Puede que la duración de dos horas sea excesiva y que su argumento en sus innumerables vueltas termine haciéndola parecer inverosímil, pero sin duda esta película producida en Rusia tiene el mérito de ganar nuestra simpatía por su acción trepidante y sobre todo porque el desarrollo de los personajes durante la trama es coherente y permite que conectemos muy bien con ellos.

Para destacar los efectos especiales que no tienen nada que envidiar a los hechos en Hollywood. Además contó con un voluminoso presupuesto que hizo posible una puesta en escena impresionante. Sin duda me entretuve bastante a pesar de lo larga.

Como detalle negativo, cierta tendencia a la desmesura dramática de los personajes.

Esta historia de Jason Lei Howden es por mucho que tenga un ritmo endiablado no hay por dónde cogerla. Apela al similar concepto ya probado en el film ruso Hardcore Henry, pero visto está que aquí la verosimilitud del relato insulta nuestra inteligencia a cada rato, todo por cumplir con esa locura desatada que no es más que caos.

A su favor se puede decir que tiene buena fotografía y los actores están a buen nivel, pero en definitiva es un film de ver y desechar, porque no tiene nada que lo haga memorable.

Se le abona que tiene la última película de Christian Alvart un ritmo trepidante, pero esto mismo se vuelve en su contra porque la historia tiene tantos giros y vueltas que resulta por momentos difícil de seguir. Para rematar hay una serie de eventos que asaltan nuestra credibilidad, cosa que paso a explicar en el spoiler

¡¿Qué es esto por Dios?! ¿Ya ni siquiera para hacer películas de mero entretenimiento tienen talento en Hollywood? Muy espectaculares los efectos especiales CGI, Los Ángeles se ve destruida de verdad… Pero nada más, absolutamente nada más. Solo es una oda al “glorioso” ejército norteamericano, donde un grupo de marines se enfrenta a los alienígenas.

Es muy gracioso como los productores de cine gringos crean enemigos basados en la realidad política para que su industria fílmica sobreviva, y claro, al tiempo mantienen alienados a sus ciudadanos. Primero fueron los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Luego durante la Guerra Fría fueron los rusos. Después en los 90´s fue la guerra contra el narcotráfico. Y después del 9-11 fue la guerra contra el terrorismo. Ahora a falta de un enemigo en el escenario político mundial, se han metido con los extraterrestres… ¡Qué miedo! Miren nada más como hasta Spielberg, quien antes los amaba (ET y Encuentros Cercanos), ahora los mira como enemigos de los humanos en “Falling skies”, que presentará en junio el canal de cable TNT. Y qué decir de SKyline, peor película que ésta, un engendro infumable.

En fin, si quieres regalar tu dinero, dormirte en la sala, o darte cuenta que los creadores de este adefesio se burlaron de ti creyéndote un tarado, ve a verla. Quedas advertido.

A mi me da tanta vergüenza que no diré a ninguno de mis amigos que la vi.

Cada vez Marvel lo hace peor, pero nada más espantoso que esta película hecha para adolescentes descerebrados, un ejercicio de pirotecnia visual y auditiva sobrecargada por un guion muy flojo, por no decir malísimo que deja mal parado al legado de Stan Lee.

Lleno de clichés tontos y una dramaturgia ridícula que la verdad da pena ajena, no consigo entender los puntajes tan altos de filmaffinity.

Sinceramente creo que será la última película del universo Marvel que vea. Lamentable!!