Llegan las fiestas navideñas y, para ir adelantando acontecimientos, los cines ya han estrenado el nuevo film de John Woo (Blanco Humano, Cara a Cara...) titulado "Noche de paz" (2023), un largometraje lleno de acción, suspense, persecuciones y drama. No diría que es perfecto, pero sí que el resultado final me ha parecido bastante notable. Eso sí, los segundos finales me han decepcionado un poco, me esperaba que tirarían por otros derroteros. Está protagonizado por Joel Kinnaman (que también ejerce de uno de los productores ejecutivos) como un padre de familia triste y lleno de venganza tras un desafortunado accidente, Catalina Sandino Moreno como la mujer del personaje de Kinnaman) y Kid Cudi, entre otros. Woo sabe dirigir acción, pero cuando se pone en el terreno dramático le cuesta mostrarlo. El primer tramo de la cinta es muy movidito y adrenalínico, el segundo es bastante cansino (al menos, para mi gusto, suerte que no ha durado mucho) y el tercer y último tramo es grande como él solo, que es cuando el personaje del Kinnaman se pone en plan Liam Neeson, Bruce Willis y Charles Bronson (todos juntos bien mezclados), y las escenas de acción y suspense no se detienen hasta sus segundos finales de metraje. El título en español se ha traducido bien del original, pero es que viene con un poco de ironía, sabiendo todo lo que ocurre durante las casi dos horas de metraje. Mi nota final es de 8,5/10.

Lasse Hallström dirige otro melodrama romántico sacado de la pluma de Nicholas Sparks, tras la notable Querido John (2010) con Channing Tatum y Amanda Seyfried. Un lugar donde refugiarse nos presenta la historia de un joven, Katie (Julianne Hough, está preciosa, y qué ojazos azules que tiene) que huye lejos tras haber hecho algo horrible. Acaba llegando a un pequeño pueblo costero de Carolina del Norte llamado Southport, y allí conoce a Alex, un joven viudo, padre de un niño y una niña y dueño de un supermercado pequeño. Con el tiempo los dos van intimando, se van enamorando, pero a Katie el pasado la ha encontrado. Tendrá que lidiar con él, poner mano dura y así pasar página. El tema de fondo que trata es algo duro, pero me ha gustado mucho como se ha ido sacando adelante. Además, no es de esas películas que ya te lo cuentan todo desde el principio, el mismo espectador se va enterando de los hechos al mismo tiempo que ocurren en pantalla. La pareja protagonista me gusta, es muy bonita, y la química entre Julianne Hough (por cuerto, es la primera película que veo de ella que no es musical, creía que se llegaría a estancar) y Josh Duhamel está muy presente. En los secundarios tenemos a Cobie Smulders (Robin en la serie Cómo conocí a vuestra madre) que interpreta a una vecina y consejera de nuestra protagonista femenina, y el villano de la función con el rostro de otro actor televisivo como es David Lyons (el general Monroe de Revolution) al que dan ganas de partirle la cara, menudo personaje más despreciable. No me he leído la novela, pero el film tiene sus momentos de tensión, romance, drama, y el final me ha dejado con la boca abierta. Es un final inesperado, no sé, yo mencionaría incluso con tintes sobrenaturales, el cual puede llegar a sacar a más de uno (en mi caso no lo ha hecho, rara vez lloro en el cine, pero sí que me ha dejado un nudo en la garganta) alguna lágrima.
Las cintas basadas en las novelas de Sparks rara vez me han desilusionado. La anterior que ví en una sala de cine fue Cuando Te Encuentre y me pareció notable, y con esta Un lugar donde refugiarse le pongo un nueve, sin llegar a tocar techo, aunque quién sabe si en posteriores visionados cambia la nota.

Interesante propuesta la que nos propone esta cinta rodada expresamente para el Canal Disney. Un film lleno de tópicos, pero que me ha parecido simpática de ver. La historia nos muestra la relación que se entabla un buen día entre Dylan, la chica más popular del instituto y Josh, lo que llamaríamos un friki, un cinéfilo con buen gusto, todo gracias a que el chaval quiere hacer un documental sobre la chica en cuestión. Lo que empieza como una relación con malos rollos, acabará por convertirse en algo más. Él quiere hacer ver al gran público cómo es ella en realidad, empezando a observarla con otros ojos. La actriz protagonista es Sarah Hyland, una de las caras que aparecen en la serie de la ABC, Modern Family. He notado que, durante la película (quién hubiera dicho que un plato de espaguettis ayudaría a iniciar esa relación, cuando la veáis, lo entenderéis) tiene una buena química con el chaval, Matt Prokop, visto en la última entrega de High School Musical. Y se agradece su metraje ligero, de unos noventa minutos, que para lo que tiene que contar ya es suficiente, en mi opinión.

Tras la excelente Zombieland, el director Ruben Fleischer y el actor Jesse Eisenberg se vuelven a reunir en esta comedia macarra, que no tiene las agallas de la de los zombies, pero te hace pasar menos de hora y media la mar de entretenida. Un repartidor de pizzas y un profesor de primaria inmersos en los planes de dos atontados que quieren dinero para abrir un salón de bronceado/prostíbulo. El primero le meten una bomba en el pecho y le obligan a robar un banco. Parece algo sencillo, pero las cosas se complican, como es habitual en estos casos. Explosiones y disparos que no falten. Hay guiño a la famosa y brillante cinta sobre Facebook, que, casualidades de la vida, también participó Jesse Eisenberg como Mark Zuckerberg. El actor estaba mucho mejor en Zombieland, pero en 30 Minutos o Menos también se sabe defender gracias a los delirantes diálogos junto a su colega interpretado por Aziz Ansari. Los dos causantes de todo, dos palurdos que solo quieren llamar la atención, con las caras de Danny McBride (en la televisión le va muy bien, pero su carrera en el cine va de mal en peor, y creia que chafaria este film, por suerte no ha sido así) y Nick Swardson (amiguito de Adam Sandler). No pasará a los anales de la historia del cine, pero parar olvidarse de todo durante los casi ochenta minutos que dura va perfecto.
Tras los créditos finales, hay una secuencia más. Supongo que a muchos les importará bien poco, pero lo menciono, por si alguien se queda durante los créditos.

Nos encontramos delante de una simpática nueva serie para el canal en streaming Netflix con una primera temporada que consta de diez episodios. Diez episodios con una duración de menos de media hora cada uno, los cuales se hacen muy ligeros de ver y de seguir. Creada por Lang Fisher, guionista y productora, que se la conoce sobretodo por The Mindy Project (2012) y la actriz, productora y guionista Mindy Kaling, cuya trama e historia está basada mayormente en su propia infancia. Durante toda la temporada se va mezclando la comedia, el drama y el romance adolescente. No sé si va a renovar, pero lo que he visto me ha llegado. No es una serie sobresaliente, pero bien es cierto que se merece su buen visionado. No lo vais a lamentar.