Una lástima. El tema apuntaba a algo más, y cabe decir que la actuación de Marián Álvarez es destacable, pero no me creo la historia, para nada; no encaja por ningún lado, no me creo el papel de hija de 26 años viviendo con mamá cuando a simple vista se ve que ya estamos ante una mujer hecha y derecha de treinta y tantos; y eso penaliza, puesto que el film se apoya mucho en la relación (inexistente) entre madre e hija, que es ridícula a simple vista. No me creo que esta chica solamente sea capaz de pedir y exigir sin dar nada a cambio y que nadie le cante las cuarenta. No me creo nada la vida que nos cuentan.
En resumen, me parece una película muy artificial, con un buen punto de partida pero un desarrollo nefasto, incluso ridículo en algunos momentos. Nada tiene sentido ni lógica.

Tenía muchísimas ganas de ver esta película; por todo: el director, los actores, banda sonora, lo que me comentaban....menuda decepción!!!
Es una película excesivamente larga, en la que el director se relame en hacer planos largos sin que suceda nada, me da la impresión que quiere dotar al film de tomas míticas en todo momento, como una secuencia sin fin de diálogos y escenas memorables, y como resultado pierde toda la espontaneidad y deriva en una película insoportable.
Especialmente odioso e insufrible el estribillo de la armónica, machacón y pesado a más no poder.
Desgraciadamente las interpretaciones quedan anuladas por la mala dirección de este film.
Es una lástima porque tras ver está película me queda el poso que lo tenía todo para ser una obra maestra y tristemente ni se le acerca.

Versión moderna del chulo de postín que en una ciudad de ensueño engatusa a la tonta del bote.
Qué mala, todo filmado con un tono de seriedad que le añade patetismo a esta película.
Personalmente, un engaño. Es una película tan falsa y facilona que me asombra la puntuación recibida.
Un film sin alma, sin fondo, sin mensaje....una caricatura de lo que es el buen cine, una cartilla de felicitación de cumpleaños. Muy mala.

Retrato del episodio vital de una chica desde la adolescencia y el descubrimiento de la sexualidad, a la edad adulta. Por el camino, la vida: encuentros y desencuentros, desorientación, dudas y certezas, rechazo y aceptación, felicidad y tristeza, celos, amor, pasión mucha pasión, dolor, dolor intenso y real, soledad… todo ello filmado con un realismo que asusta, que te engulle sin darte cuenta y que te hace partícipe de las vivencias de Adele cuya vida puede retratar, en algún momento, la de uno mismo.
La pureza con que las actrices destilan sus sentimientos son la guinda de una película perfecta, única; una obra maestra.
Inexcusable no verla. Imposible olvidarla.

Eterna, no hay manera de acabarla, es tan lenta, tan aburrida, que sorprende que haya gente dispuesta a montar una historia así y que haya otra gente que le guste.

De verdad, no hay por dónde cogerla. Ideal para siestas.