Debe ser difícil encontrar Mi lindo auto en youtube viendo las votaciones. Os recomiendo que os gastéis la pasta y la veáis en condiciones. Según dice el intertítulo hay seis razones para hecerse una foto: Una es con una chica y las otras cinco no cuentan. Con frases así no es difícil decir que las pelis de Harold Lloyd iban muy por delante respecto a otros cómicos. Harold Lloyd en Mi lindo auto tiene que llegar a la función de teatro ya que él es el actor principal. Y no tiene nada más rápido y mejor que coger su lindo auto. Sacar dicho auto del garaje sin dañar el huerto del vecino va a ser muy complicado. Y fue muy complicado. Lo que viene a continuación hasta la llegada de Harold al teatro está a la altura de un number one.

Vemos dos parejas de enamorados hasta que se encuentran los machos. ¿En qué estaría pensando Charlot cuando se cambió el abrigo con Mack Swain?. Educación no tiene mucho el de las grandes cejas al comer la sopa. Claro que Charlot le han dado el hueso del perro y no tiene mucho gusto. Y la pelea entre los dos es inevitable por culpa del abrigo y las cartas envenenadas. Y para no ser menos que muchos cortos de la época todos se citan el el parque. ¿Qué tendrá el parque?. Todo esto pasa en 16 minutos no en 32.

El planeador de Goofy debe ser el segundo corto tras su independencia. El primero seguro al 100% es Goofy y Wilbur ya que así lo dice un historiador muy ilustre sobre el gran Goofy llamado Leonard Maltin. El libro dice que hacer volar el planeador es muy fácil. Si dijeran todo lo contrario no se vendería ninguno. Goofy tiene mucho tiempo para hacer volar el planeador. Lo que no tiene son huesos en su sitio. Tras revisar dicho libro y no mejorar Goofy se le ocurrió lo mejor. Y así estuvo volando toda la vida.

Harold deberá pasar por la autoescuela lo más rápido posible. Sus puntos han caducado por los dos coches siniestrados que ha dejado. Los ha destrozado con la misma facilidad que ha puesto a los maleantes en la parroquia. En la parroquia hay una parroquiana que está de buen ver. Y a la parroquiana le gustan los ricos. Además el rico es un consumado en la contrarreloj igual que en El tenorio tímido. El intento no sale mal parado con la mejor crono del siglo. A pesar del repudio del paisano de Andy Roddick ¡Ay, mi madre! perdurará en lo más alto del pistolero más rápido de la ciudad. Y eso es mucho.

Dicen que el efecto sorpresa se ha perdido. Claro que quedarán para el recuerdo los asesinatos del diablo. Unas veces con el cuervo y otras por la mano maestra del cabrón del niño. El efecto sorpresa no ha perdido nada del encanto de La profecía. Y los asesinatos dejan en muy buen lugar la de Don Taylor. Asesinatos al 90% de traca. El 10% no será de traca pero hacen de La maldicíón de Damien un clásico absoluto. Y el 10 es por el cabrón del niño.