You must be a loged user to know your affinity with PierPuccini
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,2
48.850
7
24 de agosto de 2020
24 de agosto de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos años atrás, en la fría campiña inglesa, una viejecita de aspecto noble y enjuto, cavilaba sentada frente a la luz del fuego de su chimenea. Empuñando un afilado lápiz, sus ojos veían las ascuas arder, mientras su mente inquieta fantaseaba con lugares más cálidos y exóticos como telón de fondo para el crimen perfecto. Escenificar “El asesinato como una de las bellas artes” (como diría su compatriota Thomas De Quincey) era el modus vivendi de esta avezada señora. Hasta el día de hoy, la obra de la dama en cuestión continúa en la cima de ventas, y su estilo ha influido tanto en la novela policíaca “whodunit” (encontrar al culpable) desde entonces, que su nombre es sinónimo del mismo: Agatha Christie.
El director y guionista Rian Johnson tampoco es inmune a la fascinación que despierta esta gigante literaria, y se decidió en pleno 2019, cuando se cree ya caduco el género, mayormente a homenajear pero también a subvertir las claves del policíaco de Christie, igual que haría en su debut en el 2004 con la brillante “Brick”, y su reinterpretación del policíaco de los años 40 de Dashiell Hammett.
Todo inicia pues, en un caserón sacado del típico cuento gótico, en donde la familia excéntrica y acomodada de un novelista de misterio son los principales sospechosos de su muerte. El detective Benoit Blanc (Daniel Craig) inicia la investigación y no descarta que cualquiera de estos tenía razones para desaparecerlo. Craig borda su papel como si se tratara de la variación americana y sureña del Hercule Poirot que interpretaba Peter Ustinov en las adaptaciones de Christie en la década del setenta, como un “observador pasivo de la verdad”, y como si él, al igual que nosotros, no tuviese idea de lo que pudo ocurrir ni de quien está detrás de esta intriga laberíntica. Aunque en la publicidad, e incluso al inicio de la película, se nos muestra como el protagonista, es en realidad el secundario de Marta Cabrera (Ana De Armas), el verdadero eje de la historia. La sumisa pero fiel enfermera del fallecido escritor. Estos dos personajes son los más conseguidos de un reparto que podría haberse explorado un poco más, sin ser sólo un decorado, o lo que es peor, un arquetipo de poco encanto y con pretensiones de áspera crítica social.
La falta de interés en algunos personajes, los compensa un adversario de altura, una trama sin agujeros y un sinfín de sucesos, cada cual más estrafalario, que refuerza la comicidad y desencadena una conclusión muy satisfactoria, que vuelve a traer a la mente la maestría de Christie para jugar con las expectativas del público. Johnson debió sentir lo mismo que ella tras un teclado, al darle forma a una historia descabellada en apariencia, pero que al cobrar todo el sentido en su epílogo, llena de satisfacción al espectador.
El director y guionista Rian Johnson tampoco es inmune a la fascinación que despierta esta gigante literaria, y se decidió en pleno 2019, cuando se cree ya caduco el género, mayormente a homenajear pero también a subvertir las claves del policíaco de Christie, igual que haría en su debut en el 2004 con la brillante “Brick”, y su reinterpretación del policíaco de los años 40 de Dashiell Hammett.
Todo inicia pues, en un caserón sacado del típico cuento gótico, en donde la familia excéntrica y acomodada de un novelista de misterio son los principales sospechosos de su muerte. El detective Benoit Blanc (Daniel Craig) inicia la investigación y no descarta que cualquiera de estos tenía razones para desaparecerlo. Craig borda su papel como si se tratara de la variación americana y sureña del Hercule Poirot que interpretaba Peter Ustinov en las adaptaciones de Christie en la década del setenta, como un “observador pasivo de la verdad”, y como si él, al igual que nosotros, no tuviese idea de lo que pudo ocurrir ni de quien está detrás de esta intriga laberíntica. Aunque en la publicidad, e incluso al inicio de la película, se nos muestra como el protagonista, es en realidad el secundario de Marta Cabrera (Ana De Armas), el verdadero eje de la historia. La sumisa pero fiel enfermera del fallecido escritor. Estos dos personajes son los más conseguidos de un reparto que podría haberse explorado un poco más, sin ser sólo un decorado, o lo que es peor, un arquetipo de poco encanto y con pretensiones de áspera crítica social.
La falta de interés en algunos personajes, los compensa un adversario de altura, una trama sin agujeros y un sinfín de sucesos, cada cual más estrafalario, que refuerza la comicidad y desencadena una conclusión muy satisfactoria, que vuelve a traer a la mente la maestría de Christie para jugar con las expectativas del público. Johnson debió sentir lo mismo que ella tras un teclado, al darle forma a una historia descabellada en apariencia, pero que al cobrar todo el sentido en su epílogo, llena de satisfacción al espectador.

6,9
13.372
8
5 de septiembre de 2006
5 de septiembre de 2006
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El profesor Abronsius y su joven ayudante, Alfred, viajan a transylvania con el fin de iniciar una investigación que los lleve a probar la existencia de vampiros en la zona. En una noche de estancia en la posada de la villa, la hermosa hija del propietario ha sido raptada y llevada a un castillo cercano, propiedad del conde Von Krolock. El profesor y Alfred partirán en busca de la damisela.
Roman Polanski y su habitual colaborador en los textos, Gerard Brach, conciben este homenaje-parodia a las cintas de terror de la Hammer.
Con una conseguida fotografía de Douglas Slocombe, una dispar pero provocativa partitura de Krzysztof Komeda y un grandioso reparto, estelarizado entre ellos por el encantador y carismático anciano Jack MacGowran, el tenebroso Ferdy Mayne, la preciosa Sharon Tate, y el mismísimo Roman Polanski como un torpe y soñador joven aprendiz.
Es obvio que la comedia no es el fuerte de Polanski, su habilidad se encuentra más en la creación avezada de atmósferas desasosegante u opresivas, sin embargo, cabe admirar su uso del slap-stick y el fast-motion, con fin de otorgarle cierta hilaridad a la pieza.
Dentro de los momentos memorables, que se cuentan por montones, están las escapadas de Shagal, las presentaciones de Von Krolock, su hijo Herbert, y el jorobado Koukol, y los tiernos momentos entre Polanski y Sharon Tate, quienes entablarían un romance en la vida real, que los llevaría al altar, tristemente por poco tiempo, luego del brutal asesinato de la hermosa actriz a manos de la sádica familia Manson.
“El baile de los vampiros” es un filme atípico dentro del currículum de Polanski, no obstante, contiene numerosos momentos simpáticos y entretenidos, y tampoco esta exento de esa inequívoca, placentera y fantasmagórica puesta en escena del director franco-polaco, con el que sus cintas transmiten la magia, el poder, y el encantamiento necesario como para disfrutar dos horas de buen cine.
Pierluigi Puccini
Roman Polanski y su habitual colaborador en los textos, Gerard Brach, conciben este homenaje-parodia a las cintas de terror de la Hammer.
Con una conseguida fotografía de Douglas Slocombe, una dispar pero provocativa partitura de Krzysztof Komeda y un grandioso reparto, estelarizado entre ellos por el encantador y carismático anciano Jack MacGowran, el tenebroso Ferdy Mayne, la preciosa Sharon Tate, y el mismísimo Roman Polanski como un torpe y soñador joven aprendiz.
Es obvio que la comedia no es el fuerte de Polanski, su habilidad se encuentra más en la creación avezada de atmósferas desasosegante u opresivas, sin embargo, cabe admirar su uso del slap-stick y el fast-motion, con fin de otorgarle cierta hilaridad a la pieza.
Dentro de los momentos memorables, que se cuentan por montones, están las escapadas de Shagal, las presentaciones de Von Krolock, su hijo Herbert, y el jorobado Koukol, y los tiernos momentos entre Polanski y Sharon Tate, quienes entablarían un romance en la vida real, que los llevaría al altar, tristemente por poco tiempo, luego del brutal asesinato de la hermosa actriz a manos de la sádica familia Manson.
“El baile de los vampiros” es un filme atípico dentro del currículum de Polanski, no obstante, contiene numerosos momentos simpáticos y entretenidos, y tampoco esta exento de esa inequívoca, placentera y fantasmagórica puesta en escena del director franco-polaco, con el que sus cintas transmiten la magia, el poder, y el encantamiento necesario como para disfrutar dos horas de buen cine.
Pierluigi Puccini

6,5
8.130
9
30 de abril de 2006
30 de abril de 2006
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una aparentemente pacifica localidad rural de Estados Unidos ha ocurrido un asesinato, la víctima es Harry, muy pocos se percatan de la presencia de su cadáver, al parecer a muy pocos les importa.
Una espléndida comedia del maestro del suspense, una pequeña gema dentro de la filmografía del director Británico, famoso por su puesta en escena, sus inquietantes historias cargadas de erotismo, barroquismo e innegable talento para llevar al espectador a literalmente comerse las uñas debido a la ansiedad.
Parte de lo mencionado anteriormente se puede apreciar en este “inusual” trabajo marca Hitchcock, desplegando como nunca su más cínico humor.
Pocas veces el humor negro llega a los extremos de hilaridad de este gran film. Con seguridad no es la mejor cinta de Hitchcock, tampoco la más grande comedia jamás realizada, pero en su interior se encuentra el estupendo trabajo de grandes cineastas, Robert Burkes en la fotografía, Bernard Herrman en la composición musical, o las grandes irrepetibles actuaciones de Edmund Gwen, John Forsythe o la bella Shirley McClaine en su primer rol en la gran pantalla.
Un clásico del humor ácido e irreverente, más acorde con la idiosincrasia europea de su realizador, que sin duda dejará un buen sabor de boca a todos los fanáticos del gran Hitch.
Pierluigi Puccini
Una espléndida comedia del maestro del suspense, una pequeña gema dentro de la filmografía del director Británico, famoso por su puesta en escena, sus inquietantes historias cargadas de erotismo, barroquismo e innegable talento para llevar al espectador a literalmente comerse las uñas debido a la ansiedad.
Parte de lo mencionado anteriormente se puede apreciar en este “inusual” trabajo marca Hitchcock, desplegando como nunca su más cínico humor.
Pocas veces el humor negro llega a los extremos de hilaridad de este gran film. Con seguridad no es la mejor cinta de Hitchcock, tampoco la más grande comedia jamás realizada, pero en su interior se encuentra el estupendo trabajo de grandes cineastas, Robert Burkes en la fotografía, Bernard Herrman en la composición musical, o las grandes irrepetibles actuaciones de Edmund Gwen, John Forsythe o la bella Shirley McClaine en su primer rol en la gran pantalla.
Un clásico del humor ácido e irreverente, más acorde con la idiosincrasia europea de su realizador, que sin duda dejará un buen sabor de boca a todos los fanáticos del gran Hitch.
Pierluigi Puccini
21 de agosto de 2024
21 de agosto de 2024
6 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Si David Cronenberg fuese una mujer trans”, “David Lynch Lo-Fi”, “Donnie Darko para ellEs”, hay tantos modos de catalogar esta increíble rareza, la segunda incursión de Jane Schoenbrun en el largometraje luego de su curioso debut “We´re all going to the world’s fair” la cual también exploraba la alienación social y la devoción por una pantalla y cómo estos artefactos analógicos o digitales son capaces de darle una forma a la identidad del receptor o de señalar rasgos distintivos que los obliguen a salir de su estado de espectador pasivo en su propia vida.
Al igual que muchos de nosotros, Schoenbrun creció en un momento emblemático de la generación X y el nacimiento de los futuros millenial, bajo el poder simbólico de los rayos catódicos, que como es bien sabido, capturaban la psique infantil o adolescente en programación de fácil consumo, y con el influjo suficiente para acabar dictando modas, proyecciones mentales o incluso estados disociativos en las mentes más sugestionables o presas de realidades más cruentas al interior de la disfuncionalidad de su familia nuclear. En el caso propio de Schoenbrun, su fascinación con Buffy la Cazavampiros, la cual ha traspuesto en su película como The Pink Opaque, es perfectamente comprensible para quienes crecimos anhelando estar dentro de nuestra propia realidad idílica o pesadilla controlada, ya fuese infantil (Escalofríos, ¿Le temes a la oscuridad?) o adulta (Los expedientes secretos X, Twin Peaks, o La dimensión desconocida)
Quienes amaron otros oscuros viajes iniciáticos ambientados en realidades alternas como Mysterious Skin o Donnie Darko la cinta también llega a ese estado emocionalmente disruptivo de drama psicológico, intriga críptica, terror corporal y añoranza en su cuidada estética retro. Podría incluso emparentarse con la magnífica “Arrebato” (1979) de Iván Zulueta en su desbordada adicción al medio audiovisual y el acabar consumido por el apego a la cultura popular, hasta no ser consciente de la realidad objetiva.
Un electrizante, melancólico y terrorífico ejercicio con sabor a clásico de culto y que exuda pasión y nostalgia en cada fotograma.
Al igual que muchos de nosotros, Schoenbrun creció en un momento emblemático de la generación X y el nacimiento de los futuros millenial, bajo el poder simbólico de los rayos catódicos, que como es bien sabido, capturaban la psique infantil o adolescente en programación de fácil consumo, y con el influjo suficiente para acabar dictando modas, proyecciones mentales o incluso estados disociativos en las mentes más sugestionables o presas de realidades más cruentas al interior de la disfuncionalidad de su familia nuclear. En el caso propio de Schoenbrun, su fascinación con Buffy la Cazavampiros, la cual ha traspuesto en su película como The Pink Opaque, es perfectamente comprensible para quienes crecimos anhelando estar dentro de nuestra propia realidad idílica o pesadilla controlada, ya fuese infantil (Escalofríos, ¿Le temes a la oscuridad?) o adulta (Los expedientes secretos X, Twin Peaks, o La dimensión desconocida)
Quienes amaron otros oscuros viajes iniciáticos ambientados en realidades alternas como Mysterious Skin o Donnie Darko la cinta también llega a ese estado emocionalmente disruptivo de drama psicológico, intriga críptica, terror corporal y añoranza en su cuidada estética retro. Podría incluso emparentarse con la magnífica “Arrebato” (1979) de Iván Zulueta en su desbordada adicción al medio audiovisual y el acabar consumido por el apego a la cultura popular, hasta no ser consciente de la realidad objetiva.
Un electrizante, melancólico y terrorífico ejercicio con sabor a clásico de culto y que exuda pasión y nostalgia en cada fotograma.
Documental

7,6
64.729
8
17 de mayo de 2006
17 de mayo de 2006
7 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El documentalista norteamericano Michael Moore plantea un estudio sobre el indiscriminado porte y uso de armas de fuego y la incidencia que ha tenido en las constantes olas de violencia, odio y racismo que aun prevalecen en el país más poderoso del mundo y que desencadenaron la tragedia de la escuela columbine. Los estadounidenses ven como su principal “tarea” la protección de su familia y sus bienes, llegando así a invertir cuantiosas sumas de dinero en la adquisición de armas de todo tipo con las cuales ponen en peligro a la sociedad en general.
Conocer la deshumanización de una nación que se yergue como la mas poderosa del mundo es algo para preocuparse, Moore nos presenta los problemas de dicho estado con su particular noción satírica y sardónica de una realidad cada vez más preocupante, en la que la sociedad americana se inclina por hacer daño al prójimo desde una edad temprana.
La finalidad de este magnifico trabajo cinematográfico/ periodístico / investigativo es de dar a luz a los hechos de una manera amena y directa (que en ocasiones peca por “divertida” al tratar un tema tan serio) pero que al final de cuentas se torna como un lúgubre pero entretenido y para nada tedioso viaje por las desgracias que han aquejado no solo a Estados Unidos sino también al mundo entero a lo largo de su historia y mas propiamente en el transcurso del siglo XX.
En conclusión el cineasta ha logrado con este trabajo un excelente ejemplo de radiografía de la realidad actual (no en vano se llevo el Oscar al mejor documental del 2002) abordando temas tan controvertidos como la problemática social y moral en la que se encuentra sumida su nación, la constante e irracional lucha interna de carácter económico, político y étnico que sufren desde sus inicios y un infundado miedo y paranoia hacia quienes no comparten los mismos ideales del sobre valorado sueño americano.
Pierluigi Puccini
Conocer la deshumanización de una nación que se yergue como la mas poderosa del mundo es algo para preocuparse, Moore nos presenta los problemas de dicho estado con su particular noción satírica y sardónica de una realidad cada vez más preocupante, en la que la sociedad americana se inclina por hacer daño al prójimo desde una edad temprana.
La finalidad de este magnifico trabajo cinematográfico/ periodístico / investigativo es de dar a luz a los hechos de una manera amena y directa (que en ocasiones peca por “divertida” al tratar un tema tan serio) pero que al final de cuentas se torna como un lúgubre pero entretenido y para nada tedioso viaje por las desgracias que han aquejado no solo a Estados Unidos sino también al mundo entero a lo largo de su historia y mas propiamente en el transcurso del siglo XX.
En conclusión el cineasta ha logrado con este trabajo un excelente ejemplo de radiografía de la realidad actual (no en vano se llevo el Oscar al mejor documental del 2002) abordando temas tan controvertidos como la problemática social y moral en la que se encuentra sumida su nación, la constante e irracional lucha interna de carácter económico, político y étnico que sufren desde sus inicios y un infundado miedo y paranoia hacia quienes no comparten los mismos ideales del sobre valorado sueño americano.
Pierluigi Puccini
Más sobre PierPuccini
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here