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Críticas ordenadas por utilidad
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6
15 de mayo de 2020
15 de mayo de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine tiene muchos géneros y tal vez el más castigado siempre haya sido el del humor, por eso las películas de este género no suelen estar muy bien calificadas. ¿Por qué? Por qué todo es subjetivo, pero sobre todo el humor. ¿Por qué? Por qué suele envejecer mucho peor que otros géneros. ¿Por qué? Por qué suele contar con actores muy encasillados, con guiones pobres y muy bajo presupuesto. ¿Por qué? Por qué para hacer humor no necesitas una barbaridad de dinero. ¿Por qué? Por que con poco dinero puedes hacer reír al público y a todo el mundo le gusta reír, por lo tanto es una excusa para ir al cine y este tipo de cine suele ser muy rentable para las productoras de cine. ¿Me explico así?
¿Es una mala película Este muerto está muy vivo? Creo que es demasiado absurda para ser buena pero demasiado original para ser mala. Tiene momentos desternillantes porque dentro de la simpleza del guión las escenas con Berni son muy originales. Por momentos trata de ser "seria" y seguir un hilo conductor para no ser la típica Scary Movie de turno por lo que durante una parte de la película no nos reiremos, durante unas pocas mucho y durante otras es demasiado absurda. Aquí entra en juego la limitación del presupuesto, ya que es muy rentable para la taquilla pero no para la historia. A historia me refiero al paso del tiempo. Un bajo presupuesto te permite, habitualmente, contratar actores menores y aunque en ocasiones un actor principiante puede resultar ser un actor con maneras y crecer, muchas otras veces no lo es. Andrew McCarthy y Jonathan Silverman forman la típica dupla en la que son completamente opuestos y sinceramente, tienen algún punto de humor, pero el humor aquí lo aporta el muerto en el 90% de las ocasiones. Tanto por el papel que tiene como por su manera de actuar Andrew MacCarthy (Larry en la película) es muy cansino, muy absurdo y muy exagerado, además de ser un paquete como actor. Jonathan Silverman (Richard en la película) tiene algún punto más de humor por el guión, pero es un paquete incommensurable. Y la inclusión de Mary Stewart (Gwen en la película) es más de lo mismo, una chica preciosa puesta de pegote para que se nos caiga la baba y poco más. Hubiese sido más inteligente que el papel de Gwen hubiese acabado cuando está en casa de Richard donde el punto de humor con el padre de Rich es bastante bueno.
Es una película que por todos los motivos anteriormente comentados es difícil que sobreviva bien al paso del tiempo. Tiene gran encanto ochentero y eso mola, pero no gustará tanto a las nuevas generaciones porque tiene muchas carencias y el género del humor es muy subjetivo. El guión está bien, es sencillo, pero su ejecución a veces cansa. Los actores son unos paquetes. La dirección artística no existe. Por poner un ejemplo de película de humor atemporal pondría Con faldas y a lo loco, que sobrevive al tiempo por tener todos los ingredientes que le faltas a Este muerto está muy vivo. Por lo tanto, ¿está condenada a morir esta película? Claramente morirá cuando mueran las generación de los 90 para abajo. Pero mientras tanto, yo diré que a mí me gusta.
¿Es una mala película Este muerto está muy vivo? Creo que es demasiado absurda para ser buena pero demasiado original para ser mala. Tiene momentos desternillantes porque dentro de la simpleza del guión las escenas con Berni son muy originales. Por momentos trata de ser "seria" y seguir un hilo conductor para no ser la típica Scary Movie de turno por lo que durante una parte de la película no nos reiremos, durante unas pocas mucho y durante otras es demasiado absurda. Aquí entra en juego la limitación del presupuesto, ya que es muy rentable para la taquilla pero no para la historia. A historia me refiero al paso del tiempo. Un bajo presupuesto te permite, habitualmente, contratar actores menores y aunque en ocasiones un actor principiante puede resultar ser un actor con maneras y crecer, muchas otras veces no lo es. Andrew McCarthy y Jonathan Silverman forman la típica dupla en la que son completamente opuestos y sinceramente, tienen algún punto de humor, pero el humor aquí lo aporta el muerto en el 90% de las ocasiones. Tanto por el papel que tiene como por su manera de actuar Andrew MacCarthy (Larry en la película) es muy cansino, muy absurdo y muy exagerado, además de ser un paquete como actor. Jonathan Silverman (Richard en la película) tiene algún punto más de humor por el guión, pero es un paquete incommensurable. Y la inclusión de Mary Stewart (Gwen en la película) es más de lo mismo, una chica preciosa puesta de pegote para que se nos caiga la baba y poco más. Hubiese sido más inteligente que el papel de Gwen hubiese acabado cuando está en casa de Richard donde el punto de humor con el padre de Rich es bastante bueno.
Es una película que por todos los motivos anteriormente comentados es difícil que sobreviva bien al paso del tiempo. Tiene gran encanto ochentero y eso mola, pero no gustará tanto a las nuevas generaciones porque tiene muchas carencias y el género del humor es muy subjetivo. El guión está bien, es sencillo, pero su ejecución a veces cansa. Los actores son unos paquetes. La dirección artística no existe. Por poner un ejemplo de película de humor atemporal pondría Con faldas y a lo loco, que sobrevive al tiempo por tener todos los ingredientes que le faltas a Este muerto está muy vivo. Por lo tanto, ¿está condenada a morir esta película? Claramente morirá cuando mueran las generación de los 90 para abajo. Pero mientras tanto, yo diré que a mí me gusta.

6,6
33.172
6
18 de enero de 2021
18 de enero de 2021
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yorgos Lanthimos tiene su peculiar manera de ver el mundo y de expresarlo y asombrosamente, por lo que a la crítica se refiere, parece que hay demasiadas personas en el mundo que deben de sentir como él, porque parece ser que lo que hace este señor es cine de culto.
La historia es interesante y es diferente, eso me gusta. Lanthimos nos traslada a un futuro distópico en el que hay dos bandos en continuo conflicto (como si se tratase de republicanos y nacionales o de capitalistas y comunistas), pero en este caso es de solteros y casados. Si en nuestro mundo organizamos partidos de solteros contra casados los domingos y después nos vamos a tomar el aperitivo entre risas, en el mundo de Lanthimos los casados cazan a los solteros y los solteros hacen terrorismo del bueno, como hacer decidir a punta de pistola a una pareja quien muere. Si, ya repitió fórmula en El sacrificio de un ciervo sagrado, a este griego le mola el rollo de la ruleta rusa, a saber lo que vivió en su infancia en el hogar en el que creció.
La propuesta está muy bien, ya que ambos bandos tienen rígidas reglas que llevan a las personas a su total deshumanización porque el amor no puede fluir libremente. Hay metáforas muy interesantes, reflexiones buenas y poco más, todo sea dicho. Lanthimos se abraza al surrealismo, a la paranoia y al todo vale en su cine, bien hecho puesto que la libertad de expresión es uno de nuestros Derechos Fundamentales. Lo que sucede es que sus personajes extraños, su música estridente y su locura interior no logran calar como es debido, haciendo del film una rareza curiosa de ver pero poco más. Este tipo de cine siempre tiene buena acogida en un entorno social cultureta, donde adorar este tipo de arte queda guay porque te demarcas del populacho ignorante que no comprende la verdadera naturaleza del artista, como también a una cierta masa de personas que totalmente convencidas de ser como este sector cultureta aplauden a cineastas como Lanthimos. Lo cierto es que después de todo, puede ser su película más redonda porque el resultado no es malo, pero tampoco bueno, a mi parecer, que yo también poseo el derecho a la libertad de expresión. Para los culturetas, Lanthimos es el equivalente en la gastronomía a la langosta, una delicia, cara y no tan fácil de ver. Y les doy la razón a estos señores, Lanthimos es una langosta, pero del Caribe, no de la gallega. Lanthimos es una langosta de 3 dólares la pieza recién pescada en Samaná, no una gallega de 140 euros el kilo. Es un director de cine, no un gran director, ni un maestro del cine, ni tan siquiera un muy buen director.
Conclusión, la recomiendo, es interesante. Y por cierto, también recomiendo la langosta caribeña, está rica. Pero si quieres comer langosta gallega, entonces ponte a Kurosawa, a Kubrick, a Hitchcock, a Kobayashi, etc...
La historia es interesante y es diferente, eso me gusta. Lanthimos nos traslada a un futuro distópico en el que hay dos bandos en continuo conflicto (como si se tratase de republicanos y nacionales o de capitalistas y comunistas), pero en este caso es de solteros y casados. Si en nuestro mundo organizamos partidos de solteros contra casados los domingos y después nos vamos a tomar el aperitivo entre risas, en el mundo de Lanthimos los casados cazan a los solteros y los solteros hacen terrorismo del bueno, como hacer decidir a punta de pistola a una pareja quien muere. Si, ya repitió fórmula en El sacrificio de un ciervo sagrado, a este griego le mola el rollo de la ruleta rusa, a saber lo que vivió en su infancia en el hogar en el que creció.
La propuesta está muy bien, ya que ambos bandos tienen rígidas reglas que llevan a las personas a su total deshumanización porque el amor no puede fluir libremente. Hay metáforas muy interesantes, reflexiones buenas y poco más, todo sea dicho. Lanthimos se abraza al surrealismo, a la paranoia y al todo vale en su cine, bien hecho puesto que la libertad de expresión es uno de nuestros Derechos Fundamentales. Lo que sucede es que sus personajes extraños, su música estridente y su locura interior no logran calar como es debido, haciendo del film una rareza curiosa de ver pero poco más. Este tipo de cine siempre tiene buena acogida en un entorno social cultureta, donde adorar este tipo de arte queda guay porque te demarcas del populacho ignorante que no comprende la verdadera naturaleza del artista, como también a una cierta masa de personas que totalmente convencidas de ser como este sector cultureta aplauden a cineastas como Lanthimos. Lo cierto es que después de todo, puede ser su película más redonda porque el resultado no es malo, pero tampoco bueno, a mi parecer, que yo también poseo el derecho a la libertad de expresión. Para los culturetas, Lanthimos es el equivalente en la gastronomía a la langosta, una delicia, cara y no tan fácil de ver. Y les doy la razón a estos señores, Lanthimos es una langosta, pero del Caribe, no de la gallega. Lanthimos es una langosta de 3 dólares la pieza recién pescada en Samaná, no una gallega de 140 euros el kilo. Es un director de cine, no un gran director, ni un maestro del cine, ni tan siquiera un muy buen director.
Conclusión, la recomiendo, es interesante. Y por cierto, también recomiendo la langosta caribeña, está rica. Pero si quieres comer langosta gallega, entonces ponte a Kurosawa, a Kubrick, a Hitchcock, a Kobayashi, etc...
SerieAnimación

7,3
420
Animación
6
30 de diciembre de 2017
30 de diciembre de 2017
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este anime está basado en el comienzo de la Era Tokugawa, en la que Japón terminaría un período de más de un siglo de guerras civiles y pasaría a ser un país completamente hermético y dirigido por Ieyasu Tokugawa y su progenie durante los siguientes dos siglos y medio. Durante este período de hermetismo, el mundo samurái se fue trastocando, ya que la existencia de los mismos dejó de tener su sentido como guerreros en un mundo de paz. Muchos samurái se vieron obligados a mendigar mientras que los que salieron adelante se convirtieron en meros contables y nobles que vivían de los más pobres por no hacer nada. Pero antes de esta dictadura militar instaurada por el primero de los Tokugawa hasta el último que fue derrotado por los monárquicos de la Restauración Meiji, Japón vivía en constante guerra civil, debido a que los jefes militares, los daimyos, pugnaban continuamente por territorios.
Toda esta introducción la escribo con motivo de que este anime ha querido sacar lo más oscuro de ese mundo samurái, siendo un trabajo auténtico de autor que a mí en lo personal, no me ha calado muy profundo. Me encanta el mundo samurái, la historia del Japón feudal es fascinante y la estudio por puro placer. Es cierto que en aquel entonces existía mucha crueldad, las mujeres servían sólo para procrear siendo un estado machista por completo, también existía mucho abuso de autoridad por parte de los samurái, etc. Aunque también es cierto que el samurái tenía un estricto código del honor y del deber, que el honor de un samurái valía masque su propia vida, que seguían un entrenamiento estricto de autoperfección durante toda la vida, etc. Pero también es cierto que eran seres humanos con debilidades, como el sexo, el alcohol o la comida. Aunque también es cierto que existían hombres y mujeres enamorados que se trataban con delicadeza y no como objetos, hombres que sentían la amistad más allá del compañerismo o la supervivencia de un dojo. Había muchas cosas ciertas, tal vez todas pero en su justa medida. Al igual que cuando vemos un anime, película o leemos un libro en el que el samurái está completamente mitificado y es perfecto y da grimilla por ello, en este anime sucede todo lo contrario, y también da grimilla.
En Shigurui todo es excelso, su animación es una barbaridad, además de tener una narrativa llena de simbolismo y poderosas escenas preciosistas, pero también adolece de un pesimismo excesivo, dejando a los samuráis como meros locos salvajes sin sentimientos a los que sólo les importa la sangre, la fama y el dinero. Y como decía antes, en su justa medida, todo tiene su lógica, pero este anime es un desfase continuo del mundo samurái. Por este motivo, la trama y sus argumentos se me antojan un capricho de su autor en el que cada uno puede opinar libremente de su autenticidad y su calidad, siendo para mí de una calidad mediocre. El mundo creado en este anime tan oscuro está muy bien, siendo su mejor baza la imaginación, la animación y el simbolismo. Su guión y sus argumentos son mediocres. Es un anime samurái gore, en el que la sangre y las vísceras tienen demasiado protagonismo y sus personajes carecen de profundidad humana, relegados al papel de asesinos sin sentimiento alguno. El impacto visual que causa esto hace que la gente diga que es un anime adulto, cuando realmente es para adultos, porque no tiene nada que descifrar como para ser adulto, no tiene esa cualidad que lo convierta en adulto, que es la profundidad para que un adulto lo pueda analizar y que un niño no sepa analizarlo, pues aquí nos encontramos en una charcutería en la que venden casquería al por mayor. Vemos tetas y vísceras y ruedan las cabezas, sufrimiento y dolor y hombres partidos por la mitad, más vísceras y más tetas, impacto visual por sexo vicioso y fetichista, con culos de hombres abiertos y sangrantes, o mujeres atadas o mutiladas en el acto. Sí, esto es impactante amigos, pero el anime es un cúmulo de imágenes impactantes individuales en el que nos enganchan desde el primer momento con un duelo a punto de comenzar... para que luego nunca comience ( y estamos hablando del anime, no del manga, eso aquí no importa un carajo). Resulta que su autor es un tipo muy listo, de esos que quieren marcar la diferencia no dejándonos indiferentes, ¡y vaya si lo consigue!. No sólo por su gore o su erotismo, que a mí personalmente me es indiferente, sino por su final en el que nos hemos chupado 12 capítulos para dejarnos o bien con ganas de una segunda temporada, que no creo que la hagan 10 años después, o con las ganas de darle una paliza al autor por dejarnos a medias. Habrá quien diga que es una genialidad dejar un final así, pero para la inmensa mayoría no lo es, porque realmente no lo es.
Conclusión, Shigurui es un anime sin complicaciones morales, sin profundidad humana y que no es adulto. En cambio, es gore, tiene tetas y culos en cada episodio y es para adultos porque su alto contenido en casquería no es recomendable para niños. La animación es brutal y llena de simbolismo, el guión vacío y lleno de agujeros, o mejor dicho, de cráteres. Un 6 porque su parte buena es muy buena y porque es un trabajo de autor, el resto, queda dicho.
Toda esta introducción la escribo con motivo de que este anime ha querido sacar lo más oscuro de ese mundo samurái, siendo un trabajo auténtico de autor que a mí en lo personal, no me ha calado muy profundo. Me encanta el mundo samurái, la historia del Japón feudal es fascinante y la estudio por puro placer. Es cierto que en aquel entonces existía mucha crueldad, las mujeres servían sólo para procrear siendo un estado machista por completo, también existía mucho abuso de autoridad por parte de los samurái, etc. Aunque también es cierto que el samurái tenía un estricto código del honor y del deber, que el honor de un samurái valía masque su propia vida, que seguían un entrenamiento estricto de autoperfección durante toda la vida, etc. Pero también es cierto que eran seres humanos con debilidades, como el sexo, el alcohol o la comida. Aunque también es cierto que existían hombres y mujeres enamorados que se trataban con delicadeza y no como objetos, hombres que sentían la amistad más allá del compañerismo o la supervivencia de un dojo. Había muchas cosas ciertas, tal vez todas pero en su justa medida. Al igual que cuando vemos un anime, película o leemos un libro en el que el samurái está completamente mitificado y es perfecto y da grimilla por ello, en este anime sucede todo lo contrario, y también da grimilla.
En Shigurui todo es excelso, su animación es una barbaridad, además de tener una narrativa llena de simbolismo y poderosas escenas preciosistas, pero también adolece de un pesimismo excesivo, dejando a los samuráis como meros locos salvajes sin sentimientos a los que sólo les importa la sangre, la fama y el dinero. Y como decía antes, en su justa medida, todo tiene su lógica, pero este anime es un desfase continuo del mundo samurái. Por este motivo, la trama y sus argumentos se me antojan un capricho de su autor en el que cada uno puede opinar libremente de su autenticidad y su calidad, siendo para mí de una calidad mediocre. El mundo creado en este anime tan oscuro está muy bien, siendo su mejor baza la imaginación, la animación y el simbolismo. Su guión y sus argumentos son mediocres. Es un anime samurái gore, en el que la sangre y las vísceras tienen demasiado protagonismo y sus personajes carecen de profundidad humana, relegados al papel de asesinos sin sentimiento alguno. El impacto visual que causa esto hace que la gente diga que es un anime adulto, cuando realmente es para adultos, porque no tiene nada que descifrar como para ser adulto, no tiene esa cualidad que lo convierta en adulto, que es la profundidad para que un adulto lo pueda analizar y que un niño no sepa analizarlo, pues aquí nos encontramos en una charcutería en la que venden casquería al por mayor. Vemos tetas y vísceras y ruedan las cabezas, sufrimiento y dolor y hombres partidos por la mitad, más vísceras y más tetas, impacto visual por sexo vicioso y fetichista, con culos de hombres abiertos y sangrantes, o mujeres atadas o mutiladas en el acto. Sí, esto es impactante amigos, pero el anime es un cúmulo de imágenes impactantes individuales en el que nos enganchan desde el primer momento con un duelo a punto de comenzar... para que luego nunca comience ( y estamos hablando del anime, no del manga, eso aquí no importa un carajo). Resulta que su autor es un tipo muy listo, de esos que quieren marcar la diferencia no dejándonos indiferentes, ¡y vaya si lo consigue!. No sólo por su gore o su erotismo, que a mí personalmente me es indiferente, sino por su final en el que nos hemos chupado 12 capítulos para dejarnos o bien con ganas de una segunda temporada, que no creo que la hagan 10 años después, o con las ganas de darle una paliza al autor por dejarnos a medias. Habrá quien diga que es una genialidad dejar un final así, pero para la inmensa mayoría no lo es, porque realmente no lo es.
Conclusión, Shigurui es un anime sin complicaciones morales, sin profundidad humana y que no es adulto. En cambio, es gore, tiene tetas y culos en cada episodio y es para adultos porque su alto contenido en casquería no es recomendable para niños. La animación es brutal y llena de simbolismo, el guión vacío y lleno de agujeros, o mejor dicho, de cráteres. Un 6 porque su parte buena es muy buena y porque es un trabajo de autor, el resto, queda dicho.
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