Es una película mas de todas las miles de películas que tratan sobre posesiones o intercambios de alma pero con un cambio y llevada con genero dramático y no cómico como solemos ver.
Aunque no deja de ser la típica película de las 4 de la tarde de poco presupuesto pero de todas esas esta se merece un aprobado.

Película perfecta para verla en familia. Con una historia interesante que expresa la importancia de la familia y el amor a un hijo, unos personajes principales y secundarios de renombre con una personalidad simpática, tiene un aprobado alto.

Quitando toda la parte de película americana para adolescentes, esta peli representa la bondad, amor, amistad, fortaleza, que puede llegar a tener una persona.

Los actores principales, en especial, Shane West, bordan y hacen que uno se meta en la historia.

Una comedia simple y llana, y además sin gracia puesto que la historia es bastante aburrida y predecible. La película es como un capítulo largo de Oliver y Benji en el cual siempre acaban ganando y marcando goles de maneras sorprendentes, solo que en esta son niños de 9 y 10 años.

El protagonista (Will Ferrell) tiene un papel malo por no decir malísimo. Con el intelecto de uno de sus pupilos y con una facilidad para cargarla increible.

Si no tienes nada que hacer no afectará a tu vida pero por favor no pierdas el tiempo con esta peli.

Me supuse que al ser protagonizada por Juan José Ballesta sería más que pasable pero no, a pesar de haber madurado como actor, o se supone, en la película no está nada bien, trabajo mejor en el bola cuando era un niño que ahora.

La película tiene, por decir algo, unos diálogos bastante pobres y eso cuando los hay.

María Valverde pasa sin pena ni gloria por el papel de una pequeña ladrona.

Y por último la historia, simple y llana.