Ella, la crítica no podría tener otro título, tampoco cabe otra descripción de la película que no sea ella, Julia Roberts, su sonrisa, su nariz, su pelo, esta tan encantadora, tan natural y fresca, que compro cualquier cosa. Compro un Richard Gere que no llega a su nivel, pero sirve de pretexto, compro una historia de cenicienta muy a la gringa, putas y dinero, y tiendas y ópera. Compro le película más hollywoodiense, más gringa, más contraria a lo que creo, todo lo compro por ella y no pido perdón. Jamás Roberts resulta tan absorbente y absoluta, tan parecida y diferente a otras mujeres de la historia del cine ante las que no cabía otra que rendirse, nunca ha estado mejor y la película no puede agradecerlo más.

Aronofsky convierte lo que podría ser una historia mil veces contada, en un oscuro y fabuloso film que se eleva más allá de su desarrollo. La liberación en un camino a los infiernos, a la decadencia, hasta el fondo, arrastrando al espectador con ella.
Su desenfreno mental, de cámara, del último tercio acaba devorando la mente del espectador. No es solo el proceso en que el cisne se libera de sus cadenas, de sus imposiciones y alcanza lo buscado, sino que dentro de la mente de ella, una Nina que Portman interpreta magistralmente, nuestra mente acaba viviendo las mismas sacudidas, que provocan que el final apoteósico, sin restricciones, tenga un eco continuo más allá de la película, en la mente propia que se libera, que busca el éxtasis, el desenfreno. La mente del espectador queda, como después de bastantes copas, de beber y bailar y girar, de verla girar, libera, embriaga, absorbe, arrastra, me lleva.
Hay quien criticará los excesos de los últimos compases, cuando como la protagonista, el director se deja ir, sin restricciones, sin miedo a no conseguir la perfección, a resultar ridículo, impostado, pero como le dice Thomas a ella, "La perfección no es control, es perderlo", y es así como esta película lo consigue.

No es mi Larraín, no es el arte en toda su expresión, el absoluto de sus mejores films.
Es un biopic diferente, arriesgado, irreverente, nada similar a lo que tinden a hacer los británicos y interesante por ello. Atrae ese Neruda decadente que ignoro si existió, esos versos desgastados de repetirlos, una teatralidad que roza el ridículo de quien escribió palabras tan puras, no importa si realmente fue asi, es la jugada de Larraín y su mejor baza en esta película. Como un ejercicio de inovaciôn que carece de alma, de alguna cosa más que aquello que intenta, el film no consigue ser más que su patio de juegos, el de Neruda, el del policia y sobretodo el de Larraín.

Más allá de dos actores haciendo un muy buen papel, dudo lo que tiene de especial esta película, me parece una historia mil veces vista, y aunque me pueda fascinar la entrega, y ese sacrificio casi kamikaze por las metas propias, no tengo vinculación con ninguno de sus protagonistas, ni con el joven, ni su anodina história de amor que jamás llega a ser, cosa que agradezco, ni tan siquiera con un profesor que no se me hace interesante, ni atrayente. Prevalece la música, y el debate eterno sobre este tipo de educación, vetada casi actualmente, pero aún así queda en el especatodor el deseo escondido, de haber tenido un profesor como él.

Good bye, Lenin! es una muy buena película que nos habla de la necesidad de mentir por amor, la falsa República Democrática Alemana (RDA) que Alex crea para su madre es una de las mentiras piadosas más bonitas.
La película narra la caída del comunismo con respeto, sin etiquetas, mostrando a la perfección pequeños detalles de la vida de esas personas comunes que se deben adaptar rápidamente a una nueva forma de vida.
Good bye Lenin! es una bonita historia de amor que esconde tras de si un profundo análisis y una profunda critica; tanto al sistema capitalista, a la sociedad consumista, egoísta y asfixiante que genera, como al mundo socialista, mediante la falsa RDA de Alex, se critica lo que el comunismo podría haber sido lo que estaba destinado a ser, pues las bases del comunismo se acercan mas a la RDA de Alex que a la aplicación practica del comunismo.

La película es una mirada a esa Alemania que ya no existe a esos ideales que fracasaron, desde una pequeña habitación y unos personajes que deben mentir para salvar a un ser querido.