Una obra que sin duda supera las expectativas. Tras el hundimiento del despertar de la fuerza, uno cruza la puerta del cine con recelo, y continua así más o menos hasta el final de la película, momento en que uno se percata que todavía hay un pequeño atisbo de esperanza. La historia en sí misma es lo mejor del largometraje, coherente, limpia y sin fracturas. La narración por su parte es algo confusa y cargante, sobretodo en el inicio y mitad de la película, donde se vuelve demasiado pesada y prolongada. En cuanto a los actores y personajes, resulta obligado remarcar su mediocridad, algunos incluso se devienen fútiles y claramente prescindibles. Por último, destacar el tramo final del filme y sus buenas escenas de acción, introducidas en su justa medida, igual que la recreación de personajes clásicos mediante nuevas tecnologías, sin duda un gran acierto.

La película es interesante desde el principio. En su presentación ya se puede observar que no es un cóctel más de coches y acción, se esfuerza desde el inicio por distinguirse de ese campo y lo consigue. No obstante, no brilla con esplendor en el comienzo, pero a medida que avanza se deviene imparable, profunda e impactante. La banda sonora juega un rol prominente, muy bien trabajada.

El inicio del filme es prometedor, todo apunta a que uno va a presenciar una obra magnífica, pero a medida que va transcurriendo la cinta todo se desinfla. No es que se venga abajo, pero no alcanza la excelencia a la que aspiraba en un principio. La historia es enigmática e interesante, pero se deviene innecesariamente enrevesada y difícil de digerir. Los personajes, en sus primeras apariciones, parecen destinados a embelesar a los espectadores, pero no lo consiguen, se quedan todos estancados en simples promesas durante toda la copiosa extensión del filme.

En conjunto, la película no alcanza esa esplendidez que se le presupone desde sus primeras escenas; quizás no sea culpa suya, sino de las expectativas, demasiado altas y exigentes. Uno ansiaba gozar de una película extraordinaria y "sólo" pudo ver un buen filme.

El trabajo es incuestionablemente bueno, pero resulta algo confuso y me explico. Al principio la historia no parece gran cosa y le cuesta imprimir ritmo para mantenerse viva, luego una vez arranca ciertos sucesos aparecen desconectados unos de otros, quitándole solidez y consistencia al filme. Pese a todo ello, Robert De Niro se encarga personalmente de hacernos olvidar todo lo anterior con una actuación espléndida.

El filme es sin duda apasionante, capaz de envolver a uno en semejante consecución de acontecimientos. La naración es ágil y dinámica, lo cual otorga a la trama un punto vívido y demoledor, imprescindible para exponer satisfactoriamente un cúmulo de sucesos tan rocambolescos y inverosímiles -incluso exagerados y desencantadores en ciertos momentos- como los que recoge esta película. También contribuyen a ello todas las actrices, su peculiar forma de interrelacionarse, es capaz de impresionar y hacer sentir, una meta nada fácil de alcanzar.