Escribo estas líneas aún con lágrimas en los ojos, pues acabo de presenciar la película sentimental del año.

En forma es un musical tipo clásico, hasta bailan claqué. En este sentido es a los musicales lo que “The Artist” fue para el cine mudo. Ergo, es inevitable que arrase en la Academia.

La historia es un romance feliz-triste. La chica es una camarera aspirante a actriz e incluso escritora (sorpresa!) de obras de teatro, que tiene muchos modelitos y tacones. Es la más cenicienta del lugar. El chico un pianista amante del jazz, que tiene muchas corbatas y siempre calza “spectators”. Es el más dandy del lugar. Los dos están están en horas bajas y buscan cumplir sus sueños.

Hay mucho colorido… <publicidad> pero un momento, amigos: musical, romance feliz-triste, mucho colorido, estamos hablando de “Los paraguas de Cherburgo”? No, y la verdad es que me sigo quedando con la obra de Jacques Demy. Si no la habéis visto y esta os ha gustado, ved “Los paraguas...” cuando podáis! </publicidad>

Como iba diciendo, mucho colorido y una gran iluminación. Un par de números musicales son fiestas de la coreografía y otro me ha puesto los pelos de punta. Por otro lado, las canciones originales están bien pero tampoco matan.

Emma Stone nos da su clase particular de interpretación y Ryan Gosling de piano. Así que den a Emma el Oscar y Ryan que se presente al Maria Canals, donde le deseo mucha suerte de todo corazón.

Gustará a: jazzísticos, astrónomos, Nicholas Ray
No gustará a: A-ha, intolerantes al gluten, fotógrafos

Una cosa os diré: el cine no es caro. Sobre todo si lo comparas con un cubata. Aunque bueno casi todo comparado con un cubata es barato. Pero también si comparas el cine con otras cosas, es barato. Por ejemplo, antes de ver este documental me clavaron 1,90€ por un café con hielo. Es zona guiri pero duele. O irse de viaje a la Conchinchina. Por lo que te cuesta ir de viaje inspirador o desconectador puedes ir al cine 400 golpes, o más, todas ellas con capacidad inspiradora o desconectadora. Y es menos contaminante, que seguro que te importa la ecología.

Pues eso, que el cine no es caro, y este es uno de los mensajes que quiere transmitir Natàlia Regás. No es que sea el mensaje principal del documental pero al final en el coloquio ella misma nos ha instado a los fieles del cine a predicar este evangelio: ir al cine no es caro. Y hay ofertas. Días del espectador. El Texas cuesta 3-4€, for the love of god. El Maldà, puedes ver 4 o 5 pelis con una misma entrada, y hay sesiones para bebés. Que por cierto, viendo este documental descubre uno por qué.

Cierto es, el cine no es caro y lo demuestra el hecho de que aún no estoy en la ruina y eso que ya he ido 237 veces al cine en lo que va de año. Pero no es que sea caro, el tema es que aunque las entradas fueran a 1€ la gente no iría porque le da palo, prefiere hacer otras cosas, el cine ha perdido su halo, su magia. Bien lo explica Nacho Cerdà (Phenomena), la gente va al cine cuando es un acontecimiento ir al cine, cuando tiene un retorno emocional.

Evidentemente, para Natàlia y el pequeño público que vaya a ver este documental, el cine tiene una gran significancia emocional en su vida, es "son amour". A mí me ha gustado por eso, y por conocer algunos entresijos de la industria y escuchar a gente que solemos ver por estas salas de cine. Volviendo para casa, quería entrar en el Méliès y decirle a Dani Cantón que acababa de verle en una peli, pero ya habían echado la reja. Esperemos que por muchos años.

Gustará a: Indiana Jones, trotacines, Tornatore
No gustará a: Edison, cine Boliche, peluquero de Bayona

Según las críticas que he leído, esta película está muy bien si haces la vista gorda a un montón de problemas. Sí claro, hasta “The Room” de Wiseau está bien si haces la vista gorda con todo.

En fin, esto más que un homenaje es una explotación a Raffaella Carrà, y encima la mitad de las canciones las han destrozado. Pocas cosas a salvar, el esmero en producción y vestuario y las interpretaciones femeninas. Me gustó Verónica Echegui a pesar de estereotipos y Natalia Millán tiene las mejores líneas.

El guión parece que lo desempolvaron de un cajón de Sáenz de Heredia e intentaron renovarlo desde los años 60 a la actualidad, quedándose en los 90 el intento. Solo diré que hasta en el final de Star Wars hubo beso lésbico, con su correspondiente polémica a pesar de ser fugaz y en segundo plano. Pues en esta película, con todo su discurso anti-censura (bien), resulta que en el típico fin de fiesta donde los personajes, incluso los más abyectos, se redimen y celebran que todo ha acabado bien, todas las parejas se besan excepto la homosexual. Ole ahí. Habrán considerado que era demasiado pedir al público. Además de explotadora, bien hipócrita.

Gustará a: censores, agresores sexuales, gente de bien
No gustará a: italianos, bailarinas profesionales, gente de mal

Entrañable sesión matinal donde creo que era el único sin dentadura postiza. Todo llegará. Aclarar que el título no es por el famoso libro de ajedrez "Finales de Spencer", sino que es el apellido de soltera de la protagonista.

Kristen Stewart de espaldas es igualita a Lady Di e imita su acento lo suficientemente bien para asegurarse la nominación al Óscar, cuyos jueces como ya sabemos son unos fanáticos de las figuras ilustres del Reino Unido. ¿Ganará? Quién sabe, Natalie Portman no lo ganó por Jackie, película similar del director Larraín. Tan similar que quizás también la nominen a música y vestuario, y no gane.

Iba con bastantes reticencias porque las historias de pobre niña rica no son precisamente mi taza de té pero al final no es el biopic al uso y tiene su gracia. Aunque a veces se pasa y cruza la línea de la vergüenza ajena, como una escena excusa para que la Stewart luzca los modelitos más famosos de Lady Di.

No vayáis a verla con hambre.

Gustará a: MasterChef, Ana Bolena, Catherine Walker
No gustará a: espantapájaros, tradicionalistas, faisanes

Conste que soy mortal y mis estudios están muy alejados del cine, y a pesar de ello me ha gustado mucho esta película. Supongo que en parte porque me ha recordado el pueblo de mis padres donde pasé varios veranos, que está apenas 5 o 6 pueblos más abajo del de la película, Puebla de la Reina.

En parte por eso y en parte porque me he emocionado en ocasiones en las que imágenes de mucha fuerza y belleza acompañan descensos en la profundidad de la mente hasta lugares normalmente enterrados. Me he sentido como a veces viendo Buñuel, Fellini, Lynch o Von Trier, supongo que eso simplemente quiere decir que me va el surrealismo. Dudo, aunque me gustaría, que esta película y directora llegue a esas cotas de reconocimiento, y no sé muy bien por qué.

Destacar también que la carátula mola y que el título es precioso y se puede aplicar a la película, lo cual también es precioso en sí. Hay que aplaudir las cosas bien pensadas.

Gustará a: feministas, amantes de las flores y gañotes típicos de la semana santa extremeña, psicoanalistas
No gustará a: realistas literarios, gerontófobos, gente de bien