You must be a loged user to know your affinity with Jaime Flores
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
9
10 de febrero de 2024
10 de febrero de 2024
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Feud: Capote vs. The Swans" es café para muy cafeteros, teniendo en cuenta la presentación del asunto, prácticamente sin contexto. Si en el primer episodio ya se consuma la traición, ya vemos a Capote perjudicado y a los cisnes cabreados como monas, ¿Qué nos queda? ¿Siete episodios más redundando en lo mismo? ¿Y cómo nos va a afectar una traición sobre una amistad de la que no hemos sido testigos? ¿Cómo vamos a tomar conciencia de la magnitud de dicha deslealtad si no nos dicen exactamente qué es lo que Capote escribió sobre ellas? ¿Cómo narices pretenden que un neófito se entere de algo?
Jon Robin Baitz y Gus Van Sant no me ofrecían ninguna confianza y me han dado la razón, pues lo que más falla es un guion que divaga en exceso y una dirección que no se permite jugar. Y a mí no tienen que convencerme porque yo soy cafetero como el que más, pues conozco el tema y sé quién es quién, pero tienes ocho horas, muchos personajes y una factura técnica acojonante... Calma. Tómate tu tiempo y dale cariño al tema, leche.
Dicho lo cual, y a riesgo de parecer insoportablemente contradictorio, "Feud: Capote vs. The Swans" me parece un sueño, desde el propio argumento repleto de elementos fundamentales en cualquier tragedia hasta el retrato de Truman Capote como escritor brillante y humano mezquino, pasando por, obviamente, la élite neoyorquina, personificada en esas mujeres bien casadas que no trabajaron un sólo día de sus vidas; unas vidas, intuyo, de mucha frustración disimulada con joyas, fiestas, cotilleos y humo. Mucho humo.
Y ahí llegamos al culmen de la serie: el arsenal de nombres propios que Ryan Murphy, una vez más, ha logrado reunir. Sólo por ver a estas actrices que todos conocemos y que hace demasiado que no vemos interaccionando entre ellas, ataviadas con ropajes asombrosos y soltando veneno por la boca ya vale la pena. De verdad que sí. Naomi Watts brilla en el papel más agradecido, aunque nunca dejé de verla actuando. Las que me fascinaron fueron Diane Lane, Calista Flockhart y Demi Moore brotando como leonas heridas y demostrando que siguen siendo las que fueron. O, incluso, mejores.
Diane logra la actuación más genuina procediendo como un soldado dispuesto a matar por su círculo. No es exagerado decir que está en el cénit de su talento. Calista, que trabaja una vez por década, con suerte, entra en escena como el cisne más ácido y eleva a su personaje, tratado de muy secundario, a la categoría de protagonista, tal es un carisma. Y Demi sorprende con unas capacidades dramáticas desconocidas hasta la fecha. La madurez le ha sentado de lujo. Ellas son lo más interesante de esto, junto a un Tom Hollander que sortea la caricatura mimetizándose con Capote de un modo asombroso. Algunos dirán que está pasado de vueltas y será porque no conocen a suficientes homosexuales. En el otro lado de la balanza, Chlöe Sevigny y Molly Ringwald resultan elecciones desacertadas.
Todo ello envuelto en una ambientación majestuosa, una banda sonora deliciosa a cargo de Thomas Newman y con Jessica Lange apareciendo por ahí como el cisne negro... Siendo su visualización un camino de altos y bajos constantes, sus altos (el episodio en blanco y negro, la amargura cínica de Slim y Lee, la tragedia de Ann, Capote ligando con el fontanero) son tan jugosos, divinos, delirantes y terriblemente tristes que celebro "Feud: Capote vs. The Swans" con toda mi alma.
Jon Robin Baitz y Gus Van Sant no me ofrecían ninguna confianza y me han dado la razón, pues lo que más falla es un guion que divaga en exceso y una dirección que no se permite jugar. Y a mí no tienen que convencerme porque yo soy cafetero como el que más, pues conozco el tema y sé quién es quién, pero tienes ocho horas, muchos personajes y una factura técnica acojonante... Calma. Tómate tu tiempo y dale cariño al tema, leche.
Dicho lo cual, y a riesgo de parecer insoportablemente contradictorio, "Feud: Capote vs. The Swans" me parece un sueño, desde el propio argumento repleto de elementos fundamentales en cualquier tragedia hasta el retrato de Truman Capote como escritor brillante y humano mezquino, pasando por, obviamente, la élite neoyorquina, personificada en esas mujeres bien casadas que no trabajaron un sólo día de sus vidas; unas vidas, intuyo, de mucha frustración disimulada con joyas, fiestas, cotilleos y humo. Mucho humo.
Y ahí llegamos al culmen de la serie: el arsenal de nombres propios que Ryan Murphy, una vez más, ha logrado reunir. Sólo por ver a estas actrices que todos conocemos y que hace demasiado que no vemos interaccionando entre ellas, ataviadas con ropajes asombrosos y soltando veneno por la boca ya vale la pena. De verdad que sí. Naomi Watts brilla en el papel más agradecido, aunque nunca dejé de verla actuando. Las que me fascinaron fueron Diane Lane, Calista Flockhart y Demi Moore brotando como leonas heridas y demostrando que siguen siendo las que fueron. O, incluso, mejores.
Diane logra la actuación más genuina procediendo como un soldado dispuesto a matar por su círculo. No es exagerado decir que está en el cénit de su talento. Calista, que trabaja una vez por década, con suerte, entra en escena como el cisne más ácido y eleva a su personaje, tratado de muy secundario, a la categoría de protagonista, tal es un carisma. Y Demi sorprende con unas capacidades dramáticas desconocidas hasta la fecha. La madurez le ha sentado de lujo. Ellas son lo más interesante de esto, junto a un Tom Hollander que sortea la caricatura mimetizándose con Capote de un modo asombroso. Algunos dirán que está pasado de vueltas y será porque no conocen a suficientes homosexuales. En el otro lado de la balanza, Chlöe Sevigny y Molly Ringwald resultan elecciones desacertadas.
Todo ello envuelto en una ambientación majestuosa, una banda sonora deliciosa a cargo de Thomas Newman y con Jessica Lange apareciendo por ahí como el cisne negro... Siendo su visualización un camino de altos y bajos constantes, sus altos (el episodio en blanco y negro, la amargura cínica de Slim y Lee, la tragedia de Ann, Capote ligando con el fontanero) son tan jugosos, divinos, delirantes y terriblemente tristes que celebro "Feud: Capote vs. The Swans" con toda mi alma.
8
22 de febrero de 2025
22 de febrero de 2025
30 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay cosa que me interese menos que un ciberataque de proporciones catastróficas, menos si luego iba a tratarse con la solemnidad que requiere un thriller político. Una mezcla indigesta, a priori, pero sorpresas te da la vida porque "Zero Day" ha resultado ser un tren de mercancías sólido y enérgico que toca muchas teclas, abre muchas puertas y habla de decenas de cosas, aunque siempre se centre en lo mismo: la posverdad. El tema del siglo.
Más allá de descubrir quién llevó a cabo el ciberataque, la serie trata, a través de unos personajes verosímiles y un guion que se avanza al espectador, infinitos temas: el poder de un ex presidente cuyo respaldo parece unánime, algo impensable hoy en día; el matrimonio de años con su esposa, uno con sus propias reglas, como todos; la propia esposa que, como muchas a ese nivel, no es un florero; la hija que anhela zafarse de la alargada sombra de su padre; la presidenta con el mundo en sus manos y aterrada por ello; y, obviamente, mil y un intríngulis de gobiernos, cías y demás estamentos que harán de cada episodio un tótem del entretenimiento.
Robert De Niro es pieza clave aquí. Se nota que el proyecto lleva su sello y que quiere lanzar un mensaje con ello. El actor es el mayor beligerante contra Trump en Hollywood y aquí interpreta a un trasunto de Joe Biden, tan indisimulado que hasta se le va la chaveta. Y, otra vez contra todo pronóstico, no sólo no resulta barato, sino que impresiona. Es loable cómo un thriller político puede tocar tantas cosas, hacerlo de un modo tan parejo a la actualidad y que no parezca barato. Que te importe. Que te interpele. A no ser que seas un esnob, claro, porque si bien la directora no es la más brillante estructurando la narración de forma algo acartonada, ese sería el único punto a mejorar de esto.
Volviendo a De Niro, el señor sigue en plena forma, no sólo con su acostumbrada solemne forma de actuar, sino liderando un proyecto tras otro, como muchos de su generación, los Al Pacino, los Harrison Ford y las Helen Mirren, que llevan décadas sosteniendo la maquinaria de un Hollywood que estruja a sus viejas estrellas porque no tiene recambio. Además, se rodea de una plétora de actores de los que, media docena de ellos, podría protagonizar cualquier producción ellos solitos, y aquí los tienes bien mezcladitos, sabedores de que, si te llama De Niro, tienes que coger la llamada.
Angela Bassett está sobreactuada, como de costumbre. Connie Britton algo limitada, también como de costumbre. Mucho mejor están una fresca Lizzy Caplan, el siempre genial Bill Camp y un derrochante Jesse Plemons, que lo he visto haciendo de psicópata, de tonto, de bueno y ahora de malo y siempre me lo he creído, por algo es el nuevo favorito de Scorsese. No me olvido de la sofisticada Joan Allen, actriz que trabaja una vez por un lustro y su sola presencia aquí avala la importancia de "Zero Day".
También es loable, en el apartado artístico, la combinación entre la Nueva York jungla de edificios y la Nueva York verde y apacible de las afueras, una distinción muy brillante para diferenciar a los ricos que están en el meollo de los también ricos retirados a una vida más tranquila. Así pues, con un tramo final de infarto y con unos debates sobre la verdad apasionantes, "Zero Day" resulta, en conjunto, no sólo adictiva, lo cual no es menor con una trama que podría dormir a las ovejas, sino también vigente, imponente e importante.
Más allá de descubrir quién llevó a cabo el ciberataque, la serie trata, a través de unos personajes verosímiles y un guion que se avanza al espectador, infinitos temas: el poder de un ex presidente cuyo respaldo parece unánime, algo impensable hoy en día; el matrimonio de años con su esposa, uno con sus propias reglas, como todos; la propia esposa que, como muchas a ese nivel, no es un florero; la hija que anhela zafarse de la alargada sombra de su padre; la presidenta con el mundo en sus manos y aterrada por ello; y, obviamente, mil y un intríngulis de gobiernos, cías y demás estamentos que harán de cada episodio un tótem del entretenimiento.
Robert De Niro es pieza clave aquí. Se nota que el proyecto lleva su sello y que quiere lanzar un mensaje con ello. El actor es el mayor beligerante contra Trump en Hollywood y aquí interpreta a un trasunto de Joe Biden, tan indisimulado que hasta se le va la chaveta. Y, otra vez contra todo pronóstico, no sólo no resulta barato, sino que impresiona. Es loable cómo un thriller político puede tocar tantas cosas, hacerlo de un modo tan parejo a la actualidad y que no parezca barato. Que te importe. Que te interpele. A no ser que seas un esnob, claro, porque si bien la directora no es la más brillante estructurando la narración de forma algo acartonada, ese sería el único punto a mejorar de esto.
Volviendo a De Niro, el señor sigue en plena forma, no sólo con su acostumbrada solemne forma de actuar, sino liderando un proyecto tras otro, como muchos de su generación, los Al Pacino, los Harrison Ford y las Helen Mirren, que llevan décadas sosteniendo la maquinaria de un Hollywood que estruja a sus viejas estrellas porque no tiene recambio. Además, se rodea de una plétora de actores de los que, media docena de ellos, podría protagonizar cualquier producción ellos solitos, y aquí los tienes bien mezcladitos, sabedores de que, si te llama De Niro, tienes que coger la llamada.
Angela Bassett está sobreactuada, como de costumbre. Connie Britton algo limitada, también como de costumbre. Mucho mejor están una fresca Lizzy Caplan, el siempre genial Bill Camp y un derrochante Jesse Plemons, que lo he visto haciendo de psicópata, de tonto, de bueno y ahora de malo y siempre me lo he creído, por algo es el nuevo favorito de Scorsese. No me olvido de la sofisticada Joan Allen, actriz que trabaja una vez por un lustro y su sola presencia aquí avala la importancia de "Zero Day".
También es loable, en el apartado artístico, la combinación entre la Nueva York jungla de edificios y la Nueva York verde y apacible de las afueras, una distinción muy brillante para diferenciar a los ricos que están en el meollo de los también ricos retirados a una vida más tranquila. Así pues, con un tramo final de infarto y con unos debates sobre la verdad apasionantes, "Zero Day" resulta, en conjunto, no sólo adictiva, lo cual no es menor con una trama que podría dormir a las ovejas, sino también vigente, imponente e importante.
4
30 de diciembre de 2023
30 de diciembre de 2023
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con cada nueva temporada, me sorprendo de mí mismo. Juro y prometo que no la veré, que ya está bien, que llevan años timándome, pero al final termino volviendo a "American Horror Story". Supongo que uno siempre vuelve a los lugares en los que amó la vida, y lo cierto es que esta serie es como volver a casa.
Pero "Delicate" no cumple ni con lo mínimo. El inicio de esta temporada es mediocre a más no poder, y aunque no sé quién es la mala, me lo imagino. Todo se intuye. Todo parece rehusado de otras temporadas y, aún peor, de todos los telefilmes de sobremesa.
Los personajes son meros estereotipos: la protagonista asustada, el marido hierático, la supuesta amiga que es más supuesta que nada, la amiga del marido, una ameba con patas, la sirvienta robótica... Todo es de serie B. Todo salvo una Emma Roberts que siempre está bien. No como Kim Kardashian, cuyo fichaje es una infamia a la serie y a toda la industria, pues demuestra que al final la pela es la pela.
¿Para qué contratar a una actriz pudiendo fichar al mayor símbolo de frivolidad del mundo? De Jessica Lange a esto... Lo de Ryan Murphy es verdaderamente penoso. Si el final de "Delicate" mejora al conjunto, modificaré mi crítica y me lavaré la boca con jabón por malpensado, pero me juego las dos manos a que no. Lastimosamente.
Pero "Delicate" no cumple ni con lo mínimo. El inicio de esta temporada es mediocre a más no poder, y aunque no sé quién es la mala, me lo imagino. Todo se intuye. Todo parece rehusado de otras temporadas y, aún peor, de todos los telefilmes de sobremesa.
Los personajes son meros estereotipos: la protagonista asustada, el marido hierático, la supuesta amiga que es más supuesta que nada, la amiga del marido, una ameba con patas, la sirvienta robótica... Todo es de serie B. Todo salvo una Emma Roberts que siempre está bien. No como Kim Kardashian, cuyo fichaje es una infamia a la serie y a toda la industria, pues demuestra que al final la pela es la pela.
¿Para qué contratar a una actriz pudiendo fichar al mayor símbolo de frivolidad del mundo? De Jessica Lange a esto... Lo de Ryan Murphy es verdaderamente penoso. Si el final de "Delicate" mejora al conjunto, modificaré mi crítica y me lavaré la boca con jabón por malpensado, pero me juego las dos manos a que no. Lastimosamente.

5,6
10.030
7
20 de noviembre de 2022
20 de noviembre de 2022
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
El sello inconfundible de Álex de la Iglesia vuelve a estar presente, aunque es cierto que, para crear a los cuatro personajes y también los diálogos que escupen, el director vasco usa la brocha gorda. "El cuarto pasajero" puede verse como una obra menor dentro de su filmografía, pero hasta el mismísimo Polanski tiene películas menores en cuanto a localizaciones y personajes, véase "Un Dios salvaje", lo que no significa que sean malos productos, simplemente más modestos.
De hecho, él, que acostumbra a no saber cerrar sus megalómanas ideas (Las brujas de Zugarramurdi, 30 monedas, Veneciafrenia), aquí consigue uno de sus mejores cierres, modesto como el conjunto. Lo que también hace muy bien De La Iglesia es tomar un tema tan actual como los coches compartidos, cuyo fondo es que vivimos en una sociedad en la que, ni trabajando, puedes pagarte el mantenimiento y la gasolina de un coche. La decadencia del capitalismo queda reflejada aquí, y a partir de ahí, el director retuerce la situación, la lleva al límite y la hace estallar.
Los protagonistas, a pesar de ser bastante prototípicos, funcionan y dan lustre a la hilarante comedia que reina en el ambiente. El Cayetano de Ernesto Alterio es para enmarcar. Qué forma de hablar, de sacar de quicio, de rozar la exageración y, al mismo tiempo, de ser absolutamente verosímil. ¡Qué actorazo! Alberto San Juan es otro que tal. Y mira que me da pereza siempre que le veo en una película porque me suena a actor pasado de moda, pero me calla la boca una y otra vez. Los jóvenes son más atractivos que otra cosa. Cumplen y poco más. Carlos Areces, aquí, no me encaja. Por el contrario, Enrique Villén es desternillante.
"El cuarto pasajero" es una película para pasarlo bien, sin buscar mucho más. Sus errores eran esperables y, lo más importante, no lastran un conjunto general que fluye, entretiene y divierte, con un inicio verdaderamente notable y una parte final angustiosa y estrambótica. Marca de la casa.
De hecho, él, que acostumbra a no saber cerrar sus megalómanas ideas (Las brujas de Zugarramurdi, 30 monedas, Veneciafrenia), aquí consigue uno de sus mejores cierres, modesto como el conjunto. Lo que también hace muy bien De La Iglesia es tomar un tema tan actual como los coches compartidos, cuyo fondo es que vivimos en una sociedad en la que, ni trabajando, puedes pagarte el mantenimiento y la gasolina de un coche. La decadencia del capitalismo queda reflejada aquí, y a partir de ahí, el director retuerce la situación, la lleva al límite y la hace estallar.
Los protagonistas, a pesar de ser bastante prototípicos, funcionan y dan lustre a la hilarante comedia que reina en el ambiente. El Cayetano de Ernesto Alterio es para enmarcar. Qué forma de hablar, de sacar de quicio, de rozar la exageración y, al mismo tiempo, de ser absolutamente verosímil. ¡Qué actorazo! Alberto San Juan es otro que tal. Y mira que me da pereza siempre que le veo en una película porque me suena a actor pasado de moda, pero me calla la boca una y otra vez. Los jóvenes son más atractivos que otra cosa. Cumplen y poco más. Carlos Areces, aquí, no me encaja. Por el contrario, Enrique Villén es desternillante.
"El cuarto pasajero" es una película para pasarlo bien, sin buscar mucho más. Sus errores eran esperables y, lo más importante, no lastran un conjunto general que fluye, entretiene y divierte, con un inicio verdaderamente notable y una parte final angustiosa y estrambótica. Marca de la casa.
7
26 de julio de 2018
26 de julio de 2018
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo admirador de Ryan Murphy, tengo que reconocer que cuando tuve conocimiento de esta serie no me llamó la atención, y eso que he visto todas sus series o tengo la intención de hacerlo (excepto Glee, que tampoco me llama). "Con la de series americanas que hay de este estilo, que todas parecen la misma, ¿qué haces, Ryan, metiéndote en este fregado teniendo ya otros productos que sí marcan la diferencia?", pensé.
Y hace unos días la estrenaron en un canal en abierto. En Cuatro, concretamente. Y, por motivos que no vienen al caso, me encontraba sólo en mi casa de verano sin intención de salir, por lo que busqué alguna oferta televisiva que me interesase. Y en esas me tropecé con "9-1-1", que justo empezaba. Confieso que le di una oportunidad porque Murphy estaba detrás de este proyecto.
Vistos cuatro episodios puedo decir y digo que es una maravilla. Tramas sencillas, rápidas e interesantes, algunos casos extremos que con otro guión o contados de otra forma serían inverosímiles pero que en "9-1-1" consiguen encogerte el corazón (a destacar el 1x04), toques de comedia que se agradecen, bomberos, policías y teleoperadores que cooperan entre sí, e incluso, se relacionan más allá del trabajo, un buen reparto... ¿Qué más se puede pedir?
A Angela Bassett ya la conocía, y por ende ya sabía de su talento, pero al resto no, y todos están correctos, siendo Oliver Stark una grata sorpresa. Y destaco también a Connie Britton, que no me gustó en "American Horror Story" pero aquí está magnífica. Más madura (artísticamente hablando), más sensible y más creíble.
Se nota que Ryan Murphy está detrás de todo esto, sin desmerecer al resto de la dirección ni del equipo. Su mayor acierto es que consigue diferenciarse del resto. Hablando claro, no es un CSI/NCIS/Bones/Mentes criminales/Castle más...
PD: No iba a escribir mi crítica hasta no haberla terminado, pero han sido las bajas -e injustas- notas y críticas que se le han hecho por aquí lo que me ha provocado aportar mi humilde opinión.
Y hace unos días la estrenaron en un canal en abierto. En Cuatro, concretamente. Y, por motivos que no vienen al caso, me encontraba sólo en mi casa de verano sin intención de salir, por lo que busqué alguna oferta televisiva que me interesase. Y en esas me tropecé con "9-1-1", que justo empezaba. Confieso que le di una oportunidad porque Murphy estaba detrás de este proyecto.
Vistos cuatro episodios puedo decir y digo que es una maravilla. Tramas sencillas, rápidas e interesantes, algunos casos extremos que con otro guión o contados de otra forma serían inverosímiles pero que en "9-1-1" consiguen encogerte el corazón (a destacar el 1x04), toques de comedia que se agradecen, bomberos, policías y teleoperadores que cooperan entre sí, e incluso, se relacionan más allá del trabajo, un buen reparto... ¿Qué más se puede pedir?
A Angela Bassett ya la conocía, y por ende ya sabía de su talento, pero al resto no, y todos están correctos, siendo Oliver Stark una grata sorpresa. Y destaco también a Connie Britton, que no me gustó en "American Horror Story" pero aquí está magnífica. Más madura (artísticamente hablando), más sensible y más creíble.
Se nota que Ryan Murphy está detrás de todo esto, sin desmerecer al resto de la dirección ni del equipo. Su mayor acierto es que consigue diferenciarse del resto. Hablando claro, no es un CSI/NCIS/Bones/Mentes criminales/Castle más...
PD: No iba a escribir mi crítica hasta no haberla terminado, pero han sido las bajas -e injustas- notas y críticas que se le han hecho por aquí lo que me ha provocado aportar mi humilde opinión.
Más sobre Jaime Flores
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here