Pensaba que una Fabiola era una barra de pan, y ahora resulta
que es una mártir de Roma.

Esta otra "Fabiola" tiene poca miga, me recuerda a "Los últimos
días de Pompeya" e incluso a "Quo Vadis" y quizás, pero menos,
a "Demetrio y los Gladiadores", en sus planteamientos iniciales.

Rodada con muy pocos medios, en un blanco y negro grisáceo
y sucio, que generalmente muestra desenfocada la imagen,
es más teatral que cinematográfica, y los 164 minutos que dura
son el peor martirio para el espectador, que aún no siendo cristiano
desea ser arrojado a la arena del Circo, para terminar el suplicio
cuanto antes.

Los actores principales son tristes y desangelados, todos
dándoselas de italianos, cuando en realidad son franceses.
Michèle Morgan no da el tipo para romana, pensaba que
ella bien podría convertirse en una especie de Isabelle Aubret
y comenzar a cantar La Source, para Eurovisión.

Película muy, muy rancia, especial para Semanas Santas con lloviznas.
Su visionado equivaldría a 25 latigazos de penitencia, o bien a 5 días
de ayuno.

Qué aporta esta película a los excelentes dramas ya producidos
anteriormente sobre el alcoholismo y el putiferio, sinceramente nada.

Absurda historia sobre un suicida y una escrupulosa prostituta que
confluyen sus quebrados caminos para soportarse mutuamente en la
desgracia cotidiana.

¿ Creen realmente que un drama serio puede comenzar como comienza
esta película, con Nicolas Cage, comprando multitud de botellas en el
supermercado en plan Jerry Lewis ?

Un producto comercial para acongojar a la multitud de almas cándidas
que consideran positivamente esta película porque de uno u otro modo
les hirió seriamente en lo más profundo de su ser.

Y es que con razón, alguién dijo que el vicio es el padre del fornicio.

Cinco estrellas Michelin tendrían que haberle otorgado a esta cocinera,
que al igual que otra que posteriormente hubo en España, se dedicaba
a condimentar sus guisos con matarratas.

Vemos en la película como desde pequeña, siente predilección por
las plantas venenosas y por un ídolo malévolo de Bretaña llamado
Ankou, y que ella afirma le impulsa a dar pasaporte a los mortales.

Hélène Jégado era una mujer hombruna con un fisíco que no hubiera
atraído al cantante Benjamin Biolay, su partenaire en la película, al
cual la diligente sirvienta deja viudo al cargarse a su mujer por deporte.

Completamente alejada de los hechos verídicos, la película está cuidada
en sus detalles y realización, no faltando los trapos en la cabeza de las
mujeres para dar el ambiente requerido de las campesinas del siglo XIX.

Da la impresión de pretender ser un completo pliego de descargo de la
famosa asesina francesa, al querer presentarla como mujer desequilibrada
e inconsciente de sus actos. No les funcionó pues al igual que sucedió en
la realidad, Hélène Jégado fue condenada y ejecutada.

Filmada en blanco y negro pese a rodarse en 1959, la película no pasa de
ser un verdadero telefilm, que intenta concentrar en un apretado guión
todo el ascenso y caída de un jefe del hampa tan famoso como Capone.

Los manejos, asociaciones y crímenes de estos sujetos italianos que
consiguieron traer de cabeza a la policía de los Estados Unidos durante
muchos años queda patente en esta película a través de la vida de
Al Capone y sus socios.

Conocí al actor Rod Steiger interpretando a Napoleón, pero esta vez también
consigue realizar un veráz papel de Capone ( Cicatriz incluida ), rodeado
de actores de reparto muy televisivos, como Martin Balsam o Nehemiah Persoff.

No puede faltar la incombustible recreación de la Matanza del 14 de Febrero
en el garage, dónde masacraron a varios pandilleros del gang de 'Bugs' Moran.

Bastante ajustada a la realidad de los hechos, la película se deja ver, y sin
ser muy exigente puede llegar incluso a gustar.

Más adelante, surgirían otras películas monografícas de diversos personajes
del mundo del crimen estadounidense como, 'Legs' Diamond, Lepke o Bugsy
ampliando la panoplia, del ya abundante cine negro, ahora generalmente
rodadas en color.

El acaparador actor Harrison Ford puede que este muy identificado
acertadamente con personajes como Hans Solo o Indiana Jones,
pero no me parece adecuado usurpar este papel del Dr. Kimble
en detrimento de su verdadero dueño, David Janssen.

La película es interesante porque la serie de TV lo es.
Sin embargo, puedo asegurar despues de ver completa la serie de TV,
que muchos episodios de esta, son mucho mejores que la película de
Harrison Ford completa.

Lo dicho para Harrison Ford es extensible a Tommy Lee Jones,
que no puede desbancar a Barry Morse como el teniente Gerard,
aunque es cierto que ambos tienen muy mala leche....