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Críticas ordenadas por utilidad
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6,2
25.355
7
29 de mayo de 2019
29 de mayo de 2019
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Machacada por la mayor parte de la crítica especializada española, llega esta Aladdin a las pantallas españolas cosechando gran éxito en taquilla y con una buena parte del público a favor de sus bondades, a pesar de que en el mano a mano pierde con la original animada (que es lo más normal y lógico). Con la tarea de adaptar la mágica historia de 1992, Disney le dio el encargo a un director diferente como es Guy Ritchie (Snatch, Sherlock Holmes). Viendo su filmografía, podría parecer que no era el más indicado para esta adaptación, o quizás su estilo no se viera reflejado en la pantalla, o por eso mismo, que la película tomara mucho de su estilo. He ahí la disyuntiva del director británico: hacer una película calcada a la animada, rehuyendo su estilo hiperbólico; o lanzarse a hacer una cinta con saltos impactantes en su montaje, de rápida ejecución y contínua cámara en mano en la mayor parte del rodaje. Nada más allá de la realidad, Guy Ritchie prefiere hacer una mezcla de ambas cosas y lo que resulta es una película más fiel al clásico que al propio Ritchie, cuya mano sólo se aprecia en las persecuciones y en algún que otro encuadre. Por lo demás, es una cinta festiva y colorida, con todos sus números musicales actualizados al contexto de nuestra época y con más metraje que la original.
En el lado interpretativo, Will Smith (Soy Leyenda) hace de Genio con mucho respeto al de Robin Williams y le da su propio toque, siendo, si cabe lo mejor de la película; y abandonando un poco al actor casi enfadado o demasiado dramático que ha sido en sus últimos filmes. De vez en cuando, se agradece que Will vuelva a la comedia, que se le da muy bien. Mena Massoud recrea con precisión a Aladdin, Naomi Scott (Power Rangers -2017-) encarna a una fuerte Jasmine y Chico Kenzari (La Momia -2017-, Wolf) hace de un Jafar demasiado joven comparado con el animado; este es el punto más débil de una obra fiel a la original que es un gran espectáculo para la vista y los oídos y de la que disfrutarán tanto jóvenes como mayores.
En el lado interpretativo, Will Smith (Soy Leyenda) hace de Genio con mucho respeto al de Robin Williams y le da su propio toque, siendo, si cabe lo mejor de la película; y abandonando un poco al actor casi enfadado o demasiado dramático que ha sido en sus últimos filmes. De vez en cuando, se agradece que Will vuelva a la comedia, que se le da muy bien. Mena Massoud recrea con precisión a Aladdin, Naomi Scott (Power Rangers -2017-) encarna a una fuerte Jasmine y Chico Kenzari (La Momia -2017-, Wolf) hace de un Jafar demasiado joven comparado con el animado; este es el punto más débil de una obra fiel a la original que es un gran espectáculo para la vista y los oídos y de la que disfrutarán tanto jóvenes como mayores.

5,1
11.070
7
9 de mayo de 2019
9 de mayo de 2019
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lentamente, como salida de la nada, este filme español se mantiene en la parte alta de la taquilla (aguantando el envite de Vengadores: Endgame) con firmeza y gracias al boca a boca de los espectadores, que son, definitivamente, los que tienen la última palabra. Yo mismo he sido reticente a la hora de ir a verla, pero las buenas críticas profesionales y las de la gente de a pie me ha empujado a hacerlo. Y no me arrepiento.
Es una película estupenda para pasar un gran rato, e incluso es merecedora de volverse a ver merced a un ágil desarrollo que sabe explotar la vis cómica de sus actores, que son en parte los culpables del éxito de la cinta. Desde el primero hasta el último participante en esta comedia logra pasarlo bien haciéndola, algo que se puede notar en la pantalla, y están muy cómodos en sus respectivos papeles: David Verdaguer (10000 KM, Verano 1993), Carlos Santos (El Hombre de las Mil Caras), Ernesto Sevilla (Tenemos que Hablar), Miren Ibarguren (Aída, Fe de Etarras), Amaia Salamanca (Fuga de Cerebros) o un desatado y espléndido Ernesto Alterio (Perfectos Desconocidos, Narcos: México). Esta gran armonía en el elenco es culpa quizás de su director, Carlos Therón (Es por tu Bien), que sabe manejarse en la comedia como pez en el agua y logra con ésta, su mejor película hasta la fecha.
Es también una mirada crítica a la sociedad española de los últimos años, en la que personas con estudios se ven abocados a trabajos por debajo de sus posibilidades o directamente al paro. También es una cinta sobre la amistad, el amor bien recibido y la búsqueda de la autoestima perdida. Es sencilla, pero tiene sus valores velados entre la comedia gamberra llena de divertidos gags y slapstick típicos del cine cómico de los últimos años.
Es una película estupenda para pasar un gran rato, e incluso es merecedora de volverse a ver merced a un ágil desarrollo que sabe explotar la vis cómica de sus actores, que son en parte los culpables del éxito de la cinta. Desde el primero hasta el último participante en esta comedia logra pasarlo bien haciéndola, algo que se puede notar en la pantalla, y están muy cómodos en sus respectivos papeles: David Verdaguer (10000 KM, Verano 1993), Carlos Santos (El Hombre de las Mil Caras), Ernesto Sevilla (Tenemos que Hablar), Miren Ibarguren (Aída, Fe de Etarras), Amaia Salamanca (Fuga de Cerebros) o un desatado y espléndido Ernesto Alterio (Perfectos Desconocidos, Narcos: México). Esta gran armonía en el elenco es culpa quizás de su director, Carlos Therón (Es por tu Bien), que sabe manejarse en la comedia como pez en el agua y logra con ésta, su mejor película hasta la fecha.
Es también una mirada crítica a la sociedad española de los últimos años, en la que personas con estudios se ven abocados a trabajos por debajo de sus posibilidades o directamente al paro. También es una cinta sobre la amistad, el amor bien recibido y la búsqueda de la autoestima perdida. Es sencilla, pero tiene sus valores velados entre la comedia gamberra llena de divertidos gags y slapstick típicos del cine cómico de los últimos años.
6
31 de diciembre de 2019
31 de diciembre de 2019
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se tratara de una cinta individual, obviando todo lo que tiene a sus espaldas, esta El Ascenso de Skywalker se rebela como una película entretenida y de gran factura cuyo punto fuerte es la vertiginosidad en que se desenvuelve. No en vano, sus 135 minutos se pasan volando como las naves que inundan la acción de esta estelar historia. Tras ella, está el director que inició esta nueva trilogía pasando antes por el acertado reboot de Star Trek, J. J. Adams, que aporta su granito de arena con un estilo más directo y comercial si cabe que anteriores entregas, con grandes dosis de acción, humor y epicidad como suelen verse en las entregas de Star Wars. A ello contribuye el reparto de los anteriores episodios encabezados por Daisy Ridley (Asesinato en el Orient Express -2017-), Adam Driver (ojo a la estupenda Historia de un Matrimonio en Netflix), el entusiasta John Boyega (Attack the Block), Oscar Isaac (Ágora) y el resto de la vieja guardia como Carrie Fisher en su trabajo póstumo o Harrison Ford y Mark Hamill. Hasta aquí, el lado positivo.
La parte negativa comienza porque por desgracia no es la única Star Wars y tiene un mundo, una mitología a sus espaldas con la que no es capaz de cargar en parte gracias a su endeble guión y a su historia disparatada. Más que nada porque se ven inclusiones forzadas, apariciones que ni siquiera se han sugerido en sus dos episodios anteriores, ni siquiera una mirada a lo que tiene que llegar en este episodio IX. Está todo demasiado improvisado, como si se hubiera escrito el guión nada más terminar la anterior película, sin una preparación previa al inicio de esta nueva trilogía, forzando muchas situaciones con las que quieren sorprender pero que realmente deja patidifuso al seguidor de esta saga desde el primer episodio. El más purista se queda anonadado con la evolución hacia atrás de la historia: el prometedor episodio VII se queda en aguas de borrajas con el desarrollo de las dos últimas entregas y todo se precipita a un final que hemos visto ya, y que cuando sales del cine te preguntas por qué ha sido necesario hacer esta trilogía cuando todos los camino la vuelven a conducir a Roma. También está demasiado anclada al pasado, como si fuera incapaz de avanzar sin las viejas glorias, aunque luego las borre de un plumazo, por fuerza o sin ella, con desacierto porque no es capaz de encontrar un final digno mejor de lo que se inventan los nuevos guionistas, que sin duda han dado un gran resbalón con este desenlace, que ojo, puede que haya cabreado más de un fiel seguidor de la saga Star Wars. Y después está el poder Jedi elevado a cuasi divino que deja a sus predecesores en pañales: si Qui Gon Ji, Yoda u Obi Wan vieran esto se retiraban inmediatamente del uso y manejo del sable láser.
Resumiendo: como cinta individual es muy entretenida (una de las que más de todas) y el apartado técnico es genial; pero sus boquetes argumentales quedan en evidencia por una falta de planificación evidente y un guión falto de chispa e ilusión. Aquellos que se quejaron de la trilogía precuela, ahora la pondrá muy por encima de estas 3 últimas entregas.
La parte negativa comienza porque por desgracia no es la única Star Wars y tiene un mundo, una mitología a sus espaldas con la que no es capaz de cargar en parte gracias a su endeble guión y a su historia disparatada. Más que nada porque se ven inclusiones forzadas, apariciones que ni siquiera se han sugerido en sus dos episodios anteriores, ni siquiera una mirada a lo que tiene que llegar en este episodio IX. Está todo demasiado improvisado, como si se hubiera escrito el guión nada más terminar la anterior película, sin una preparación previa al inicio de esta nueva trilogía, forzando muchas situaciones con las que quieren sorprender pero que realmente deja patidifuso al seguidor de esta saga desde el primer episodio. El más purista se queda anonadado con la evolución hacia atrás de la historia: el prometedor episodio VII se queda en aguas de borrajas con el desarrollo de las dos últimas entregas y todo se precipita a un final que hemos visto ya, y que cuando sales del cine te preguntas por qué ha sido necesario hacer esta trilogía cuando todos los camino la vuelven a conducir a Roma. También está demasiado anclada al pasado, como si fuera incapaz de avanzar sin las viejas glorias, aunque luego las borre de un plumazo, por fuerza o sin ella, con desacierto porque no es capaz de encontrar un final digno mejor de lo que se inventan los nuevos guionistas, que sin duda han dado un gran resbalón con este desenlace, que ojo, puede que haya cabreado más de un fiel seguidor de la saga Star Wars. Y después está el poder Jedi elevado a cuasi divino que deja a sus predecesores en pañales: si Qui Gon Ji, Yoda u Obi Wan vieran esto se retiraban inmediatamente del uso y manejo del sable láser.
Resumiendo: como cinta individual es muy entretenida (una de las que más de todas) y el apartado técnico es genial; pero sus boquetes argumentales quedan en evidencia por una falta de planificación evidente y un guión falto de chispa e ilusión. Aquellos que se quejaron de la trilogía precuela, ahora la pondrá muy por encima de estas 3 últimas entregas.

7,3
41.238
10
28 de abril de 2019
28 de abril de 2019
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los caminos de estos 10 años del MCU convergen aquí: en el desenlace de la epopeya épica superheroica por antonomasia. El punto y aparte de una generación que ha dado grandes películas, y esta es sin lugar a dudas, la mejor. Aún hay muchas que tienen que llegar de la nueva fase, pero como ésta difícilmente saldrá otra. El techo está muy alto, tanto como lo han puesto los hermanos Russo (Vengadores: Infinity War, Capitan América: Civil War) en una bien calibrada cinta, la piedra de toque definitiva tras la emocional Infinity War. Con un todos los hilos sueltos bien atados, rematados con sus puntadas de acción bien medidas, el humor de la casa ya distinguido, la emoción contenida y desbordada, el dramatismo de las escenas y sin dudas la plena dedicación de todo el elenco actoral. Nadie se deja nada, actúan con pasión en algo que al final es parte de su personalidad: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson... Todos se dejan una parte de sí en esta saga, pero los dos primeros se llevan la palma. Y sobre Chris Evans, tenía mis reticencias iniciales, pero es el Capitán América perfecto, y lo ha demostrado con cada película que ha hecho, haciendo suyo un personaje del que mucha gente se quejaba.
Otro punto a su favor es la tensión distendida en la que se mueve durante sus 181 minutos. Por una razón de divertimento continuo, esas tres horas de duración se pasan volando y culpa de ello es del montaje tan bien engranado, junto a la historia que nosotros mismos vamos empujando a que se desarrolle, con sorpresa o sin ella, para bien o para mal. Tiene errores, pero se ven mitigados por el hecho de ver solventados todos los hechos acaecidos en la entrega anterior: la venganza, el perdón, la amistad... todo está bien gestionado en esta gran lucha de emociones que es Endgame. Todos estábamos preparados para esta cinta, pero nos hemos quedado ojipláticos disfrutando de esta epopeya moderna del cine de entretenimiento.
Sólo puedo decir una cosa: disfruten de la magia del cine, que la realidad ya nos roba un poquito de la nuestra.
Otro punto a su favor es la tensión distendida en la que se mueve durante sus 181 minutos. Por una razón de divertimento continuo, esas tres horas de duración se pasan volando y culpa de ello es del montaje tan bien engranado, junto a la historia que nosotros mismos vamos empujando a que se desarrolle, con sorpresa o sin ella, para bien o para mal. Tiene errores, pero se ven mitigados por el hecho de ver solventados todos los hechos acaecidos en la entrega anterior: la venganza, el perdón, la amistad... todo está bien gestionado en esta gran lucha de emociones que es Endgame. Todos estábamos preparados para esta cinta, pero nos hemos quedado ojipláticos disfrutando de esta epopeya moderna del cine de entretenimiento.
Sólo puedo decir una cosa: disfruten de la magia del cine, que la realidad ya nos roba un poquito de la nuestra.
7
13 de marzo de 2023
13 de marzo de 2023
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guy Ritchie (Snatch) vuelve este año y aumenta su prolífica filmografía con una producción que se aleja un poco de sus 2 últimos trabajos, afrontando esta vez una película sobre espías al más puro estilo James Bond o Misión Imposible, pero siempre aportando su toque diferencial: esto resulta en un montaje especial y espectacular como nos tiene acostumbrados, un humor inglés diferencial y un guión que exprime diálogos a veces ácidos como sobrados. ¿Y quién mejor para hacer de tipo sobrado como Jason Statham (Los Mercenarios)? Elección perfecta para encarnar al agente Fortune, un espía lleno de recursos, vacilón, muy pagado de sí mismo y sin ninguna vergüenza. Así que con su actor fetiche por bandera, Ritchie se lanza a hacer una película donde la acción y la comedia van de la mano, sofisticación y tecnología de primera y lujo por doquier. Y aunque esta fórmula ya la hemos visto, con la sencillez de la premisa que impone el guión, nos encontramos ante una producción muy entretenida, de digestión fácil y de estilo impecable. Sus casi 2 horas se pasan volando y el espectador disfrutará de estupendas escenas de acción, con un inicio impecable, muy cercano a producciones de la vieja escuela. Además, la música se complementa muy bien con la acción: atención al inicio con los pasos acompasados de Cary Elwes (Las Locas Locas Aventuras de Robin Hood) al son que dicta el compositor Christopher Benstead, de una originalidad estupenda.
En cuanto al resto del reparto y acompañando a Statham y Elwes, Guy Ritchie vuelve a contar con algunos actores con los que ya ha trabajado como Hugh Grant (Notting Hill) en un rol ambiguo de ¿villano? simpático y granuja; Josh Hartnett (Penny Dreadful) como el gancho en un papel igual de gracioso, Bugzy Malone (The Gentlemen) y Aubrey Plaza (Seguridad no Garantizada). Con un reparto que parece pasarlo bien, la cinta se mueve con soltura durante todo el metraje y la fórmula de Ritchie de enganchar al espectador con este cine palomitero cobra eventual importancia a la hora de demostrar que el realizador inglés es capaz de tocar todos los géneros cinematográficos y salir indemne de cada uno de estos acercamientos cuando se aleja del estilo gangsteril con el que se dio a conocer. En este caso, con una comedia de espías, pero en el siguiente proyecto con una cinta bélica. Y a pesar de tocar todos estos géneros, el estilo Ritchie se hace notar en cada una de estas producciones, porque este señor tendrá sus errores y faltas, pero el toque diferencial no lo pierde (aunque no sé si hay algo de él en la pésima Barridos por la Marea). Así pues, Operación Fortune es una cinta que ya se ha visto en otras pelis de espías, pero si ponemos a Statham en plan chuleta y los diálogos de la triada Ritchie, Davies y Atkinson nos sale una producción meritoria y sobre todo entretenida y fluida.
En cuanto al resto del reparto y acompañando a Statham y Elwes, Guy Ritchie vuelve a contar con algunos actores con los que ya ha trabajado como Hugh Grant (Notting Hill) en un rol ambiguo de ¿villano? simpático y granuja; Josh Hartnett (Penny Dreadful) como el gancho en un papel igual de gracioso, Bugzy Malone (The Gentlemen) y Aubrey Plaza (Seguridad no Garantizada). Con un reparto que parece pasarlo bien, la cinta se mueve con soltura durante todo el metraje y la fórmula de Ritchie de enganchar al espectador con este cine palomitero cobra eventual importancia a la hora de demostrar que el realizador inglés es capaz de tocar todos los géneros cinematográficos y salir indemne de cada uno de estos acercamientos cuando se aleja del estilo gangsteril con el que se dio a conocer. En este caso, con una comedia de espías, pero en el siguiente proyecto con una cinta bélica. Y a pesar de tocar todos estos géneros, el estilo Ritchie se hace notar en cada una de estas producciones, porque este señor tendrá sus errores y faltas, pero el toque diferencial no lo pierde (aunque no sé si hay algo de él en la pésima Barridos por la Marea). Así pues, Operación Fortune es una cinta que ya se ha visto en otras pelis de espías, pero si ponemos a Statham en plan chuleta y los diálogos de la triada Ritchie, Davies y Atkinson nos sale una producción meritoria y sobre todo entretenida y fluida.
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