Haz click aquí para copiar la URL
España España · barcelona
You must be a loged user to know your affinity with avanti
Críticas 314
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
El espíritu de la pintura
MediometrajeDocumental
España2017
5,5
61
Documental, Intervenciones de: Cai Guo-Qiang. Voz: Lluís Homar
7
20 de noviembre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El espíritu de la pintura, es un documental dirigido por Isabel Coixet en 2017, con guión de Núria Pujol, música de Remate y fotografía de Nils Dalamases y Jennifer Cox. Todos los caminos, todas las tendencias, las formas de crear, desde el pincel, la espátula los cepillos, los dedos, el propio cuerpo…y así hasta nunca acabar los recursos materiales a través de la historia del arte, han estado siempre presentes, incluida la pólvora coloreada como nos muestra el pintor Cai Guo-Qiang en este documental mediante la elegante delicadeza en la dirección de la realizadora y el tratamiento intimista de las imágenes junto al acertado tono del narrador (Lluís Homar).

Lo que nos muestra este excelente mediometraje es el acercamiento a un pintor y su proyecto largamente soñado con el sorprendente recurso de (además de los pigmentos y diversos materiales de dibujo sobre papel), otros materiales como la entablada, empedrada, o, la papiroflexia recortable, con los que lleva a cabo su particular homenaje al arte universal mediante la absoluta admiración hacia algunos de los maestros del Museo del Prado que nos contempla impertérritos desde siglos ha.

Rodeado de un tono intimista y emotivo, sus pensamientos, investigaciones y experimentaciones con la pólvora en su proceso creativo de gran formato, nos emociona con la pureza de los colores, el uso del fuego y la pólvora, la sensualidad que genera en cada acción un sorprendente resultado en el que el arte milenario de la pirotecnia nos coloca ante el caos organizado de Guo-Qiang para quien “lo inesperado es lo que nos acompaña, esto es lo que me atrae”.

Las interminables sensaciones por lo novedoso y los resultados obtenidos ante cada una de sus creaciones que sin lugar a dudas no deja indiferente a los asistentes a la traca final donde un asombrado público vive con la necesaria expectación los resultados de una acción pictórica a partir de materiales que siempre estuvieron al alcance de la creación, es lo que Cai Guo-Qiang nos muestra a través de la obra de arte de este precioso metraje con el que Isabel Coixet nos acerca a esta interesante experiencia cinematográfica.
23 de octubre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Cuánto cine entorno a las fiestas navideñas y las gentes que la habitan! José María Forqué, al igual que
en su momento lo hicieran José María Elorrieta con Mensajeros de paz (1957), Luis García Berlanga con Plácido (1961), o Fernando Palacios con La gran familia (1962), Forqué nos regaló Un millón en la basura (1967), un metraje bañado de tragicomedia donde no podía faltar el enfrentamiento entre la escasez y la abundancia, genialmente fotografiado por Juan Mariné, la música del gran Antón García Abril y el excelente guión de Vicente Coello, Pedro Masó y Antonio Vich.

En plena madurez creativa el realizador nos muestra la bondad cinematográfica de las imágenes que rezuman el espíritu navideño de unos seres difícilmente dados a los pocos caprichos recibidos, aunque sobrados de generosidad moral puesta a prueba con un tentador hallazgo que les pone a prueba la catadura moral donde la conciencia pesa infinitamente más que todas las riquezas en manos de quien nunca tuvo más poder económico que el de vivir de fiado.

Pepe Martínez (José Luis López Vázquez), manguero de profesión, tiene un golpe de suerte que, al compartirlo con su esposa Consuelo (Julia Gutiérrez Caba) altera la percepción de lo acontecido, hasta el punto de anteponer la conciencia y la posible culpabilidad, al apuro económico y la urgente necesidad por solucionar los problemas materiales gracias a la fortuna que se les ha presentado sin llamar.

Diferentes escenas que rondan el melodrama, están bañadas por grandísimos actores a cual más creíble: Aurora Redondo (María) y Rafael López Somoza (Joaquín) representan a la perfección el ego y la moderación patriarcales ante el golpe de suerte, quienes ante la incombustible decisión de Consuelo (su hija), la insostenible situación les lleva hasta dar con el origen del problema.

Un delicioso film que no puede ser visto sin albergar cierta ternura hacia los grandísimos personajes a los que no les podía faltar la solidaridad navideña de los buenos amigos genialmente interpretados por, entre otros, José Sacristán, Jesús Guzmán o Valentín Tornos. Llegados a este punto no podíamos dejar de mencionar a la otra parte: el sobrio banquero Don Leonardo Borja Salcedo (Guillermo Marín) o el subordinado Don Ramón González (José Sazatornil) así como al villancico anónimo omnipresente en múltiples escenas del que García Abril hace unas excelentes variaciones apropiadas para cada uno de los momentos. De nuevo, José María Forqué nos traslada a través de su cine a un mundo de emociones carentes de indiferencia, aunque generosamente llenas de su ingeniosa bondad cinematográfica.
17 de octubre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gattaca, es una película dirigida y guionizado por Andrew Niccol en 1997. Un realizador del que salen metrajes tan intranquilizadores como el guión en El show de Truman (1998) o la película que nos ocupa en la que se nos presenta una sociedad genéticamente programada, donde la previsibilidad de vida en los neonatos se adapta a los deseos parentales desde la posibilidad de modificar el código genético del nuevo nacido.

Desde las primeras imágenes donde la macro amplificación de sonidos apenas audibles para el oído humano, nos da una idea exacta del lugar en el que nos encontramos, nos lleva hasta la insignificancia que siempre se les ha dado a las sustancias que aquí, cobran un protagonismo absoluto, a través de las cuales se dividen a los humanos en diferentes grupos sociales.

Para los primeros el éxito, para los segundos la imposibilidad de acceder a escalas superiores por anomalía genética. Una ciencia ficción que muestra un alarmante parentesco con grandes clásicos donde el terror de El doctor Frankenstein (1931), la experimentación en La isla de las almas perdidas (1951), o el control de crecimiento limitado en La fuga de Logan (1976), entre una larga, larguísima lista de aventuras genéticas, solo pueden ser propias de mentes visionarias, con la única voluntad por dominar la vida convirtiéndola en un caos de atrocidades genéticas alterando a voluntad el orden biológico.

La voluntad y el deseo de Vincent (Ethan Hawke) del que depende su vida futura, pasará por la suplantación implicándose en acciones genéticas gracias al mercado negro de un oscuro personaje: German (Tony Shalhoub). El relato de los acontecimientos, no va más allá de las eternas complicidades entre triunfadores y fracasados, solo que en este caso ambos intereses se miden por la herencia genética recibida.

El tratamiento de las imágenes, la exclente música de Michael Nyman y la sobria aunque brillante fotografía de Slawomir Idziak, nos proporciona un producto final envuelto en el poético y esterilizado mundo futuro donde la belleza simétrica del entorno (excepto cuando se producen enfrentamientos y/o persecuciones) nos envuelve en un aparente mundo esterilizado a conciencia donde el más mínimo de los restos que nuestro organismo desprende incesantemente, puede ser susceptible de ser comercializado. Una gran película de ciencia ficción que de momento se queda en eso, en ciencia ficción…o no.
13 de octubre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trapped in Paradise (Cautivos en Paradise), es una película dirigida y guionizada por George Gallo en 1994 donde el polifacético creador, cómodo en diferentes ámbitos como (además de la dirección) el guión, la música, la pintura o la producción, nos muestra en Trapped in Paradise reminiscencias de sus aptitudes creativas en la ambientación que rodea este metraje donde toda una comunidad tocada por el espíritu de la Navidad se una frente a la realidad de la que participan los malos, entre los cuales algún parroquiano, desconfiados arrepentidos y codiciosos, sean o no lugareños.

El bullicio navideño y un gentío ávido por disfrutar de la hermandad que todo lo envuelve, nos lleva hasta Bill Firpo (Nicolas Cage) a quien la fortuna le hace tropezar con un objeto que compromete su conciencia. Ante la duda habla con su confesor el padre Ritter (Richard B. Shull) quien, además de ayudarle a calmar su espíritu, le informa sobre un acontecimiento que afecta a sus hermanos Dave y Alvin Firpo (Jon Lovitz y Dana Carvey respectivamente), lo cual augura problemas según Bill.

La señora Edna Firpo (Florence Stanley) consigue despejar cualquier duda sobre una carta y su destinatario, generando una situación que les obliga a emprender el compromiso adquirido por Dave y Alvin, que deberán solucionar en Paradise, lugar al que llegan de forma accidentada dándoles la bienvenida y la primera información sobre la personan que buscan.

Una serie de situaciones en el lugar donde les han indicado que podría encontrarse Sara (Mädchen Amick), les hace tomar la determinante decisión de actuar, pero antes necesitan visitar la tienda del señor Ed Dawson (John Ashton) y su socio Clovis Minor (John Bergantine) dos personajes nada fiables en la comunidad y algo intransigentes en el trato con los parroquianos del lugar.

Un cambio de escena nos lleva a Vic Mazzuci (Vic Manni) con un enfado considerable cuando se entera de las acciones de los Firpo en Paradise, lo que aceleran las acciones en una zona cada vez más complicada. La entrada en escena del banquero Clifford Anderson (Donald Moffat) y su esposa señora Hattie Anderson afectarán las relaciones entre Sara y Bill, ignorando lo que se les echa encima.

Complicaciones por parte del tendero, Clovis, el fugado Mazzuci, la señora Firpo, el agente Shaddus (Richard Jenkins) y algunos habitantes más de Paradise, enredan el entorno del problema que el espíritu navideño de los hermanos Firpo no acaban de solucionar, instalándose el caos, donde las energías y la bondad se alían para, tras algunos ajetreados percances posteriores, se intentan aclarar las dudas a causa de los enredos ocasionados. Interesante, amable y entretenida película que encaja con el espíritu navideño donde la bondad y la maldad se convierten en protagonistas frente a las intransigencias gracias a los lugareños de Paradise.
10 de octubre de 2019 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cartas de Sorolla, es una película de José Antonio Escrivá realizada en 2006, con guión de Horacio Valcárcel sobre la idea original del realizador. La excelente fotografía de Julio Madurga dan a las imágenes una asombrosa fidelidad al concepto de luz que tan enraizado tenía Sorolla. No debemos obviar además, la importancia en el asesoramiento y la documentación aportada por la bisnieta del pintor Blanca Pons-Sorolla que junto a los diferentes departamentos de arte, figurinista, montador, maquillaje y producción, han generado una más que interesante película sobre uno de los pintores más emblemáticos de la pintura.

Protagonizada por José Sancho (Sorolla) y Rosanna Pastor (Clotilde), la película hace un sucinto recorrido por la vida del pintor que recoge desde la infancia y su iniciación en el dibujo, hasta su consagración definitiva en la gran exposición de 1906 en París, pasando posteriormente por los lienzos que hizo para la Hispanic Society de Nueva York entre otras grandes producciones en las que el retrato fue siempre un brillante recurso en sus creaciones.

Los primeros aprendizajes del pintor, sus viajes y el amor por su Valencia natal hasta llegar a los últimos días de su vida, estuvieron siempre rodeados por el amor incondicional entre Clotilde y Sorolla generando una familia armonizada y entregada a la visión del mundo que el genial pintor de la luz tenía sobre la vida y la creación artística.

A partir de la correspondencia recíproca mantenida a través de los años, y los numerosos viajes, son hechos que, junto a la intención del realizador de dar vida a los cuadros, generan unos resultados realmente brillantes, elegantes y visualmente ricos, facilitados por las excelentes recreaciones de algunas de sus obras donde los tamizados colores inteligentemente fileteados entre sus diferentes partes, son esenciales (además de otros detalles técnicos y de composición) para adentrarnos brillantemente en la visión artística de un valenciano.

En líneas generales se trata pues de un buen trabajo cinematográfico que nos invita a penetrar en la vida del gran Joaquín Sorolla, disfrutar de la excelente fotografía, y de las acertadas interpretaciones de un elenco entregado a dar vida al entorno humano que en algún momento rodeó al maestro, entre los cuales, Antonio Valero como el periodista y biógrafo Ramón Bartomeu, Juli Mira como Vicente Blasco Ibáñez, Paco Vidal como Pérez de Ayala, o Jaroslav Bielsky como Huntington junto al nutrido plantel magníficamente entregado, dejando constancia cinematográfica de un hombre que siempre quiso vivir junto a las playas de Valencia.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para