Kevin Smith se agencia una novia muy mona llamada Joey Lauren Adams. Como la chica quiere ser star, aprovecha que su amorcito está en plena racha (acaba de rodar "Clerks" y "Mallrats" y le pide una protagonista en su próxima opus magna. Enchochado con la rubia chavala, el director de "Clerks" filma una comedia romántica que gira en torno a los grititos, sonrisitas y pataletas de su churri. Para que nadie le robe protagonismo, pone al soso de Ben Affleck y al aún más soso Jason Lee como vértices de un triángulo amistoso-amoroso. Para poner la guinda final, el propio Kevin sale con un discursito tan pánfilo como bonachón...y ¡vivre l'amour!. He aquí una tontuna de comedia romántica-sexual que rechiflará a adolescentes (tanto a los adolescentes de 15 como a los de 50 que también los hay) y a fans de Kevin y dejará indiferente al resto.

El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. La odisea de autorealización de esta lady Di neorrealista encarnada por Ingrid Bergman está llena de buenas intenciones, pero hoy día no puede dejar de verse con cierta condescendencia. La realidad de la pobreza es bastante menos ingenua que lo representado aquí y resulta por ejemplo absurdo que tal señora deambule alegremente por el inframundo de la pobreza y que nadie la viole o le robe el visón o bien vaya soltando billetazos a la gente y no la engañen para sacarle más material. Difícil de creer y menos aún siendo italianos. A pesar de un quiebro final interesante, "Europa 1951" no levanta el vuelo, salvo en algún dolorido primer plano de Bergman soberbiamente iluminado, otorgando a su rostro oquedades de sufrimiento y martirio que contribuyen a perfilar un poco mejor su tópico desempeño de princesa del pueblo.

Creo que es de las pocas veces en que veo una serie que reúne tantos elementos bodriescos y magistrales al mismo tiempo.

Está difícil de definir el porqué esta extraña mezcla acaba funcionando, pero en cierto modo pasa con ella lo que pasa con Dexter, el prota.

Dexter es un personaje cutre y ridículo, con más voz en off encima que la retransmisión mental de un partido de Oliver y Benji, y lo mejor, esas expresiones reconcentradas de cuán malo, perverso e insensible soy y mira cómo convierto mis ojos en ranuras malignas por si no te habías dado cuenta después de los ocho monólogos internos que acabo de marcarme disertando sobre el particular.

Lo raro, raro, raro es que además de reírte de Dexter...te ríes con él.

Mismo cantar es la ambientación en Miami, con la musiquilla latina, el lumpen, los cuerpos tropicana paseando por la playa, los chiringos con cócteles servidos en piñas y todo esto contrastando con un porrón de cadáveres muertos de todas las maneras que se os ocurran. Lo cual es también cutre y también mola.

Los que más que molar, se deberían inmolar, son los secundarios. A saber:

- Una jefa policía muy mala, trepa y arribista que va pisando a todo el mundo pero que a lo largo de la serie se ve que en el fondo es una cacho pan que le gustan los niños y los perros (como a Hitler).

- Un poli negro cuya única utilidad es la de estar cachas y tener un bigote feísimo.

- Un superjefe que se parece un poco a Bush y que sólo aparece para cuando se necesita un deus ex-machina.

- Un chino insoportable en plan alivio cómico, que se ve que los colectivos de color (negro) están hartos de ser los graciosos de las series y se han rebelado, ahora son los chinos, cuando los chinos hagan piña y se rebelen les tocará supongo a los hindúes o igual no porque ahí los confunden con árabes que son los que hacen los papeles de villanos.

- Un latino entrañable y estúpido que siempre lleva sombrero de cantante de mambo, para que se vea que no es un latino de cualquier lado, sino un latino de Mayami.

- Una novia pesada que no para de dar la tarra para introducir subtramas sentimentales que a nadie interesan demasiado.

- Una hermana idiota integral que brinca alrededor de los otros personajes como un perrillo jadeante e histérico en busca de que le tiren un hueso o mejor aún, una granada de mano.

- Un trillón de gente malvada con poca o ninguna relevancia en la trama que sólo sale para que Dexter se la cargue y meta otro monólogo. Aunque los monólogos de después de cargárselos sean los mejores.

A final de primera temporada, mantengo el 6 pero si me río todavía más para la segunda, subo.

Érase una vez que se era un Emperador de un país lejano que un día se vio en la horrible tesitura de no tener nada qué ponerse.

Como tenía dinero de sobra, este Emperador acudió a las rebajas de Sears con su asesor de imagen, que le odiaba a muerte y adquirió el más cutre, cochambroso y repugnante vestido que se haya vendido jamás en estos grandes almacenes.

Creyéndose modelo de Armani a pesar de parecer el hermano julandrón de Amy Winehouse, el Emperador organizó un desfile para epatar a las masas con su rutilante nueva vestimenta.

Al aparecer con su horrible modelito choni lleno de lamparones, la gente empezó a cuchichear, a reírse y a señalar muy maleducadamente al pobre Emperador, que estaba de lo más desconcertado.

Hasta que de pronto, de la multitud salió una voz.

"¡¡¡¡¡Pero si lleva un traje espantoso!!!!!¡¡¡¡Y además le hace más gordo!!!!!"

Entonces ocurrió lo inesperado. Todo el mundo empezó a aplaudir y a vitorear. Entonces otra voz se alzó por encima de todas las demás y gritó:

"¡¡¡Es el traje más jodidamente feo que hemos visto en la vida!!! ¡¡¡Y nos ENCANTA!!!"


(Y el emperador, desconcertado, le comentó a su asesor por lo bajinis:

"Si lo llego a saber, voy desnudo")

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Gente que lea esto, la fábula del Emperador y su traje nuevo ha sido utilizada algo más de trescientas veces a lo largo de la historia de Filmaffinity.

Por favor, ruego que cese esta práctica o habrá suicidios en masa.

Gracias.

Si "Hanna" hubiera tenido un éxito esplendoroso tendría sus propias quotes como Chuck Norris y Jason Statham, porque hay que ver cómo reparte Hanna la Tramontana con lo poquita cosa que parece Saoirse Ronan.

Hanna la Tramontana prefiere romper cuellos a cantar cursis canciones para adolescentes, aunque también es una adolescente y esté viviendo en un cuento de Disney con sus lobos feroces y sus hadas madrinas. Hanna la de los ojos polares, es sin duda más interesante que su película y yo preferiría tomarme un café con Hanna que tener que ver una secuela de "Hanna" protagonizada por ella (o por cualquier otra).