Kathy Bates representa la obsesión hecha persona, la enfermera que ninguno querríamos tener. Todo el mundo habla de lo bien que actúa en esta cinta pero para mí él lo hace igual de bien que ella.

La película es meritoria por varios motivos pero sobre todo por su ambiente claustrofóbico y obsesivo ¡La relación entre paciente y enfermera es letal! Ella le pide que cambie el final de su novela y él no puede hacer otra cosa que seguirle el juego...

La situaión del paciente es angustiosa por varios motivos: por su inmovilidad, porque nadie sabe que está allí, por no poder escapar, y porque las intenciones de su cuidadora no parecen honestas, por todo esto podemos llegar a compadecernos de él a pesar de ser un tipo algo antipático.

Poco a poco, a medida que sale a relucir el turbio pasado de la enfermera la relación entre ella y su paciente se irá deteriorando hasta el punto de la locura. Nada puede salir bien, la situación es límite.

La cinta no llega a ser aterradora a pesar de que hay un par de momentos que sí lo son. La América rural nos muestra su lado más enfermizo, el menos saludable, el más criminal.

En algunos aspectos Misery recuerda a otros films del mismo género como Twin Peaks, Fargo o Psicosis.

Como no he leído la novela no puedo compararla con la película pero dudo que sea mejor, como mucho será igual de buena porque la peli es muy, muy buena.

Si hay un superhéroe de quien uno puede reírse a gusto ése es Condorman. La verdad es que no sé de dónde sacaron la idea pero el caso es que este ser alado provoca hilaridad más que otra cosa.

Condorman pasa por ser uno de los héroes más ridículos de la historia e incluso compite por ser el peor. El punto de humor que persigue no anda muy lejos del esperpento de herencia hispana.

Condorman es la típica película que uno no sabe si la ha visto o si la ha soñado. Yo pude verla en mi juventud y guardaba un recuerdo muy lejano de ella, pero persistente. Mi mente quedó marcada para siempre por este ser de alas desmesuradas. Ideal para echar unas risas con los amigos.

En fin, para pasar el rato sin buscar nada más allá. Un claro exponente de la cultura basura de los años 80.

Muy acertado remake a la americana de un film francés de gran éxito que plantea el tema de la paternidad desde un punto de vista polémico y a la vez divertido. Tres solterones sin experiencia alguna en el mundo de los bebés se hacen cargo de un recién nacido y organizan sus vidas para que al retoño no le falte de nada. Jocoso planteamiento que a su vez esconde el inquietante dilema de la ausencia de una figura materna para el niño. ¿Puede un crío crecer sin madre? No por mucho tiempo, como se encargan de demostrar estos tres hombretones.

El film fue polémico en su momento no sólo por el argumento en sí sino por la inclusión de unas imágenes inquietantes en las que aparece un supuesto "fantasma" entre las cortinas del apartamento. Se decía que era el espíritu de un niño atrapado allí después de una muerte violenta, pero basta observar la imagen con mayor detenimiento para darse cuenta de que no es más que una figura de cartón piedra olvidada que algunos tomaron por un espíritu ultraterreno.

Vista hoy no deja de ser un producto curioso muy de los ochenta. Nostalgia barata.

Rara vez puede verse cine comercial que atesore la calidad que atesora esta cinta, y es que no siempre lo comercial ha de ir reñido con la calidad. Nos encontramos ante una historia tierna de adolescentes enamoradizos pero bien contada y con un final sorprendente que nos deja con el corazón en un puño. Una historia de sentimientos que maduran poco a poco, como en la vida real, por eso, a pesar de ser tierna, Mi Chica no resulta cursi ni empalagosa, se puede ver sin sonrojarse.

A principios de los 90 el cine comercial americano estaba adquiriendo algunas de las virtudes del cine independiente y este título es un claro ejemplo de ello. Mi Chica ha quedado como una cinta única, de grato recuerdo, y gracias a su calidad -sobre todo a nivel de guión y las interpretaciones- ha sido capaz de trascender el cine de adolescentes puro y duro. Muy recomendable.

Los amantes del melodrama sin duda disfrutarán con esta cinta que presenta algunas virtudes pero a la cual el tiempo ha castigado duramente. Quiero decir que, vista hoy, Hijos de un Dios Menor parece vieja y trasnochada. Lo que conmovía a las masas en los atribulados 80 nos deja indiferentes hoy y por eso este film resulta fallido visto con la perspectiva del tiempo. La historia de amor entre disminuidos físicos no pasa de ser un pastiche oportunista en busca de la lágrima fácil. Por eso es un tipo de film que ha dejado de hacerse a pesar de que tuvo auge en la década de los 80.