Me ha gustado mucho el documental y eso que iba algo preocupado por su duración y que no fuera a ser una chapa de casi dos horas. Sin embargo ha sido todo lo contrario, se me ha pasado volando.

La primera sorpresa fue ver el comienzo de Jared Harris como anfitrión-presentador. No tenía ni idea de que este actor, que también está entre mis favoritos, fuera vástago del protagonista del documental. Buen tanto a favor.

Reconozco que este protagonista, Richard Harris, aparte de bastante desconocido en su faceta más personal, me resultaba tan controvertido como el reflejo que de él proyecta el documental. Me han gustado muchas películas en las que ha participado, es evidente, sino no me hubiera puesto a ver esta especie de biografía. Son bastantes pero en particular, de chavalín quedé fascinado por Un hombre llamado caballo. Pero también he visto trabajos suyos que no me han gustado nada y su actuación en particular tampoco.

El documental viene a relatarnos también a un tipo salvaje, controvertido, contradictorio y más complejo de lo que hubiera esperado. Y lo hace no de la manera tradicional o clásica, sino de una manera que me ha parecido bastante original y atractiva. Aparte de una buena factura técnica y una abundante cantidad de material tanto visual como sonoro que acompaña el documental, este se basa más en un hilo conductor de recuerdos, vivencias y pensamientos de tres de los hijos del actor y algún personaje más con el que tuvo cercanía. Esto lo aparta un tanto del estilo canónico de la típica biografía para darle un toque más íntimo y personal. Me ha resultado muy interesante, original y ha conseguido aumentar bastante mi estima por el personaje con todas sus facetas, a veces incluso contradictorias. Me ha parecido un enfoque inesperado, acertado y lo he disfrutado mucho.

La verdad es que he visto esta película por Hardy. No conocía de nada al personaje de Bronson ni su historia. Es un actor que me resulta interesante y carismático, de esos que para mi gusto añaden un plus a los personajes que interpreta. Pero la verdad es que esta en concreto no me ha gustado e incluso me ha costado acabarla. Cuando miras varias veces cuánto falta para que termine, malo.

Ahora que ya la he visto también me ha picado la curiosidad por el director, este señor Refn. Y si, había visto cosas de él aunque no lo recordaba hasta ahora. Menos mal que tenemos esta página para refrescar la memoria. Una que me gustó bastante, Drive. Otra que también me costó lo suyo acabarla, Valhalla Rising. Y otra infumable y que ni siquiera llegué a terminar, Solo Dios perdona. Le reconozco que coincidimos en gustos en cuanto a sus actores protagonistas. Mads Mikkelsen, Tom Hardy y algo menos, Ryan Gosling. Casi nada al aparato.

Pero luego entran en juego otros factores. Una historia interesante, un personaje que de juego o ambas cosas ya puestos. En este caso la historia me ha parecido tan simple como el mecanismo de un chupete y muy alejada de lo que considero interesante. El tránsito por la vida de un señor muy violento y los mismos y repetidos altercados con la ley y el orden sin un motivo demasiado claro. Una especie de antisistema con aires de psicópata tipo la naranja mecánica pero de baratillo, sacado de un casposo todo a 100 y con el intelecto de un niño de cinco años. Y pese a ser una historia tan simple parece que el director la ha ido creando pegando momentos de la vida de este tipo sin ninguna fluidez, como a trompicones y lleno de escenas que no sabes si son de una profundidad impostada o risible o las dos cosas. Ese tipo de cine que se hace para parecer artístico, provocador y magistral y que solo se queda en eso, algo parecido y que se le ven las costuras de su impostura hasta lo cómico.

En el caso del personaje pues que decir. Un sujeto que da tanto juego como un encefalograma plano, burdo, violento por que si, sin matices, con unos diálogos y unos actos tan patéticos que me ha parecido un caramelo envenenado para Hardy. He acabado sin poder decidir si está tan sobreactuado que parece ridículo o que el personaje es así de ridículo y no tiene culpa o que el director le ha hecho parecer ese mamarracho ridículo con alevosía y premeditación. Porque aunque vistas a un tipo más corto que el rabo de una boina con todo tipo de sedas, iluminaciones, puestas en escena, encuadres y trucos de magia, tendrías que ser un verdadero genio para que no parezca el cretino que es realmente. Y para mi el director no tiene ni pizca de genio en esta película para convencerme de que el personaje no es un cretino sin ningún interés con una historia que no me dice nada ni va a ninguna parte. Ni con Hardy a su lado.

Dejando de lado que siempre he sentido cierta simpatía por Rufus Sewell, no me pregunten por qué, la curiosidad que me suscitaba no haberle visto nunca en el papel de policía, el dato anecdótico de que es una serie británica realizada totalmente en Italia y que, aunque se supone que son italianos la mayoría tienen pinta de británicos o extranjeros, ya me contarán a santo de qué y que la dama con la que el bueno del inspector Zen se lía es realmente atractiva y con un toque muy sensual, por lo menos para mi gusto, pues decir que la serie me ha parecido francamente decepcionante.

Por muy simpático que me caiga el amigo Rufus, en esta ocasión el integro personaje que compone o que le hacen componer carece totalmente de carisma ni de nada especialmente reseñable aparte de que viva con su mamá y que es bastante anodino. Su romance laboral es totalmente ñoño, edulcorado y carente de interés a pesar de lo atractiva que me pareció la dama y los casos en los que se ve metido van de lo más previsible a lo más rocambolesco sin que despierten tampoco el más mínimo interés.

Todo ello rodado, filmado y realizado de una manera que recuerda a series de policías ochenteras mediocres de media tarde, con un estilo tibio, blandito, falto de cualquier tipo de tensión y con argumentos llenos de tópicos y clichés vistos mil veces. Añadan a la fórmula un humor bastante blanco y sin gracia y unas pocas escenas de acción bastante mal filmadas. Los intérpretes también me han parecido bastante normalitos tirando a malos en algunos casos. Eso si, han sacado Roma muy bonita como decorado de fondo de las aburridas peripecias del inspector Zen.

La he acabado terminando porque solo eran tres capítulos y he tenido que esforzarme en acabar la última hora y media de episodio. Lo siento Rufus pero de esta mejor me olvido y no te la tendré en cuenta.

Técnicamente esta miniserie de cuatro capítulos me ha gustado mucho. La forma en que ha sido realizada, la atmósfera lúgubre, húmeda y asfixiante de una ciudad, la luminosidad, sofisticación y elegancia de otra y la oscuridad, misterio y enigma de la otra. Los escenarios están bien creados, la forma en que está filmada me gusta y convence y los actores hacen un buen trabajo. Hasta ahí todo bien.

Problemas? La empecé a ver sin saber casi nada de que iba y los dos primeros capítulos seguía igual... sin saber de qué coño iba eso después de dos largas horas. Tarda mucho, mucho en arrancar y cuando lo hace sigue yendo a paso demasiado tranquilo. Esa lentitud igual ayudaría a que la historia se entendiera mejor pero no es el caso tampoco. Avanza lenta y confusa, se vuelve pesada con un argumento que además, como no pongas de tu parte para comértelo es bastante increíble. Ese negro y separatista futuro distópico y un secreto oculto que al final es bastante flojo o una chorrada, según se quiera mirar. Una investigación policial que más parece dar palos de ciego y reunir casualidades mezclando pasado y presente de una manera bastante confusa. Y como ya digo, el largo y pesado camino termina en un, ah, vale, era eso? No jodas. Largo camino hacia bien poco.

Lo primero es que debo de decir que la película me ha gustado, me ha mantenido atento y me ha entretenido, cosa que no es tan fácil como parece en esto del cine. Tiene cierta intriga, da que pensar y hasta produce cierto miedito sobre la esencia del ser humano. Más puntos a favor.

Parte de una premisa interesante, original y que da mucho juego asistiendo a como todo se sale de madre. La película planta la hipótesis en suelo fértil, hace crecer bien los ingredientes, desarrolla bien los hechos y las reacciones dependiendo de la persona en que pone el foco, perfila bien algunos personajes hasta llegar a la explosión final y en mi opinión sería perfectamente creíble, opinable y discutible de no ser por un pequeño detalle. El tiempo.

No tengo ni idea del motivo o razón del director o guionista para enmarcar y encapsular los hechos en solo una semana de tiempo. Hace perder toda credibilidad a lo que estás viendo suceder en la pantalla por mucho que te digan que se basa en hechos reales. No me creo para nada que la semilla plantada, que las ideas que van creciendo y los frutos o hechos que se producen crezcan, maduren y exploten en solo una semana. Hace que todo parezca acelerado, forzado y encajado a martillazos. Que algunos hechos y reacciones parezcan estúpidos en ese lapso de tiempo y hubieran sido más lógicos con más tiempo de maduración. Que algunos personajes sean meros bocetos y otros pintados a brocha gorda por pura conveniencia. ¿Por qué ese proyecto escolar dura una mísera semana y no un semestre o un curso? A mi que me registren pero parece un mero capricho porque queda bien en la película ir poniendo los días de la semana según se desarrollan los hechos. Puede ser. Pero quedaría igual de bien poner los meses y haría que la película ganara en credibilidad.