El padrino nace de una interesante - y astuta -  operación: abordar una historia de gánsters como un drama shakespeariano. Las familias mafiosas neoyorquinas son reinos en El padrino, y un tema fundamental en cualquier monarquía es el de la sucesión, que Shakespeare abordó frecuentemente (El rey Lear, Ricardo III). También sucede esto en El padrino. Vito Corleone duda entre sus hijos. El mayor, Santino, es impulsivo y violento y el segundo, Fredo, pusilánime. El benjamín, Michael, inteligente y estudioso, no entraba en los planes de su padre, pero el chico se implicará más de lo que hubiera querido en los asuntos de su familia a partir de una guerra con una familia rival. Francis Ford Coppola aporta un adecuado tratamiento solemne, consiguiendo grandes momentos de cine al combinar con talento el intimismo con la espectacularidad. Mención aparte merece Marlon Brando: es tanto el carisma que imprime a su Vito Corleone, que este - un breve papel - se convirtió en un icono del cine.

Uno de los primeros éxitos de Billy Wilder fue Días sin huella. Se trata de un intenso y sombrío drama sobre el alcoholismo que refleja con tino la degradación personal, progresiva e imparable, del protagonista (Ray Milland ganó el Oscar por este papel). Es muy acertada la combinación de realismo de la puesta en escena con el onirismo músical de Miklos Rosza, lo que subraya tanto lo cercano del problema como lo pesadillesco de sus consecuencias.

Cuando llega la noticia del asesinato de un ganadero, los habitantes de un pequeño pueblo de Nevada, sedientos de venganza, salen en busca de los tres sospechosos del crimen. William Wellman dirige con su habitual estilo realista este duro y emocionante alegato por la legalidad como principio de convivencia, por la justicia como valor supremo de la sociedad. El último tercio es impresionante.

A la muerte del anciano aristócrata propietario de un palacete romano, los fantasmas que habitan este deciden rebelarse ante su inminente demolición. Fantasmas en Roma (Fantasmi a Roma, 1960), de Antonio Pietrangeli, es una deliciosa comedia, tan divertida como tierna, además de elegante (la puesta en escena, el cromatismo). Una joya.

Lenny se casa con Lila y ambos se van a Florida de luna de miel, donde Lenny conoce a Kelly, enamorándose de ella. Neil Simon escribe esta inteligente comedia, dirigida por la actriz y directora Elaine May, que propone una penetrante reflexión sobre la volatilidad de las relaciones sentimentales como expresión de la inconsistencia y fragilidad del ser humano. El protagonista es Charles Grodin, actor dotado de una comicidad muy especial, y la infravalorada Cybill Shepherd, en su momento más esplendoroso, da vida a la tentadora Kelly. Muy interesante.