A primera vista parece una más de romanos, algo barata y con decorados teatrales, pero el director es Douglas Sirk, ¡¿que pinta el rey del melodrama en una película de romanos?!...llenarla de mala leche y hacer un elogio del salvajismo.

Lo digo porque tenemos claro desde el principio que el malo (Atila) es el bueno de la historia, además del protagonista absoluto, por eso quizás ponen al sosainas de Jeff Chandler como el supuesto héroe de la función, pero es casi un cero a la izquierda en la trama, incluso se muestra bastante torpe en las escenas de lucha.

En ninguna otra película los emperadores romanos fueron retratados de una forma tan triste y patética, parecen unos políticos envidiosos, catetos, corruptos y cobardes, que huyen de su ciudad con los bolsillos bien llenos y dejando tirados a sus ciudadanos (¿de que me suena a mi esto?).

Por contraste, Atila se muestra valiente, incorruptible y desprecia el oro que le ofrecen para "tener la fiesta en paz", respondiendo que él solo quiere destruir el sistema. No se si Douglas Sirk y sus guionistas eran comunistas anti-sistema pero aquí lo parecen.

Por último destacar la imagen icónica de Jack Palance, estoy casi seguro que los dibujantes de "La espada salvaje de Conan" copiaron su cara para sus viñetas.

Es tan tramposa que parece una peli de David Fincher.

Una cosa es querer sorprender y otra muy diferente es chotearse del espectador de mala manera, y es que Mctiernan hizo bien sus primeras películas (Depredador, Jungla de Cristal, La Caza del Octubre Rojo) y luego ha caido en el absurdo con patatas como Rollerball, el secreto de Thomas Crown y esta misma, en la que un grupo de elite del ejercito americano tiene muy mal rollo con uno de sus miembros y para allá va Travolta dispuesto a investigar que les pasa, le ven la cara de tonto que tiene y le mienten durante toda la cinta. Estoy harto de directores que se rien del espectador en plan: "mira, soy mucho más listo que tú, fijaté que trama tan enrevesada puedo dirigir".

Hola, fans de Star Wars, me llamo Reva, soy la inquisidora morenita, ¿que pasa?, ¿no os ha gustado mi serie?, pues si no os ha gustado es que sois unos racistas.

Además de inquisidora soy la hija secreta de Steven Seagal, tengo su misma expresividad, por eso me han dado el papel protagonista, no nos engañemos, aunque la serie lleve el nombre de Obi-Wan, es solo por cuestión de marketing.

Como bien se deja claro en la serie, el Obi-Wan no es más que un alelado monje blanquito y poco comprometido con la justicia social, un asqueroso, vaya.

La verdadera protagonista de la serie soy yo, por supuesto, ¿por que no os gusto?, soy más chula que mi padre, soy más ágil que Tarzán y además llevo un sable láser de diseño que se desdobla como si fuese una ameba.

Absolutamente todos los episodios están dirigidos por la misma persona, una mujer empoderada y no blanca llamada Deborah Chow que ya demostró su enorme talento en obra de arte como "Crónicas vampíricas" o "La bella y la bestia" versión adolescente.

Bueno os tengo que dejar porque...

Para empezar: la peli es mala, si, mala, pero tiene un algo, y sobre todo un buen mensaje:
Es bueno leer. El protagonista no es el típico heroe de acción y no usa el látigo, lo resuelve todo con su intelecto y anima a la gente a que se acerque a las bibliotecas, pero no para quemarlas, sino para leer. (algo muy raro en España).

No exagero, ni pizca.

Esta es la mejor serie de todos los tiempos, una comedia inteligente con dos pedazo de actores y unos guiones basados en la inmortal obra de PG Wodehouse que hacen palidecer a cualquier serie americana y no digamos europea.
Te ríes, te emocionas, viajas en el tiempo a una época perdida, los clubes londinenses, la campiña inglesa, todo es perfecto. Stephen Fry (V de vendetta, los amigos de Peter) como un mayordomo superdotado y Hugh Laurie (el doctor House) no pueden estar mejor en sus papeles.
Serie a reivindicar.