Película mala con avaricia con unos efectos especiales dignos de los power rangers. La resolución es evidente desde un principio y las torturas a las que somete a sus víctimas son ridiculas. Dire que por lo menos la protagonista lo hace bastante bien. Parece mentira que se hagan películas tan malas.

Una película conmovedora y triste llena a la vez de situaciones muy divertidas en las que los personajes sacan lo mejor de si mismos en los peores momentos. La valentía y heroicidad moral de los protagonistas deja pequeños a los poderes fácticos contra los que luchan...

La puesta en escena y las interpretaciónes son buenas pero la historia es incomprensible. Se supone que va del "descenso a los infiernos" de un ejecutivo de clase media en los bajos fondos y de como va perdiendo la cabeza. El problema en mi opinión es que el tío ya está como una regadera antes siquera de empezar su sórdido periplo. La historia esta bien contada y el tema de la adivinación es muy sugerente pero resulta en exceso incomprensible. Más allá de consideraciones literarias o cinematogáficas no me ha gustado. Como digo en el título me parece una historia triste, sórdida y estúpida. No la recomiendo para nada, es un mal rato.
Y digo estúpido para referirme particularmete al protagonista que hace unas cosas de los más absurdas y... eso estúpidas que a cualquier persona normal no se le pasarían por la cabeza siquera.

Esta película tiene el mérito de ser la mayor macarrada que he visto en mi vida. No contentos con ello encima se hace una apología descarada del terrorismo de estado. La trama es demasiado truculenta y al final resulta absurda. El envoltorio es atractivo pero el interior es una auténtica mierda.

Pues eso una infumable macarrada con pretenciosos toques de lirismo barato en unos dialogos ridículos de puro tópicos (Ver el principio !Que horterada por dios!). No se si se corresponde con el comic porque no lo he leido pero los toques superheróicos chirrían dentro de una supuesta estética de cine negro. Es entretenida y se deja ver pero recuerda demasiado a Kill Bill.
En cuanto a la valoración de los planteamientos no se si el fallo es de la película o del comic, pero resulta absurdo que todos los malvados sean unos cabrones enfermos cuando en el cine negro los malos son malos sí pero no unos pervertidos, maníacos y repugnantes fanáticos religiosos. Refrito oportunista al estilo Tarantino.