Una serie que todos lo días visita nuestros hogares con un pueblo de locos, porque la verdad es díficil encontrar a una sola persona normal entre todos los personajes que lo pueblan.

Empezando por la familia Simpson tenemos a Homer, el típico inútil que sin saber, ni hacer nada tiene una vida llena de experiencias y con un empleo que le permite vivir sin complicaciones.

Después tenemos a Marge, una mujer que es una ignorante fuera de su hogar y que aunque muchos no lo crean es una mujer maltratada, que acepta a su marido borracho y que no hace más que meterles en líos. Un par de palabras amables son suficientes para que vuelva a caer sumisa a los deseos de su marido.

Bart es el gamberro, la oveja negra de toda familia. A todos nos habría gustado gastarles alguna de esas gamberradas a nuestros profesores.

Lisa, según la creencia popular, representa a la defensora del medio ambiente, de fuertes principios y siempre peleando por el bien común, un ejemplo a seguir. Bien pues todo eso es mentira, Lisa representa la hipocresía, quiere ayudar a los pobres, pero cuando intento convencer al abuelo Simpson de repartir el dinero de una herencia entre los pobres, la muchacha no olvido añadir un “aunque nada te impediría comprarme un poni”.
Después la hemos visto en varias misiones ecologistas, como la playa llena de petróleo o la secuoya gigante, en ambas empresas abandono porque no era lo que ella esperaba. También la hemos visto deseosa de ir a las mejores, y más caras, universidades. Criticar a los ricos para poco después, olvidarse de eso para cabalgar a caballo entre ellos.

Vamos a ver, tenemos series para niños y luego tenemos Henry Danger, que intenta agarrarse a la moda de los super heroes para arañar seguidores y parece que lo esta consiguiendo, aunque no entiendo muy bien por que. El problema no es que no pueda gustar a los niños, que tienen todo el derecho a que les gusten este tipo de series, el problema es cuando las bromas son malas y las historias absurdas a más no poder, con la excusa que como es para niños todo tiene que ser de baja calidad, cuando hay series que enseñan cosas a los niños con guiones sencillos, pero sin caer en ser ridículas o directamente estúpidas, ahí tenemos Pepa Pig o Simon series muy sencillas pero que enseñan cosas (compartir, ser buenos amigos, ayudar en casa, a no ser egoista...) sin embargo ¿que enseña Henry Danger?

Y por favor no me comparéis Henry Danger con Big Bang, como he leído por ahí, un poco de seriedad.

Cuando me siento a ver esta película simplemente dejo pasar las escenas, viendo como la historia se desarrolla de forma natural, entendiendo poco a poco quienes son los personajes y porque se comportan de la forma que lo hacen. Bueno el niño quizás esta un poco exagerado.

Sin duda el personaje de Samuel L.Jackson es el mejor, con una enfermedad que apenas le deja tener una vida normal pero pese a lo cual sigue buscando su lugar en el mundo y que en su busca haya lo que buscaba a un precio muy caro.

El final me sigue poniendo un nudo en el estomago, pese a haberlo visto tantas veces y eso dice mucho del buen trabajo del director y del reparto.

A todo aquel que lea esta crítica, decirles que no hace falta que la lean, porque en la crítica anterior o en la posterior leerán algo completamente diferente y eso es lo que tiene esta película que gusta tanto como disgusta.

Lo único en lo que todo el mundo coincidirá es la interpretación de Marcia Gay Harden, que destaca claramente sobre el resto, y en que los bichos quizás no deberían salir tan pronto y que hay un exceso de personajes ignorantes y un poco surrealistas.

Lamento que mi crítica no vaya a ser como la de un estudioso, un fan de Shakespeare, Kafka o Kant. Pero esta peli la he visto con mi hermano y con mis padres y nos hemos reido, hemos pasado un rato agradable y hemos podido olvidar discusiones y malos momentos, que para eso esta hecho el cine.

Disculpar todos los intelectuales si soy un simple por pasarmelo bien, mientras algunos van con el culo apretado, no a ver la peli, sino a ver por donde la pueden desmontar, ya que desgraciadamente han perdido el don de reirse de las chorradas y de los pequeños detalles como esos niños que se quedan embobados cuando ven a una chica bien formada, cuando los padres hacen locuras de niños o simplemente viendo que aqui nadie interpreta nada, simplemente se lo estan pasando bien. Ojala yo pueda con 40 o 50 años quedar con mis amigos de la infancia y hacer alguna locura, aunque solo sea para reirnos.

Prefiero dar mi dinero a la creación de risas que a mercenarios del cine que hacen peliculas a partir de la desgracia ajena y luego la critica "especializada" les aplaude por su falta de tacto mientras muestran la muerte y la desgracia ajenas, enarbolando la bandera de la denuncia, cuando en realidad no pueden enrbolar nada, pues sus manos estan demasiado ocupadas con el dinero que ganan.