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Críticas 236
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
4 de septiembre de 2022 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todas las convenciones que puedes esperar de una película de aventuras del Hollywood clásico desplegadas por su orden. En este caso, las de una de aventuras medievales: intrigas palaciegas, solapados traidores, caballeros y damas que se cortejan, justas y torneos, secuestro, asalto al castillo y duelo final. Los buenos son los buenos, los malos son los malos y cada oveja acaba con su pareja.

Basada en un tebeo, su único propósito es entretener con la pautada y previsible sucesión de acontecimientos. No hay parlamentos solemnes y los personajes son estereotipos que no requieren de gran despliegue dramático por parte de los actores, que con la caracterización ya tienen medio trabajo hecho. El diseño de producción tiene el colorido de las miniaturas góticas y las secuencias de acción, sobre todo el asalto del castillo y el duelo, están muy bien filmadas y editadas. Y sí una película consigue entretenerte hasta el final a pesar de saber que se van a dar cumplimiento a todas las convenciones, mala no puede ser.
26 de septiembre de 2016 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ryan Murphy trasciende las pretensiones propias de cualquier serie de TV y nos entrega un producto que, aparte de entretenido y adictivo, con una excelente factura técnica, resulta una acerada disección de la sociedad americana, dejando a la vista sus mayores lacras. La primera de ellas, común a todas las sociedades occidentales, es la sustitución de la realidad por la representación, su conversión en un espectáculo en el que importa menos la siempre poliédrica verdad que el atractivo del relato. En los primeros episodios se cuela un tono de farsa que pone en evidencia la inconsistencia de ciertos personajes que el público convierte en "héroes" (la patética y risible huida en el Bronco blanco, la aparición de las precoces Kardashian), la cruel frivolidad de los criterios del público (los ataques que recibe la fiscal en prensa y TV no por su actuación en el juicio, sino por su "look") y la irreflexiva adhesión de ese público a quien ha decidido convertir en el "bueno" de la película. Ya sabeis: cuando el sabio señala a las estrellas, el tonto se queda mirando al dedo.
Y, siendo esto grave, los problemas más serios (y más específicamente americanos) se van cargando a medida que avanzan los episodios hasta llegar a su conclusión inevitablemente cínica y desencantada. La cuestión racial (la serie comienza con el apaleamiento televisado al que sometió la policía de Los Ángeles al ciudadano de color Rodney King, que desencadenó una oleada de violentos disturbios raciales) queda expuesta con una crudeza no exenta de humor y muestra que los prejuicios circulan por una vía de doble sentido y que entre la minoría relegada también medran los aprovechados que consiguen beneficio particular cebando la bomba social. Diferencias irreconciliables que utilizan los tribunales como campo de batalla valiéndose de todas las ineficiencias del sistema judicial. Con dinero se puede contratar a un equipo de arteros abogados para conformar un jurado manipulable y crear las cortinas de humo necesarias para ocultar las evidencias que esgrime el ministerio fiscal, en manos de bienintencionados pero falibles funcionarios. Un panorama desalentador si lo que andas buscando es justicia.
Esta serie es un chorro de vitriolo sobre la cara de America. Su implacable crítica del sistema avanza como una apisonadora empujada por unos guiones de alta precisión, una cámara que revolotea alrededor de los personajes como una mosca cojonera y un reparto coral bien ajustado en el que destacaría a Sarah Paulson. Tan adictiva como cualquiera de las mejores series que recuerdes pero, seguramente, con más substancia de la habitual. Si eres de los que se preguntan a menudo si el ser humano puede ser considerado un animal racional, esta serie te va a proporcionar abundante material de reflexión.
14 de agosto de 2016 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Para qúe molestarme en buscar otro título para la crítica? El que tiene la película es bastante elocuente. Y aunque nunca he conseguido ver más allá de veinte minutos de "Abre los ojos", el resto de la filmografía de Amenábar me parece bastante apreciable, aunque, a mi juicio, sigue sin superar la calidad de su debut, la ya lejana "Tesis". Después de seis años de su proyecto anterior, su regreso con un film (aparentemente) de género se salda con un cúmulo de tópicos y lugares comunes (que vienen a ser la misma cosa) ensamblados sobre una endeble estructura. El personaje que interpreta Ethan Hawke con escasa convicción no pasa de estereotipo acartonado. El resto de los personajes son simples estereotipos.
Los diálogos son tan romos y tan como "oidos-en-otro-sitio" que cuando ha llegado la secuencia en que la chica se encierra en el wáter porque se niega a que el médico examine las marcas de su cuerpo y sólo accede a que entre el detective, no quería ni mirar a los personajes de lo bochornoso que me parecía lo que estaba oyendo. Cuando por fin le ha enseñado la cruz invertida incisa sobre su vientre me ha venido a la mente una noticia que apareció en los periódicos de mi pueblo en los primeros años ochenta y que afectaba a una chica de mi barrio y me he supuesto como terminaba esta historia. Y he acertado, aunque tampoco hacía falta ser una lumbrera. (Ver spoiler)
Sí, hay gente sugestionable y ante algunas noticias se perciben ciertas reacciones de histeria colectiva por el miedo a un peligro incierto. Sólo hay que ver como reaccionaron ciertas personas ante casos como el de las vacas locas o el del virus del ébola. Pero estoy seguro de que cuando las vacas locas ningún carnicero dejo de comer carne de vacuno o cuando se propagó en ébola por ciertos países de Africa ningún médico en Europa se creyó en peligro de contagio. Por eso me cuesta aceptar la premisa de que un profesional que se dedica a distinguir verdades de mentiras se deje sugestionar de esta manera. No cuela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La chica en cuestión aseguraba que había sido secuestrada por un grupo de neonazis que habían dibujado sobre su frente una cruz gamada y escrito siglas de grupos fascistas en su cara con una cuchilla de afeitar . Y, efectivamente, allí estaban aquellas superficiales incisiones. Lástima que para leer las letras fuese necesario el mismo espejo ante las que se habían escrito. Afortunadamente para nuestra protagonista, una cruz invertida se lee igual de izquierda a derecha que viceversa. En fin, chicas fantasiosas que inventan historias. Siempre hay algún incauto.
5 de agosto de 2016 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me remonto a las series que más me gustaban en la primera infancia llego a la conclusión de que el elemento decisivo era el buen humor que se desprendía de la química entre los protagonistas. En "Jim West", en "Los persuasores", en "Los vengadores" (Oh! Emma Peel, immarcesible heroina de mi primera infancia), los protagonistas derrochaban gracia y encanto. Napoleon Solo e Illya Kuriakin, encarnados por Robert Vaughn y David McCallum, también destilaban química. Tal vez estos recuerdos agradables se viniesen abajo si volviese a ver alguno de aquellos antiguos episodios, pero en la revision que ha hecho el señor Ritchie de "El agente de CIPOL" no he encontrado nada de aquello.
Unos interpretes sin química ni carisma al servicio de un guión con poca gracia. Un esforzado diseño de producción que intenta emular el brillo y la sofisticación de las producciones de los 60 sin conseguirlo. En ocasiones muy puntuales remonta y consigue parecerse a sus modelos, pero no es suficiente para animar lo desangelado del conjunto. En las producciones cinematográficas actuales hay tal predominio del énfasis que la ligereza resulta una cualidad difícil de recrear.
Ah! También me gustaba "Misión imposible", aunque eran más serios que un plato de habas.
24 de mayo de 2015 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película gozó de tal popularidad en su momento que en España se acuñó la frase: "Se llora más que en Belinda". Más que un drama, es uno de esos melodramas en los que el destino cruel se ceba con una criatura indefensa. Es un género tan lleno de convencionalismos que sólo puede elevarse sobre sí mismo por la sublimación estética. Buenos ejemplos de ello son los melodramas que interpretó la propia Jane Wyman a las órdenes de Douglas Sirk.
Aquí, Negulesco no cuenta con los recursos al lujo y al color, de los que haría gran despliege en las exitosas comedias románticas que dirigió en la década de los cincuenta y que le emparentaban con el elegante estilo visual de Minnelli. Hay que reconocer que hay directores con un buen gusto innato para componer el plano. En esta película en blanco y negro, la belleza estética está ligada al dramático uso de luces y sombras.
Tambien elegancia narrativa. Tal vez era lo que imponía la censura, pero la elipsis con la que se nos sugiere y a la vez se nos escamotea el acontecimiento más traumático de la historia de Belinda es un auténtico hallazgo. Es lástima que el último tramo de la película, el que transcurre en los tribunales, no esté a la altura de lo que llevabamos visto hasta entonces. Jane Wyman, que era una chica más bien corrientita, se embellece con la inteligencia de su mirada y nos entrega una interpretación memorable.
Aunque tenía muchas ganas, no he llorado a moco tendido. Eso sí, si no se te saltan las lágrimas en la secuencia de la plegaria muda de Belinda es que eres un marmolillo.
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