You must be a loged user to know your affinity with antonio lopez herraiz
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,5
17.259
8
11 de febrero de 2022
11 de febrero de 2022
5 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni Mark Wahlberg es a fecha de hoy una estrella al alza que garantice nada en la taquilla ni constancia tenemos -avalándonos en el precedente de múltiples ejemplos- que videojuegos y cine sean una sociedad infaliblemente lucrativa. Así que tras la hostia morrocotuda -crítica y comercial- de 'Chaos Walking' (2021, Doug Liman) podríamos reconocer sin temor a columpiarnos que con el estreno de 'Uncharted' (2022, Ruben Fleischer) nos encontramos ante la prueba de fuego -o la revalida, dicho con propiedad- para la certificación de si Tom Holland por sí solo, sin valerse de la popularidad adquirida 'per se' por ninguna franquicia o personaje antes de que él la protagonizase, puede romper la taquilla teniéndole a él como cabeza de cartel. Porque en lo estrictamente tocante a la presencia, aptitudes físicas y, digámoslo por fin, carisma... ¡Tom Holland aprueba aquí con notable alto! Ojalá lo sembrado por su recaudación mundial no desacredite lo que digo.
Por lo pronto es un instrumento tan honestamente evasivo como no he visto en el género de aventuras desde el primer intento -y hasta donde sé, no último- de convertir a Alicia Vikander en Lara Croft. Tanto que voy a atreverme a recomendarle esta primera aventura cinematográfica del no descendiente de Francis Drake a todo quisqui al que le gustase 'Tomb Raider' (2018, Roar Uthaug) a la que supera ostensiblemente.
Antonio Banderas es un puntual y convincente adversario frente a un Holland a quien estar desprovisto de telarañas no le imposibilita balancearse por las alturas -emulando a Timothy Dalton en la escena más perdurable de 'Alta Tensión'- sirviéndose de las bondades tecnológicas del croma.
Que Ruben Fleischer ('Gangster Squad' o saga 'Zombieland') me tire incluso cuando rueda encargos ('Venom') también ayuda.
Un pasatiempo bastante molón que merece su oportunidad.
Por lo pronto es un instrumento tan honestamente evasivo como no he visto en el género de aventuras desde el primer intento -y hasta donde sé, no último- de convertir a Alicia Vikander en Lara Croft. Tanto que voy a atreverme a recomendarle esta primera aventura cinematográfica del no descendiente de Francis Drake a todo quisqui al que le gustase 'Tomb Raider' (2018, Roar Uthaug) a la que supera ostensiblemente.
Antonio Banderas es un puntual y convincente adversario frente a un Holland a quien estar desprovisto de telarañas no le imposibilita balancearse por las alturas -emulando a Timothy Dalton en la escena más perdurable de 'Alta Tensión'- sirviéndose de las bondades tecnológicas del croma.
Que Ruben Fleischer ('Gangster Squad' o saga 'Zombieland') me tire incluso cuando rueda encargos ('Venom') también ayuda.
Un pasatiempo bastante molón que merece su oportunidad.
8
21 de marzo de 2021
21 de marzo de 2021
5 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El motivo de que se me antoje tan sencillo describir el resultado del nuevo juguete cinematográfico guionizado por el inclasificable Max Landis ('Dirk Gently: Agencia de Investigaciones Holísticas'), cediéndole los mandos a la cortometrajista -amén de ser la creadora de la webserie 'Flat3', junto a otro par de proyectos, respectivamente un documental y largometraje- Roseanne Liang, es que conjuntamente han obrado lo que, de forma simultánea, puede coronarse, gracias estrictamente al empujón de sus últimos 30 minutos, como la mejor película bélica, la mejor película de aventuras, la mejor película fantaterrorífica, y sí, posiblemente la mejor película de acción del año. Lo que precede a la traca, ojo, tampoco tiene desperdicio; intercambiando con versatilidad ideas pertenecientes al relato de empoderamiento femenino -sí, el de verdad, aquí el hedor a misoginia es de tal credibilidad, crudeza e intensidad que carece de moralina o ademán posturista- con una revisitación al subgénero gremlin que no desmerece un ápice de las formuladas por Joe Dante o, retrayéndonos al pleistoceno en la materia, la adaptación de Richard Matheson en 'Pesadilla a 20.000 pies' (1963, Richard Donner).
Sería una verdadera lástima que, por su conveniente -por razones evidentes- circunscripción a la distribución en VOD y streaming, 'Pasajero Oculto' deviniese en inadvertido tesoro oculto.
Figurará entre lo mejor de este año. Estoy plenamente convencido.
Sería una verdadera lástima que, por su conveniente -por razones evidentes- circunscripción a la distribución en VOD y streaming, 'Pasajero Oculto' deviniese en inadvertido tesoro oculto.
Figurará entre lo mejor de este año. Estoy plenamente convencido.

6,3
20.337
8
6 de agosto de 2021
6 de agosto de 2021
3 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os aclaro de antemano, aún a riesgo de las pedradas que esto pueda acarrearme al reconocerlo, que a mí sí me gustó la primera 'Escuadrón Suicida'. Dicho lo cual, supongo que eso no me coloca en un lugar óptimo de objetividad (y sobre todo, exigencia) a la hora de juzgar la secuela, reinicio, replanteamiento o reloquecomosea de (parte de) los mismos personajes repasados -más oportuna e idóneamente- por el prisma de cartoon tromavilista: salvando las distancias entre el habitat mainstream de la andadura cinematográfica de DC y Warner con el target objetivo de público en la productora que amamantó a James Gunn (tanto detrás como delante de la cámara).
Gunn rescata de la primera aventura a los antihéroes que, como él mismo, no habrían desencajado vía cameo o participación secundaria en 'El Vengador Tóxico 4: Ciudadano Toxie' (2000, Lloyd Kaufman). A saber: Harley Quinn y Capitán Boomerang con los desbocadísimos (y uno de ellos más fugaz) Margot Robbie y Jai Courtney. Pese a que ninguno ensombrezca en la cuota de extravagancia a David Dasmaltchian (Polka Dot-Man).
Repiten también Joel Kinnaman y Viola Davis haciendo más o menos lo mismo.
Pero la auténtica y más disfrutable tomatina 'gunniana', allende la acidez que ya se le presupone al juguete, viene con los nuevos fichajes de la nueva y fantabulosa cuadrilla gangsta integrada por -y cito sólo a lo más granado- Idris Elba (Bloodsport), John Cena (Peacemaker) con una palangana de mear en la cabeza, la portuguesa Daniela Melchior (Ratcatcher) o el Rey Tiburón (voz de Sylvester Stallone).
Como los villanos 'antivillanos' -valga la redundancia-, Joaquín Cosío, Peter Capaldi y un remedo de dictador bananero personificado airosamente por Juan Diego Botto.
Para lo bueno y para lo malo, James Gunn es James Gunn. A los fans no les -no nos- defraudará. Aunque tampoco le habría perjudicado, al igual que a su predecesor, prescindir del mismo escollo: la media hora acumulada con el compadreo de sus protagonistas yéndose de copas y otra innecesaria subtrama de desengaños sentimentales para Harley.
Gunn rescata de la primera aventura a los antihéroes que, como él mismo, no habrían desencajado vía cameo o participación secundaria en 'El Vengador Tóxico 4: Ciudadano Toxie' (2000, Lloyd Kaufman). A saber: Harley Quinn y Capitán Boomerang con los desbocadísimos (y uno de ellos más fugaz) Margot Robbie y Jai Courtney. Pese a que ninguno ensombrezca en la cuota de extravagancia a David Dasmaltchian (Polka Dot-Man).
Repiten también Joel Kinnaman y Viola Davis haciendo más o menos lo mismo.
Pero la auténtica y más disfrutable tomatina 'gunniana', allende la acidez que ya se le presupone al juguete, viene con los nuevos fichajes de la nueva y fantabulosa cuadrilla gangsta integrada por -y cito sólo a lo más granado- Idris Elba (Bloodsport), John Cena (Peacemaker) con una palangana de mear en la cabeza, la portuguesa Daniela Melchior (Ratcatcher) o el Rey Tiburón (voz de Sylvester Stallone).
Como los villanos 'antivillanos' -valga la redundancia-, Joaquín Cosío, Peter Capaldi y un remedo de dictador bananero personificado airosamente por Juan Diego Botto.
Para lo bueno y para lo malo, James Gunn es James Gunn. A los fans no les -no nos- defraudará. Aunque tampoco le habría perjudicado, al igual que a su predecesor, prescindir del mismo escollo: la media hora acumulada con el compadreo de sus protagonistas yéndose de copas y otra innecesaria subtrama de desengaños sentimentales para Harley.

6,2
19.574
7
1 de octubre de 2021
1 de octubre de 2021
6 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin tiempo para morir. Sin tiempo para rodar. Sin tiempo para estrenarse. La elucubración en torno a la que orbitan la ironía y el doble sentido para adecuar el título del 25° episodio -de los producidos por el clan Broccoli- del agente británico al inclemente via crucis de cancelaciones toca a su fin. Y siendo leal a la tradición de cada fin de ciclo, a esta 'Sin tiempo para morir' no le falta tiempo -de hecho es la película más larga en la historia de toda la franquicia- para no reparar en gastos de acción, un autorreferencial sentido del humor -la mano de Phoebe Waller Bridge se nota, y para bien- o el consabido -por clásico, no por haberlo frecuentado últimamente- abuso del piruetismo y la fantasmada sobre los que no me explayaré salvo para recordar que, como el resto de cualidades antes citadas, ha sido paupérrimo en la época del 007 con la jeta de espárrago y andares de hooligan que se ha atrevido a arrinconar -cuando la etiqueta no le impele a corregir el hábito- el Martini con Vodka en pro de los botellines de Heineken.
Rami Malek empalma la resaca de su rapsodia bohemia confiándose a un villano Bond con megalomanía de manual y aptitud para compatibilizar la teatralidad del Blofeld más icónico de Donald Pleasance con el estoicismo coetáneo al practicado antes que él por predecesores con pedigrí tales como Mad Mikkelsen o Javier Bardem.
Lea Seydoux repite en sus labores de mamandurria inexpresiva mientras se le otorgan 15 minutos -más o menos- de gloria a Ana de Armas para no romper con la tradición de tontuelas adorables a las que en previas aportaciones interpretasen Britt Ekland, Jill St. John o Carey Lowell.
Oh, disculpad por no haber mencionado a la nueva agente 007: es que no me he quedado con su nombre.
El oscarizado ex teclista de Mecano -perdón, si no lo digo reviento- Hans Zimmer se ajusta a los parámetros sonoros de la marca alternando la música incidental con, a falta de un leit motiv estimulante, guiños continuos a los temas compuestos por John Barry para 'Al servicio secreto de su majestad' (1969, Peter Hunt), incluyendo la reutilización del convertido en auténtico tema musical de la cinta que interpretara Louis Armstrong.
En resumidas cuentas. De la aventura pulp de espías surgiste y ahí volverás.
Rami Malek empalma la resaca de su rapsodia bohemia confiándose a un villano Bond con megalomanía de manual y aptitud para compatibilizar la teatralidad del Blofeld más icónico de Donald Pleasance con el estoicismo coetáneo al practicado antes que él por predecesores con pedigrí tales como Mad Mikkelsen o Javier Bardem.
Lea Seydoux repite en sus labores de mamandurria inexpresiva mientras se le otorgan 15 minutos -más o menos- de gloria a Ana de Armas para no romper con la tradición de tontuelas adorables a las que en previas aportaciones interpretasen Britt Ekland, Jill St. John o Carey Lowell.
Oh, disculpad por no haber mencionado a la nueva agente 007: es que no me he quedado con su nombre.
El oscarizado ex teclista de Mecano -perdón, si no lo digo reviento- Hans Zimmer se ajusta a los parámetros sonoros de la marca alternando la música incidental con, a falta de un leit motiv estimulante, guiños continuos a los temas compuestos por John Barry para 'Al servicio secreto de su majestad' (1969, Peter Hunt), incluyendo la reutilización del convertido en auténtico tema musical de la cinta que interpretara Louis Armstrong.
En resumidas cuentas. De la aventura pulp de espías surgiste y ahí volverás.

6,0
5.105
2
30 de agosto de 2018
30 de agosto de 2018
17 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los argentinos son muy suyos, y no iban a ser menos que nosotros en lo tocante a darle sobresaltos a la taquilla -ya es el cuarto film de terror más rentable de su historia, y amenaza con una secuela- gracias una peliculita de horror que, según he oído, va un par de pasos por delante de la media actual en el género patrio. No quiero ni pensar cómo deben de ser el resto. Para un servidor que escribe estas líneas, las decepciones que mejor se llevan son las que se ven venir desde lejos, por culpa de una cartelería tan cutre y pobre -más propia de un producto 'direct to dvd- que presagia el desastre que está por venir. 'Aterrados' (2018, Demian Rugna) es un despropósito mayúsculo abordado con mayor pasión por el género que talento real empleado en su realización.
Si hablamos de contrastar cine fantástico y de terror iberoamericano, a uno y otro lado del charco, Demian Rugna no pertenece a la misma liga que Paco Plaza o un joven Guillermo Del Toro, sino que incluso podrían observarle por encima del hombro realizadores como Alberto Marini, Sergi Vizcaíno o Victor Matellano, artífices de las infumables 'Summer Camp', 'Xp 3D' -sí, ésa en la que habían más planos del culo de Ursula Corberó que escenas sangrientas- o 'Wax'. En la última que menciono, y a modo de anécdota, reseñaré que, al igual que en 'Aterrados', uno de los peores escollos a sortear es la risa involuntaria que provoca oir hablar -y conjugar los verbos al tuntún- a un actor anglosajón cuya deficiente locución castellana da aún más miedo que el tono fantasmal del relato. No ayuda tampoco a dotar de credibilidad a esta cosa la presencia de un par de dobles argentinos de Anthony Hopkins y Charlotte Rampling cuyos nombres ni recuerdo.
Ahí va pues mi recomendación, o mi advertencia más bien, de manteneros alejados de 'Aterrados' salvo que, todo sea dicho, tengáis ganas de soltar un puñado de carcajadas. Creo que podría ser la comedia argentina del año.
Si hablamos de contrastar cine fantástico y de terror iberoamericano, a uno y otro lado del charco, Demian Rugna no pertenece a la misma liga que Paco Plaza o un joven Guillermo Del Toro, sino que incluso podrían observarle por encima del hombro realizadores como Alberto Marini, Sergi Vizcaíno o Victor Matellano, artífices de las infumables 'Summer Camp', 'Xp 3D' -sí, ésa en la que habían más planos del culo de Ursula Corberó que escenas sangrientas- o 'Wax'. En la última que menciono, y a modo de anécdota, reseñaré que, al igual que en 'Aterrados', uno de los peores escollos a sortear es la risa involuntaria que provoca oir hablar -y conjugar los verbos al tuntún- a un actor anglosajón cuya deficiente locución castellana da aún más miedo que el tono fantasmal del relato. No ayuda tampoco a dotar de credibilidad a esta cosa la presencia de un par de dobles argentinos de Anthony Hopkins y Charlotte Rampling cuyos nombres ni recuerdo.
Ahí va pues mi recomendación, o mi advertencia más bien, de manteneros alejados de 'Aterrados' salvo que, todo sea dicho, tengáis ganas de soltar un puñado de carcajadas. Creo que podría ser la comedia argentina del año.
Más sobre antonio lopez herraiz
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here