta tan apoteósico como insinuaban las numerosas escenas de intriga.

Una reflexión sobre el amor y la pérdida. Cuenta con buenas interpretaciones, aunque Hopkins siempre se me antoja el mismo dados sus papeles donde reina la rigidez y la frialdad. Tiene una buena ambientación histórica y un contexto histórico de fondo que parece más interesante que el propio argumento de la película. Esto es, una relación entre los dos protagonistas...

Thriller con tensión, buenas escenas, buenas actuaciones. Un transfondo interesante, aunque la trama no tanto. Son 87 minutos entretenidos.