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6
2 de julio de 2024
2 de julio de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me causa disgusto cuando la izquierda utilizaba antaño el cine como altavoz para su discurso político (centrado más que nada en lo económico). Antes de la caída de la URSS me parece correcto que hubiesen algunos ilusos que creyeran que el socialismo podría funcionar. Estaba aún en fase experimental, digámoslo así.
Es por eso que puedo ver sin problemas a Eisenstein, por ejemplo, pese a que yo esté situado en el otro extremo ideológico. A Costa-Gavras le tengo cariño, así que le perdono sus críticas al capitalismo; además que ha demostrado ser bastante honesto.
De Elio Petri no sé casi nada de su pensamiento. Dice la wikipedia que formó parte del Partido Comunista Italiano en su juventud, que luego abandonó. A saber si murió siendo un comunista convencido, un socialista escéptico, o un converso al capitalismo.
Poco importa. Encontrar el mensaje real (aquel que el autor quiere realmente comunicar) se me hace bastante difícil en películas como esta; llena de metáforas y simbolismos visuales. Y tratándose de una comedia, mayor es el lío.
El problema está en saber si debo tomarme o no a ambos protagonistas como paradigmas totales de dos colectivos contrapuestos: los proletarios y los burgueses; lo lógico sería pensar que no.
El contable, corroído por la envidia y el resentimiento a un hombre que parece tenerlo todo, decide que, como nunca podrá tener lo suficiente trabajando de forma honesta, el robo es una solución aceptable.
El carnicero parece ser un hombre artero que se enriqueció a fuerza de mentiras, estafas y robos.
Son lo que son por las circunstancias que les ha tocado vivir.
Parece absurdo pretender que el autor podría llegara a considerar a un personaje literario como representativo absoluto de un grupo. ¿Quién está tan desconectado de la realidad como para creer eso? ¡Exacto! Un zurdo. Y Elio Petri parece que lo es.
El director, por momentos, paree que quiere hacer una denuncia a la clase pudiente capitalista; ávida de dinero, inescrupulosa a la hora de conseguirlo, y sin ningún interés por los necesitados.
Por otro lado, parece burlarse de quienes creen que el robo está justificado hasta que les tocan su propiedad.
Luego, aparenta tomar un posición central equidistante, pero careciendo de verdaderos argumentos que justifiquen el no inclinar la balanza a ningún lado.
No me queda claro si favorece, cuestiona o simplemente se burla de los múltiples significados que se le pueden atribuir a la célebre frase de Proudhon: "La propiedad es un robo".
De salida, esa frase no tiene sentido si no se define primero qué es la propiedad.
Ahora bien, dejando de lado el contenido de la obra (al que tendré que dedicarle más tiempo de análisis para entenderlo bien) hay que destacar que está realizada con la maestría que es propia del autor. Abusando de los planos cerrados, teleobjetivos, paneos rápidos, desplazamientos de cámara y un montaje arrítmico, logra un estilo muy original y reconocible que vale la pena admirar.
Lo mejor es olvidarse de que hay un mensaje de por medio.
Es por eso que puedo ver sin problemas a Eisenstein, por ejemplo, pese a que yo esté situado en el otro extremo ideológico. A Costa-Gavras le tengo cariño, así que le perdono sus críticas al capitalismo; además que ha demostrado ser bastante honesto.
De Elio Petri no sé casi nada de su pensamiento. Dice la wikipedia que formó parte del Partido Comunista Italiano en su juventud, que luego abandonó. A saber si murió siendo un comunista convencido, un socialista escéptico, o un converso al capitalismo.
Poco importa. Encontrar el mensaje real (aquel que el autor quiere realmente comunicar) se me hace bastante difícil en películas como esta; llena de metáforas y simbolismos visuales. Y tratándose de una comedia, mayor es el lío.
El problema está en saber si debo tomarme o no a ambos protagonistas como paradigmas totales de dos colectivos contrapuestos: los proletarios y los burgueses; lo lógico sería pensar que no.
El contable, corroído por la envidia y el resentimiento a un hombre que parece tenerlo todo, decide que, como nunca podrá tener lo suficiente trabajando de forma honesta, el robo es una solución aceptable.
El carnicero parece ser un hombre artero que se enriqueció a fuerza de mentiras, estafas y robos.
Son lo que son por las circunstancias que les ha tocado vivir.
Parece absurdo pretender que el autor podría llegara a considerar a un personaje literario como representativo absoluto de un grupo. ¿Quién está tan desconectado de la realidad como para creer eso? ¡Exacto! Un zurdo. Y Elio Petri parece que lo es.
El director, por momentos, paree que quiere hacer una denuncia a la clase pudiente capitalista; ávida de dinero, inescrupulosa a la hora de conseguirlo, y sin ningún interés por los necesitados.
Por otro lado, parece burlarse de quienes creen que el robo está justificado hasta que les tocan su propiedad.
Luego, aparenta tomar un posición central equidistante, pero careciendo de verdaderos argumentos que justifiquen el no inclinar la balanza a ningún lado.
No me queda claro si favorece, cuestiona o simplemente se burla de los múltiples significados que se le pueden atribuir a la célebre frase de Proudhon: "La propiedad es un robo".
De salida, esa frase no tiene sentido si no se define primero qué es la propiedad.
Ahora bien, dejando de lado el contenido de la obra (al que tendré que dedicarle más tiempo de análisis para entenderlo bien) hay que destacar que está realizada con la maestría que es propia del autor. Abusando de los planos cerrados, teleobjetivos, paneos rápidos, desplazamientos de cámara y un montaje arrítmico, logra un estilo muy original y reconocible que vale la pena admirar.
Lo mejor es olvidarse de que hay un mensaje de por medio.

7,5
5.827
10
12 de mayo de 2023
12 de mayo de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de volver a ver esta obra, después de quizás diez años y, habiendo olvidado mucho de ella, la viví como si fuera la primer vez. No me pareció diferente; no le di una nueva lectura; no me trajo nuevas sensaciones. Era la misma magnífica película que me había cautivado en ese tiempo. Mi opinión sobre ella permanece inmutable.
A pesar del tiempo, lo que nunca se borró de mi mente fue la imagen de la luna llena sobre una palmera, las sombras marcadas por la luz que se filtra a través de las persianas, la ambientación de estilo colonial británico, el bungalow en la plantación de caucho, la melodía emanada del frotar de las cuerdas de los violines, el pérfido personaje interpretado por Bette Davis, la torva mirada de la señora Hammond.
Pasaron muchos años y había olvidado los detalles. Pero lo que vi me marco tanto que durante todo este tiempo he tenido a The Letter como una de mis películas favoritas de todos los tiempos.
Es perfecta en cada detalle. El guion está escrito con una maestría insuperable. La música es fenomenal. Las actuaciones, magistrales. La fotografía, magnífica.
Todos estos elementos, ya de por si geniales, fueron conjugados en una única pieza por uno de los directores más eximios del periodo clásico.
La frase hecha tan común que de, "los tiempos de antes eran mejores" se cumple al cien por ciento en esta obra de antaño.
The Letter es un clásico que nunca morirá. Un obra maestra que por desgracia queda como obra de interés para los cinéfilos y no como referente de los nuevos cineastas.
A pesar del tiempo, lo que nunca se borró de mi mente fue la imagen de la luna llena sobre una palmera, las sombras marcadas por la luz que se filtra a través de las persianas, la ambientación de estilo colonial británico, el bungalow en la plantación de caucho, la melodía emanada del frotar de las cuerdas de los violines, el pérfido personaje interpretado por Bette Davis, la torva mirada de la señora Hammond.
Pasaron muchos años y había olvidado los detalles. Pero lo que vi me marco tanto que durante todo este tiempo he tenido a The Letter como una de mis películas favoritas de todos los tiempos.
Es perfecta en cada detalle. El guion está escrito con una maestría insuperable. La música es fenomenal. Las actuaciones, magistrales. La fotografía, magnífica.
Todos estos elementos, ya de por si geniales, fueron conjugados en una única pieza por uno de los directores más eximios del periodo clásico.
La frase hecha tan común que de, "los tiempos de antes eran mejores" se cumple al cien por ciento en esta obra de antaño.
The Letter es un clásico que nunca morirá. Un obra maestra que por desgracia queda como obra de interés para los cinéfilos y no como referente de los nuevos cineastas.
24 de septiembre de 2021
24 de septiembre de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de disfrutar de aventuras en islas fantásticas del océano índico, ver las asombrosas criaturas que pueblan la cuenca mediterránea y sumergirme en el mágico mundo medieval del norte de Europa, sólo me quedaba ver qué tenían que ofrecerme los fantásticos mundos mitológicos de Rusia.
Creo que con esta cinta he visto bastante de lo que buscaba. Es todo lo que podría ofrecer un cuento de hadas Europeo pero con sabor eslavo. Magníficos palacios con su particular arquitectura, magos y brujas, bosques tenebrosos, un príncipe y una princesa (para nada timorata) a la que rescatar.
La obra está basada en un famoso poema de Pushkin.
Lo que más destaca en esta obra de fantasía es su diseño de producción, muy exquisito y lleno de color. Los escenarios están muy bien logrados aunque por momentos pueden verse muy teatrales.
En cuanto a los efectos pues... en Rusia siempre han estado varios pasos detrás en comparación con Europa o Estados Unidos, pero de todas formas se nota el esfuerzo. El resultado es satisfactorio.
En conclusión, es una película entretenida que disfrutarás si deseas ver algo del folclor eslavo y la particular visión de los cineastas de la tierra del Vodka.
Creo que con esta cinta he visto bastante de lo que buscaba. Es todo lo que podría ofrecer un cuento de hadas Europeo pero con sabor eslavo. Magníficos palacios con su particular arquitectura, magos y brujas, bosques tenebrosos, un príncipe y una princesa (para nada timorata) a la que rescatar.
La obra está basada en un famoso poema de Pushkin.
Lo que más destaca en esta obra de fantasía es su diseño de producción, muy exquisito y lleno de color. Los escenarios están muy bien logrados aunque por momentos pueden verse muy teatrales.
En cuanto a los efectos pues... en Rusia siempre han estado varios pasos detrás en comparación con Europa o Estados Unidos, pero de todas formas se nota el esfuerzo. El resultado es satisfactorio.
En conclusión, es una película entretenida que disfrutarás si deseas ver algo del folclor eslavo y la particular visión de los cineastas de la tierra del Vodka.
TV

5,4
179
6
30 de agosto de 2021
30 de agosto de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que será la factura televisiva, tal vez el escaso presupuesto, o tal vez las limitaciones que le haya puesto la productora al trabajo de del Director, que hicieron que esta cinta no parezca una película de Don Siegel.
La trama me parece simplona. Se intenta añadirle profundidad contándonos algo de la historia de su personaje principal, que al final no me resulta muy interesante, ni me parece que aporte mucho a la historia.
También se trata de dimensionar al resto. Pero no se consigue nada.
Las motivaciones de algunos personajes, sobre todo del comisario McKay, son muy confusas.
Al final nos damos cuenta que las escenas dedicadas a profundizar en los personajes, lo único que lograron fue que la cinta llegara a la hora y media. Cuando esperabas que esos personajes aportaran algo más al climax, te das cuenta de que estaban sólo haciendo bulto.
Luego lo pienso mejor y parece que, después de todo, sin ellos la historia sería aún más aburrida.
Tal vez si hubiesen dedicado más tiempo a desarrollar la huida de de Ben, no hubiese sido necesario introducir tantos actores. Pero la película no va de eso. Ni de persecuciones, ni de tiroteos.
Va sobre un pobre hombre, acusado de un crimen que no cometió que se involucra emocionalmente con una mujer del pueblo.
La parte buena es que esa interacción sí que funciona.
La química entre Fonda (un actorazo de primera) y Anne Baxter es emotiva y añade mucho interés a la trama.
Sólo por eso se salva.
He visto más de 20 películas de Siegel y esta es la más decepcionante. Tal vez es porque esperaba otra cosa.
En cualquier caso, no te desanimes de verla.
El western da para todo y esta ofrece una historia poco convencional con algunos buenos momentos de acción y geniales actuaciones.
La trama me parece simplona. Se intenta añadirle profundidad contándonos algo de la historia de su personaje principal, que al final no me resulta muy interesante, ni me parece que aporte mucho a la historia.
También se trata de dimensionar al resto. Pero no se consigue nada.
Las motivaciones de algunos personajes, sobre todo del comisario McKay, son muy confusas.
Al final nos damos cuenta que las escenas dedicadas a profundizar en los personajes, lo único que lograron fue que la cinta llegara a la hora y media. Cuando esperabas que esos personajes aportaran algo más al climax, te das cuenta de que estaban sólo haciendo bulto.
Luego lo pienso mejor y parece que, después de todo, sin ellos la historia sería aún más aburrida.
Tal vez si hubiesen dedicado más tiempo a desarrollar la huida de de Ben, no hubiese sido necesario introducir tantos actores. Pero la película no va de eso. Ni de persecuciones, ni de tiroteos.
Va sobre un pobre hombre, acusado de un crimen que no cometió que se involucra emocionalmente con una mujer del pueblo.
La parte buena es que esa interacción sí que funciona.
La química entre Fonda (un actorazo de primera) y Anne Baxter es emotiva y añade mucho interés a la trama.
Sólo por eso se salva.
He visto más de 20 películas de Siegel y esta es la más decepcionante. Tal vez es porque esperaba otra cosa.
En cualquier caso, no te desanimes de verla.
El western da para todo y esta ofrece una historia poco convencional con algunos buenos momentos de acción y geniales actuaciones.
Miniserie

7,3
2.485
10
23 de agosto de 2021
23 de agosto de 2021
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Magnífica!
Para mi, el mejor documental de todos los tiempos sobre la conquista de américa.
Fue un verdadero deleite. Para mi, que vivo en Panamá, a pocos kilómetros de donde pasó el Almirante Colón en su cuarto viaje, fue un viaje nostálgico al pasado.
Primero, un diseño de producción impecable, esmerado y bien cuidado me transportan a finales del siglo XV, cuando en Europa ocurría la transición entre el medioevo y la edad moderna. Decorados, vestuarios, armas y armaduras, barcos, todo el conjunto muy realista y muy bien confeccionado.
Luego el guion.
Aquí no existe un único protagonista como tal. La historia nos es contada en tercera persona por un testigo visual de los hechos. Los personajes principales son: Colón, Ojeda, Magallanes, Pizarro, Balboa y todo el conjunto de temerarios conquistadores que pisaron estas tierras en busca de fortuna.
Y toda la trama va justamente a eso: hechos. No hay lugar para arcos de personaje, ni subtramas, ni conflictos, ni desenlaces. Es historia pura y dura.
Con todo, a pesar del rigor histórico que pretendían, hay algunos pequeños errores.
El más notorio fue la selección de figurantes indígenas. Quien viva en américa sabe que los aborígenes tienen una fisionomía y unos rasgos faciales particulares. Se me hizo muy extraño ver a indígenas con el pelo ondulado y de piel más clara de lo normal en ellos. En algunos resultaba muy evidente el mestizaje.
Pero es un defecto menor en esta gran obra.
De pronto me pareció que eran muy altos, pero luego recordé que los españoles eran también bastante bajos en esa época.
Otra cosa en que el guion parecía darle mucho más protagonismo a ciertos eventos que a otros. Por ejemplo, la historia del viaje de Fernando de Magallanes ocupó bastante tiempo de la serie. En particular, me pareció innecesario que dedicaran tanto tiempo a mostrar el momento en que los navegantes estaban varados en la Patagonia. Mientras que apenas se menciona algo de los viajes de Juan Ponce de León, algo que me hubiese gustado mucho ver.
De pronto un poco más de equilibrio en los tiempos hubiese permitido insertar a más personajes .
Ahora bien, si quisiéramos narrar todo lo que ocurrió en esos primeros treinta años de descubrimientos hubiese sido necesaria una serie de 200 capítulos. Y no hay presupuesto para tanto.
Deseo fervientemente que salga una segunda parte de esta serie y nos terminen de echar bien el cuento de lo que ocurrió con Cortez y Cabeza de Vaca, y de como se fundaron las primeras ciudades en el nuevo mundo
En estos tiempos de corrección política, hacer una serie objetiva sobre la conquista de América, sin mostrar a los conquistadores como seres diabólicos y desalmados, sin tergiversar los hechos, sin cuotas de inclusión para mujeres y minorías raciales, sin mensajes políticos de trasfondo, me parece de mucha valentía.
Aquí no se presenta a los indígenas como pobres víctimas indefensas, ni a los españoles como héroes virtuosos. Pero al ver a esos desdichados seres dejarlo todo atrás y embarcarse en un viaje del que no podrían no regresar, dejarse la piel y los huesos en cruentas batalla, sufrir hambre y sed en alta mar, no puedo menos que sentir admiración y respeto. Es cierto que no lo hacían por nobles motivos. Muchos eran gente de mal vivir que sólo buscaban sobrevivir. Otros buscaban gloria egoísta. Pero en su intento lograron hazañas que nunca más se repetirán. Y nos dejaron un legado que ha convertido a América en el continente que es ahora y con el que muchos nos sentimos agradecidos.
Las historia se dio como se dio y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. España es la madre patria.
Recomendadísima para todos los habitantes del nuevo mundo que quieran informarse de cómo fue la historia realmente sin maniqueísmos.
Para mi, el mejor documental de todos los tiempos sobre la conquista de américa.
Fue un verdadero deleite. Para mi, que vivo en Panamá, a pocos kilómetros de donde pasó el Almirante Colón en su cuarto viaje, fue un viaje nostálgico al pasado.
Primero, un diseño de producción impecable, esmerado y bien cuidado me transportan a finales del siglo XV, cuando en Europa ocurría la transición entre el medioevo y la edad moderna. Decorados, vestuarios, armas y armaduras, barcos, todo el conjunto muy realista y muy bien confeccionado.
Luego el guion.
Aquí no existe un único protagonista como tal. La historia nos es contada en tercera persona por un testigo visual de los hechos. Los personajes principales son: Colón, Ojeda, Magallanes, Pizarro, Balboa y todo el conjunto de temerarios conquistadores que pisaron estas tierras en busca de fortuna.
Y toda la trama va justamente a eso: hechos. No hay lugar para arcos de personaje, ni subtramas, ni conflictos, ni desenlaces. Es historia pura y dura.
Con todo, a pesar del rigor histórico que pretendían, hay algunos pequeños errores.
El más notorio fue la selección de figurantes indígenas. Quien viva en américa sabe que los aborígenes tienen una fisionomía y unos rasgos faciales particulares. Se me hizo muy extraño ver a indígenas con el pelo ondulado y de piel más clara de lo normal en ellos. En algunos resultaba muy evidente el mestizaje.
Pero es un defecto menor en esta gran obra.
De pronto me pareció que eran muy altos, pero luego recordé que los españoles eran también bastante bajos en esa época.
Otra cosa en que el guion parecía darle mucho más protagonismo a ciertos eventos que a otros. Por ejemplo, la historia del viaje de Fernando de Magallanes ocupó bastante tiempo de la serie. En particular, me pareció innecesario que dedicaran tanto tiempo a mostrar el momento en que los navegantes estaban varados en la Patagonia. Mientras que apenas se menciona algo de los viajes de Juan Ponce de León, algo que me hubiese gustado mucho ver.
De pronto un poco más de equilibrio en los tiempos hubiese permitido insertar a más personajes .
Ahora bien, si quisiéramos narrar todo lo que ocurrió en esos primeros treinta años de descubrimientos hubiese sido necesaria una serie de 200 capítulos. Y no hay presupuesto para tanto.
Deseo fervientemente que salga una segunda parte de esta serie y nos terminen de echar bien el cuento de lo que ocurrió con Cortez y Cabeza de Vaca, y de como se fundaron las primeras ciudades en el nuevo mundo
En estos tiempos de corrección política, hacer una serie objetiva sobre la conquista de América, sin mostrar a los conquistadores como seres diabólicos y desalmados, sin tergiversar los hechos, sin cuotas de inclusión para mujeres y minorías raciales, sin mensajes políticos de trasfondo, me parece de mucha valentía.
Aquí no se presenta a los indígenas como pobres víctimas indefensas, ni a los españoles como héroes virtuosos. Pero al ver a esos desdichados seres dejarlo todo atrás y embarcarse en un viaje del que no podrían no regresar, dejarse la piel y los huesos en cruentas batalla, sufrir hambre y sed en alta mar, no puedo menos que sentir admiración y respeto. Es cierto que no lo hacían por nobles motivos. Muchos eran gente de mal vivir que sólo buscaban sobrevivir. Otros buscaban gloria egoísta. Pero en su intento lograron hazañas que nunca más se repetirán. Y nos dejaron un legado que ha convertido a América en el continente que es ahora y con el que muchos nos sentimos agradecidos.
Las historia se dio como se dio y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. España es la madre patria.
Recomendadísima para todos los habitantes del nuevo mundo que quieran informarse de cómo fue la historia realmente sin maniqueísmos.
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