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6,2
261
7
10 de agosto de 2021
10 de agosto de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Debo decir que esta obra no me pareció destacable. Me decepcionó un poco.
Es la historia de una relación de pareja en la que está sucediendo una crisis.
El trasfondo automovilista parece existir únicamente como la pista por la que transita esta historia de amor.
El peligroso trabajo de Joe Greer y su actitud sobreprotectora con su hermano menor provoca que el noviazgo se tambalee.
Un contexto diferente podría haber producido los mismos resultados sin la emoción de las carreras.
Pienso que el tema del automovilismo podría haberse tratado con mayor profundidad para que no quedara como simple relleno, y que fuera una historia de carreras de autos con un trasfondo romántico, y no al revés.
Pero no es mala película. De hecho, no me aburrió. Me parece que sus virtudes superan por mucho sus defectos.
Las espléndidas actuaciones, sobre todo de la actriz Ann Dvorak, amenizaron la trama.
Su corta duración no impide que, una vez finalizada, se hayan atado todos los cabos.
Los diálogos están bien construidos.
El montaje en las escenas de carreras no fue nada especial. Hecho a base de planos generales, técnicas de retroproyección, algunos insertos y un buen ritmo, funciona lo bastante bien como para mantener el interés. Aunque personalmente debo decir que no me transmitió la emoción de la carrera.
Tal vez tenía expectativas muy altas de ella por tratarse de un película del gran Howard Hawks
Pero nada. Véanla y no se arrepentirán.
Recomendada para fans de Hawk, de James Cagney, y del mundo del automovilismo.
Es la historia de una relación de pareja en la que está sucediendo una crisis.
El trasfondo automovilista parece existir únicamente como la pista por la que transita esta historia de amor.
El peligroso trabajo de Joe Greer y su actitud sobreprotectora con su hermano menor provoca que el noviazgo se tambalee.
Un contexto diferente podría haber producido los mismos resultados sin la emoción de las carreras.
Pienso que el tema del automovilismo podría haberse tratado con mayor profundidad para que no quedara como simple relleno, y que fuera una historia de carreras de autos con un trasfondo romántico, y no al revés.
Pero no es mala película. De hecho, no me aburrió. Me parece que sus virtudes superan por mucho sus defectos.
Las espléndidas actuaciones, sobre todo de la actriz Ann Dvorak, amenizaron la trama.
Su corta duración no impide que, una vez finalizada, se hayan atado todos los cabos.
Los diálogos están bien construidos.
El montaje en las escenas de carreras no fue nada especial. Hecho a base de planos generales, técnicas de retroproyección, algunos insertos y un buen ritmo, funciona lo bastante bien como para mantener el interés. Aunque personalmente debo decir que no me transmitió la emoción de la carrera.
Tal vez tenía expectativas muy altas de ella por tratarse de un película del gran Howard Hawks
Pero nada. Véanla y no se arrepentirán.
Recomendada para fans de Hawk, de James Cagney, y del mundo del automovilismo.
6
2 de agosto de 2021
2 de agosto de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Después de haber visto esta ópera prima de Cosmatos, quedé con muchas ganas de ver Mandy, su siguiente largometraje. La visión particular de este director me cautivó. Posiblemente se convierta en uno de mis directores favoritos de tiempos modernos.
Ahora bien, es una película experimental. Con pinceladas surrealistas. Habrá que armarse de paciencia para ver su ritmo sumamente lento y su confuso guion.
Aquí es donde está su mayor defecto. Lo digo como valoración subjetiva.
Cine experimental no tendría por que ser sinónimo de ambigüedad. Y no ningún problema con que se quiera exagerar con el lirismo o con hacer tu película al mejor estilo David Lynch. El problema aquí, es que al tratarse de una película de ciencia ficción, uno como que esperaría algo de eso justamente: ficción científica. Y no hay casi nada de eso. La historia del personaje y el origen y desarrollo del Instituto Arboria, así como sus métodos científicos, apenas se esbozan. No se nos dice nada sobre la chica cautiva ni el artefacto prismático que controla sus habilidades psíquicas. Esa parte en particular me resultó un tanto decepcionante.
El final no sabía por donde agarrarlo. Fue lo más sinsentido, anticlimático y genérico del guion.
Pero nada. La película me gustó mucho. He aquí sus puntos fuertes.
El diseño de producción, pulcro y minimalista nos sumerge en el ambiente nosocomial de las, tecnológicamente avanzadas, instalaciones.
La espectacular fotografía, con una paleta cromática reducida, pero de colores saturados, vibrantes y contrastados añaden atractivo a la estética ochentera de los escenarios.
La composición fotográfica es iconoclasta, teniendo muy poco de funcional, pero estéticamente muy llamativa.
Esto que mencioné y la sensación de haber visto algo novedoso y fuera de este mundo me hicieron disfrutar y valorar esta producción.
Ahora bien, es una película experimental. Con pinceladas surrealistas. Habrá que armarse de paciencia para ver su ritmo sumamente lento y su confuso guion.
Aquí es donde está su mayor defecto. Lo digo como valoración subjetiva.
Cine experimental no tendría por que ser sinónimo de ambigüedad. Y no ningún problema con que se quiera exagerar con el lirismo o con hacer tu película al mejor estilo David Lynch. El problema aquí, es que al tratarse de una película de ciencia ficción, uno como que esperaría algo de eso justamente: ficción científica. Y no hay casi nada de eso. La historia del personaje y el origen y desarrollo del Instituto Arboria, así como sus métodos científicos, apenas se esbozan. No se nos dice nada sobre la chica cautiva ni el artefacto prismático que controla sus habilidades psíquicas. Esa parte en particular me resultó un tanto decepcionante.
El final no sabía por donde agarrarlo. Fue lo más sinsentido, anticlimático y genérico del guion.
Pero nada. La película me gustó mucho. He aquí sus puntos fuertes.
El diseño de producción, pulcro y minimalista nos sumerge en el ambiente nosocomial de las, tecnológicamente avanzadas, instalaciones.
La espectacular fotografía, con una paleta cromática reducida, pero de colores saturados, vibrantes y contrastados añaden atractivo a la estética ochentera de los escenarios.
La composición fotográfica es iconoclasta, teniendo muy poco de funcional, pero estéticamente muy llamativa.
Esto que mencioné y la sensación de haber visto algo novedoso y fuera de este mundo me hicieron disfrutar y valorar esta producción.
31 de agosto de 2021
31 de agosto de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Excelente obra cinematográfica!
Los tres únicos personajes hacen un magnífico trabajo. Se nota más el de Belafonte y Stevens por estar más tiempo en pantalla.
La dirección es formidable. La selección de planos y la creación de una ciudad desierta a partir de estos es genial. El sentimiento de soledad que se percibe al principio, con Belafonte corriendo por las solitarias calles es sobrecogedor. El trabajo de sonido, con pasos amplificados y el eco constante añaden otra dimensión al sentimiento de desesperación que experimenta Ralph Burton. La música también es un acierto.
Ahora pasemos al tema principal de la película.
No, no es la guerra nuclear. Eso es sólo un fondo.
Podríamos pensar que es la raza o la soledad.
Pero tampoco. Ralph no pasa mucho tiempo sólo y los otros personajes, no son racistas. (los progres dirán que sí porque sencillamente son blancos)
El tema principal, como yo lo veo, podría el condicionamiento social y el sentimiento primigenio de preservación del hombre.
Sigue en la zona spoiler...
En resumen, es una película interesante con muchas cosas para reflexionar.
Los tres únicos personajes hacen un magnífico trabajo. Se nota más el de Belafonte y Stevens por estar más tiempo en pantalla.
La dirección es formidable. La selección de planos y la creación de una ciudad desierta a partir de estos es genial. El sentimiento de soledad que se percibe al principio, con Belafonte corriendo por las solitarias calles es sobrecogedor. El trabajo de sonido, con pasos amplificados y el eco constante añaden otra dimensión al sentimiento de desesperación que experimenta Ralph Burton. La música también es un acierto.
Ahora pasemos al tema principal de la película.
No, no es la guerra nuclear. Eso es sólo un fondo.
Podríamos pensar que es la raza o la soledad.
Pero tampoco. Ralph no pasa mucho tiempo sólo y los otros personajes, no son racistas. (los progres dirán que sí porque sencillamente son blancos)
El tema principal, como yo lo veo, podría el condicionamiento social y el sentimiento primigenio de preservación del hombre.
Sigue en la zona spoiler...
En resumen, es una película interesante con muchas cosas para reflexionar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ralph, después de mucho tiempo de pensar que es él el único ser humano, se encuentra con una chica de 21 años con la que hace amistad. Ambos empiezan a sentir atracción mutua. Sarah le sugiere a Ralph mudarse con él. Este se niega, condicionado por las convenciones sociales del momento que no veían admisible una relación interracial. Ella se molesta, y cuando Ralph le sugiere algo, ella reafirma su libertad de decidir por su condición de adulta y blanca.
Esto hiere a Ralph en lo más hondo.
Luego expresa su resentimiento por ser negro y que la sociedad se acuerde de eso siempre de eso.
Ralph insiste en no ceder a las insinuaciones de Sarah.
Luego conocen a Ben, un hombre que llega a Nueva York en barco. Le acogen y los tres se hacen amigos. Pero Sarah y Ben pasan mucho más tiempo juntos a solas. No es que ella prefiera más a Ben. Es Ralph quien decide apartarse. Luego empiezan las tensiones. A Ben no le importa la raza de Ralph. Es más, le estima. Pero le ve como una amenaza a su relación con Sarah. Al final, Ben decide que uno de los dos debe ser sacrificado.
Creo que de todo esto podemos sacar importantes lecciones. Cuando las cosas marchan bien, el ser humano tiende a segregarse él mismo. Ya sea por raza, cultura, nacionalidad, etc. Cuando se trata de afrontar problemas serios en sociedad, esas diferencias pasan a un segundo plano. Así se ve con Sarah y Ben. A ninguno le importaba que Ralph fuese negro, como lo mencionan ellos mismos. Las problemas esenciales eran otros. Pero este no podía olvidar esas diferencias. Para él eran un obstáculo insalvable, pese a que no existía una sociedad con la que guardar apariencias. Así pues, el deseo de segregarse no es exclusivo de la raza blanca. Las mayores barreras para la interacción entre distintas razas vienen de los dos lados. No son exclusivos del mal llamado grupo "opresor" o "mayoritario", que para la izquierda cultural es siempre el caucásico.
En el caso de Ben, no es que fuese un hombre malo. Pero era mucho mayor que Ralph. Sabía lo que se venía. Una mujer teniendo que escoger entre dos hombres. Ben notaba que él llevaba las de perder. Pero no quería que Sarah le escogiese sólo por condescendencia de su rival. Eso sería un golpe para su orgullo. Tampoco estaba dispuesto a dejar que pasara el tiempo. Habiendo sólo tres personas en la ciudad, era obvio que el tiempo no resolvería nada. Tarde o temprano uno de los dos regresaría llevado por sus instintos. Así pues consideró el camino violento para resolver el asunto.
La pobre Sarah, en medio de todo esto. Sin saber tampoco que hacer. A decir verdad, siendo la única mujer, los podría tener a los dos comiendo de la mano. (Por ahí dirán que seguía siendo víctima del "patriarcado")
Con la escena final no puedo dejar de pensar en lo que pasaría después. ¿Acaso es el comienzo de una hermosa relación poliándrica?
Esto hiere a Ralph en lo más hondo.
Luego expresa su resentimiento por ser negro y que la sociedad se acuerde de eso siempre de eso.
Ralph insiste en no ceder a las insinuaciones de Sarah.
Luego conocen a Ben, un hombre que llega a Nueva York en barco. Le acogen y los tres se hacen amigos. Pero Sarah y Ben pasan mucho más tiempo juntos a solas. No es que ella prefiera más a Ben. Es Ralph quien decide apartarse. Luego empiezan las tensiones. A Ben no le importa la raza de Ralph. Es más, le estima. Pero le ve como una amenaza a su relación con Sarah. Al final, Ben decide que uno de los dos debe ser sacrificado.
Creo que de todo esto podemos sacar importantes lecciones. Cuando las cosas marchan bien, el ser humano tiende a segregarse él mismo. Ya sea por raza, cultura, nacionalidad, etc. Cuando se trata de afrontar problemas serios en sociedad, esas diferencias pasan a un segundo plano. Así se ve con Sarah y Ben. A ninguno le importaba que Ralph fuese negro, como lo mencionan ellos mismos. Las problemas esenciales eran otros. Pero este no podía olvidar esas diferencias. Para él eran un obstáculo insalvable, pese a que no existía una sociedad con la que guardar apariencias. Así pues, el deseo de segregarse no es exclusivo de la raza blanca. Las mayores barreras para la interacción entre distintas razas vienen de los dos lados. No son exclusivos del mal llamado grupo "opresor" o "mayoritario", que para la izquierda cultural es siempre el caucásico.
En el caso de Ben, no es que fuese un hombre malo. Pero era mucho mayor que Ralph. Sabía lo que se venía. Una mujer teniendo que escoger entre dos hombres. Ben notaba que él llevaba las de perder. Pero no quería que Sarah le escogiese sólo por condescendencia de su rival. Eso sería un golpe para su orgullo. Tampoco estaba dispuesto a dejar que pasara el tiempo. Habiendo sólo tres personas en la ciudad, era obvio que el tiempo no resolvería nada. Tarde o temprano uno de los dos regresaría llevado por sus instintos. Así pues consideró el camino violento para resolver el asunto.
La pobre Sarah, en medio de todo esto. Sin saber tampoco que hacer. A decir verdad, siendo la única mujer, los podría tener a los dos comiendo de la mano. (Por ahí dirán que seguía siendo víctima del "patriarcado")
Con la escena final no puedo dejar de pensar en lo que pasaría después. ¿Acaso es el comienzo de una hermosa relación poliándrica?
7
9 de agosto de 2021
9 de agosto de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera mitad de la película me tenía un poco indiferente. La segunda mitad fue sorpresivamente entretenida.
Este interesante thriller político tiene muchas virtudes.
Primero que me enteré la existencia de las Brigadas Rojas, de las que no conocía.
La realización es genial. Transmiten todo el caos y convulsión de la Italia de los años 70. Las escenas de las manifestaciones fueron rodadas con mucho realismo. Las persecuciones muy tensas. Y las escenas de tiroteos, muy crudas.
La trama avanza a buen ritmo. No se dejan nada por fuera y tampoco sobra nada. Lo que nos muestran sobre las relaciones de los personajes es justo lo que necesitamos para entender y disfrutar el desenlace.
De pronto, como que desvelaron ciertas cosas antes de lo necesario, con le que le restan mucha fuerza a los giros argumentales que podrían habernos tomado por sorpresa.
Por suerte aquello no le resta mucha tensión a la trama
Algo que me complace es que no hayan suavizado las acciones de la Brigadas Rojas con insinuaciones sobre la difícil vida de ser un terrorista y lo mucho que les cuesta tomar ciertas decisiones. Aquí nos los presentan como realmente (y me atrevería decir, objetivamente) son: despiadados criminales.
Recomendada para aquellos que quieran aprender un poco de historia, ver a Sharon Stone, o pasar un buen rato viendo un thriller.
Este interesante thriller político tiene muchas virtudes.
Primero que me enteré la existencia de las Brigadas Rojas, de las que no conocía.
La realización es genial. Transmiten todo el caos y convulsión de la Italia de los años 70. Las escenas de las manifestaciones fueron rodadas con mucho realismo. Las persecuciones muy tensas. Y las escenas de tiroteos, muy crudas.
La trama avanza a buen ritmo. No se dejan nada por fuera y tampoco sobra nada. Lo que nos muestran sobre las relaciones de los personajes es justo lo que necesitamos para entender y disfrutar el desenlace.
De pronto, como que desvelaron ciertas cosas antes de lo necesario, con le que le restan mucha fuerza a los giros argumentales que podrían habernos tomado por sorpresa.
Por suerte aquello no le resta mucha tensión a la trama
Algo que me complace es que no hayan suavizado las acciones de la Brigadas Rojas con insinuaciones sobre la difícil vida de ser un terrorista y lo mucho que les cuesta tomar ciertas decisiones. Aquí nos los presentan como realmente (y me atrevería decir, objetivamente) son: despiadados criminales.
Recomendada para aquellos que quieran aprender un poco de historia, ver a Sharon Stone, o pasar un buen rato viendo un thriller.
2 de julio de 2024
2 de julio de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me causa disgusto cuando la izquierda utilizaba antaño el cine como altavoz para su discurso político (centrado más que nada en lo económico). Antes de la caída de la URSS me parece correcto que hubiesen algunos ilusos que creyeran que el socialismo podría funcionar. Estaba aún en fase experimental, digámoslo así.
Es por eso que puedo ver sin problemas a Eisenstein, por ejemplo, pese a que yo esté situado en el otro extremo ideológico. A Costa-Gavras le tengo cariño, así que le perdono sus críticas al capitalismo; además que ha demostrado ser bastante honesto.
De Elio Petri no sé casi nada de su pensamiento. Dice la wikipedia que formó parte del Partido Comunista Italiano en su juventud, que luego abandonó. A saber si murió siendo un comunista convencido, un socialista escéptico, o un converso al capitalismo.
Poco importa. Encontrar el mensaje real (aquel que el autor quiere realmente comunicar) se me hace bastante difícil en películas como esta; llena de metáforas y simbolismos visuales. Y tratándose de una comedia, mayor es el lío.
El problema está en saber si debo tomarme o no a ambos protagonistas como paradigmas totales de dos colectivos contrapuestos: los proletarios y los burgueses; lo lógico sería pensar que no.
El contable, corroído por la envidia y el resentimiento a un hombre que parece tenerlo todo, decide que, como nunca podrá tener lo suficiente trabajando de forma honesta, el robo es una solución aceptable.
El carnicero parece ser un hombre artero que se enriqueció a fuerza de mentiras, estafas y robos.
Son lo que son por las circunstancias que les ha tocado vivir.
Parece absurdo pretender que el autor podría llegara a considerar a un personaje literario como representativo absoluto de un grupo. ¿Quién está tan desconectado de la realidad como para creer eso? ¡Exacto! Un zurdo. Y Elio Petri parece que lo es.
El director, por momentos, paree que quiere hacer una denuncia a la clase pudiente capitalista; ávida de dinero, inescrupulosa a la hora de conseguirlo, y sin ningún interés por los necesitados.
Por otro lado, parece burlarse de quienes creen que el robo está justificado hasta que les tocan su propiedad.
Luego, aparenta tomar un posición central equidistante, pero careciendo de verdaderos argumentos que justifiquen el no inclinar la balanza a ningún lado.
No me queda claro si favorece, cuestiona o simplemente se burla de los múltiples significados que se le pueden atribuir a la célebre frase de Proudhon: "La propiedad es un robo".
De salida, esa frase no tiene sentido si no se define primero qué es la propiedad.
Ahora bien, dejando de lado el contenido de la obra (al que tendré que dedicarle más tiempo de análisis para entenderlo bien) hay que destacar que está realizada con la maestría que es propia del autor. Abusando de los planos cerrados, teleobjetivos, paneos rápidos, desplazamientos de cámara y un montaje arrítmico, logra un estilo muy original y reconocible que vale la pena admirar.
Lo mejor es olvidarse de que hay un mensaje de por medio.
Es por eso que puedo ver sin problemas a Eisenstein, por ejemplo, pese a que yo esté situado en el otro extremo ideológico. A Costa-Gavras le tengo cariño, así que le perdono sus críticas al capitalismo; además que ha demostrado ser bastante honesto.
De Elio Petri no sé casi nada de su pensamiento. Dice la wikipedia que formó parte del Partido Comunista Italiano en su juventud, que luego abandonó. A saber si murió siendo un comunista convencido, un socialista escéptico, o un converso al capitalismo.
Poco importa. Encontrar el mensaje real (aquel que el autor quiere realmente comunicar) se me hace bastante difícil en películas como esta; llena de metáforas y simbolismos visuales. Y tratándose de una comedia, mayor es el lío.
El problema está en saber si debo tomarme o no a ambos protagonistas como paradigmas totales de dos colectivos contrapuestos: los proletarios y los burgueses; lo lógico sería pensar que no.
El contable, corroído por la envidia y el resentimiento a un hombre que parece tenerlo todo, decide que, como nunca podrá tener lo suficiente trabajando de forma honesta, el robo es una solución aceptable.
El carnicero parece ser un hombre artero que se enriqueció a fuerza de mentiras, estafas y robos.
Son lo que son por las circunstancias que les ha tocado vivir.
Parece absurdo pretender que el autor podría llegara a considerar a un personaje literario como representativo absoluto de un grupo. ¿Quién está tan desconectado de la realidad como para creer eso? ¡Exacto! Un zurdo. Y Elio Petri parece que lo es.
El director, por momentos, paree que quiere hacer una denuncia a la clase pudiente capitalista; ávida de dinero, inescrupulosa a la hora de conseguirlo, y sin ningún interés por los necesitados.
Por otro lado, parece burlarse de quienes creen que el robo está justificado hasta que les tocan su propiedad.
Luego, aparenta tomar un posición central equidistante, pero careciendo de verdaderos argumentos que justifiquen el no inclinar la balanza a ningún lado.
No me queda claro si favorece, cuestiona o simplemente se burla de los múltiples significados que se le pueden atribuir a la célebre frase de Proudhon: "La propiedad es un robo".
De salida, esa frase no tiene sentido si no se define primero qué es la propiedad.
Ahora bien, dejando de lado el contenido de la obra (al que tendré que dedicarle más tiempo de análisis para entenderlo bien) hay que destacar que está realizada con la maestría que es propia del autor. Abusando de los planos cerrados, teleobjetivos, paneos rápidos, desplazamientos de cámara y un montaje arrítmico, logra un estilo muy original y reconocible que vale la pena admirar.
Lo mejor es olvidarse de que hay un mensaje de por medio.
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