Sólida historia de atracos que, a pesar, de su corto presupuesto supo sacar el mayor partido posible de su reparto y de su guión. Obra obligada para los amantes del cine negro y del cine, en general.

De entrada, esperaba mucho menos de esta cinta. Sin embargo, me sorprendió la forma en la que te va atrapando su historia, a veces inquietante, a veces angustiosa, a veces provocadora. Tiene un buen guión y una dirección correcta, que evita caer en muchos tópicos habituales del cine de terror o del thriller, en especial, los sobresaltos. Nada de eso necesita, Chicho consigue crear la atmósfera adecuada para mantener la tensión.

Hay que tener en cuenta la época que atravesaba España cuando se filmó, de ahí, que la película resultase bastante provocativa en lo referente a la escena de las duchas de las internas que, además, no llega a esos desnudos que tanto caracterizaron a etapas posteriores del cine español.

Evidentemente, la película es una adaptación libre del poema de Homero, puesto que las coincidencias con el relato brillan por su escasez. Es una película plagada de personajes superficiales y con planos sólo preocupados de ensalzar las belleza de los personajes (por llamarlo de alguna manera).

Dedicada exclusivamente al lucimiento de Brad Pitt, para lo cual, incluso, se humaniza la figura de Aquiles, uno de los guerreros más despiadados de la antigua Grecia. Con todo esto, resulta poco creible el personaje.

En fin que es otra muestra más de efectos especiales y espectáculo como ya nos viene acostumbrando Hollywood en los últimos años, películas vacías de contenido que sólo se preocupan de ofrecer imágenes espectaculares, sin intentar transmitir ningún tipo de mensaje al espectador y, si lo hizo, me quedé igual.

La dirección, penosa y el guión, muy flojo.

Es una película que me ha sorprendido mucho, al principio pensaba que estaba sobrevalorada, pero una vez Cronenberg nos va contando esta historia con pulso firme, nos vamos dando cuenta de todo lo contrario, roza la maestría.

El guión es muy bueno y la dirección es buena, sólida y firme. Cronenberg debería prodigarse más en historias como esta o como Promesas del este, ya que parece navegar por ellas mejor que por el cine de terror.

En definitiva, esto es cine.

El caso Slevin presenta un argumento llamativo, que te atrapa. Por momentos parece una historia bastante complicada, pero a medida que pasan los minutos decae un poco, ya que las soluciones son bastantes más sencillas de lo que se espera.

El diseño en algunas escenas es curioso, lo que ayuda aún más a engancharte en la trama.

Las interpretaciones están a la altura y la dirección podría mejorarse, pero, en definitiva, es una buena película.