You must be a loged user to know your affinity with Frano
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
7
26 de julio de 2023
26 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente estaba esperando que el logo de Paramount se desvaneciera, enseñando una montaña o algo similar mientras los títulos iniciales aparecían en la pantalla para mostrarnos quien la dirige, como se llama el largometraje, quienes actúan, quien la musicaliza, quien diseño los vestuarios, quien realizo maravillosos efectos especiales y quienes la produjeron, cerrando con quien la dirigió otra vez. Bueno, nada de eso aparece, solo el título, un mal arranque para mi gusto, un cambio que uno puede pasar por alto, pero yo no.
Indiana Jones y el Dial del Destino trae el (¿cierre?) final de las aventuras de nuestro querido personaje creado allá por los ochenta, cuando dos mentes maestras se juntaron y como resultado dieron una franquicia, que tener altas y bajas, se convirtió un clásico del cine. Claro está, George Lucas junto a su amigo Steven Spielberg, que en esos días buscaban hacer un cambio en la industria cinematográfica trayendo un personaje de tamaño tan grande como James Bond. Harrison Ford le dio personalidad, estilo y vida, con escenas memorables y la banda sonora de John Williams que todo el mundo sabe.
Desde Los Cazadores del Arca Perdida (1981) hasta El Reino de la Calavera de Cristal (2008), Spielberg supo manosear el trabajo con mucha determinación, brindando momentos de suspenso, aventuras, acción, misterio, romance y comedia. Si las comparamos una con la otra son parecidas pero a la vez no, tiene muchos leitmotiv como Indy en una situación inicial que se libra de los aprietos, un objeto religioso aparece, una mujer se cruza en su vida, nazis o soviéticos quieren apoderarse del objeto y quieren asesinarlo, hay dos persecuciones en autos, motocicletas y caballos, pelea con el grandote, recupera el objeto, el villano vuelve a robárselo y al final el objeto libera su poder, dando a entender que hay cosas que los humanos simplemente nunca van a comprender de ello, final feliz. En esta entrega esta, casi igual todo, pero no como uno quiera. Eso puede ser favorable, como no.
La cinta inicia por los años cuarenta en plena Segunda Guerra Mundial cuando nazis (si, otra vez sopa) están en un castillo asaltando reliquias y objetos de la antigüedad que deberían pertenecer en un museo. Un Henry Jones Junior rejuvenecido con kilos de CGI en el rostro y con voz de viejo, es capturado por los nazis y dan órdenes de matarlo, pero en medio un bombardeo, logra zafarse gracias a la maravilla de los efectos de CGI y va detrás de los alemanes que no solo se llevan un objeto importante si no que también raptan a su amigo (salido de la galera) Basil Shaw (Toby Jones). Mientras Indy sigue haciendo piruetas de CGI en pos de rescatarlo, un astrofísico nazi, Jurgen Voller (Mads Milkkensen) le comenta al general que posee una parte del dial que Arquímedes creo, cuyo artefacto sirve para poder viajar a través de las fisuras del tiempo. Pero Indy llega, recuperando su sombrero, látigo, rescatando a su amigo y llevándose parte del dial, ganando el día. Ahora nos vamos a 1969, el día que el Apollo 11 llego a la Luna, y bajo el fuerte sonido de Magical Mystery Tour de The Beatles despierta a un Dr. Jones ya anciano, quejoso, solo y a punto de jubilarse. Mientras sigue su vida, sin su amada Marion (Karen Allen) y sin su rebelde hijo Mutt (Shia LaBeouf), aparece Helena Shaw (Pheobe Waller-Brigde), hija de Basil, queriendo saber acerca el dial de Arquímedes que volvió casi loco a su padre. Usando sus encantos de ahijada, convence a Indy que le muestre parte del dial, pues necesita otra parte para que pueda funcionar, logra arrebatárselo, pero Voller reaparece y manda a sus secuaces a recuperar el dial a como dé lugar, matando a quien sea necesario. Indiana Jones vuelve al ruedo, para rescatar a su ahijada y que el dial caiga en las manos equivocadas.
En si no es una mala película pero si es un historia que es sacada de la nada, como que no puedo meterla en la cronología de la franquicia. Se nota mucho la falta de manoseo de Spielberg, pues lo que antes solía ser una sátira, ahora se convirtió en un producto, constante y denso. Las escenas de acción son largas y aburridas, no llenan de emoción, además de tener tanto CGI que me dan mucho asco. Por un lado, Ford es inoxidable, Waller Bridge da una buena actuación y Milkkensen interpreta al peor y más intenso villano de toda la franquicia, en cuanto Antonio Banderas, bueno, aparece y ya. Se aleja demasiado de la que son sus predecesoras, tocando casi como si fuese una entrega nueva de rápido y furioso, pero hay cosas que la hacen sentir un cinta de Indiana Jones. Tiene todo, pero a la vez no, pero es una cinta que se puede disfrutar un buen rato, aunque debo admitir que me hizo sonreír el regreso de Sallah (John Rhys Davies) y de la única Marion (Allen). James Mangold es un buen director, pero la mayor parte de su filmografía fueron cintas de acción o que tuvieran mucho volumen, lo que pasa es que Indiana Jones no tiene como principal núcleo ser una película de acción.
Harrison Ford da su adiós, dejando la vara alta de que alguien pueda ponerse el sombrero y sujetar el látigo, pues porque creo que son de exclusividad suya. También creo que Spielberg la ha dejado más alta aun, pues sus trabajos son difíciles de llegar, puede que hayan mejores, pero jamás igualados.
Indiana Jones y el Dial del Destino trae el (¿cierre?) final de las aventuras de nuestro querido personaje creado allá por los ochenta, cuando dos mentes maestras se juntaron y como resultado dieron una franquicia, que tener altas y bajas, se convirtió un clásico del cine. Claro está, George Lucas junto a su amigo Steven Spielberg, que en esos días buscaban hacer un cambio en la industria cinematográfica trayendo un personaje de tamaño tan grande como James Bond. Harrison Ford le dio personalidad, estilo y vida, con escenas memorables y la banda sonora de John Williams que todo el mundo sabe.
Desde Los Cazadores del Arca Perdida (1981) hasta El Reino de la Calavera de Cristal (2008), Spielberg supo manosear el trabajo con mucha determinación, brindando momentos de suspenso, aventuras, acción, misterio, romance y comedia. Si las comparamos una con la otra son parecidas pero a la vez no, tiene muchos leitmotiv como Indy en una situación inicial que se libra de los aprietos, un objeto religioso aparece, una mujer se cruza en su vida, nazis o soviéticos quieren apoderarse del objeto y quieren asesinarlo, hay dos persecuciones en autos, motocicletas y caballos, pelea con el grandote, recupera el objeto, el villano vuelve a robárselo y al final el objeto libera su poder, dando a entender que hay cosas que los humanos simplemente nunca van a comprender de ello, final feliz. En esta entrega esta, casi igual todo, pero no como uno quiera. Eso puede ser favorable, como no.
La cinta inicia por los años cuarenta en plena Segunda Guerra Mundial cuando nazis (si, otra vez sopa) están en un castillo asaltando reliquias y objetos de la antigüedad que deberían pertenecer en un museo. Un Henry Jones Junior rejuvenecido con kilos de CGI en el rostro y con voz de viejo, es capturado por los nazis y dan órdenes de matarlo, pero en medio un bombardeo, logra zafarse gracias a la maravilla de los efectos de CGI y va detrás de los alemanes que no solo se llevan un objeto importante si no que también raptan a su amigo (salido de la galera) Basil Shaw (Toby Jones). Mientras Indy sigue haciendo piruetas de CGI en pos de rescatarlo, un astrofísico nazi, Jurgen Voller (Mads Milkkensen) le comenta al general que posee una parte del dial que Arquímedes creo, cuyo artefacto sirve para poder viajar a través de las fisuras del tiempo. Pero Indy llega, recuperando su sombrero, látigo, rescatando a su amigo y llevándose parte del dial, ganando el día. Ahora nos vamos a 1969, el día que el Apollo 11 llego a la Luna, y bajo el fuerte sonido de Magical Mystery Tour de The Beatles despierta a un Dr. Jones ya anciano, quejoso, solo y a punto de jubilarse. Mientras sigue su vida, sin su amada Marion (Karen Allen) y sin su rebelde hijo Mutt (Shia LaBeouf), aparece Helena Shaw (Pheobe Waller-Brigde), hija de Basil, queriendo saber acerca el dial de Arquímedes que volvió casi loco a su padre. Usando sus encantos de ahijada, convence a Indy que le muestre parte del dial, pues necesita otra parte para que pueda funcionar, logra arrebatárselo, pero Voller reaparece y manda a sus secuaces a recuperar el dial a como dé lugar, matando a quien sea necesario. Indiana Jones vuelve al ruedo, para rescatar a su ahijada y que el dial caiga en las manos equivocadas.
En si no es una mala película pero si es un historia que es sacada de la nada, como que no puedo meterla en la cronología de la franquicia. Se nota mucho la falta de manoseo de Spielberg, pues lo que antes solía ser una sátira, ahora se convirtió en un producto, constante y denso. Las escenas de acción son largas y aburridas, no llenan de emoción, además de tener tanto CGI que me dan mucho asco. Por un lado, Ford es inoxidable, Waller Bridge da una buena actuación y Milkkensen interpreta al peor y más intenso villano de toda la franquicia, en cuanto Antonio Banderas, bueno, aparece y ya. Se aleja demasiado de la que son sus predecesoras, tocando casi como si fuese una entrega nueva de rápido y furioso, pero hay cosas que la hacen sentir un cinta de Indiana Jones. Tiene todo, pero a la vez no, pero es una cinta que se puede disfrutar un buen rato, aunque debo admitir que me hizo sonreír el regreso de Sallah (John Rhys Davies) y de la única Marion (Allen). James Mangold es un buen director, pero la mayor parte de su filmografía fueron cintas de acción o que tuvieran mucho volumen, lo que pasa es que Indiana Jones no tiene como principal núcleo ser una película de acción.
Harrison Ford da su adiós, dejando la vara alta de que alguien pueda ponerse el sombrero y sujetar el látigo, pues porque creo que son de exclusividad suya. También creo que Spielberg la ha dejado más alta aun, pues sus trabajos son difíciles de llegar, puede que hayan mejores, pero jamás igualados.

6,6
46.021
7
30 de diciembre de 2021
30 de diciembre de 2021
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fin de la humanidad es inevitable, tarde o temprano va a llegar el momento de nuestra extinción, sea por un virus, cataclismo o porque caiga un meteorito gigante que provoque la destrucción absoluta. Le paso a los dinosaurios, nos puede o va a pasar a nosotros, es obvio, parte de la naturaleza, nacer y morir... La humanidad siempre le temió al "día final", pero si seguimos actuando como hacemos, vamos directo a la autodestrucción.
Son temas para reflexionar, para dejarnos con ese sabor a la duda y a la incertidumbre, hacernos recapacitar y encarrilarnos a mejorar las cosas antes de que sea demasiado tarde. Tristemente, esta película, tenia todas las chances de ser una de las mejores películas con contenido insólito, autentico y desgarrable para la audiencia pero prefirió tirarse a la cuerdas de lo seguro, que cree que puede funcionar, o simplemente no quiso serlo por cuestiones de ego. Adam McKay, quien escribe y dirige esta cinta, ya mostro en su película anterior Vice (2018) que tiene un sentido de humor irónico, satírico y cínico para contar historias, demasiado diría, para mi gusto, es tanta la cantidad que posee que al verlo en una pantalla se hace meloso y llega hartarte. No niego que no lo posea, porque no todos poseen eso, pero siento que lo utiliza mal en sus películas, no lo balancea y por eso, el peso queda de un solo lado de la balanza y hace que caiga y haga enchastre. Los temas que toca la cinta son increíbles: políticos desinteresados en el pueblo pero ventajeros para su conveniencia, el poder de las redes sociales, el de poder amar u odiar a alguien en cuestión de segundos, egoísmo, la manipulación de los medios de comunicación, por nombrar los miles de temas que son un espejo de la realidad. Su falla es, simplemente, que le falto fuerza, darle un poco de profundidad para solidificarla y hacerla mas alucinante aun. Pero tengo la impresión de que McKay hace lo que se le encanta a él y tiene delirios de grandeza que se cree que es Ethan y Joel Coen, cuando agarra una cámara y se pone a filmar. Capaz me estoy equivocando, pero es la reacción que me provoca, lo mismo me paso cuando vi Vice, no entiendo su necesidad excesiva de sarcasmo cuando tranquilamente podría usar lo justo y necesario, para así resaltar mas su temática.
Debo admitir que su elenco es maravilloso, incluyendo DiCaprio y Lawrence, quienes no fueron de mi agrado, pero en esta cinta lograron convencerme y transmitirme sus nervios, emoción, dolor, frustraciones y hasta me sacaron una sonrisa. Sin olvidar de nombrar las actuaciones estelares Meryl Streep, Jonah Hill, Cate Blanchett, Timotheé Chalamet, Rob Morgan y Mark Rylance, y los otros muchos que hicieron que el reparto funcione con armonía y seguridad, incluyendo a la hermosa Ariana Grande. Me gusto mucho el final, lo disfrute, era lo que quería que pasara y quede conforme, si la primera hora y veinte hubiera sido balanceada, evidentemente esta se hubiera convertido en una de mis favoritas del 2021... Espero, y sé, que el queridísimo Adam McKay, para su próxima película piense un poco en frio antes de dirigir y haga una cinta mas increíble y con temas mas buenos y profundos, como lo logro en esta.
Son temas para reflexionar, para dejarnos con ese sabor a la duda y a la incertidumbre, hacernos recapacitar y encarrilarnos a mejorar las cosas antes de que sea demasiado tarde. Tristemente, esta película, tenia todas las chances de ser una de las mejores películas con contenido insólito, autentico y desgarrable para la audiencia pero prefirió tirarse a la cuerdas de lo seguro, que cree que puede funcionar, o simplemente no quiso serlo por cuestiones de ego. Adam McKay, quien escribe y dirige esta cinta, ya mostro en su película anterior Vice (2018) que tiene un sentido de humor irónico, satírico y cínico para contar historias, demasiado diría, para mi gusto, es tanta la cantidad que posee que al verlo en una pantalla se hace meloso y llega hartarte. No niego que no lo posea, porque no todos poseen eso, pero siento que lo utiliza mal en sus películas, no lo balancea y por eso, el peso queda de un solo lado de la balanza y hace que caiga y haga enchastre. Los temas que toca la cinta son increíbles: políticos desinteresados en el pueblo pero ventajeros para su conveniencia, el poder de las redes sociales, el de poder amar u odiar a alguien en cuestión de segundos, egoísmo, la manipulación de los medios de comunicación, por nombrar los miles de temas que son un espejo de la realidad. Su falla es, simplemente, que le falto fuerza, darle un poco de profundidad para solidificarla y hacerla mas alucinante aun. Pero tengo la impresión de que McKay hace lo que se le encanta a él y tiene delirios de grandeza que se cree que es Ethan y Joel Coen, cuando agarra una cámara y se pone a filmar. Capaz me estoy equivocando, pero es la reacción que me provoca, lo mismo me paso cuando vi Vice, no entiendo su necesidad excesiva de sarcasmo cuando tranquilamente podría usar lo justo y necesario, para así resaltar mas su temática.
Debo admitir que su elenco es maravilloso, incluyendo DiCaprio y Lawrence, quienes no fueron de mi agrado, pero en esta cinta lograron convencerme y transmitirme sus nervios, emoción, dolor, frustraciones y hasta me sacaron una sonrisa. Sin olvidar de nombrar las actuaciones estelares Meryl Streep, Jonah Hill, Cate Blanchett, Timotheé Chalamet, Rob Morgan y Mark Rylance, y los otros muchos que hicieron que el reparto funcione con armonía y seguridad, incluyendo a la hermosa Ariana Grande. Me gusto mucho el final, lo disfrute, era lo que quería que pasara y quede conforme, si la primera hora y veinte hubiera sido balanceada, evidentemente esta se hubiera convertido en una de mis favoritas del 2021... Espero, y sé, que el queridísimo Adam McKay, para su próxima película piense un poco en frio antes de dirigir y haga una cinta mas increíble y con temas mas buenos y profundos, como lo logro en esta.

6,7
11.260
9
6 de marzo de 2022
6 de marzo de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me entere hace años atrás que iban a hacer una remake de West Side Story (Amor Sin Barreras, en mi país) no fue mucho de mi agrado, porque es un musical y una película que llegaron a cautivarme y volar mi imaginación. Como todos sabemos, muchas de las remakes (no todas, algunas) siempre se las incentivo a que sean mejores que las originales, pero la mayoría de ellas fueron fracasos, no solo de taquilla, si no en la calidad y hasta diría que otras son una copia directa, sin traer nada nuevo. Peor me puse cuando me enteré que Steven Spielberg iba a tomar las riendas del proyecto.
No me malinterpreten, Spielberg es uno de los mejores cineastas que puede existir en la historia del cine, trajo películas de alto nivel y genuinidad para la mitad de los años 70, revolucionó las pantallas grandes en los 80 y se consagro en los 90. Ya para fines del siglo y comienzos del nuevo milenio empezó a tener sus tropiezos grandes y algunas de sus películas se veían débiles, como si tuviera la necesidad de subestimar al público con algo grande y majestuoso. Repito, no me malinterpreten, él hizo tanto por el cine, es un director apasionado, perfeccionista y predispuesto para el trabajo, sin dejar de explorar la áreas que hay en el campo. Es un director que nunca se rebajo al nivel de otras películas para que lo consuman, aunque El Mundo Perdido: Jurassic Park (1997) fue un claro ejemplo de querer volver a ser cabecilla en las taquillas. A pesar de eso, nunca se vendió y se dedicó a ninguna franquicia: miren el claro ejemplo de su disputa con Kathleen Kennedy, presidenta de LUCASFILM, acerca del proyecto de Indiana Jones 5, que está pactada a estrenarse el próximo año, donde soltó las riendas porque no le cuadraba. Se mantiene fiel así mismo aunque el cine de hoy esta acostumbrado a otro tipo de productos y ya no se sorprenda como llegó hacerlo Tiburón (1975), Encuentros Cercanos de Tercer Tipo (1977), o E.T (1982), Steven va a seguir haciendo lo que crea es correcto, como lo hizo toda su carrera, cuando decían que lo que él hacía "no era cine". Muchachos, muchas de las películas que ven hoy en día existen porque antes Steven Spielberg lo hizo posible, así que, le debemos casi todo, como a muchos otros grandes.
Volviendo a la cinta, West Side Story, no es solo es una adaptación increíble, si no que coloca a Spielberg en un escalón superior reafirmando su talento y visión. Esta adaptación no es una copia directa, es nueva y fresca, respeta la original y le rinde un hermoso homenaje, dándonos una moraleja latente. Así que los que vayan a ver esta cinta, y ya hayan visto la de 1961 van a disfrutar los 156 minutos del largometraje, de principio a fin. Es alucinante, poderosa e imponente, no posee ninguna falla en lo argumental, es fiel y sólida. Spielberg dirige con limpieza y detalle, sin perder una pizca de imagen, el diseño de producción es frío, por momentos cálido y espectral, me encantó eso de las grúas de demolición y algunos edificios derrumbados donde los personajes llevan la acción constante. Los números de bailes son perfectos y de gran desplazamiento, la música suena fuerte y pegajosa, realmente, cuando la escuchas te dan ganas de bailar como los que habitan en ella. En lo personal me canté todas las canciones, pues el género Musical es mi segundo género favorito, y pude notar que modificaron algunas letras pero aún así tiene magia que solo Stephen Sondheim (en paz descanse) podía trasmitir en sus letras.
En cuanto las actuaciones, Ansel Elgort es encantador y enérgico, posee todo lo que una interpretación de Tony requiere, creo que si algún día traen a la pantalla de nuevo Romeo y Julieta, el puede interpretar a Romeo con facilidad; David Alvarez le da a Bernardo masculinidad, sensualidad y potencia, algo que me gusto fue que siempre tiene su mano sobre el cinturón como si marcara presencia. Ariana DeBose, es la Anita perfecta, no hay nada de lo que me pueda quejar, solo exijo que le den su Oscar de Mejor Actriz de Reparto, porque no solo actúa increíble, baila como las diosas. Acá tengo que desentonar un poco, pues, Rachel Zegler, quien interpreta a María, está muy lejos de la que nos brindo Natalie Wood por allá en 1961, faltó fuerza, canta hermoso, no lo niego, pero hay algo en su actuación que no me convence del todo, si bien es la protagonista, esperaba y exigía más como espectador. Y no voy a olvidarme de la única Rita Moreno, actriz que actuó ya en la de 1961 haciendo de Anita, que le valió un Oscar a Mejor Actriz de Reparto, su participación en esta cinta es esencial y de gran transparencia.
No la puedo comparar con la original que Robert Wise trajo hace sesenta años atrás, porque eso es de idiota. Esta adaptación no pierde nada, respeta los temas autóctonos y agrega otros, y si hacemos una comparativa con la realidad, pareciera que en sesenta años no cambiamos lo suficiente: la discriminación, la ignorancia, la homofobia, la violencia, los abusos sexuales siguen existiendo, desafortunadamente. Pero por sobre todas las cosas, tenemos un arma más fuerte, el amor, que siempre está, es fuerte y no titubea, y siempre va a predominar sobre el odio. Es triste que su estreno haya pasado desapercibido, pues Spider-Man: Sin Regreso a Casa ocupó la mayoría de las salas, dejando de un lado eso, cuando la vean van disfrutarla por completo, dan ganas de volver a verla, hace que ir al cine valga la pena y sea una experiencia deslumbrante.
No me malinterpreten, Spielberg es uno de los mejores cineastas que puede existir en la historia del cine, trajo películas de alto nivel y genuinidad para la mitad de los años 70, revolucionó las pantallas grandes en los 80 y se consagro en los 90. Ya para fines del siglo y comienzos del nuevo milenio empezó a tener sus tropiezos grandes y algunas de sus películas se veían débiles, como si tuviera la necesidad de subestimar al público con algo grande y majestuoso. Repito, no me malinterpreten, él hizo tanto por el cine, es un director apasionado, perfeccionista y predispuesto para el trabajo, sin dejar de explorar la áreas que hay en el campo. Es un director que nunca se rebajo al nivel de otras películas para que lo consuman, aunque El Mundo Perdido: Jurassic Park (1997) fue un claro ejemplo de querer volver a ser cabecilla en las taquillas. A pesar de eso, nunca se vendió y se dedicó a ninguna franquicia: miren el claro ejemplo de su disputa con Kathleen Kennedy, presidenta de LUCASFILM, acerca del proyecto de Indiana Jones 5, que está pactada a estrenarse el próximo año, donde soltó las riendas porque no le cuadraba. Se mantiene fiel así mismo aunque el cine de hoy esta acostumbrado a otro tipo de productos y ya no se sorprenda como llegó hacerlo Tiburón (1975), Encuentros Cercanos de Tercer Tipo (1977), o E.T (1982), Steven va a seguir haciendo lo que crea es correcto, como lo hizo toda su carrera, cuando decían que lo que él hacía "no era cine". Muchachos, muchas de las películas que ven hoy en día existen porque antes Steven Spielberg lo hizo posible, así que, le debemos casi todo, como a muchos otros grandes.
Volviendo a la cinta, West Side Story, no es solo es una adaptación increíble, si no que coloca a Spielberg en un escalón superior reafirmando su talento y visión. Esta adaptación no es una copia directa, es nueva y fresca, respeta la original y le rinde un hermoso homenaje, dándonos una moraleja latente. Así que los que vayan a ver esta cinta, y ya hayan visto la de 1961 van a disfrutar los 156 minutos del largometraje, de principio a fin. Es alucinante, poderosa e imponente, no posee ninguna falla en lo argumental, es fiel y sólida. Spielberg dirige con limpieza y detalle, sin perder una pizca de imagen, el diseño de producción es frío, por momentos cálido y espectral, me encantó eso de las grúas de demolición y algunos edificios derrumbados donde los personajes llevan la acción constante. Los números de bailes son perfectos y de gran desplazamiento, la música suena fuerte y pegajosa, realmente, cuando la escuchas te dan ganas de bailar como los que habitan en ella. En lo personal me canté todas las canciones, pues el género Musical es mi segundo género favorito, y pude notar que modificaron algunas letras pero aún así tiene magia que solo Stephen Sondheim (en paz descanse) podía trasmitir en sus letras.
En cuanto las actuaciones, Ansel Elgort es encantador y enérgico, posee todo lo que una interpretación de Tony requiere, creo que si algún día traen a la pantalla de nuevo Romeo y Julieta, el puede interpretar a Romeo con facilidad; David Alvarez le da a Bernardo masculinidad, sensualidad y potencia, algo que me gusto fue que siempre tiene su mano sobre el cinturón como si marcara presencia. Ariana DeBose, es la Anita perfecta, no hay nada de lo que me pueda quejar, solo exijo que le den su Oscar de Mejor Actriz de Reparto, porque no solo actúa increíble, baila como las diosas. Acá tengo que desentonar un poco, pues, Rachel Zegler, quien interpreta a María, está muy lejos de la que nos brindo Natalie Wood por allá en 1961, faltó fuerza, canta hermoso, no lo niego, pero hay algo en su actuación que no me convence del todo, si bien es la protagonista, esperaba y exigía más como espectador. Y no voy a olvidarme de la única Rita Moreno, actriz que actuó ya en la de 1961 haciendo de Anita, que le valió un Oscar a Mejor Actriz de Reparto, su participación en esta cinta es esencial y de gran transparencia.
No la puedo comparar con la original que Robert Wise trajo hace sesenta años atrás, porque eso es de idiota. Esta adaptación no pierde nada, respeta los temas autóctonos y agrega otros, y si hacemos una comparativa con la realidad, pareciera que en sesenta años no cambiamos lo suficiente: la discriminación, la ignorancia, la homofobia, la violencia, los abusos sexuales siguen existiendo, desafortunadamente. Pero por sobre todas las cosas, tenemos un arma más fuerte, el amor, que siempre está, es fuerte y no titubea, y siempre va a predominar sobre el odio. Es triste que su estreno haya pasado desapercibido, pues Spider-Man: Sin Regreso a Casa ocupó la mayoría de las salas, dejando de un lado eso, cuando la vean van disfrutarla por completo, dan ganas de volver a verla, hace que ir al cine valga la pena y sea una experiencia deslumbrante.

7,0
25.223
8
21 de enero de 2022
21 de enero de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ridley Scott es uno de los mejores directores que posee Hollywood, durante los años sigue estando presente, trayendo películas, algunas más destacables que otras, pero sin embargo sigue estando y es lo que importa. Esta cinta, El Último Duelo, es una epopeya medieval, ya hemos visto trabajos de él que también transcurrían en ese ambiente como Cruzada (2005) o Robin Hood (2010); muchos dirán que este tipo de genero ya no es rentable para el cine, pues lo que hoy es rentable son los productos de superhéroes, la diferencia que es que los superhéroes no traen nada más que su egoísmo por salvar el mundo, en cambio este tipo de películas traen una crítica y un mensaje para la audiencia, el caso de El Ultimo Duelo, es una crítica latente y un mensaje fuerte y esperanzador.
Me puso contento volver a ver escenarios reales, castillos reales, pues la película fue filmada en Francia, actores sobre caballo reales, sin abusar de efectos especiales y CGI. Es oscura, tétrica, fuerte, violenta y sanguinaria, quien ya este acostumbrado a Scott verá en su obra maestra Gladiador (2000) donde la sangre corre en muchas escenas de batallas, esta no es la excepción.
A pesar de todas estas bellezas, debo admitir que su estructura no logro convencer lo suficiente, o sea, los momentos fuertes los tiene, los momentos de batalla los tiene, los momentos en que los personajes se desarrollan los tiene, está bien balanceada. Su problema es que el guion (escrito por los mismísimos Matt Damon y Ben Affleck, ganadores de Mejor Guion Original en 1997 por la gran En Busca del Destino) vuelve mucho sobre sus pasos, y eso hace que sea un poco confusa y repetitiva. Trae tres verdades, dependiendo punto de vista, aunque una de ellas es la verdadera verdad, pero la falta de definición sobre cada verdad es débil. Las actuaciones no son del todo convincentes, Matt Damon pareciera que carece de carácter ante ciertas situaciones, Ben Affleck es como si hiciera el mismo papel en todas las películas, en cuanto a Adam Driver y Jodie Comer, quienes se llevan la mayor parte, tienen química, conexión, pero se los ve tímidos. La música de Harry Gregson Williams embellece cada cuadro y es tan épica como lo fue la música de Armageddon (1998), Cruzada (2005) y Las Crónicas de Narnia (2005/2008) En cuanto a la escena del duelo final, es exquisita, inquietante y enérgica, es una de las mejores escenas de la cinta.
Ya Scott mostró en Thelma y Louise (1991) que las mujeres tienen el poder y tienden a levantarse y oponerse contra el sistema machista del momento, en este film, hace lo mismo. En las escenas de la Corte, cuando Marguerite (Comer) da su testimonio, muchos la consideran de infiel a su marido, que realmente prefería a Le Gris (Driver) sobre su marido (Damon), pero ella sabe lo que dice, no miente, trae la verdad, la única verdad, lástima que no todos le crean. La misoginia está presente, el machismo también, como solemos ver en algunos sectores de nuestra actualidad, la masculinidad latente también, el orgullo de defender lo que le conviene a uno, y también defender lo cree que es correcto también. Pero lo que está más fuerte y siempre listo para oponerse a estas injusticias es la voz de las mujeres, que no cesara ante nadie.
Si bien no es el mejor trabajo de Scott en cuanto a lo estructural, pero en cuanto a visual y a historia, tiene aprobación y efectividad. Agradezco que él siga dando vueltas y traiga películas disfrutables y por sobre todo, reflexivas para la audiencia, que es lo que necesita para estos tiempos de cambios.
Me puso contento volver a ver escenarios reales, castillos reales, pues la película fue filmada en Francia, actores sobre caballo reales, sin abusar de efectos especiales y CGI. Es oscura, tétrica, fuerte, violenta y sanguinaria, quien ya este acostumbrado a Scott verá en su obra maestra Gladiador (2000) donde la sangre corre en muchas escenas de batallas, esta no es la excepción.
A pesar de todas estas bellezas, debo admitir que su estructura no logro convencer lo suficiente, o sea, los momentos fuertes los tiene, los momentos de batalla los tiene, los momentos en que los personajes se desarrollan los tiene, está bien balanceada. Su problema es que el guion (escrito por los mismísimos Matt Damon y Ben Affleck, ganadores de Mejor Guion Original en 1997 por la gran En Busca del Destino) vuelve mucho sobre sus pasos, y eso hace que sea un poco confusa y repetitiva. Trae tres verdades, dependiendo punto de vista, aunque una de ellas es la verdadera verdad, pero la falta de definición sobre cada verdad es débil. Las actuaciones no son del todo convincentes, Matt Damon pareciera que carece de carácter ante ciertas situaciones, Ben Affleck es como si hiciera el mismo papel en todas las películas, en cuanto a Adam Driver y Jodie Comer, quienes se llevan la mayor parte, tienen química, conexión, pero se los ve tímidos. La música de Harry Gregson Williams embellece cada cuadro y es tan épica como lo fue la música de Armageddon (1998), Cruzada (2005) y Las Crónicas de Narnia (2005/2008) En cuanto a la escena del duelo final, es exquisita, inquietante y enérgica, es una de las mejores escenas de la cinta.
Ya Scott mostró en Thelma y Louise (1991) que las mujeres tienen el poder y tienden a levantarse y oponerse contra el sistema machista del momento, en este film, hace lo mismo. En las escenas de la Corte, cuando Marguerite (Comer) da su testimonio, muchos la consideran de infiel a su marido, que realmente prefería a Le Gris (Driver) sobre su marido (Damon), pero ella sabe lo que dice, no miente, trae la verdad, la única verdad, lástima que no todos le crean. La misoginia está presente, el machismo también, como solemos ver en algunos sectores de nuestra actualidad, la masculinidad latente también, el orgullo de defender lo que le conviene a uno, y también defender lo cree que es correcto también. Pero lo que está más fuerte y siempre listo para oponerse a estas injusticias es la voz de las mujeres, que no cesara ante nadie.
Si bien no es el mejor trabajo de Scott en cuanto a lo estructural, pero en cuanto a visual y a historia, tiene aprobación y efectividad. Agradezco que él siga dando vueltas y traiga películas disfrutables y por sobre todo, reflexivas para la audiencia, que es lo que necesita para estos tiempos de cambios.

5,6
10.637
3
24 de enero de 2023
24 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez Roger Ebert, gran crítico de cine del Chicago Sun Times, cuando empezaba una reseña de una película bastante particular decía: “No soy el indicado para reseñar esta película”. No es que quiera parecerme a él, pero voy a iniciar con esa frase.
“No soy el indicado para reseñar esta película” porque realmente no sé qué fue lo que vi, una secuencia de escenas e imágenes distorsionadas, que no sé cómo se sostenían porque ni un hilo conductor las llevaba con la mano, es tan desesperante que me ponía nervioso el no poder entenderla o abrazarla por completo.
“Blonde” es un trabajo tan incompleto que me da pena, al tener un exquisito diseño de producción, un vestuario hermoso y algunos planos y movimientos de cámara tan increíbles que realmente puede destacarse en ello. Su contenido es muy complicado, no sé qué es el principio, ni se cuál es el desenlace y lo único que pude adivinar fue su final porque literalmente vi los títulos finales indicándome que había terminado. No puedo decir que es una cinta que deja mal a la queridísima e inmortal Marylin Monroe, o más bien, Norma Jeane Baker (o Mortenson), tampoco crea que sea misógina, es más como algo incomprensible y no justificándose de que la misma Marylin lo era, si no en cuanto a contenido de trabajo: tenían mucho para contar pero al no saber cómo manosearlo, filmaron momentos especiales y los unieron, dejándola completamente desordenada, con escenas de nudismo y sexo que no van en ciertos momentos y personajes fuera de sí.
Lana De Armas hace una buena interpretación, pero no la más memorable, es todo un reto ponerse en la piel de una figura como la de Marylin, pero creo que le falto y su problema no es nada más ni nada menos que el guion. Tiene el look, tiene el carisma y la belleza, pero en lo interior, que es el verdadero jugo, ahí sí que no puedo visualizar nada. En las escenas y a lo largo de la cinta, no pude disfrutar algún momento pequeño y solitario de ella, es como que todo el tiempo tiene que estar en situaciones extremas y tumultuosas, gritando y rompiendo cosas por doquier.
Es claro que su mayor problema, además de construir una historia para que sea fluida en sus 166 minutos, tiene que ver con la naturaleza que quiere mostrar; evidentemente su mística es un misterio. Me hizo acordar mucho a la The Doors (1991) del gran Oliver Stone, cinta que relataba la vida de Jim Morrison, interpretado maravillosamente por Val Kilmer. Lo que me hizo recordar fue eso, hay buenas actuaciones, pero la naturaleza de la película es un descifrar, la vi dos veces y no puedo conectar con ella en ningún momento.
Esta más que claro que Blonde es un fracaso estrepitoso de este año, una cinta que puede que algunos hayan esperado para espiar la vida de la Marylin, aunque insisto, si alguien quiere saber sobre ella debería hacer otro tipo de búsquedas. En lo personal, no es algo que me gusto, y no sé si estoy esperando una biopic de ella, pues al ser una celebridad que no muchos llegaron a conocerla en su círculo más adentro, es difícil descifrar como fue realmente su vida y cada detalle. Es una estrella de cine que depende quien la tome, la va a mostrar desde un punto de vista que a muchos no puede agradarles.
Mi rechazo no es con Marylin, ella siempre será un icono de cine, moda y cultura, mi rechazo es a este trabajo nauseabundo.
“No soy el indicado para reseñar esta película” porque realmente no sé qué fue lo que vi, una secuencia de escenas e imágenes distorsionadas, que no sé cómo se sostenían porque ni un hilo conductor las llevaba con la mano, es tan desesperante que me ponía nervioso el no poder entenderla o abrazarla por completo.
“Blonde” es un trabajo tan incompleto que me da pena, al tener un exquisito diseño de producción, un vestuario hermoso y algunos planos y movimientos de cámara tan increíbles que realmente puede destacarse en ello. Su contenido es muy complicado, no sé qué es el principio, ni se cuál es el desenlace y lo único que pude adivinar fue su final porque literalmente vi los títulos finales indicándome que había terminado. No puedo decir que es una cinta que deja mal a la queridísima e inmortal Marylin Monroe, o más bien, Norma Jeane Baker (o Mortenson), tampoco crea que sea misógina, es más como algo incomprensible y no justificándose de que la misma Marylin lo era, si no en cuanto a contenido de trabajo: tenían mucho para contar pero al no saber cómo manosearlo, filmaron momentos especiales y los unieron, dejándola completamente desordenada, con escenas de nudismo y sexo que no van en ciertos momentos y personajes fuera de sí.
Lana De Armas hace una buena interpretación, pero no la más memorable, es todo un reto ponerse en la piel de una figura como la de Marylin, pero creo que le falto y su problema no es nada más ni nada menos que el guion. Tiene el look, tiene el carisma y la belleza, pero en lo interior, que es el verdadero jugo, ahí sí que no puedo visualizar nada. En las escenas y a lo largo de la cinta, no pude disfrutar algún momento pequeño y solitario de ella, es como que todo el tiempo tiene que estar en situaciones extremas y tumultuosas, gritando y rompiendo cosas por doquier.
Es claro que su mayor problema, además de construir una historia para que sea fluida en sus 166 minutos, tiene que ver con la naturaleza que quiere mostrar; evidentemente su mística es un misterio. Me hizo acordar mucho a la The Doors (1991) del gran Oliver Stone, cinta que relataba la vida de Jim Morrison, interpretado maravillosamente por Val Kilmer. Lo que me hizo recordar fue eso, hay buenas actuaciones, pero la naturaleza de la película es un descifrar, la vi dos veces y no puedo conectar con ella en ningún momento.
Esta más que claro que Blonde es un fracaso estrepitoso de este año, una cinta que puede que algunos hayan esperado para espiar la vida de la Marylin, aunque insisto, si alguien quiere saber sobre ella debería hacer otro tipo de búsquedas. En lo personal, no es algo que me gusto, y no sé si estoy esperando una biopic de ella, pues al ser una celebridad que no muchos llegaron a conocerla en su círculo más adentro, es difícil descifrar como fue realmente su vida y cada detalle. Es una estrella de cine que depende quien la tome, la va a mostrar desde un punto de vista que a muchos no puede agradarles.
Mi rechazo no es con Marylin, ella siempre será un icono de cine, moda y cultura, mi rechazo es a este trabajo nauseabundo.
Más sobre Frano
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here