TEMPORADA 1: Serie protagonizada por Sylvester Stallone y con Taylor Sheridan como creador sobre un miembro de la mafia neoyorquina que se ha pasado gran parte de su vida en la cárcel y al salir lo destinan desde la "familia" a Tulsa, Arizona, para jubilarlo. Lo que allí ocurre es lo que da lugar a una serie bastante entretenida, por momentos divertida y con mucha trama de mafia, bandas, policía, etc. con un aire bastante trasnochado en algunos aspectos como el formato o los cliffhangers pero que en general da la talla para al menos engancharte e interesarte (7/10)

TEMPORADA 2: En la misma línea que la antecesora, las mismas virtudes, los mismos defectos, el mismo aire retro y un cliffhanger de manual para dejar las espadas en alto de cara a una tercera temporada (7/10)

Dos pasos más allá de la primera entrega en todos los aspectos, esta "segunda" entrega de Art the Clown es notablemente mejor en argumento. Sigue teniendo los guiños propios de la saga al cine slasher ochentero y a sagas como Pesadilla en Elm Street (algún pequeño homenaje a Pesadilla en Elm Street III: Guerreros del Sueño), el personaje de Sienna da un contrapunto interesante al payaso asesino y la compañía que éste lleva da otro toque también a la película. Las muertes son aún más bestias y todo ello consolida a Art The Clown en el Olimpo de los personajes icónicos del cine de terror, pase lo que pase con la saga.

Ambientada en el Chicago de los años 60 y basada en el libro de Danny Lyon, la película retrata el nacimiento y orígenes de una banda de moteros y todo el mundillo a su alrededor. Con Austin Butler, Jodie Comer, Tom Hardy o Michael Shannon (su actor fetiche) en el reparto, la película es muy notable, el uso de los cambios temporales intercalando la entrevista a la narradora de los hechos -el personaje de Jodie Comer- como hilo conductor y los acontecimientos pasados que nos cuenta consigue atraparte el interés. Si a eso unimos que la historia en general es muy entretenida, la ambientación estupenda y las actuaciones sobresalientes, podemos decir que Nichols consigue una película muy notable (otra vez).

A la estela de los horrores varios con los que nos castiga cada verano el "amiguete" Santiago Segura, están llegando como churros películas del mismo corte. "La familia Benetón" es buena prueba de ello. No es sutil ni en el título, todo muy evidente, a veces hasta zafio. Son comedias muy simples que a mi modo de ver son un entretenimiento "tontorrón", que si al menos tuviesen algo de sustancia o de originalidad en el guión, tendrían un paso, pero todo es evidente y se ve a la legua lo que va a pasar, amén de las actuaciones mayormente mediocres. En fin, no dudo que estas películas harán taquilla, pero esto no es lo que alguien espera del cine, la verdad. Y si al menos es una película para desconectar, que tenga sustancia, chicha, y no trate al espectador como a un simplón.
Si tengo que destacar algo, el Langui me parece que siempre suele estar divertido y es de lo poco rescatable del "show".

Bajo el manto de una road movie de periodistas en un futuro distópico que ha llevado a Estados Unidos a una guerra civil, Alex Garland retrata con mucha crudeza y mucha verdad toda la tensión del miedo, del abuso de poder y de la falta de empatía del ser humano. Notablemente ambientada y con unas actuaciones muy destacables de todo el elenco, Civil War es tensa, incómoda y por desgracia da la sensación de no ser nada descabellada.