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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
18 de julio de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas obras cinematográficas contemporáneas han tratado el amor y la juventud como esta miniserie. Normal People es sencillamente mágica y un auténtico milagro del cine romántico. Todos sus elementos están aunados con un esmero irreal; verla ha sido un absoluto placer.

Para empezar, resulta increíble el poco tiempo que le hace falta al primer capítulo para crear un vínculo tan extraordinario entre los personajes. En unos episodios iniciales fabulosos, los protagonistas experimentan —y contienen— sus primeros sentimientos hacia la otra persona. Unos sentimientos muy intensos cuyo reconocimiento llegará demasiado tarde en más de una ocasión.

Seguramente la estrategia narrativa del romance no reinvente el género, pero permite asistir al desarrollo emocional de los personajes a lo largo del tiempo, mostrando los períodos más significativos. La caracterización de los protagonistas es novedosa y las interpretaciones, verdaderamente singulares: Connell te parte el corazón y creo que se podrían enmarcar todos y cada uno de los primeros planos de Marianne. Los continuos giros en las vidas de los personajes te golpean con fuerza, especialmente ese cambio de tornas al llegar a la universidad («When did you take up smoking?»). Las transiciones entre los diferentes momentos suelen realizarse mediante largas elipsis que duelen en lo más hondo.

Y es que la relación viene y va. La incomunicación alimenta el crecimiento de unas barreras que en un principio no parecían tan infranqueables. Son sobre todo las inseguridades de Connell (que, como decía la revista sobre su texto, «lacks confidence and a clear voice») lo que provoca los malentendidos de la pareja. Estas ocasionales faltas de conexión te frustran, pero también contribuyen a que los momentos de encuentro sean profundamente catárticos.

Hay mucho sexo, y está filmado con una delicadeza que quita el aliento. Da la sensación de que la cámara observa la desnudez sin darle la mayor importancia. Y los actores expresan el amor y el deseo de una forma tan veraz… Son escenas de una intimidad y una belleza insólitas.



Normal People plasma las dificultades de dos jóvenes para conectar con su entorno. Marianne y Connell pertenecen a la «gente normal» de un mundo que rebosa pretenciosidad y carece de sentido común. Únicamente se encuentran cómodos en compañía del otro, y cuando no pueden acceder a ese refugio, el vacío que sienten es abrumador. La manera de capturar la soledad de los personajes es realmente hermosa y recuerda mucho a Lost in Translation (2003).

Problemas familiares, miedo a afrontar nuevas etapas de la vida, pérdida de las amistades de la infancia, impotencia ante el paso del tiempo o añoranza de determinados momentos vitales en los que todo era más fácil. La serie ofrece una reflexión melancólica sobre la juventud y el crecimiento que, en última instancia, se revela como una de las razones más valiosas para verla.

Por último, la cinematografía y la música. Preciosas. Desde imágenes resplandecientes en una discoteca al silencio de un gélido y hermoso cielo de Suecia, en uno de los momentos más solemnes de la serie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Episodio 3:
Lorraine: What exactly is the arrangement? Marianne comes over to our house, you have sex with her, and then she’s not allowed to tell anyone. Is that it?
Connell: What does that mean, “allowed”?
L: Do you talk to her in school? In front of your friends, are you nice to her? Do you talk to her? Or just say “hello” to her, even?
C: I doubt she cares if I say hello to her—
L: You’re fucking her!
C: Mum, can you stop saying that?
L: You’re fucking her, and you wouldn’t even say hello to her in public.
C: It’s not like that, you’re twisting it now.
L: What are you afraid of? What people would think of you if they find out you liked her? I’ll say you what I think of you. I think you’re a disgrace. And I’m ashamed of you.


Episodio 5:
Connell: What upsets me is this… is that I… barely know what to say half the time, like… Like outside of this, outside of work. Like… Like they don’t have to go around and pretend, or… be anything other than themselves. You know? And I feel like I’m… walking around and trying on a hundred different versions of myself. It’s just not working, or…
Marianne: It doesn’t seem like that. From the outside, I mean.
C: Then I think about… home… school, and fuck, I just… I can’t connect this life and… and that life. It just… just doesn’t fit.
13 de abril de 2015
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me atraen mucho las series de televisión españolas y, de hecho, nunca he visto ninguna al completo. Sin embargo, El Ministerio del Tiempo me parece bastante decente y he disfrutado viéndola.

La idea es original y, sobre todo, se podrían hacer las temporadas que se quisiera con ella. Por ello creo que los ocho episodios por temporada son más que correctos ya que no se abusa en absoluto de este argumento tan amplio. Además, al no buscar una trama muy enrevesada, se evitan las incoherencias de guion —aun así, las hay— que aparecen a menudo cuando se trata de viajes en el tiempo.

En los actores procuro no fijarme, pero si hay uno que destacaría para bien, sería Jaime Blanch como jefe del ministerio, personaje al que pronto he cogido cariño gracias a su, en mi opinión, buena interpretación. Juan Gea y Nacho Fresneda también me han convencido.

Me quedo con que es una competente serie gracias a su mezcla de ciencia ficción y humor (tiene muy buenos puntos, normalmente debido al contraste entre épocas) y con ciertas sorpresas al final de esta temporada uno.
24 de abril de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El regreso de Spider-Man a la gran pantalla ha suscitado mucho debate, seguramente por ser una película bastante rompedora con la tradición del personaje. Merodeando por FilmAffinity me he encontrado con opiniones positivas, pero sobre todo negativas, muy negativas hacia la película, así que voy a guardar aquí la mía para recordarme por qué me gusta, espero que alguien la encuentre interesante.

¡Muchísimas quejas por el tema del origen y motivación de Spider-Man! Me sorprenden, no creo que nadie quisiera otro reboot sobre esto y no ha sido así, pero he leído críticas de otros usuarios que comentan que era necesario establecer las mismas bases de siempre en esta cinta. Desde mi punto de vista, la esencia del pensamiento de Peter se resumió perfectamente en Civil War en apenas unos minutos, cuando apareció Holland por primera vez, y dijo de manera escueta y con sus propias palabras «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Vale, sí que es cierto que se podría haber mencionado a Tío Ben en Homecoming, pero bueno, yo quedé satisfecho y doy por sentado que los principios por los que lucha son los de siempre. ¿Cuáles si no?

Tom Holland ES Peter Parker. Cuando me enteré de que el chaval de Lo imposible era el nuevo Spidey no estaba muy contento, pero tras verlo en dos películas estoy seguro de que encaja a la perfección con el papel. Brutal su interpretación, creo que entiende de maravilla cómo funciona la mente del adolescente que todos conocemos. Inteligente, humilde, entusiasta, enamoradizo y con un sentido del bien y la responsabilidad por encima de todo lo demás. El mejor Peter Parker sin duda, con la ventaja de que su edad real es relativamente cercana a la del personaje que representa, a diferencia de los dos anteriores Hombres-Araña. Gran decisión por parte de Marvel y Sony.

Me agradó el tono cómico y juvenil y el ambiente de instituto, recordó mucho al de la serie Spectacular Spider-Man (2008), única serie de animación que he visto del personaje y que, por supuesto, me encantó. Puede que esta temática haya orientado la película hacia espectadores más jóvenes y sea una de las razones por las que no haya gustado a un público tan numeroso. Yo solo puedo agradecer que lo haya disfrutado como el adolescente que todavía soy.

Algo que no me ha convencido son las escenas de acción. Bastante flojas y desaprovechadas, podrían haber dado mucho más de sí, sobre todo teniendo en cuenta el prodigio tecnológico que es el traje de Peter. Me acuerdo de que al salir del cine, me dio la sensación de que en la batalla final contra el villano, ¡no veía un pimiento! Solo lucecitas de colores por todos lados que hacían que me preguntara qué carajo estaba pasando. Además, eché en falta algo de pelea cuerpo a cuerpo, al estilo de las películas del Capitán América, que son mis favoritas dentro del MCU por razones como esta. Si tuviera que quedarme con alguna escena, sería la de Washington, emocionante, tensa y típica de una película de Spider-Man.

Entiendo que haya decepcionado a cierta gente. Para mí es una película muy especial porque fui a verla sin expectativas (ni siquiera había visto algunas de las anteriores del MCU, simplemente porque me habían dejado de interesar) y me gustó tanto que reavivó mi pasión por el cine de superhéroes. Incluso me ha animado a adentrarme en el mundo de los cómics, experiencia que me está sirviendo para captar algunas de las referencias de las películas, como el homenaje de esta al ASM #33, con Peter bajo los escombros.

Antes de comentar algunos detalles en el spoiler, quiero hacer un top de las películas individuales de Spider-Man con mis notas en FA para que quede claro que en realidad soy un fanboy de Tobey Maguire y el temible Willem Dafoe.
6. The Amazing Spider-Man 2: 2
5. The Amazing Spider-Man: 5
4. Spider-Man 3: 6
3. Spider-Man 2: 6
2. Spider-Man. Homecoming: 8
1. Spider-Man: 8
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
— Buen personaje el de Ned, me gusta la idea del amigo que conoce el secreto del héroe, aporta humor e interés a la historia, en mi opinión.
— La variedad racial y social en los personajes, como ya ocurrió en Star Wars y otras superproducciones, es un aspecto que no me disgusta, aunque creo que hay cosas que no deberían cambiar, como que Flash Thompson sea el matón de siempre.
— Liz Allan como hija de Toomes. Pues vale. Forzadísimo, teniendo en cuenta que es la clave para que el villano descubra la identidad del protagonista, elemento que se repite siempre en los largometrajes del Hombre-Araña.
— En algunos vídeos de YouTube que vi se comentaba que a Iron Man deberían haberlo aprovechado para alguna escena de acción junto a Spider-Man. No estoy de acuerdo. Stark está fenomenal como mentor de Peter, sin robarle demasiado protagonismo, en especial la escena en la que le quita el traje y el final, en el que vemos que ha solucionado las cosas con Pepper Potts y cómo recibe una lección magistral de Peter.
— Tía May es otro personaje muy polémico en Homecoming. Lo cierto es que nunca ha sido así y no había necesidad de que lo fuera. Curiosa la última escena, que en los cómics no ocurre hasta que nuestro héroe es adulto (es de lo poco que he leído aún), y que parte por completo la relación May-Peter. Por lo visto, este es el momento preferido de Kevin Feige, productor de Marvel Studios, de todo Spidey en los cómics, y había prometido llevarlo al cine tarde o temprano. Veremos cómo lo solucionan en próximas entregas.
30 de noviembre de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adoro las películas con narrador; desde el momento en que escucho la voz de este, me sumerjo en la ficción de una manera especial, sintiéndome inevitablemente cómplice de la historia. En los mejores casos, la narración me embelesa de tal manera que termino la cinta sorprendido de que los minutos hayan transcurrido tan rápido. La de Danny Vinyard entra dentro de estas, y siempre que pienso en American History X, me viene a la cabeza su voz sincera y pausada que acompaña al filme.

Aunque tiene momentos de una belleza inconmensurable a nivel visual, American History X es una película cuya grandeza reside en su filosofía, sobre todo en el mensaje pacífico que quiere transmitir. Desgarradora como pocas, trata sobre el odio entre razas y entre seres humanos en general, pero también sobre la importancia que tienen la educación y las influencias en los más jóvenes. El comportamiento pasado de Derek germina del pensamiento racista de su padre, y el de Danny, a su vez, es un intento de reproducir el de Derek.

Personajes tan reales como estos existen gracias a sus versátiles interpretaciones, especialmente la de Edward Norton. A partir de la primera escena en color en la que aparece, me encontré completamente comprometido con su personaje. La bondad y calidez con las que lo dota te hacen entender su evolución y sentir una profunda empatía hacia él. Ejemplo de su excelente actuación es la comida con el profesor Murray: se muestra irascible y violento durante una enconada discusión, pero es capaz de sosegarse tan solo unos segundos después, progresivamente y de modo verosímil.

Su hermana Davina puede pasar desapercibida en la película, pero es otra personalidad interesante. Durante la cinta observamos su enfrentamiento continuo con Seth, la discrepancia con Derek en la comida y el posterior intento de herirle ante la frustración, o el intento desesperado de enderezar a Danny cuando profiere una retahíla de propaganda neonazi. Desde mi punto de vista, es una persona inteligente y valiente que no tiene miedo de luchar contra la opresión de las ideologías más tóxicas, y, aun así, ve cómo sus esfuerzos naufragan. Davina, sea cual sea su afinidad política, plasma el fracaso del sentido común y el diálogo ante la demagogia y el autoritarismo.

No cabe duda de que es una película con ideas muy potentes. La vi por primera vez hará unos seis años y siempre recordaré el impacto que me causó; se convirtió en una de mis favoritas, y por ello decidí verla de nuevo hace unos días. Lo cierto es que me conmovió incluso más y capté algunos detalles dignos de análisis que me animaron a escribir esta crítica. Quedarán grabados en mi retina algunos momentos clásicos, como el partido de baloncesto o el plano de Edward Norton volviéndose a cámara lenta, mientras una sonrisa de satisfacción se dibuja en su rostro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A lo largo del metraje se van dando ciertas pistas sobre la huella que ha dejado en Derek su padre:
— En la entrevista que el Dr. Sweeney enseña al grupo que intenta procesar a la banda de Cameron, Derek está abatido por la muerte de su padre, presuntamente a manos de criminales negros. Este hecho es el detonante de su odio.
— Al final de la discusión, Derek increpa furioso a su madre que haya traído un judío «a la mesa de su padre».
— Justo antes del brutal asesinato que comete, Derek exclama: «¡Mi padre me regaló esa camioneta, hijo de puta! ¿Le has disparado a algún bombero? ¿Vienes aquí a dispararle a mi familia?».
— Finalmente, Danny revela el origen de la corrupción de su hermano: Derek era un chico aplicado y admiraba a Sweeney como profesor y como persona, de su propia mano sabía que era un gran hombre; sin embargo, los prejuicios dogmáticos de su padre le hicieron cambiar de opinión.

Por último, un final cruel que reafirma las últimas líneas del guion: «El odio es un lastre. La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado». Los actos pasados de los Vinyard dejan marca (Danny toca su cabeza rapada y Derek mira sus tatuajes al espejo, ambos arrepentidos), y aun habiendo olvidado todas sus estúpidas creencias, el pequeño de los hermanos no puede escapar a una muerte trágica.

«Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro». El único consuelo que hallamos se encuentra en la mente de Danny: un atardecer lejano en la playa con su hermano; una fantasía colorida del pasado antes de que todo se fuera a la mierda, al blanco y el negro; un recuerdo en el que reina la paz y el amor familiar, de cuando sus pensamientos eran libres, bondadosos, incorruptos.
26 de agosto de 2020 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
— Combatió usted en Etiopía. Combatió al fascismo en España.
— Bueno, ¿y qué?
— ¿No es curioso que siempre estuviera en el bando de los desafortunados?
— Sí, resultó una afición muy cara.

En este brillante diálogo de Casablanca (1942), Victor Laszlo evidencia la aparentemente insensata debilidad que Rick Blaine siente por las causas perdidas. Parece ser que últimamente me identifico con este comportamiento casi suicida, que a nivel cinematográfico se puede traducir en la defensa de ciertas películas: aquellas repetidamente vilipendiadas por los espectadores. No sé si motivado por esta especie de compasión o por ansias de llevar la contraria, hace unos meses critiqué positivamente Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), de lejos, la peor valorada de la saga. Ahora me propongo hacer lo propio con La amenaza fantasma, entrega que se ha convertido en una de mis favoritas de Star Wars.

El primer aspecto encomiable son los personajes que se nos presentan, y es que están inteligentemente definidos y estrechamos lazos de afecto genuinos con ellos. Capitanea el episodio Qui-Gon Jinn, hombre humilde, honorable, valeroso, que sirve para ilustrar al Maestro Jedi ejemplar. Aunque haga gala de una sabiduría algo impostada, es un protagonista por el que sientes apego,¹ en parte gracias a Liam Neeson, que, desde mi punto de vista, lo clava.

En cuanto a los demás personajes, creo que están bien perfilados por una sencilla razón: porque me importan. Ya sea Obi-Wan, Padmé, o Anakin y su madre debido a su condición de esclavos. En El ataque de los clones (2002), por ejemplo, no me la puede sudar más lo que le ocurra al Anakin adolescente —quizás por culpa de la actuación de Hayden Christensen—, y como consecuencia he pillado algo de manía a dicha entrega.

A Jar Jar Binks le han llovido collejas por doquier y es comprensible. Sin embargo, a mí no me resulta tan molesto. Proporciona una pequeña dosis de humor claramente dirigida a los niños, pero no en detrimento de la épica de las grandes escenas (como sucede en Los últimos Jedi [2017], episodio en el que la comedia eclipsa con frecuencia los momentos dramáticos, dándole una horripilante sensación de parodia). En realidad, si exceptuamos sus intervenciones, queda una de las películas más serias de toda la saga.

Y qué decir de Darth Maul. Un antagonista que, sin apenas diálogo, inspira un temor cerval en cada aparición (en ese sentido me recuerda mucho al villano epónimo de Capitán América: El Soldado de Invierno [2014] que siempre he admirado). Gustó tanto entre los fanáticos que incluso lo reciclaron para otros trabajos pertenecientes al canon de Star Wars.

En el apartado visual, la cinta es la más equilibrada de las seis iniciales. Equilibrada porque logra una apariencia espectacular y orgánica al mismo tiempo. Soy de los que piensan que unos efectos excesivamente digitales roban verosimilitud a la acción, y es exactamente el principal problema que tengo con los episodios II y III. Cabe mencionar que la trilogía de Disney es impecable en este aspecto.

El vestuario, el maquillaje y la peluquería también ayudan. La caracterización de Padmé como reina, por mentar una, es fantástica. Además, la ambientación consigue transportarte a los exóticos y misteriosos lugares de la galaxia: el plano alucinante de Qui-Gon y Obi-Wan buceando hacia la ciudad submarina, con esas luces que resplandecen bajo el agua, es una prueba fehaciente de ello.

La amenaza fantasma es la primera película de la saga en orden cronológico, y había de cumplir con el cometido de ampliar un universo muy limitado hasta entonces. En mi opinión, llevó a cabo esta labor de expansión magistralmente, mostrando nuevos planetas, la Antigua República, el apogeo de los Jedi, el regreso de los Sith... Aportó también una mayor complejidad, sobre todo política. No es un largometraje abstruso, ni mucho menos, pero hay que reconocer que se aleja ligeramente de la austeridad argumental de la trilogía original.

Por último, cuenta con una de las mejores batallas de sables de todo Star Wars. Muchos detractores incluso afirman que es lo único salvable del episodio.

No sé, puede que le rasque más virtudes de las que posee. Lo cierto es que la aberración perpetrada por Disney —especialmente la falta de originalidad y el tono— me ha hecho revalorizar la trilogía precuela que, con sus defectos, se esfuerza en contar su propia historia. Y no soy el único al que le ha asaltado este pensamiento.

De todas formas, nunca se sabe cómo puede cambiar la opinión de uno. Por ejemplo, en este último visionado de la saga lloré al final de El retorno del Jedi (1983), episodio que nunca había tenido en alta estima. Por tanto, no dudaré en retractarme en el futuro si se da la situación. Mi perspectiva actual es que La amenaza fantasma es una película valiente y con alma, que demuestra devoción por el Universo Star Wars y sus seguidores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1. Más dolorosa es, por tanto, su muerte al final de la película.
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