Otra peliculilla mediocre más del británico, que es lo único que hace últimamente. Imitador del gran Tarantino en sus inicios, como tantos otros, llegó a firmar hasta un par de obras ciertamente destacadas, pero luego se fue diluyendo hasta convertirse en una maquina defectuosa sin solución, un despojo cinematográfico a eliminar.

Lo único salvable de 'Wrath' es la forma que tiene Guy de adornar la historia, algo que siempre supo hacer, pero que a falta de algo más sustancial, se hace insuficiente para rescatar la película de ese enorme mar de la indiferencia donde van a parar la mayor parte de las producciones actuales.

Bond en estado puro: entretenido en ocasiones, soporífero a veces y en la mayoría de los casos prescindible. Aunque hay que reconocer que el Bond del señor Craig ha subido el nivel de una estirpe cinematográfica patética en términos generales, ni por asomo ha superado el umbral de la mediocridad, salvo quizás en una de sus películas, que por supuesto no es ésta.

Lo cierto es que el metraje se les ha ido de las manos, incluyendo algunos episodios que invitan al sueño y que podían haberse suprimido sin afectar lo más mínimo a la trama. De todos ellos, el capítulo cubano es posiblemente el más atrayente, con una Ana de Armas espectacular, ya no solo por la provocadora indumentaria, sino por la atinada caracterización que hace de su personaje.

Espero que los productores recuperen la cordura y no mantengan como heredera a ese adefesio de cuota que han metido con calzador. Y si desean cambiar de sexo al héroe, les recomendaría ir directamente a por un fémina no sospechosa de serlo.

Hace mucho que paso de Metallica porque hace mucho que estos señores dejaron de crear algo medianamente potable. Pero bueno, el tema de escuchar una mezcla de metal y música clásica me resultaba a priori atractivo, y me decidí a ver el concierto.

El principal problema es que la mayoría de los arreglos compuestos para la ocasión no pegan, desentonan en casi todas las canciones, en algunas se hacen insoportables y en otras llegan hasta destrozarlas (véanse 'One' o 'Master', y mira que es difícil destrozar 'One'). Las mejores son el extraordinario instrumental 'Ktulu' y 'The outlaw torn'.

Hetfield es sin duda un buen vocalista, mucho mejor de lo que él y la mayoría de sus seguidores piensan, y aquí está simplemente soberbio (suponiendo que no se haya 'tocado' la voz en la edición). Y sobre Ulrich más de lo mismo: un bateria mejorable y un auténtico gilipollas.

Lo siento, hasta dentro de otros muchos años. Que os sigan vuestros nuevos amiguitos.

Estoy de acuerdo en que la película es buena, pero sin embargo hay algo que no me termina de convencer. Las transiciones bruscas entre escenas, el desarrollo nada afortunado de algunos personajes o un guión que presenta ciertas lagunas narrativas me llevan a desengancharme de la película en algunos momentos.

El personaje de la chica amiga de mafiosos no está muy trabajado, parece una pieza de puzle que alguien intenta meter a golpes en un espacio donde claramente no encaja. Y no es un problema baladí, pues es una pieza fundamental para terminar el rompecabezas.
Y todo lo que rodea al protagonista se trata con una normalidad irreal, poco creíble. Sus reacciones ante todos los acontecimientos que le van sucediendo dan muchas veces la sensación de ser poco naturales.

En un momento dado suena la música del 'Put the blame'.

Puede verse aquí al Kubrick más gamberro, al más provocador, al que se atreve a hacer una película que ningún otro osaría filmar. Las relación pedofila es constante, abrumadora, apabullante, y encima consentida y no punible.
Es una película tan escandalosa que es muy posible que a no mucho tardar sea prohibida por los líderes idiotas de esta nueva sociedad a la que nos dirigimos a marchas forzadas. Sería hasta recomendable hacerse con una copia antes de que las quemen en las hogueras de la plaza mayor.

La primera parte de la obra, justo hasta la muerte de la madre, es algo fuera de lo normal. La interpretación de Winters es colosal, como casi siempre. Si la película hubiera terminado justo aquí estaríamos hablando de una obra maestra absoluta, aunque no tan provocativa y gamberra. Pero la película sigue y de repente comienza un camino descendente que en ningún momento se logra remontar. Una pena.