Aunque es un final algo descafeinado para lo que hasta el momento había sido una gran trilogía, esta tercera entrega de Kenshin sigue siendo una gran película.

La acción sigue siendo espectacular y los combates, especialmente el último, están brillantemente coreografiados y son muy fluidos, originales y brutales.

Quizás es el guión lo que más falla, ya que no le dan suficiente profundidad al personaje de Shishio y sus camaradas. Se entiende que no hay demasiado tiempo, pero podría haberse estructurado de otra forma. Shishio sigue siendo mejor en el anime.

Aun así una película más que digna, puro espectáculo visual, con una gran historia a lo largo de estas tres entregas.

No he sido muy fan de la mini saga de WolfCop, pero Dark Match si que me funciona. Su estética de muy bajo presupuesto funciona genial para su contexto histórico y cultural (como es el del wrestling de segunda categoría) y su idea es bastante alocada.
No llega a los puntos de locura que me gustaría (extraño cociendo otras pelis del director), pero es un buen punto de partida y parece que podríamos tener una segunda parte.
Sea como fuere, he disfrutado mucho de ella.

¡Por fin! Algo de exploración en otras culturas y mitologías que no sean la judeo-cristiana. Y tomando en serio (hasta donde yo entiendo) los rituales. Además tratando el tema con el marco de la dicotomía entre la tradición y el ansia por la integración en una nueva cultura, y sobre todo el rechazo. La dirección y producción es algo justita, si, y las interpretaciones tampoco son memorables, pero hace un trabajo funcional. Quizás hacia el final se vuelve muy convencional y eso deja mella, pero se agradece un intento como este.

Mi primer contacto con Suzuki Seijun y no decepciona. Tokyo Drifter tiene sabor a fábula urbana, con inspiración del minimalismo del manga y el cómic, para contarnos una historia clásica de yakuzas honorables intentando sobrevivir en un mundo corrupto en el que ya no son bienvenidos. Maravillosa película y maravillosa su canción principal.

Me encanta la forma tan brutal que tiene de mostrar lo caótico y complicado que pueden ser los sentimientos de los niños cuando tienen que enfrentarse a dilemas morales y acontecimientos duros en su vida.

Es capaz de aterrarte y enternecer a partes iguales.