Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with Javi McClane
Críticas 1.360
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
6
10 de julio de 2019
5 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos años se estranaba "Lo que hacemos en las sombras". Aquella película de culto me pareció sobrevalorada y muy fallida, a pesar de tener unas pocas virtudes, aunque terminaba siendo un producto olvidable.

Cinco años después, los mismos responsables de aquella, han traído un spin-off/serie de la original, ambientada en el mismo mundo, pero con nuevos personajes y en Estados Unidos (la original transcurría en Australia).

Las críticas han sido bastantes favorables, y es cierto que hay capítulos muy logrados, pero le sucede algo parecido a la película, y es que podría haber dado mucho más de si, aunque conviene recalcar que es muy superior a aquella, claro que, aquí cuentan con 10 episodios de media hora cada uno.

La dirección vuelve a correr a cargo de Taika Waititi y Jemaine Clement, y se nota que hay un interés en ofrecer algo digno, ya que los efectos especiales y de maquillaje no chirrían en ningún momento, y está todo bastante cuidado.

El guion (cortesía también de los mismos responsables) es una de cal y otra de arena. Hay episodios muy buenos (el primero o el sexto), y otros que no están a la altura (el segundo, por ejemplo, aunque el último también es muy decepcionante).

Luego tenemos a los personajes, y en este punto voy a aprovechar para comentar el reparto. Por un lado tenemos a Nandor (interpretado por Kayvan Novak) , que tiene algún momento divertido, pero que creo que palidece frente al resto de compañeros, aunque tiene buena química con el personaje de Guillermo.

Por otro lado, tenemos a Laszlo, interpretado por Matt Berry, estupendo actor que ya se pudo ver en un personaje inolvidable en la muy recomendable “The It Crowd”. Pero claro, ese factor hace que se espere demasiado de él, y si bien es cierto que tiene momentos gloriosos y muy divertidos, jamás alcanza la gloria de la serie mencionada. Pero se aprecia su presencia, y su buen hacer con el resto de personajes.

Quizás el personaje de Nadja sea el más logrado del trío vampírico, ya que consiguen un equilibrio de ternura y locura en ella, y también tiene comentarios más que logrados, así como algunas tramas tronchantes. La actriz Natasia Demetriou está estupenda.

Guillermo (Harvey Guillen), ayudante de vampiro, también resulta un personaje interesante y muy logrado, al ser el único personaje humano de la casa. Se empatiza bastante con él, y se entiende su frustración por tener que soportar a tres vampiros desquiciados. Mortales sus miradas a cámara, haciéndonos cómplices en todo momento.

Por último, tenemos a Colin Robinson (Mark Proksch), que por no destripar, no diré de quién se trata, pero puedo confirmar que, mientras que su presentación, en el primer episodio, seguramente sea lo mejor de la serie y prometa demasiado, luego se queda en una tierra de nadie y a medio gas. Y es que parece que los responsables no saben muy bien que hacer con él, ya que sus tramas posteriores no tienen garra (como la del segundo capítulo), y es demasiado secundario. Una pena, porque el momento la explicación de quien es, seguramente, sea de lo mejor del año.

En conclusión, estamos ante una serie divertida y vistosa, pero fallida, ya que, aunque es mejor que la película, se queda un poco en tierra de nadie, al no divertir ni escandalizar tanto como pretende. No obstante, para pasar el rato, y sí te gusta la comedia y los vampiros, cumple. Veremos que tal la (confirmada) segunda temporada.

Más críticas: ocioworld.net
18 de agosto de 2020
6 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde de que se anunciase la nueva serie apadrinada por el temible Jordan Peele (director la insufrible Déjame Salir y la correcta, pero poco más, Us / Nosotros o productor de esa mediocridad que fue el regreso de Twilight Zone y la fallida Hunters), decidí que no iba a verla, más que nada porque había escarmentado con producciones del antaño cómico metido a cineasta de prestigio (que ya me dirás...).

Que el señor Peele está obsesionado con el tema del racismo (aunque luego declaró que jamás pondría a un blanco de protagonista en sus películas... ahí lo dejo) no es ningún secreto, aunque eso no supondría ningún problema si al menos ofreciese productos realmente interesantes y convincentes, aunque se le vean las costuras y de qué pie calza en apenas segundos. No, el problema es que ofrece caviar y entrega a cambio poco menos que hamburguesas... pero de microondas.

Y es que seguramente estemos ante uno de los cineastas y productores más sobrevalorados de la actualidad, ya que cualquier cosa que toca (que se puede entender como simplemente invertir dinero y poner su nombre en el cartel) es aplaudida con furor. Y claro, ha llegado su nueva serie (también como creador) y la crítica se ha postrado ante sus pies, calificándola de obra de arte (...) y con un nada desdeñable 97% en Rotten Tomatoes, que se dice pronto.

No voy a entrar en dar mi opinión sobre lo que está sucediendo en estos inquietantes tiempos, donde se sobrevaloran productos que todos habremos olvidado antes de lo esperado, como la decepcionante última película de Spike Lee o el interminable videoclip orquestado para engrandecer todavía más el ego de Beyoné. Pero como ya digo, mejor centrarnos en el producto que nos ocupa.

Porque sí, después de las (exageradamente) entusiastas críticas, he decidido darle una oportunidad al piloto de la cacareada serie, presentando una propuesta de misterio, terror y ciencia ficción que combina los relatos de H.P. Lovecraft con el racismo de los años 50. Por cierto, muy curioso que se haya usado el nombre de dicho autor y su mitología, ya que era un confeso racista, con un poema catalogado como el más racista de la historia. Cierto es que esto se nombra en el primer episodio, pero si tan racista era (que lo era, y mucho...), no entiendo la necesidad de lucrarse a costa de su nombre, por mucho que haya dardos al popular autor. 

Finalmente, me he encontrado con un primer episodio de una hora de duración (algo excesiva, pero es lo que se lleva ahora en las series, y no puedo estar más en desacuerdo), que tarda demasiado en arrancar (de ahí el fascinante prólogo, para que nadie pierda la atención), con unos personajes bien dibujados pero que tampoco fascinan (aunque quizás sea pronto para decirlo) y que da lo que promete en sus diez minutos finales, con un cierre que deja con ganas de más, aunque tampoco para volvernos locos como en otras series con mejores pilotos.

Creo que es indudable que la serie cumple su cometido de entretener y enganchar, con un par de escenas más que destacables (la persecución o el mencionado clímax), pero tampoco nada que la haga merecedora de elogios como obra de arte o producto imprescindible. Reincido en esto porque hay que tener mucho cuidado con los mensajes que se dan a los espectadores, que al final son los que de verdad importan, ya que luego se basan en esas reseñas y se topan con productos que no son lo que ellos creían.

La dirección del primer episodio cumple, con las escenas comentadas, dejando la sensación de que han cuidado los detalles (como la ambientación) y ha habido un generoso presupuesto (de ahí la incesante campaña de marketing, siendo uno de los grandes estrenos del verano de HBO, plataforma que se está quedando atrás a marchas forzadas). Los efectos especiales son llamativos, pero hay algunos instantes donde quizás pequen de demasiado obvios, aunque tampoco nada realmente reprochable. 

En cuanto al guion, el trío protagonista funciona (aunque resulta llamativo que sus personalidades sean más acordes a los tiempos actuales que no a la época en la que se supone que están), no pudiendo hablar todavía de ningún personaje estrella (suele ser secundario) que mueva la trama, aparte de que la historia es demasiado obvia en su denuncia del deplorable racismo de la época (y de la actualidad, ya que hay cosas que nunca cambian, por desgracia), brillando la sutilidad por su ausencia. Creo que Peele está más preocupado de este último punto que no de la parte fantástica de la obra, llegando su última producción en el momento justo.

Respecto al reparto, nada que reprochar, con un felizmente recuperado Courtney B. Vance (que se estaba encasillando últimamente en papeles secundarios de apenas cinco minutos), un convincente Jonathan Majors o una entregada Jurnee Smollett-Bell (vista en Birds of Prey / Aves de presa), formando un trío de protagonistas que cumple, sin más. 

En conclusión, estamos ante una propuesta tan interesante como entretenida, y que deja con ganas de más, pero que no es ni un piloto perfecto ni la octava maravilla del mundo. Que no os engañen. Yo me conformo con que el resto de episodios estén por lo menos al mismo nivel (pedir más sería absurdo), y que no nos encontremos ante otra serie que prometía demasiado y luego se quedó en una soberana decepción. Y sí, me refiero a Hunters, también de Peele. Y es que otra cosa no, pero el bueno de Jordan es un vendehumos de cuidado...

Más críticas: ocioworld.net
3 de septiembre de 2021
7 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Advertencia: que ningún fan del clásico original, ya sea del de Disney o del cuento, se acerque a esta nueva versión. Yo ya he avisado. Dicho esto, empecemos con esta caótica versión del cuento. La nueva versión ha estado rodeada de polémicas, como la elección del Hada Madrina (interpretada por Billy Porter) o la promoción del film, con varios de sus protagonistas obstaculizando el tráfico. No sé muy bien quién fue el genio que creyó que eso era buena idea, pero lo que es seguro es que todos los palos se los ha llevado el cada vez más odiado James Corden, por cierto, productor de la película (además de secundario).

Sinceramente, me esperaba un absoluto desastre, y en cierta parte lo es, siendo una caótica actualización de la historia en la que, si te dejas llevar y dejas la vergüenza a un lado, seguramente disfrutes como lo que es, que no es otra cosa que un simpático pasatiempo diseñado para contentar al público de hoy en día, con todo lo que ello conlleva (LGBT y diversidad racial, para los despistados).

Técnicamente la película es una de cal y otra de arena, ya que los efectos visuales no desentonan y hay algún número musical curioso, pero no se puede decir lo mismo del resto de elementos, con un diseño de producción muy descuidado y un vestuario perezoso. Me dices que esta versión sucede en la actualidad, y me lo creo (de hecho creo que deberían haber apostado por ello). Quizás hayan querido jugar a eso, pero el experimento les ha salido un poco rana, ya que da la sensación de que han habido claras limitaciones presupuestarias, hasta el punto de que sus versiones anteriores (y hablo de los 90) lucen mucho mejor. Al final esto se asemeja más a una fiesta de disfraces rodada en un pueblo, que no a una gran producción, que creo que es lo que se pretende.

Sorprendente que el mismo director de la estupenda #Sexpact (Blockers), sea el responsable tras las cámaras, entre otras cosas porque la comedia con John Cena estuvo mucho más inspirada estéticamente. Aquí todo parece obra de un debutante. Jamás se me ocurriría insinuar que su trabajo es mediocre, pero se nota que sus responsables están más interesados en contentar a los adolescentes y ciertos colectivos que no en ofrecer un producto de calidad.

Y sí, estamos ante un musical, el cual combina canciones originales con éxitos pegadizos y conocidos por todos. La película es marchosa y dentro del género de la comedia musical llega a funcionar, pero algo me dice que sin la existencia de la estupenda Hamilton, esta nueva versión no existiría, por lo menos las partes rap. Es tan obvio que han pretendido darle un lavado de cara al ritmo de dicho estilo musical, que no voy a pararme mucho más en este punto. Y es que se le ven las costuras, porque no dejamos de estar ante una producción entretenida, pero tremendamente sencilla e inofensiva. Si llega a escandalizar será a los de siempre, pero si han investigado lo suficiente, seguramente puedan ignorarla y seguir viviendo en paz en sus respectivas cuevas.

La clave de este film es coger la historia clásica y adaptarla a los tiempos que corren, siendo una decisión que no le fue nada mal a producciones como Romeo + Julieta (la de DiCaprio) o Destino de caballero, y aquí se repite la jugada, aunque con resultados dispares. Por supuesto se abordan temas como el del feminismo (se coquetea con la temática LGBT, pero no se llega a ningún lado) de una forma interesante, con una subtrama de empoderamiento que le da un nuevo enfoque a la historia. Y oye, todo lo que sea intentar ser algo originales respecto al material original, bienvenido sea, por lo que ninguna queja.

En el reparto tenemos a una sorprendente Camila Cabello como gran protagonista. No me escondo, no tenía ni idea de quién era antes de ver la película, pero se ve que es una cantante mundialmente conocida, siendo este su debut en el cine. Pues lo hace infinitamente mejor que muchos otros actores y actrices, entregándose totalmente al personaje y con una vis cómica que ya quisieran muchos para sí mismos. A eso le añades que canta de forma espléndida, y ya tienes el trato hecho. Respecto al resto del reparto, y de la misma forma que Cabello, todos y cada uno de los intérpretes que aparecen en este festival se lo pasan pipa, abrazando la locura de la propuesta sin ningún tipo de vergüenza, como debe ser.

Destacar a unos geniales Nicholas Galitzine (también otra sorpresa), Billy Porter (que pide a gritos más minutos, siendo demasiado secundario para todo lo que se ha hablado de él) o los experimentados Minnie Driver y Pierce Brosnan. Por cierto, sobre este último, es fascinante la capacidad que tiene para reírse de sí mismo en referencia a las críticas que recibió por su intervención en la también inclasificable ‘Mamma Mia’. Porque sí, vuelve a atentar contra nuestros oídos, pero lo hace con la suficiente gracia como para que nos riamos con la broma.

También hay unos ratones, que no molestan cuando son animales, pero que se hacen algo pesados cuando se convierten en personas de carne y hueso, siendo cómicos que buscan desesperadamente la carcajada del espectador con gags ridículos y que ralentizan el devenir de los acontecimientos. Quizás tenga algo que ver que James Corden se haya reservado uno de los papeles (afortunadamente muy secundario) siendo bastante insufrible en cada una de sus apariciones. Creo que debería tomarse unas vacaciones, porque está comenzando a saturar al público, y eso nunca es buena señal.

Respecto al soundtrack, pues canciones populares que navegan entre éxitos de décadas pasadas y temas actuales, intentando congraciarse con todo tipo de público. No negaré que la mezcla queda curiosa, aunque destacaría los raps originales ofrecidos por la cinta.

Sigue en spoilers sin spoilers.

Más críticas: ocioworld.net
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En conclusión, jamás se me ocurriría decir que estamos ante una buena película, porque hay muchos elementos que pulir (los aspectos técnicos o el humor de algunos personajes), pero tampoco es el espanto que me esperaba, siendo un entretenimiento de lo tomas o lo dejas, que estoy seguro de que encandilará a los que sepan a lo que vienen, mientras que al resto seguramente les provoque pesadillas. Lo que viene siendo una película que no deja indiferente, y eso siempre es digno de elogio. Yo me he dejado llevar por su locura, y no negaré que me lo he pasado bien, pero tampoco que en dos días la habré olvidado. Me quedo con las intenciones y su maravilloso reparto, exceptuando a Corden. Sí, yo también le estoy comenzando a coger manía…
16 de septiembre de 2021
40 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de comenzar la crítica, debo confesar que no he leído las novelas de Dune ni he visto la película de David Lynch (podría haberlo hecho, pero quería ir virgen al visionado de esta nueva versión), por lo que no sé si eso le va a dar más o menos valor a mi reseña (algo me dice que, para la mayoría, mucho menos), pero conviene dejar las cartas sobre la mesa antes de adentrarnos en este arenoso mundo (nunca mejor dicho). Una vez aclarado ese punto, es obvio que no esperaba demasiado de esta cacareada nueva adaptación, con las expectativas controladas y con unos adelantos que jamás me apasionaron. Quizás también haya tenido algo que ver la filmografía de Denis Villeneuve, director y guionista de la película que nos ocupa, y que tiene trabajos muy destacables, como la estupenda Prisioneros (para mí, la mejor), y otros directamente soporíferos, como La llegada, en cuyo visionado no me dormí por respeto al mundo del cine. No es un director sencillo, y es mejor informarse sobre su trayectoria antes de afrontar un nuevo proyecto suyo, y Dune no es la excepción.

La crítica ha quedado convencida (aunque no tanto como se podía prever, ya que hay variedad de opiniones), siendo una cinta de ciencia ficción que los fans de las novelas (y algunos del film de Lynch) esperaban como el gran estreno del año, que por otra parte es casi como se ha vendido por parte de Warner Bros. Yo me he acercado a la sala de cine sin ningún tipo de prejuicio (a pesar de que muchos hablaban de aburrimiento después de su visionado), y aunque no me ha parecido ningún desastre, tampoco he visto el clásico memorable que muchos se han aventurado a afirmar, siendo un blockbuster carente de garra y que estoy seguro de que no va a funcionar, ni en taquilla ni entre el público. Pero mejor vayamos por partes.

No se puede negar que Villeneuve es un director maravilloso, el cual nos suele regalar planos realmente fascinantes, aunque en esta ocasión se nota que busca la obra maestra de forma desesperada en cada escena, en especial con los interminables aterrizajes de naves (qué obsesión…). Es su sello personal, y no seré yo el que se lo reproche, pero lo que es seguro es que no sabe manejar presupuestos, porque no es posible que una película como Dune haya costado la friolera de 165 millones de dólares (más que casi cualquier blockbuster de Marvel), los cuales no lucen en ningún momento del film. ¿A dónde ha ido a parar ese dinero? Ni idea, ya que prácticamente no hay acción en la cinta, y si hace acto de presencia, no es nada deslumbrante (ojo al efecto de las explosiones…), dejándonos igual que estábamos. Creo que los grandes estudios deberían comenzar a plantearse si tiene sentido invertir esa ingente cantidad de dinero en productos tan complejos y carentes de entretenimiento como el que nos ocupa, porque son jugadas torpes y que seguramente les hagan perder mucho dinero. Y sí, me estoy adelantando, pero creo que la nueva Dune va a ser uno de los grandes fracasos del año.

¿Por qué hago una afirmación tan descarada? Sencillo, porque ya han habido otros ejemplos de películas demasiado complicadas para el espectador medio que no han funcionado. Ya os adelanto que no veréis a demasiados espectadores aplaudiendo una vez aparezcan los títulos de crédito o que la recomienden de forma entusiasta, porque parece más un producto diseñado para la crítica especializada (amante de los ritmos lentos) que no para un público que espera un gran espectáculo sci fi y que se sentirá engañado por la campaña de promoción. Si se la puede llamar blockbuster es por su desorbitado presupuesto, pero por nada más, porque los momentos entretenidos o de acción se pueden contar con tres o cuatro dedos. Sé que resulta mundano reconocer algo así, pero la transcendencia y profundidad de la historia y el mensaje jamás debe estar reñida con el espectáculo, y aquí directamente no se hablan. Alguien ha presentado los papeles del divorcio, y Warner tiene todas las papeletas, provocando el hastío entre los espectadores que acaben en una sala viendo Dune por puro despiste. Contentos no van a salir, eso seguro…

No me atrevería a decir que es una cinta aburrida, porque no lo creo, pero sí lenta y excesivamente larga, con dos horas y media que se hacen cuesta arriba, hasta el punto de que estaba deseando que saliesen los títulos de crédito, y cuando éstos aparecen, las sensaciones no pueden ser más agridulces, asistiendo a un escaparate demasiado caro y pretencioso, que no da lo que promete. Siempre suelo destacar el inicio y el final de las películas que he visto recientemente, quejándome del nudo. Pues bien, en esta ocasión sucede exactamente lo contrario, con un inicio que tarda mucho en arrancar y un desenlace anticlimático, siendo una osadía llamarlo final, porque no lo es. Sí, lo sé, es una primera parte, y vaya si se nota. Lo más interesante está en el ecuador de la cinta, y es una pena que nos arrebaten esos logros en pro de una densidad que quizás esta propuesta no necesitaba.

Sabes que algo no va bien cuando, de las dos horas y media que dura la película, una la dedican a explicarte las normas y características del mundo ideado por Frank Herbert. No le restaré valor a su obra, entre otras cosas porque no la he leído (lo recuerdo por los despistados…), pero quizás han querido ser demasiado fieles, presentando a infinidad de personajes, y cuando te descuidas, aparece otro (la mayoría relleno), ocupando demasiados minutos y logrando que todo se ralentice todavía más. ¿De verdad había que explicarlo todo? No lo sé, pero a cada minuto te informan de algo, para que te adentres en su mundo, como si esto fuese ‘La guía de Dune‘ en vez de una película en sí. Llega un momento que ya te han perdido, por mucho que intenten recuperarte con escenas de batalla y combate cuerpo a cuerpo que provocan la misma intensidad que una carrera de caracoles.

Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.

Más críticas: ocioworld.net
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Creo que el principal problema de la película es que quiere ser profunda y trascendente, pero acaba siendo pretenciosa, vacía y fría (uno de los grandes males del cine de su director), en un conjunto sin alma y que estoy seguro de que dejará indiferente a más de uno. No hay nada en ella que la haga destacar, que nos convenza de que es la gran película que nos han prometido o que la crítica especializada tiene razón. No, amigos míos. Estamos ante otro caso de crítica vs público que se saldará (una vez más) con la victoria de los segundos. Villeneuve es un experto moviendo la cámara, pero es incapaz de conectar con el público, y Dune es un ejemplo más (y algo me dice que no será el último).

Por cierto, he visto la película en 3D, sorprendiéndome que dicho formato no haya muerto todavía, pero ya os confirmo que no aporta absolutamente nada al film. Bueno sí, más oscuridad, siendo el gran problema de dicho formato. ¿Qué sentido tiene aplicar esta técnica en una cinta sin casi acción? Otra pregunta de esas que no tienen respuesta, y si la hay, no seré yo el que la conteste, porque los caminos de Hollywood son inescrutables…

Jamás pensé que diría algo así de mi querido Hans Zimmer, pero su banda sonora tiene demasiados momentos ruidosos, entiendo que por exigencias del director, pero sin duda es una composición demasiado extraña y por debajo del nivel presentado hasta el momento por el mejor compositor de la historia, junto a John Williams, por supuesto. Se aprecia el intento de ofrecer algo novedoso y que case con el mundo de Dune, pero a mí me han dejado sordo en la sala de cine, con unas partituras que no me han acabado de convencer, y mira que de Zimmer me gusta todo. Ni eso nos queda…

Timothée Chalamet es el gran protagonista, siendo otra convincente actuación de esta joven promesa. No obstante, no se puede obviar el hecho de que se está relajando en el mismo papel de siempre, esto es muchacho despreocupado que va desarrollando su nivel de intensidad. Al final será otro caso de “está haciendo de sí mismo” o “siempre hace el mismo papel”. Fuera de eso, cumple como actor principal. El resto del reparto es espectacular, siendo lo más llamativo del film, con nombres como los de Rebecca Fergurson, Jason Momoa, Oscar Isaac, Josh Brolin, Javier Bardem o Zendaya (éstos dos últimos prácticamente anecdóticos). Es una pena que haya tantos personajes, siendo la mayoría de ellos intérpretes desaprovechados y cuyo único rol es dar más caché y elegancia al conjunto. Me quedo con una emotiva Fergurson y un carismático Jason Momoa, el cual tiene el personaje más agradecido de la cinta.

Y bien, esto es todo lo que tengo que decir de una de las producciones más cacareadas de los últimos años, la cual me ha dejado totalmente indiferente, aunque sin parecerme una mediocridad o una absoluta pérdida de tiempo. Dejémoslo en que mañana la habré olvidado, porque a pesar de sus ínfulas, es una más. Sé que los fans de las novelas la van a amar con locura y que mi opinión les va a saber a vinagre, pero oye, yo me alegro por vuestro entusiasmo, por lo que dejadme tener mi propia impresión de un film que pone de relieve la famosa expresión ‘Mucho ruido y pocas nueces‘. Veremos a quién da el tiempo la razón, pero estoy seguro de que no habrá segunda parte, y si la hay, me costará mucho acercarme a ella, porque este no es mi mundo. Ni más ni menos. A pesar de no esperar mucho de ella, una de las grandes decepciones del año.

P.D: Sólo espero que Villeneuve no se acerqué jamás al universo Star Wars, porque ni los sables de luz nos sacarán del letargo…
3
8 de mayo de 2020
13 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último estreno de Netflix es este drama sobre el mundo del jazz, cuyo mayor atractivo es que ha sido creada por el señor Damien Chazzelle. Quizás este nombre no os diga nada de primeras, pero es el responsable de la fabulosa Whiplash (que debió ganar el Oscar en su año), la aplaudida pero sobrevalorada (para un servidor) La La Land o la reciente First Man (ésta no la he visto y no tengo intención de hacerlo después de sus fría recepción, además de que ya la han olvidado todos).

Antes de embarcarse en un nuevo proyecto cinematográfico (que espero que esté a la altura de su mejor trabajo), el joven cineasta ha decidido apostar por una miniserie para la popular plataforma, con el jazz como telón de fondo, en una nueva carta de amor a dicho género y a la música en general.

No voy a engañar a nadie. Si la serie no tuviese ese nombre detrás del proyecto ni me habría acercado (vivimos en una era de series con demasiada competencia y muy poco tiempo para invertir en todas ellas), esperando un producto de calidad, aunque temiendo esa parte independiente (por no decir pedante) con la que suele coquetear el reputado director.

Pues bien, una vez visto el primer episodio (de más de una hora de duración, exagerado a todas luces) he decidido no proseguir el camino, ya que creo que estamos ante una fallida serie, que arranca de forma muy lenta y soporífera, y donde no hay absolutamente nada a destacar, ni tan siquiera la labor tras las cámaras de Chazzelle.

Y es que el cineasta ofrece un trabajo bastante rudimentario y nada llamativo, notándose la carencia de presupuesto (por otro lado, un movimiento inteligente teniendo en cuenta las características del proyecto) y que se quiere presentar como un trabajo independiente (esos primeros planos y movimientos) que no llama la atención en ningún momento, más bien provoca el bostezo. No hay absolutamente nada de la visceralidad o buen hacer mostrado en sus anteriores trabajos, siendo una dirección perezosa y que podría ser cortesía de cualquier amateur que ha comenzado en el mundo del cine.

Tampoco es que el guion mejore mucho, aunque no es culpa de Chazzelle, que no ha tenido nada que ver (o eso aseguran los créditos). En la historia se nos presenta una serie de personajes a cada cual más insufrible e insípido, sobre todo los dos protagonistas, con los que es imposible empatizar. 

Y bueno, el reparto hace lo que puede con lo que se les ha dado, ofreciendo todos unas interpretaciones que no destacan en absoluto y no elevan el conjunto, con unos poco inspirados André Holland (al cual se le nota el esfuerzo, eso sí) y Joanna Kulig, ambos protagonistas de las (respectivamente) sobrevaloradas Moonlight y Cold War. Como dato curioso, Moonlight le arrebató el Oscar hace un par de años a La La Land (en un error histórico, también por lo bochornoso del momento), dejando bien claro que el bueno de Damien no es un tipo rencoroso.

Por otro lado, lo más grave de la producción es que finalice el primer episodio (después de hacerse interminable) y no se haya generado el atractivo suficiente para ver los otros siete episodios restantes (también de una hora...), quedándote igual que cuando has pulsado el play, ya que perfectamente podríamos estar hablando de una película de corta duración con un final que no transmite absolutamente nada y que no merece continuación alguna, siendo una presentación y apertura de serie decididamente floja.

Y es que estamos ante una de esas series que se creen mejores de lo que son, siendo un trabajo pretencioso, soso y muy decepcionante, que dudo que vaya a satisfacer al gran público (los usuarios de Netflix van a huir como moscas), y que creo que sólo contentará a los críticos entendidos o a los amantes del jazz.

No hay garra, no hay emoción, no hay nada impactante (aunque se pretende de forma forzosa) y no hay nada en esta vacía carta de amor al mundo del jazz. Un trabajo insustancial, olvidable y prescindible, que no invita a proseguir el visionado y del que un servidor se baja sin mirar atrás, ya que sé que ésta no es mi serie, algo que ya suponía, pero a veces hay que arriesgarse. Quizás a la próxima, Chazzelle. 

Más críticas: ocioworld.net
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para