Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with telemendenge
Críticas 169
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
6
12 de noviembre de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres familias vecinas, de clase media y abundante prole, comparten las jornadas de verano tomando el sol en la playa y reuniéndose en veladas caseras. Los chavales se reúnen en panda para extravagantes despropósitos que, bien, se salen de lo razonable, pero gracias a ello nos animarán a sonreír.

Los personajes adultos están notablemente caricaturizados y su incoherencia será también la que nos resulte divertida. Un sencillo romance adolescente aportará algo de seriedad a la comedia.

No es una película para niños pero sí para los jóvenes y para los que, con más años, todavía lo somos. Es cine de evasión con un ritmo muy dinámico.
Se disfruta el color amarillento de su fotografía que remeda el de las fotografías que guardamos en nuestro álbum de aquellos años. Esto y su divertida ambientación de la moda de su tiempo ofrece otro aliciente añadido a las chocantes situaciones plagadas de abundante ingenio que, si bien no lo ofrece su ajustado guión, sí lo derrocha su humor visual.

Como los personajes tienen la misma profundidad que su piscina desmontable, la película parece poca cosa, pero ellos son el vehículo para satirizar aquel momento y aquel lugar que el autor del trabajo parece haber vivido de cerca. La verdad es que a más de uno nos habría gustado haber podido estar allí, aunque, para los más afortunados, el techo fue el de "40 grados a la sombra", divertida "españolada" de 1967 con una censura moral que celebramos que no haya condicionado a "Swinging Safari".

Como verá por las votaciones, le puede gustar o no, pero con lo dicho aquí le ofrezco algunas pistas para ayudarle a decidir si la ve o la deja correr.
5 de noviembre de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran desconocido para los que no le conocíamos, que me temo que seamos legión. En el aspecto cinematográfico poco más que decir que se trata de un producto correcto... aunque algo más habrá que añadir, pero será después de hablar de la historia que nos cuenta.

Don Carlo es un sacerdote y también un hombre de acción. En los albores de la 2ª GM ejerce su ministerio como docente en un centro católico de Milán. Al estallar la contienda insiste en ir a primera línea para confortar a los soldados y, tras un tiempo compartiendo sus tragedias, retorna, fuertemente afectado, a su labor docente.

Para su pesar, sus jóvenes alumnos, entusiasmados por la lucha, se alistan como voluntarios. Muy queridos para él, vuelve a enrolarse para estar con ellos en el frente ruso. Tras la derrota, vuelve a su ciudad y peregrina por los pueblos para entregar a los familiares las chapas, cartas y fotos que ha ido recogiendo de los cadáveres de los soldados que quedaban abandonados en la estepa nevada.

Esta experiencia le marca profundamente al encontrarse con niños mutilados por las minas, huérfanos y solos. Con el respaldo del obispado y de las damas pudientes, reúne a todos estos desdichados en una gran casa que le ceden. En plena posguerra se esfuerza por conseguir alimento, atención médica y esperanza para sus pequeños ángeles despedazados por las minas.

La historia se adereza con los avatares y amores imposibles de algunos de sus antiguos alumnos. Son 200 minutos de metraje que transcurren ligeros por la abundancia de situaciones que protagonizan varios personajes junto a don Carlo Gnocchi, admirable paladín de la Caridad.


Recomendable por la gran intensidad emocional que despierta en el espectador la contemplación de la infinita tragedia que comportan las guerras, lejos de Hollywood y su épica heroica.

Recomendable por la esperanza que, en tiempos como estos (igual habríamos dicho hace veinte años), ofrece al espectador de que además de malos, también hay buenos, pero estos apenas salen en la tele. El dolor y sufrimiento no resultan atractivos.

Recomendable para los cristianos, que nos sentimos estimulados por don Carlo.

Y, como comenté al comienzo, hay algo en esta cinta que eleva y potencia de forma extraordinaria las numerosas escenas de gran emotividad que contiene, y es su imponente música. Obra genial de los hermanos Guido e Maurizio De Angelis, autores de partituras de películas de Bud Spencer y Terence Hill, junto con otras de los años 70, consigue que las numerosas escenas de gran fuerza dramática trasciendan su espiritualidad más allá de la imagen. Buena historia con buena música. Es difícil esto, pero todos sabemos lo que es y hemos disfrutado cuando nos lo han podido ofrecer.

Si es usted cristiano o necesita mejorar su visión pesimista de este mundo enloquecido, no se la pierda. Se sentirá mejor.
Y si ya se siente mejor, no se la pierda, inténtelo, porque si le gusta Morricone, le va a gustar la música.
15 de agosto de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Facilona, casi simpática, de humor básico y poco trabajado.
Daniels interpreta a un alto ejecutivo que, a raíz de la repentina muerte de su vital y jovial compañero, deviene en un hipocondríaco sin consuelo.
El desarrollo no resulta sorprendente, Daniels despliega sus recursos habituales (no sabría decir cuáles) y, aunque bien llevada, no sentiríamos que un corte de luz interrumpiera la función. El tono general es amable, está siempre casi a punto de ser divertida y es ese afán por cumplir nuestras expectativas lo que, escena tras escena, nos mantiene pendientes de ver si por fin se desmadra. No lo hará y nos veremos defraudados, aunque lo habremos intentado. Cualquier otra cinta, no siendo basura, le hará más competencia.
8 de mayo de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala. Una decepción aún para mí, incondicional transigente de las películas "del espacio" y de las profundidades submarinas. (Esfera, Abyss...).

Los interiores de la nave, sencillos, pero suficientes. El argumento, intrigante incluso. Pero ahora viene la ruina. los diálogos, básicos, rutinarios, estereotipados y aburridos. Los personajes, con el mismo perfil que los diálogos. Esto es lo que ha fallado, la mano de la dirección que igual da que se hubiera tratado de un film de suspense, un drama romántico o una "de aventuras", se lo habría fundido igual, lo habría despojado de cualquier interés y habría presentado a sus personajes fingiendo sus papeles. Una trituradora, el tal Eyres. Veinte minutos he aguantado y me he puesto a ver "El precio de la muerte", intriga de 1963, que es más interesante.

Para agradecer su paciencia, voy a abusar de ella. En esa película, "El precio de la muerte", él, un inglés resuelto, se encuentra en un bar de un pueblo de Málaga, en 1963, y le pide al rústico cantinero:

- Póngame un bloody mary.
Pero el cantinero no entiende qué es lo que quiere, así que un compatriota del inglés interviene en su auxilio y le explica al cantinero, en español, que es una bebida con vodka, jugo de tomate y sal.
- Ah no. Yo no tengo de esas cosas. Le responde.
- Es igual -dice el inglés-, tomaré un whisky.
- ¿Y usted?. Le pregunta el cantinero al intérprete.
- Yo... pues... creo que tomaré un bloody mary. Le contesta.
29 de noviembre de 2019 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien. Bien. Interesante película. Yo estuve allí. Tenía 16 años y el asunto de la oreja fue una conmoción. El personaje del magnate avaro es tan insólito que acapara toda la atención en cada aparición. Bien por Plummer. Pero... ¿cómo es posible que a esa edad Paul Getty leyera los teletipos (*) sin gafas? Lo que es tener pasta. Mucha pasta.

(*) Información online antes de internet, antes del móvil, antes del teletexto, antes del fax, antes de... todo lo que pasó después.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para