A la historia se le pueden dar palos por muchos sitios, pues está plagada de debilidades argumentales. Vamos con algunas:

- Rey, la protagonista, no ha tenido entrenamiento de ninguna clase pero domina la fuerza a nivel Jedi. Puede atraer objetos, controlar mentes, luchar de forma fluida en su primer combate con espada láser y hasta vencer a todo un aprendiz de Sith. Y de la noche a la mañana. Adiós al duro entrenamiento que veíamos que había que sufrir para dominar los recovecos de la fuerza.

- En contrapartida, Kylo Ren, el villano, es un aspirante a Sith entrenado por el mismísimo Luke Skywalker, y al muy patán le planta cara un Stormtrooper y lo derrota una don nadie que no ha cogido una espada láser en su vida. El tipo este promete en sus primeras apariciones en la película, incluso detiene un maldito disparo láser en el aire, pero luego se desinfla de forma vertiginosa hasta caer en un ridículo espantoso y no provocar respeto alguno. En parte por ser un debilucho, en parte porque al quitarse el casco resulta ser un niñato malcriado que quiere ser malo porque Darth Vader se la pone dura. Penosa motivación. El personaje con el casco es una copia del Vader de la primera trilogía y cuando se lo quita una copia del Anakin odioso de las precuelas. Penosa caracterización.

- La copia de Anakin es literal. Luke entrena a un adolescente insoportable y éste se pasa al lado oscuro porque el rojo y el negro le hacen parecer más guay. Es la misma historia otra vez, hay que joderse. ¿De verdad el universo de Star Wars es tan limitado?

- La cosa no termina ahí, que luego Luke se larga para no afrontar las consecuencias de ser un pésimo maestro y convertirse en un viejo deprimido y atormentado por el pasado cual Yoda. Otra copia más de lo visto anteriormente y otro personaje que se va a la mierda. Luke, tú antes molabas. Eso sí, no dice a nadie a donde va pero deja un mapa escondido para que lo encuentre quien lo consiga. Me están vacilando.

- El mapa está en R2-D2 que se pasa durmiendo toda la puta película a cuento de nada y se despierta al final para revelarlo a cuenta de nada.

- Han Solo, con una simple pero coherente evolución en las tres primeras películas, de repente vuelve a ser un contrabandista muerto de hambre con 70 años. Patético e incoherente, ahora resulta que su personaje involuciona. Menos mal que se lo cargan para no seguir pasando vergüenza ajena. Solo, tú antes molabas.

- Ya que estamos, Leia no pinta nada y verla es una experiencia no demasiado grata. Carrie Fisher no se parece en nada a cuando era joven y actúa de pena. La química que tenía con Harrison Ford ha desaparecido. La consecuencia es que parece que no estás viendo el mismo personaje, y encima ni siquiera parece afectarle la muerte de Solo ni tampoco le preocupa gran cosa que su hijo sea un nuevo Hitler. Ella sigue ahí, a lo suyo, destruyendo estrellas de la muerte. Penoso. Leia, tú antes molabas.

- La estrella de la muerte. Otra vez. Es no sé cuantas veces más grande y destruye no sé cuantos planetas más a la vez, pero sigue teniendo un jodido punto débil que si destruyes se destruye toda la construcción. Jajajajajajaja. Bravo, ingenieros del imperio, o de la primera orden o como coño se llamen ahora, 30 años después seguís siendo unos imbéciles que no saben diseñar una mierda. Aunque lo peor es que siguen contratándolos. El lado oscuro parece que te vuelve retrasado mental.

- No. En serio. ¿Después del final del episodio VI nada ha cambiado? ¿Luke vence a Vader para crear otro y repetir la puta misma historia? ¿El episodio IV, VI y VII giran en torno a destruir una estrella de la muerte? ¿Casi tres veces la misma historia? No. En serio. ¿Lo de Luke no valió absolutamente para nada? Que te den, Abrams.

Por la pirámide habitan gatos que, palabras textuales, ¨han sobrevivido durante miles de años porque se comen unos a otros¨. El jefe del lugar, una bochornosa versión de Anubis, mata el tiempo asesinando a todo el que pasa por allí y arrancándole el corazón para realizar una bochornosa versión del juicio de Osiris por no sé que mierda de reunirse con su padre en el más allá si encuentra el corazón de alguien justo. Un despropósito de argumento.