El vínculo que se crea entre Okja y MIja es entrañable y hace que uno se meta en la historia con mayor emotividad. El animal gigante se hace querer y la valentía de Mija es envidiable. Se lanza a la aventura sin pensar, sin llevar nada consigo y, por distintas casualidades, va consiguiendo seguir a Okja hasta lograr salvarlo con la ayuda de la organización ALF. Está conformada por un grupo de jóvenes que son una especie de exageración de distintos perfiles de activistas comprometidos con el medio ambiente y la naturaleza. Un ejemplo claro es que uno de ellos está débil ya que no come casi nada para no dejar huella contaminante. La verdad es que son todos bastante peculiares y hacen un equipo con un objetivo común: salvar a los "cerdos" de su destino fatal.

Tilda Swinton con el doble papel de dos hermanas gemelas demuestra su flexibilidad interpretativa. Son dos personajes tipo, enfrentados entre sí pero ambos egoístas que buscan el beneficio económico y personal al explotar a los animales propiedad de su empresa.

Aunque al principio el personaje de Tony Lipp me parecía un poco cargante, acaba llegándote. Es claro, directo y sincero y no se complica. Su antítesis Don Shirley es disciplinado, modélico y constante pero está solo y enganchado al alcohol. Su viaje conjunto hace que ambos traspasen límites y se vayan influenciando para bien hasta llegar, incluso, a ser amigos y pasar la Navidad con la familia de Tony cuyo racismo inicial ha desaparecido.

Hubo momentos en los que me planteé lo difícil que debía ser vivir en América en aquel entonces siendo de color y cómo, todavía hoy, hay gente que tiene concepciones racistas e irracionales como las que se ven en la película.

¡Me parece magistral la manera que tienen de confluir las distintas historias al final! Escopetas, dinero, juego, diamantes y droga. ¡Lo tiene todo!