Tras la Leyenda de Tarzan de Alexander Skarsgaard, esta es la penúltima vez que se ha llevado el mito de Tarzan al cine puesto que no tenemos en cuenta las películas de Tarzan de Disney en dibujos animados. Casper Van Dien es el actor que se encarga de personificar al Hombre Mono, Jane March a Jane Porter, Steven Waddington al perverso Ravens, Winston Ntshone al mágico Mugambi, Rapulaba Seiphemo a Kaya e Ian Roberts al Capitán Dooley. Se trata de una película realizada en 1998 en cinemascope y color dirigida por Carl Schenkel.

Las críticas recibidas no son buenas, hablando de la inexpresividad del rostro de Tarzan y dejándola en el olvido como una película más de los miles que existen sobre temas selváticos. Sin embargo, tenemos que rescatar los valores positivos, que los tiene, considerando el mito de Tarzan y viéndola bajo el punto de vista de alguien al que le gustan las historias de Tarzan.

Bajo ese punto de vista, es de agradecer que antes de empezar la película y las letras de crédito, se explica en texto que aparece en la pantalla la historia de Tarzan y su destino final en el presente, en tierras inglesas. Lo que se cuenta entronca perfectamente con la idea original de Edgar Rice Burroughs que pocas veces ha ocurrido en los guiones de Tarzan para el cine. Por ello la película se ve con agrado, agradeciéndose la acción a ritmo apropiado y no acelerado como suele ocurrir últimamente en las películas de aventuras. Los rostros de los personajes principales, Tarzan, Jane, Mugambi, Kaya, íncluso el de Ravens en su papel de asesino avaricioso son agradables de ver. La fotografía en cinemascope recoge bellos paisajes rodados en la propia Africa y la música del film está en consonancia con cada una de las escenas. Es en definitiva una película que el aficionado a las aventuras del héroe de Burroughs, puede ver con agrado.

La pega que hay para mi es que es una lástima que el cuerpo de Tarzan esté muy bien formado, para mi gusto más agradable que el de otros tarzanes que se han visto en la pantalla, pero tiene una gran pega, el actor sólo mide 1.77 centímetros y la mayoría de Tarzanes de la pantalla miden como mínimo (Gordon Scott) 1.90 cms. de estatura. Eso hace que en muchas escenas se vea a Tarzan al lado de algunas personas y casi siempre él es el más bajo. Eso no se corresponde para nada con las descripciones del Tarzan de Burrough que tiene una figura alta y poderosa.

"El gran pecador" cuyo título original es "The Great Sinner" es una película de 1949 dirigida por Robert Siodmack que ya había dirigido a Ava en "Forajidos" (The Killers) en 1946 y en la que Ava Gardner comparte papeles con Gregory Peck y Melvyn Douglas, como protagonistas principales. Se trata de una adaptación de la novela "El jugador" de Fiódor Dostoyesvki con una gran ambientación sobre todo del casino y de la mesa de la ruleta principalmente, donde los personajes se juegan su dinero y muchas veces su vida, pues hasta el propio casino tiene personal para ocuparse de los casos de suicidio que se dan en la misma mesa cuando algún personaje pierde todo su dinero y se queda arruinado. Esta sería su primera película con Gregory Peck como partener. La segunda sería "Las nieves del Kilimanjaro" en 1952 y la tercera y última "La hora final" en 1959. Con Melvyn Douglas volvería a estar en "Odio y Orgullo " (My Forbbidden Past) en 1951. La tensión que se genera en el juego de la ruleta cuando se hacen las apuestas es enorme y el propio espectador la vive.

"Estrella del destino" cuyo título original es "Lone Star", que hace referencia a la bandera del estado de Texas que tenía una única estrella, es una película del género "western" en la que Ava Gardner vuelve a coincidir con Clark Gable, actor que admirara en su adolescencia y con quien hizo en 1947 "Mercaderes de ilusiones". En esta ocasión Gable estaba más envejecido y empezaba a tener Parkinson por lo que Ava le ayudó en muchas escenas para que no se notase. Es un western sencillo con el fondo histórico de la lucha por la anexión del estado de Texas a la Unión con todos los estados que finalmente formarían los Estados Unidos de Norteamerica, en el que junto con Broderick Cradford que hace de "malo", no del todo porque al final se hacen amigos y compatriotas, pero sólo muy al final, disponiendo de actores secundarios muy buenos con puestas en escena de interiores bien realizadas y fotografías de exteriores normales y no muy llamativas al ser en blanco y negro pero que son propias y excelentes para mostrar este género.

Pongo la reseña en la zona de "spoilers" aunque no hago muchos.

Anoche vi esta película que tanto en el comienzo como en el final vemos que se inspira directamente en "Sonrisas y lágrimas" (The Sound of Music) no sólo por la música sino por las tomas de las escenas que están referenciando directamente al mencionado film de Robert Wise de 1965.

Esta es una película australiana que si has visto "La boda de Muriel" del mismo director, te la está recordando continuamente, porque está inspirada en la vida del propio P.J. Hogan y vemos que su primer película, la mencionada al comienzo de este párrafo, también lo estaba puesto que las dos cuentan la historia de una familia en un pueblo de Australia y en las dos esa familia representa problemas para el padre que los necesita políticamente. En "La boda de Muriel" se presenta con más seriedad el tema y en ésta, con un aparente tono de comedia, nos presenta la realidad de la vida en esos pueblos de Australia pero que también podrían ser en otros países pues está retratando la hipocresía y los comportamientos, muchas veces inconscientes, del ser humano y en ese sentido es una película que refleja la psicología profunda de las personas que queda al desnudo de una forma desgarradora y sin tapujos por la acción de esa gran actriz que es la australiana Toni Collette, actriz camaleónica donde las haya y que resulta otro nexo de unión más con la primera película de P.J. Hogan.

Si te gustó "La boda de Muriel", ésta también te gustará y si disfrutas con Toni Collette, aquí se puede volver a disfrutar de ella y de su actuación que lo llena todo. No puedo imaginar a ninguna otra actriz para este papel. También se menciona directamente a las australianas Kylie Minogue y Nicole Kidman. Buen trabajo de dirección de las actrices jóvenes. Han pasado 18 años entre las dos películas mencionadas y se nota muchísimo como la vida de P.J. Hogan le sigue influenciando en su trabajo cinematográfico.